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  • Breve reseña sobre Gears of War 3

    la cronica del video juego y claro, la historia del yoyo

    Rodrigo â??Dr. Nieblaâ? Castañeda

    Para éstas alturas del mes ya muchos han comprado Gears of War 3, es más, si no han terminado la campaña aún, lo más probable es que les falte poco. Y es que no podemos negar que ha sido uno de los juegos más esperados del año.

    El dí­a del lanzamiento las colas, por lo menos en mi ciudad, eran considerables, y eso que eran las doce la noche â??lo que sí­ no vi a nadie en disfraz, hubiera estado padreâ??, y a esa hora, y hasta la madrugada, muchos estuvieron conectados, jugando en lí­nea, ya fuera una hordas, el modo arcade o el co-op de la campaña.

    Hacer del GOW3 un mal juego hubiera requerido mucho, mucho esfuerzo, serí­a el equivalente a quemar el arroz de bolsita, ese que ya viene casi hecho del todo.

    Así­ que como ya todos tienen el GOW3 y los que no es porque no han jugado los primeros, lo que recomiendo que hagan, o no tienen dinero, pero ya lo están juntando, les hablaré el dí­a de hoy de otra cosa:

    El yoyo

    Se cree que el yoyo es el segundo juguete más antiguo del mundo â??el primero serí­an las muñecasâ??, según diferentes teorí­as el yoyo pudo haber sido inventado en China o en las Filipinas.

    En un principio el yoyo fue utilizado como arma para cazar â??todo aquel que haya tenido un yoyo en sus manos sabe a lo que me refieroâ??, su nombre viene de una expresión filipina que significa â??ven venâ?. Con el tiempo el yoyo dejó de ser utilizado como arma; sin embargo en la cultura filipina continuó teniendo una importancia cultural significativa, por ejemplo, para solucionar conflictos entre particulares se organizaban concursos de yoyo.

    Pero no se quedó en Así­a este juguete, sino que emigró a Europa, según algunos registros los griegos jugaban con yoyos por allá del año 500 A.C., es más se puede observar en el Museo Nacional de Atenas un yoyo de terracota, así­ como una vasija que ilustra el uso de este juguete por parte de los jóvenes helenos.

    En 1790 el yoyo llega a Inglaterra y a Francia, en la isla bretona se le llama bandalore o el juguete del prí­ncipe de Gales, pues hay una pintura donde el rey Jorge IV aparece jugando al yoyo. En Francia se le llama incroyable, lâ??emigrette y jou-jou. Según se cuenta, el juguete era popular entre la aristocracia gala, e incluso los soldados napoleónicos se entretení­an jugando al yoyo entre batalla y batalla.

    No fue sino hasta el siglo 19 que el yoyo llegó a América, aunque nunca fue muy popular, hasta que un hombre llamado Donald Duncan, vio el potencial comercial del juguete al ver al fabricante de yoyos, Pedro Flores, haciendo demostraciones del producto; Flores fue uno de los primeros en hacer trucos con el yoyo ante un público. Duncan compró la fábrica de Flores por $25,000 dólares y renombró la compañí­a con su nombre.

    Una de las particularidades de los yoyos de Duncan y Flores, era que la cuerda no estaba atada al eje del juguete, sino que giraba alrededor de este, lo que daba la posibilidad de que el yoyo quedara girando al final de la cuerda, haciendo posibles ciertos trucos, como â??el perritoâ?.

    Hoy en dí­a el yoyo es uno de esos juguetes que bien podrí­amos llamar de modas que van, vienen, y vuelven a venir. Si bien es cierto que hay temporadas en las que no vende, hay otras en las que todos quieren comprar un yoyo.

    En conclusión Gears of War 3 está bueno, y aunque la campaña principal está un poco floja en cuestión de historia y dificultad, nada como para que no vayan en este instante a comprar el juego. Ah, y los yoyos son divertidos