Descartan suicidio o trauma en muerte de Prince. El cuerpo del cantante Prince no mostraba signos de trauma o de intento de suicidio, pero la autopsia legal podría demorar varias semanas y existe una investigación policial en marcha, señaló el alguacil del condado de Caver en Minnesotta, Jim Olson.
Prince, de 57 años, fue declarado muerto la víspera a las 10:07 tiempo central de Estados Unidos, después que un intento de resucitación cardiológica y respiratoria fue infructuoso luego que las autoridades acudieron a su domicilio por una llamada de emergencia.
“No hay signos obvios de un trauma… y no tenemos razón para creer que fue un intento de suicidio”, señaló Olson en una tumultuosa rueda de prensa ante decenas de reporteros, fotógrafos y cámaras de televisión.
Señaló que la última persona que lo vio con vida fue el miércoles a las 20:00 locales. Fue encontrado inconsciente al día siguiente en un elevador de su residencia por miembros de su personal.
Olson dijo que en todos los casos que no hay testigos presenciales del fallecimiento, se pone en marcha una investigación policial. “No vamos a dejar una piedra sin mover (en esta investigación)”, dijo.
Una representante del equipo forense del condado de Carver detalló que la autopsia incluirá un abanico de pruebas toxicológicas e indicó que sus restos fueron entregados a los familiares.
Prince se convirtió en una estrella mundial de la música pop en la década de 1980, con álbumes como “Purple Rain” y “Sign O’ the Times”. A lo largo de su trayectoria de más de 35 años, Prince lanzó un total de 39 álbumes y vendió más de 100 millones de discos.
Su muerte acaparó las portadas de todos los medios impresos y los portales de los medios electrónicos de Estados Unidos, además de que se detonaron expresiones públicas de aprecio con edificios, lugares públicos e incluso estadios luciendo sus emblemáticos colores púrpura.
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Descartan suicidio o trauma en muerte de Prince
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¿Ya olvidamos Haiti?
Los amputados haitianos enfrentan un proceso de rehabilitación con retos no menores al trauma inicial del terremoto del 12 de enero: nuevas operaciones quirúrgicas, preocupaciones por la atención que recibirán cuando se vayan los médicos extranjeros, además de la dificultad de vivir en un país paupérrimo donde los lisiados han sido considerados como una carga para sus familias.
Hasta unas 4.000 personas sufrieron amputaciones tras el terremoto de magnitud 7 que mató a más de 200.000 personas. Necesitan un tratamiento minucioso porque los cirujanos, apresurados por salvar la mayor cantidad de vidas posibles, a menudo hicieron amputaciones transversales que no dejaron suficiente piel para la cicatrización o un muñón adecuado para un miembro artificial.
Ahora la principal preocupación es una posible infección.
Mientras muchos amputados siguen hospitalizados, otros han sido dados de alta sin tener donde ir excepto campamentos precarios de refugiados. En un hospital de campaña que el grupo médico Merlin opera en medio de carpas instaladas en una cancha de tenis, Eba Pasha, coordinador de salud, dijo que han tenido que efectuar nuevas operaciones quirúrgicas a víctimas que regresaban con muñones infectados.
Uno de sus pacientes, Vivian Exavier, requirió una operación para cerrar la herida en una pierna que le amputaron en un hospital en la República Dominicana. Después de ser dada de alta hace una semana, empezó a dormir en el patio de una escuela. En la primera noche, Haití experimentó su lluvia más intensa desde el terremoto.
La mujer de 35 años se envolvió el muñón debajo de la pierna derecha para protegerlo del terreno lodoso.
Una desventaja física significa una enorme carga en Haití, un país donde más de la mitad de la población estaba desempleada aun antes del sismo. Sin modo de competir, muchos han quedado librados a su suerte y a mendigar por las calles.
«En Haití, cuando eres lisiado, te olvidan», dijo Michel Pean, secretario de estado para la integración de los discapacitados
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Segun sicologa, el miedo tardara unos meses mas en irse
Para los tres representa un regreso a la libertad. Patricia, Rubén y Adriana han vuelto a su cotidianeidad, que les fue suspendida desde el pasado 24 de abril, día en que se impusieron las primeras medidas de seguridad sanitaria para evitar el contagio de influenza.
Patricia va a la Facultad de Filosofía de la UNAM, Adriana a la empresa farmacéutica donde trabaja y Rubén a la escuela y la oficina donde presta sus servicios como chofer. Cada uno, de acuerdo con los especialistas, sufrirá un proceso de adaptación distinta en esta vuelta paulatina â??a la normalidadâ? en medio todavía de una alerta sanitaria.
En general, señala la psicóloga Magali López de la UNAM, bajará el nivel de estrés y ansiedad que la mayoría padeció en diversas medidas, â??a cualquier restricción pasada, hoy permitida, se volcará la gente, lo que propiciará que algunas personas saturen los restaurantes, y más aún con las reglas de salubridad que permanecenâ??.
Justo Adriana ya ha reservado espacios en tres restaurantes de la zona sur para tener un desayuno de trabajo, una comida con sus amigas y una cena con un ex novio. Dice que seguirá todas las medidas de salubridad indicadas.
â??La influenza estará sobre la mesa y en la boca de todos, pero no porque alguien presente esté contagiado, si no porque será el tema de conversación que se volcará en los encuentrosâ?, comenta López.
No obstante, señala la especialista, habrá personas en las que su memoria histórica y de supervivencia las hará sentirse incómodas en un restaurante cerrado, en salones con más de 10 personas, al estar cercanas a alguien que estornude, tener precauciones excesivas, o hasta llegar a sentir cierto estrés por un posible contagio.
â??Dependiendo de las medidas impuestas por la Secretaría de Salud, el regreso a la normalidad se podría dar en aproximadamente tres o cuatro mesesâ?, dice Magali López, quien recuerda que en el temblor de 1985 â??considerado como una experiencia traumática al igual que esta emergenciaâ?? pasó aproximadamente un lapso similar para poder recuperar la normalidad.
Rubén reconoce que tiene miedo de infectarse y por ello ha decidido seguir al pie de la letra las recomendaciones. â??Si tuviera un traje como esos que salen todos de blanco parecidos a los de astronauta me lo pondría, pero como no lo tengo me llevo doble cubre boca y un frasco de gel en alcohol con el que cada 15 minutos froto mis manosâ??.
Fernando Valadez, especialista de la Universidad Intercontinental, considera que, no obstante, habrá personas que regresen a su vida cotidiana con una sensación persecutoria. Otros más, señala, volverán sin temor a que ningún virus los ataque y estén en riesgo de morir, pues consideraron que fue demasiado exagerado el manejo dado por el gobierno federal a esta epidemia.
Así es como Patricia sale sin miedo rumbo a la Facultad de Filosofía y Letras. En su agenda ya tiene la noche del sábado bloqueada. No hay antros pero sus amigos organizaron una fiesta por el regreso â??a la normalidadâ?.
â??Regresan con mayor desconfianza a las instituciones públicasâ?, señala Valadez, quien también asegura que permanecerá una tendencia al incumplimiento de las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades