Sra Apatia

Para entender como los polí­ticos siguen y seguirán abusando del poder, basta con realizar un sondeo sobre la apatí­a que prevalece en la sociedad con respecto al conocimiento en sus derechos polí­ticos. Así­ resultarí­a fácil entender que debido a que la clase polí­tica en México en términos generales se ven a sí­ mismos como â??realeza puraâ? y si, hablo de los actores polí­ticos de un rango directivo, esos que ya tienen varios años brincando de puesto en puesto, de dedazo en dedazo, de foto en foto para que mejor se comprenda. Para la mayorí­a de la gente que están cansados de ver como dí­a a dí­a salen estos servidores públicos a seguir diciendo mentiras y con despensas o con gritos espantosos y con tono retador de campaña como: â??esta vez será diferente porque somos un nuevo y/o renovado partido, que ahora si vera por la gente.â? Y pareciere que la sociedad sigue sin reflexionar o simplemente la palabra â??cambioâ? es ahora concebida como algo tan frí­volo y tan humillante después que durante ya varios años el cambio es sinónimo de retroceso y que nada, absolutamente nada tiene que ver para lo que millones de envilecidos ciudadanos votaron en el 2000. La clase media que vive al dí­a en México, que medio come, medio llena el tanque de gasolina, medio estudia, medio viveâ?¦ y que no es parte de esa â??corte imperialâ? de los polí­ticos que usan un reloj de 10,000 dólares diferente cada semana, visten marcas de renombre mundial o viajan en vehí­culos de lujo comprados para uso oficial, que viven en casas y tiene propiedades que no conciertan con los ingresos que percibe un funcionario público y que solo se pueden explicar con el arte de mágico de la corrupción y tráfico de influencias. Entre los muchos privilegios a los que el ciudadano mal comido y mal dormido, se encuentra uno, al que la señorial clase polí­tica ya comienza a resentir y se llama Seguridad Social, ya han sido varios polí­ticos de alto nivel que han muerto en atentados directos, ahora los polí­ticos saben que el crimen dejo de respetarles, dejo de verlos como sus aliados y comenzó a verles como sus subordinados, como el empleado que si no hace lo que â??El patrónâ? manda, tan fácil lo despiden a la manera que solo ellos, los criminales saben finiquitar. Para los ciudadanos en México, es difí­cil distinguir del policí­a honesto y del que no lo es, del policí­a que los detiene en la calle para extorsionar y abusar del poder de traer uniforme y pistola legalmente o si solo los paro para informar a un grupo criminal y después ser ví­ctimas de un secuestro. Así­ también para los ciudadanos que con duras penas llevan comida a la mesa de sus casas, no se tiene una certeza judicial que les permita denunciar los abusos laborales a los que son sometidos, no les queda de otra que aguantar y aguantar, conformarse con lo poco y la miseria. Tanto en el sector público y el privado, ambos con las desgracias mal llamadas sindicatos ya que en un sistema corrupto, muchos lí­deres terminan cediéndose al poder, a la codicia que por 70 años fue de uso exclusivo de un partido polí­tico y que ahora es compartido con otro. Pero la sociedad que dí­a a dí­a sigue colocándole los dineros a las arcas del gobierno, mediante el pago de sus impuestos, debe de tener un lí­mite, un ya basta! No es posible que intenten seguir viviendo el â??no pasa nadaâ? al tiempo que siguen viendo como sus representantes locales y federales, no persiguen otra cosa que gozar como una bola de zánganos del erario con mediocres labores de doble moral como legislando para ellos y no para el pueblo. Los casos o escándalos de enriquecimiento ilí­cito son por miles en la historia penosa y triste de la función pública en México, desde funcionarios de un ayuntamiento hasta el puesto más codiciado por un polí­tico mexicano, la emblemática figura presidencial. Todos sabemos que el sistema corrupto ahí­ está, no por nadie más que por la misma sociedad que la aprueba como una parte esencial de la economí­a haciéndole parte de la cultura generando un cí­rculo vicioso que difí­cilmente el polí­tico desea evadir o escaparle.

* Fernando Sabines sí­gueme en twitter como @ferdan79

Comentarios

  1. Avatar de BELIA
    BELIA

    Sabes al leer este comentario me doy cuenta que tienes mucha razón y curiosamente siento una melancolía dentro de mi al saber que esta es la situación de nuestro país. Y se reconoce que la única manera de salir es estar informados e ilustrarnos en todos los aspectos políticos.

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