Dentro de la polémica que se va presentando el día a día en la vida política nacional, vemos que simplemente tenemos un árbitro no miope pero sí bastante desconfiable.
El IFE está hablando de las cuestiones de derechos de replica y demás, pero ciertamente el problema que hay de fondo es que los consejeros electorales son poco confiables.
Lo son desde el momento en que están pensando más en cuestiones de regulación de cosas que a ciencia cierta no les corresponden en lugar de fortalecer el instituto.
Qué triste es ver que la reforma electoral de 2007, fue una moneda de cambio que obedeció solamente a intereses intestinos, del PRI para eliminar todo registro de Elba Esther Gordillo y de parte del PRD para descabezar y sentir su honra limpia tras la patraña de un fraude que hasta el momento con sus supuestas cientos y miles de pruebas, no han podido demostrar.
Veamos como lo hacemos en el próximo enfrentamiento electoral, no hablo de algún estado, hable de las elecciones del próximo año.
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