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  • Brutalidad Policial en CDMX: Caso de Homicidio y Tortura Expone Abusos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana

    Brutalidad Policial en CDMX: Caso de Homicidio y Tortura Expone Abusos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana

    El 27 de marzo de 2021, se reportó al Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) de la Ciudad de México que un hombre yacía en la calle con heridas por golpes. Aunque los agentes respondieron al llamado, declararon que era una alerta falsa. Minutos después, una ambulancia encontró a la víctima aún con vida, quien falleció en el hospital debido a un traumatismo craneoencefálico.

    Sentencia por Homicidio: Violencia Policial en CDMX

    Dos años después, un juez sentenció a dos elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC CDMX) por homicidio, al comprobarse que la violencia excesiva utilizada fue la causa de la muerte de la víctima. Además, se documentaron violaciones graves, incluyendo la omisión de auxilio.

    Recomendación por Violaciones a Derechos Humanos en CDMX

    El caso fue documentado en el expediente CDHCM/I/121/VC/21/D1700 de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), y tres años después, resultó en la Recomendación 02/2024, señalando violaciones al derecho a la vida por parte de la policía capitalina. Este es solo uno de los nueve casos de tortura, detenciones arbitrarias y violencia sexual durante la gestión de Omar García Harfuch en la SSC CDMX.

    Operativo Ilegal y Tortura a Familia en Álvaro Obregón

    El 10 de febrero de 2022, aproximadamente 14 unidades de la SSC CDMX llegaron sin orden judicial a la casa de Verónica y su hija en la alcaldía Álvaro Obregón. Según la reconstrucción de los hechos, los agentes ingresaron violentamente al domicilio, agredieron a su esposo y amenazaron a la familia.

    Verónica y su hija fueron sometidas a interrogatorios, amenazas y tortura por parte de los policías. La madre fue forzada a cooperar mientras era golpeada y amenazada con la muerte de su hija. Posteriormente, los agentes las obligaron a llevarlos al paradero de Erick, otro miembro de la familia, quien también fue brutalmente agredido y torturado.

    Testimonios y Evidencias: Violencia Policial Documentada

    Las agresiones fueron corroboradas mediante testimonios y evidencia recabada por la CDHCM, incluidos peritajes, videograbaciones y certificados médicos. Durante la investigación, se reveló que Erick fue obligado a grabar una confesión falsa bajo tortura, donde los agentes utilizaron métodos de asfixia para forzar su declaración.

    El dictamen médico de Erick mostró claras huellas de tortura, mientras que los análisis psicológicos concluyeron que tanto él como su familia sufrieron un daño psicológico severo debido a la violencia vivida.

    Recomendación 07/2024: Tortura y Detención Ilegal en CDMX

    Por estos hechos, la CDHCM emitió la Recomendación 07/2024, que aborda la detención ilegal y arbitraria, así como la tortura infligida a una niña y su familia. Este caso resalta la necesidad urgente de reformas y la rendición de cuentas dentro de la SSC CDMX.

  • La historia de Ecuandureo, ejecución, tortura y crimen

    Las siete capillas fúnebres de esta cabecera municipal trabajaron a toda su capacidad entre los días lunes 25 y miércoles 27 de mayo: en ellas tuvieron lugar las velaciones de 34 jóvenes oriundos de este municipio, quienes murieron en Ecuandureo, Michoacán, a manos de la Policía Federal (PF)
    En los velatorios la indignación y la rabia de familiares y amigos de las víctimas son más fuertes que el llanto y el dolor. Los asistentes coinciden: los federales usaron fuerza desmedida para asesinar a los jóvenes, sin darles oportunidad de defenderse.
    Si fuera verdad que hubo un enfrentamiento entre federales y sicarios del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), como dijo el comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, entonces no hubieran tenido oportunidad de torturarlos, razonan los familiares. A algunos los quemaron; les rompieron los dientes; les fracturaron los brazos; les mutilaron manos, piernas o testículos y algunos hasta recibieron el tiro de gracia.
    Ocotlán aún no terminaba de asimilar el enfrentamiento entre la PF y el CJNG del pasado 19 de marzo –en el que murieron cinco federales, cuatro civiles y dos sicarios–, cuando una tragedia mayor se sumó a la historia de violencia que asuela a esta región jalisciense limítrofe con Michoacán, debido a la lucha que grupos de la delincuencia organizada libran por el control de la zona.
    Así, del lunes 25 al miércoles 27, las siete capillas de velación recibieron los cuerpos de 34 jóvenes fallecidos el viernes 22 en el Rancho del Sol, en Ecuandureo, donde según la versión oficial murieron en “enfrentamiento” 43 personas, 42 de ellas presuntos integrantes del CJNG.
    Esos días los dos cementerios municipales de Ocotlán vieron las mismas escenas: con bandas de música, globos blancos y camionetas con música a todo volumen –como se acostumbra aquí cuando alguien muere con violencia–, los 34 de Ecuandureo fueron enterrados.
    Y en uno de los cementerios municipales, ese martes un hombre robusto, de tez morena, con los ojos enrojecidos por el llanto y una botella de whisky en la mano, gritó: “¡Viva El Pollo, cabrones! ¡Chingue a su puta madre el gobierno!”. Luego vació el licor dentro del ataúd de madera donde, guardados en una bolsa de plástico negro, estaban los restos de su hijo, una de las víctimas de la matanza. Un mariachi tocaba “El muchacho alegre”.
    En los dos panteones municipales de Ocotlán trabajan 12 personas que tuvieron que hacer hasta dobles turnos para enterrar en esos días a 34 de las víctimas de la matanza. De ellas, 11 habitaban la colonia Infonavit 5, en esta cabecera. Por instrucciones de los familiares no hubo una sola cremación. Todos los cadáveres fueron sepultados.
    Cada noche, a las 20:00 horas, en un altar de la calle Libra en la colonia Infonavit 5 se reza el novenario. “Al finalizar vamos a traer música y tocarles las canciones que les gustaban a los muchachos”, dice Carito, una de las vecinas.
    Pero campea la incertidumbre: “Estas 42 muertes van a traer consecuencias. Más sangre. Va a morir más gente, no nos vamos a quedar así; estamos muy adoloridos. Yo veo a los federales y me dan ganas de matarlos”, espeta Gerardo García Pineda, hermano de una de las víctimas.
    De acuerdo con los testimonios de los ocotla­nenses que fueron al Servicio Médico Forense (Semefo) de Morelia a identificar a sus familiares, no se trató de un enfrentamiento, pues había cadáveres sin dedos, sin dientes y hasta uno sin manos, piernas ni testículos; además, señalan, fueron violados con objetos.
    “Eso no fue un enfrentamiento, fue una masacre”, dice a este semanario Víctor Hugo Reynoso, hermano de Luis Alberto, una de las víctimas. “Hasta un niño de 14 años fue abatido. ¡Qué animales!
    “Uno había perdido un ojo, otro tenía golpes en el rostro, uno más con los dientes sumidos por el impacto de un objeto y otro más tenía un tiro en la cabeza”, agrega.
    “En las fotografías que circularon en las redes sociales se demuestra que primero los cuerpos aparecen sin armas, y luego portan fundas y carrilleras. Las imágenes muestran a los abatidos descalzos y hay sangre en las camas, en las colchonetas”, precisa, y agrega: “Los agarraron dormidos. No hubo tal enfrentamiento; con la cantidad de armas que supuestamente tenían, y si dicen que son presuntos miembros del crimen organizado, capacitados y entrenados para tirar, fácil hubieran matado a muchos federales y no a uno. ¡Qué mala puntería tenían!”
    “¡El gobierno los mató a todos para no dejar testigos! Agarró parejo: trabajadores del rancho, cocineros, afanadores, sicarios… mató a todos”, tercia, indignada, Rocío Robles, también familiar de una víctima.
    “Mi primo –cuenta Gloria, pariente de otro asesinado– tenía 28 años, era carpintero y no era mala persona. Pero los mataron como animales. Si hicieron algo mal, los hubieran detenido y encerrado.”
    Los parientes de las víctimas narran a Proceso que éstas cada mes mandaban dinero a sus casas y tenían distintos oficios: carpinteros, albañiles, plomeros o jardineros; los menos eran expertos en desmalezar las carreteras.
    Y para ciudadanos que de la sobreexposición a la violencia han aprendido a examinar los detalles de las escenas del crimen, las armas y municiones fotografiados cerca de los cuerpos parecían haber sido plantados después del hecho.
    “El cadáver de un joven en una de las fotos se encuentra boca arriba, un rifle de alta potencia, de asalto, descansando horizontalmente a través de su torso. Otra víctima sin vida yace sobre su espalda con un cinturón de cartuchos bajo su mano izquierda; en una foto distinta del mismo cadáver, la cartuchera no está por ningún lado”, explica Fernando, otro familiar de una víctima, mientras, para corroborar su dicho, muestra las imágenes guardadas en su celular.
    Un luchador
    “Hay muchas dudas. Ni el gobierno ni derechos humanos, nadie ha venido a vernos. Mi hijo era gladiador, luchaba en Ocotlán, Guadalajara, Zamora, La Piedad y a veces en la Triple A. Lo conocían como El Draco. Varias veces se lo llevo el luchador Psicosis a la Ciudad de México, a luchar allá”, dice Graciela Pineda Téllez, madre de otra víctima.
    Se llamaba Martín Felipe García Pineda, de 21 años, quien antes era guardia de seguridad y luego se empleó en una gasolinera de Ocotlán; fue a Michoacán porque supo que había trabajo en los campos de fresas y hortalizas y se ganaba más que en su pueblo.
    Graciela Pineda cuenta su sorpresa al ver que su hijo estaba entre los muertos. “En la foto que vimos en internet, dice, se ve bien, y ya me lo entregaron quemado como con ácido”. Ella no sabía que su hijo estaba en el Rancho del Sol; hacía dos meses que no iba a Ocotlán. Pero un día antes de la matanza le telefoneó a su esposa, embarazada, para decirle que estaba bien.
    “El hijo de Chela”, dice Emma, vecina de Ocotlán, “era como como mi hijo. Aquí se criaron todos los difuntitos, desde el kínder, primaria y la secundaria; luego ya cada quien agarró su rumbo, pero se juntaban ahí en la esquina, donde está el altar”.
    Carito, de 21 años, vecina del barrio, muestra fotos donde se ve el cadáver de uno de los jóvenes que vivía en la colonia Infonavit 5, a quien apodaban El Chicua (Héctor de Jesús), sin dientes y sin impactos de bala, le sacaron un ojo y en sus brazos rotos se aprecian huellas de llantas.
    Tercia iracundo Gerardo García Pineda: “Así aparece en la foto, sin dientes y marcas de ruedas. Lo entregaron sin brazos, piernas y sin sus partes nobles. Él era también de aquí, del barrio. Y a mi hermano me lo entregan quemado”.
    –¿Cómo se fueron a trabajar al rancho? –se le pregunta a Carlos, de 22 años y vecino de Ocotlán.
    –Primero se fue uno y luego se corrió la voz y se comenzaron a ir otros. El que más tiempo tenía era como año y medio; los que menos, tres meses. Aquí se paga poco, 600 pesos a la semana sin prestaciones. Yo la tengo que hacer de quesero, albañil… en lo que se gane más.
    –¿Cuál era la chamba ahí?
    –No sé. Sólo sé que ganaban lo suficiente para mantener a su familia. No una fortuna; pero sí para vivir bien.
    “Varios de los muertitos dejaron a sus esposas embarazadas; por ejemplo la de Felipe, el luchador, el día del funeral se puso mal y se le reventó la fuente. La llevaron al hospital”, cuenta Charito, vecina de Ocotlán.
    –¿Cómo supieron que eran sus familiares? –se le pregunta.
    –Por las fotos de internet. El viernes, sábado y domingo estaba llena de gente esta calle de Libra (en la colonia Infonavit 5), ávidos de noticias. Da tristeza porque los chamacos se fueron en busca de mejores condiciones de vida. Aquí no las hay. Ni becas para estudiar, trabajos mal pagados de sol a sol, como albañil, por 700 pesos a la semana, y con eso hay que pagar renta, comida, escuela, ropa… no alcanza.
    El trato hacia los deudos de las víctimas en el Semefo de Morelia fue cruel y despectivo, informa la madre de El Draco. Refiere que estuvo dos días a la intemperie, soportando la lluvia y sin probar alimentos porque no llevaba dinero para comprar comida; escuchó también las burlas de los federales que se solazaban con el asesinato de sus hijos.
    Añade que a su hijo lo quemaron y apenas pudo identificarlo. Trae en las manos un cuadro con el retrato del luchador, al cual le dirige unas palabras.
    “¿Verdad que tú no eras…? Si ni con tus hermanos peleabas. Mírelo”, dice a los reporteros, “todo sonriente. Era deportista, no consumía drogas ni nada de eso”.
    Érika Eunice Hurtado, hermana de otro de los abatidos, asegura que cuando estaba dando su declaración para solicitar el cuerpo de su hermano, agentes de la PF “a mis espaldas se estaban burlando, estaban diciendo que ‘los agarraron como pajaritos, dormidos en su nido a los cabrones’”.
    “A Martina, otra vecina del Infonavit 5, le dijeron: ‘¿Quieres el cuerpo de tu hijo? Híncate delante de él’. Y lo tuvo que hacer, yo lo oí”, dice Rocío Robles.
    “¿Es así como el gobierno defiende a la gente? Queremos que vea eso Peña Nieto. Si ya los tenían rodeados, ¿por qué los mataron? ¿Por qué no los detuvieron? Hay muchas formas de hacer justicia y una de ellas es la captura. Muchos tienen huellas de rodadas. Los vimos en el Semefo de Morelia en la identificación.”
    –¿Les dieron copia de la autopsia? –se le pregunta a Gerardo García.
    –Nada. No nos los querían entregar. Ya olían mal. Sellaron los ataúdes para que no los viéramos. ¡Es indignante! Fueran lo que fueran, también son seres humanos y hay leyes que los protegen. Según eso, están para proteger… No son autoridades, son “asesinos con licencia”.
    –¿Crees que la saña con la que actuaron fue en venganza por los 11 federales abatidos en Ocotlán en marzo?
    –Creo que sí, porque (los muertos) eran de Jalisco y la mayoría de Ocotlán. No sé por qué salen con esas armas (en las fotografías); aquí no hay tantas como en Michoacán. Siempre hemos tenido mala experiencia con la policía. La gente les tiene mucho miedo porque ellos creen que todos somos sicarios.
    Según la Dirección del Servicio Municipal de Cementerios, que encabeza Ricardo Murillo Cárdenas, cada día se hacen en promedio 1.6 entierros; entre el lunes 25 y el miércoles 27, la cifra se multiplicó a más de 30 inhumaciones.
    En una de las criptas velaron a César Mora, de 24 años, quien según sus amistades se dedicaba a brindar protección personal. No ofrecieron más detalles. En un extremo de su tumba se escuchó decir a alguien: “A lo mejor sí eran (del CJNG) o no, pero no se vale que los hayan asesinado así”.
    Al parecer el cuerpo de César era uno de los más golpeados. Uno de sus amigos comentó que tenía fracturas en ambos brazos y la dentadura destrozada. A punto de sepultar a los jóvenes, algunas familias, como la de Jesús Ernesto Salazar, de 21 años, tuvieron que regresar a Morelia por el acta de defunción para concluir el trámite. Jacque­line, hermana del joven, señala que no lo había visto desde hacía tres años y tampoco sabía a qué se dedicaba.
    La noche del lunes 25 seguían llegando cuerpos a las capillas de velación. En una de ellas velaron a Omar Hurtado Martínez, de 31 años. Su padre, Pablo Hurtado Ramírez, dice que su hijo vivía con él y se dedicaba a construir muebles de sala. En las últimas semanas, expone, lo contrataron para “arreglar casas” de gente adinerada y le informó que iría a un rancho. Comenta que no supo más y, como otros padres, por las noticias supo que su hijo había muerto en un supuesto enfrentamiento.
    “¡Me importa madre que vengan sobre mí, cualquier autoridad! Si creen que era un delincuente, por qué no lo apresaron, por qué tuvieron que martirizarlo y ejecutarlo. Son una bola de embusteros los del gobierno; estoy en contra de todo ese salvajismo”, recalca.
    Resalta que a Omar le cortaron los testículos, lo ahorcaron y le dieron un tiro en la frente. El joven estaba casado y tenía tres hijas, una de ellas de apenas 22 días de nacida.
    La mañana del lunes 25, los Montaño Zúñiga estaban en la capilla El Ángel, donde despidieron a su hijo, Carlos Octavio Montaño Zúñiga, de 19 años.
    Francisco Montaño, padre del muchacho, relata que, la tarde del jueves 21, el joven salió de su casa sin avisar a dónde iba y sólo volvieron a tener noticia de él cuando había muerto.
    “Fue como una cubetada de agua fría”, menciona el padre, quien resalta que su hijo le fue entregado en una bolsa que le llegaba hasta el cuello.
    Por el alto grado de descomposición que presentaban los jóvenes ocotlenses, los familiares no pudieron velarlos mucho tiempo y los llevaron casi de inmediato a enterrar.
    En una de las salas de velación, la familia Reynoso Tejeda despidió a su hijo Víctor Hugo, de 29 años. Su madre, Teresa Tejeda, dice que Víctor se fue a la cosecha de jitomate a la región donde ocurrió el supuesto enfrentamiento y luego perdió comunicación con él.
    Después se enteró del fallecimiento por la televisión. Comenta que cuando fue al Semefo de Morelia a recoger el cuerpo de su hijo, notó que además de las perforaciones de bala tenía huellas de tortura.
    Para Graciela Pineda la desgracia en Oco­tlán la instituyó el presidente Enrique Peña Nieto cuando decidió enviar a la Gendarmería Nacional (división de la PF) para custodiar sus calles. Dice que los uniformados sólo llegaron a extorsionar y matar a la gente; golpean y les quitan sus pertenencias a los ciudadanos. Menciona que hace tres meses vio por última vez a Martín, aunque tenían comunicación constante por teléfono. Éste le dijo que iría a Michoacán, sin darle explicaciones, y después se enteró de su fallecimiento.
    “Cuando no había gobierno, como ahora”, coinciden varios testimonios, “no nos faltaban al respeto los malandros o sicarios, como les dicen; no había robos ni asaltos. Ahora ‘los negros’ (los efectivos de la PF) lo ven a uno en la calle y le quitan todo: celulares, dinero, relojes, esclavas, anillos. Se meten a las tiendas y no pagan la mercancía. No pasaba eso con los sicarios.”
    “Qué necesidad hay de tener miedo hasta para ir a trabajar”, afirma Rocío Robles, y añade: “Los sicarios patrullaban, ayudaban a la gente; si alguien estaba enfermo o sin trabajo, le daban dinero. Ya no están y la policía no nos deja en paz. En Navidad el gobierno regalaba pelotas y las aventaba a ver a quien le tocaba. Los del CJNG llegaban con cinco camionetas a cada colonia, con todo tipo de juguetes… hasta bicicletas. Eran algo así como las autodefensas de Michoacán, cuidaban a su pueblo.”
    Al cierre de ésta edición trascendió que en el Rancho del Sol se encontró una chamarra de la Dirección de Seguridad de Pública de Ocotlán, lo cual hizo pensar que efectivos de esa corporación participaron en la matanza; sin embargo, el titular del organismo, Diego Cervantes Maldonado, se apresuró a declarar a un medio local que el uniforme encontrado no está vigente, es falso y por ende sus policías no estuvieron en Ecuandureo.
    “Es un uniforme bordado en hilo. Quiero recalcar esta parte: A partir de esta administración municipal, de 2012 a la fecha, los uniformes que se han proporcionado a los elementos de la Dirección de Seguridad Pública tienen en la espalda un material que se llama tránsfer, un material plástico, de vinil, que refleja la luz. No tenemos uniformes de esas características o con ese material. En esta administración hemos solamente entregado uniformes con tránsfer”, dijo.
    No obstante, un efectivo de la dependencia –quien pidió el anonimato– asevera a Proceso que en el Rancho del Sol murieron tres expolicías municipales que habían sido despedidos en noviembre de 2013 porque no acreditaron el examen de control y confianza. Cervantes replica que uno de ellos renunció voluntariamente y le perdió la pista.
    En la colonia Infonavit 5, al cruce de las calles Libra y Tauro, un grupo de cinco jóvenes levantó un altar con fotografías de los caídos en el Rancho del Sol.
    En una imagen se aprecia el retrato de un chico empuñando un arma de alto poder y en otra se ve un joven sosteniendo lo que parece una metralleta. En el centro del altar hay un cuadro con la figura de San Judas Tadeo, patrono de las causas perdidas, y los nombres de todos los abatidos de Ecuandureo junto con sus apodos. Coronas de muerto que dicen, por ejemplo, “Para los Guerreros de la 5”, botellas de tequila vacías y latas de cerveza colocadas disimuladamente entre veladoras.
    Infonavit 5 está en el oeste del municipio, muy cerca de la colonia Mascota, donde el 19 de marzo ocurrió el enfrentamiento entre federales y sicarios del CJNG. En la esquina de Libra y Tauro hay un muro que separa a la colonia de la zona de tolerancia.
    Afuera el grupo de jóvenes que montó el altar vigila atentamente a quienes llegan, los observan con desconfianza y preguntan quiénes son. A estos reporteros les solicitan identificaciones. Satisfecho el trámite, los jóvenes empiezan a hablar. Uno de ellos comenta que 11 de los asesinados en Ecuandureo crecieron en la colonia Infonavit 5.
    Quien habla tiene unos 35 años; no da su nombre, pero asegura que los conoció a todos. El resto expresa su indignación por la forma en la cual fueron asesinados. Uno de ellos muestra la edición del diario Página 24 Jalisco que tiene en portada la imagen de un joven tirado en el suelo con el cuerpo repleto de sangre, sin dientes y con los brazos rotos.
    –El gobierno se pasó de lanza. ¡Crees que si hubiera sido enfrentamiento, los agarran sin pechera! –exclama.
    –¡No! Los agarraron dormidos y no les dieron oportunidad para que se defendieran –interviene uno de sus amigos.
    Las calles de Ocotlán están repletas de propaganda política de quienes, desde diferentes partidos, aspiran a ocupar la presidencia municipal o diputaciones locales y federales. Destacan el priista Eduardo González, abarrotero que quiere ser alcalde, y el panista Absalón García Ochoa, quien ya fue alcalde y ahora busca una dipu­tación federal.
    Ninguno de ellos se asoma en estos días aciagos para continuar su proselitismo. Tampoco lo hace el alcalde Enrique Robledo, a quien se buscó para obtener su versión. No se le pudo localizar.
    En la parroquia tampoco está el sacerdote responsable de ella; el personal a su cargo dice que él es el único autorizado para hablar del tema. Su sustituto menciona que no es oriundo del lugar y sólo puede ofrecerle a los deudos un mensaje de paz. Parece tener prisa en despedir a los reporteros.
    La matanza de Ecuandureo volvió a poner a Ocotlán en la mira nacional. Pero la gente no se quedó en silencio, expresó su opinión en las redes sociales.
    Así, en Facebook y Twitter se difundió un mensaje sin firma: “Ocotlán NO (sic) está de luto, los que murieron en Tanhuato eran delincuentes. Estarán de luto sus familiares y amigos, quienes no pueden negar su parentesco o amistad, pero tampoco pueden negar que sus hijos, padres o hermanos que murieron al enfrentarse con la policía, en vida robaban, golpeaban, secuestraban y mataban a otros que también eran padres, hijos o hermanos”.
    La historia de Ecuandureo, ejecución, tortura y crimen

  • Cadáver con huellas de tortura en carretera de Hidalgo

    En la carretera estatal de Tenango-Huehuetla, fue localizado el cuerpo de un hombre sin vida, el cual evidenciaba huellas de tortura.
    Los primeros reportes del hallazgo realizado en la cercanía de una comunidad conocida como Husquilla, indican que la víctima tenía alrededor de 60 años de edad y era trabajador de una gasolinera cercana.
    De acuerdo con lo publicado por agencia Quadratín, el cuerpo localizado en el municipio de Tenango, ya fue identificado.
    La Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo, realiza las investigaciones correspondientes para determinar cuál fue la causa de muerte.
    Cadáver con huellas de tortura en carretera de Hidalgo

  • Aparecen cuerpos torturados en Tonalá

    Otra vez Jalisco es noticia por su inseguridad, ahora en Tonalá aparecen seis cuerpos en diferentes situaciones, pero todos con signos de tortura. Los cuerpos de seis personas fueron encontradas en el municipio de Tonalá, en la zona metropolitana de Guadalajara, con huellas de violencia.
    El primero de los hallazgos ocurrió al filo de las 8:00 horas debajo de un puente del nuevo periférico a la altura de la colonia Coyula, cuando transeúntes que pasaban por la zona se percataron de la presencia de cuatro cuerpos, amarrados de pies y manos; tres de ellos presentaban impactos de arma de fuego.
    Al lugar, arribaron elementos de la Policía Municipal y agentes de La Fiscalía para resguardar el área en espera de personal de área de criminalística del Servicio Médico Forense.
    Cuando venimos viendo los cuerpos en Tonalá estan mostrando todos los signos de deberse de una ejecución del crimen organizado, recordemos que en la zona hay diversos carteles del narcotrafico por lo cual aun no hay firma o responsabilidad de alguno de ellos.
    El segundo hallazgo se reportó con tan sólo 5 minutos de diferencia, en la colonia Agua Escondida del mismo municipio; en ese punto se localizaron dos personas con las mismas características violentas a los cuatro anteriores.
    Las seis personas oscilaban de entre los 25 y 35 años de edad y todos fueron llevados a la morgue metropolitana para la práctica de la autopsia de ley.
    Aparecen cuerpos torturados en Tonalá

  • Italia entierra estudiante torturado en Egipto

    Italia entierra estudiante torturado en Egipto. El primer ministro italiano, Matteo Renzi, advirtió a Egipto que la amistad entre los dos países estaba en juego por la tortura y muerte en El Cairo de un estudiante italiano, cuyo conmovedor entierro se celebró este viernes en el norte de Italia.
    Más de 3.000 personas asistieron a la ceremonia en una escuela de Fiumicello, la ciudad natal de Giulio Regeni, de 28 años, cuyo cuerpo torturado y mutilado fue encontrado en una zanja diez días después de su desaparición el 25 de enero en El Cairo.
    La ceremonia privada a pedido de la familia duró unas dos horas, durante las cuales leyeron un mensaje de la madre.
    «Gracias por la enseñanza que me dejas: la energía que tenías para defender tus ideas permanecerá en mi corazón, así como tus ideas sobre cómo amar, cómo entender y cómo construir la tolerancia. Te amo», dijo.
    Representantes cristianos, judíos y musulmanes asistieron al entierro. El sacerdote copto egipcio Mandua, que había bendecido el cuerpo en El Cairo, declaró que espera que la muerte de Giulio Regeni ayude a salvar la vida de otros prisioneros en Egipto.
    Decenas de familiares y amigos de todo el mundo llegaron a la pequeña localidad, donde las banderas estaban a media asta, para despedir por última vez al estudiante de la Universidad de Cambridge, quien realizaba su tesis de doctorado sobre los sindicatos obreros egipcios.
    Un equipo de investigadores italianos se encuentra en Egipto desde hace una semana con el objetivo de aclarar la horrible muerte, que indignó a Italia.
    La prensa italiana apunta directamente como responsables a las fuerzas de seguridad egipcias, después de que se conocieran los primeros resultados de la autopsia realizada en Roma.
    «Por ahora hemos obtenido todas las respuestas de lo que hemos pedido y pedimos que todos los elementos sean entregados para que se sepa la verdad y los verdaderos culpables sean capturados», declaró Renzi.
    Según la autopsia, el estudiante sufrió numerosas fracturas, golpes, quemaduras y le arrancaron todas las uñas. Métodos que suelen emplear las fuerzas de seguridad y los servicios secretos de Egipto, un país donde la detención arbitraria y la tortura son comunes.
    Según el diario La Repubblica, los investigadores italianos entrevistaron el jueves en El Cairo a un egipcio que declaró haber visto a un extranjero dentro de una camioneta de la policía cerca de la casa Regeni a la misma hora en que el móvil del estudiante dejó de dar señales de vida.
    Además de las tensiones entre Egipto e Italia, el caso del joven investigador generó protestas de la comunidad universitaria internacional y más de 5.000 profesores e investigadores de todo el mundo han firmado una carta acusando a Egipto de torturar a sus ciudadanos.
    Italia entierra estudiante torturado en Egipto

  • Van iniciativas de ley contra tortura y desaparición de personas

    El presidente Enrique Peña Nieto envió al Congreso de la Unión las iniciativas para crear las leyes generales para prevenir y sancionar los delitos en materia de desaparición de personas y la tortura y otros tratos crueles o degradantes, a fin de erradicar estas prácticas en el país.
    En el marco de la entrega del Premio Nacional de Derechos Humanos 2015, el mandatario federal firmó las iniciativas, que dijo, son proyectos de gran trascendencia para enfrentar con determinación estos flagelos que atentan contra la dignidad humana.
    Acompañado por el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luís Raúl González Pérez, apuntó que la ley para prevenir y sancionar la desaparición de personas, establece cuatro instrumentos para una nueva política pública enfocada a este fin.
    Prevé la creación de un Sistema Nacional de Búsqueda, que instruye la inmediata movilización de las instituciones de seguridad pública y procuración de justicia en las horas subsecuentes a la desaparición, que son las más críticas, así como un Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas, integrado con información de hospitales, centros de detención y servicios médicos y forenses.
    De igual manera, propone la creación de un Registro Nacional Forense, con instrumentos de alta tecnología para facilitar la localización de las personas, así como un Consejo Nacional Ciudadano, integrado por defensores, especialistas y familiares, para asesorar y emitir opiniones al Sistema Nacional de Búsqueda.
    En tanto, la ley para prevenir y sancionar la tortura establece la creación de Unidades Especializadas de Investigación tanto a nivel federal como en las entidades federativas, así como un Mecanismo Nacional de Prevención en el que participen la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y organismos locales de defensa de los derechos humanos.
    En el marco de esta iniciativa también se propuso la creación del Registro Nacional de los Delitos de Tortura y otros Tratos Degradantes, conformado con datos de las procuradurías General de la República y de los estados, que permita dar seguimiento a la información sobre los avances en este sentido.
    Al ratificar el compromiso de su gobierno a favor de la dignidad humana, los derechos humanos y el fortalecimiento permanente del marco normativo y las capacidades institucionales, Peña Nieto apuntó que ambas iniciativas son producto de un proceso de consulta con legisladores, académicos, especialistas y la sociedad civil.
    En la ceremonia en el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos, subrayó que de aprobarse estas leyes, será la primera vez que exista una estrategia que abarque los tres niveles de gobierno para “atacar con contundencia” estos delitos, que no prescribirán y que se perseguirán de oficio, con un marco jurídico homologado para todo el país.
    Construir una sociedad que respete la dignidad de las personas y los derechos humanos, no es sólo una tarea que le ocupe al presidente, que “sin duda es responsable de darle cauce e inducirla”, pero se deben converger los esfuerzos de la sociedad organizada y las instituciones del Estado, en un frente común, enfatizó.
    Luego de entregar el premio a Consuelo Morales Elizondo, por su trabajo para localizar a personas desaparecidas, y mención honorífica a Sandra Jiménez por su apoyo a la niñez y los adolescentes, el jefe del Ejecutivo federal sostuvo que hay avances en la materia, pero reconoció que aún “ocurren hechos inaceptables como la desaparición forzada y la tortura”.
    Acompañado por el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong y la procuradora General de la República, Arely Gómez, reconoció el trabajo de la sociedad civil para construir un México en el que se respete la dignidad de las personas, y llamó a no partir de la desconfianza, sino de una mayor apertura y un trabajo conjunto entre gobierno y sociedad.

  • En Marruecos hay tortura dice AI

    El grupo de derechos humanos Amnistía Internacional documentó en un informe las torturas generalizadas infligidas por el estado marroquí, en contra de su compromiso público de reforma.
    Entre los ejemplos incluidos en el documento están abusos a manifestantes, violación de detenidos con objetos y uso de golpizas para obtener confesiones de sospechosos.
    El informe, publicado el martes por el grupo con sede en Londres, también destacó que quienes acusan a la policía de torturas están siendo perseguidos por calumnias y difamación, en un intento por desanimarlos para hablar del asunto.
    El documento reconoce sin embargo mejoras en los últimos 20 años pero dijo que suele haber una gran brecha entre los compromisos públicos para terminar con la tortura y las prácticas reales.
    La respuesta del gobierno marroquí, que está incluida en el informe, rechaza las conclusiones poniendo en duda la credibilidad de las fuentes de Amnistía.
    Marruecos tortura

  • Tortura y fraude electoral en Merida dice Cesar Nava

    El dirigente panista César Nava acusó de â??represoraâ? a la gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, así­ como de pasar de un fraude electoral a la â??torturaâ?.

    Dijo tener las pruebas de que 2 militantes del partido fueron detenidos, están en arraigo por 30 dí­as y ya hay actas jurí­dicas que constatan que sufrieron agresiones fí­sicas que van desde heridas en brazos y rodillas hasta toques eléctricos en los testí­culos.

    Por su parte, la candidata panista a la alcaldí­a de Mérida, Beatriz Zavala, interpuso un recurso ante el Tribunal Electoral del Estado de Yucatán para impugnar los resultados de los comicios del 16 de mayo

  • Otro frances apresado en Mexico se queja de tortura

    Un ciudadano francés detenido en México desde noviembre pasado acusado de secuestro denuncia torturas de la policía mexicana, al tiempo que insiste en su inocencia y asegura que le persiguen por criticar el sistema carcelario del país.

    «Soy inocente. Pueden condenarme a 60 años de cárcel por haber denunciado la tortura que sufrí», declara en la edición de hoy del vespertino «Le Monde» Gilles Moreaux, un empresario marsellés de 46 años afincado desde hace ocho en México.

    A esa condena se enfrenta el francés acusado de haber secuestrado a una amiga mexicana, Irianelly Miranda Domínguez, en septiembre de 2008.

    Ambos fueron rehenes y ella aseguró a la policía mexicana la implicación de Moreaux en el secuestro, lo que llevó a su detención en Puebla el 21 de noviembre de 2009.

    A partir de entonces comenzó su calvario, según relata a «Le Monde».»Me taparon los ojos y comenzaron a golpearme durante horas. Me desnudaron y me echaron agua helada por el cuerpo y me amenazaron de muerte. Me metieron un trapo en la boca y la nariz y empezaron a echar agua hasta que llenaron mis pulmones. Creía que me ahogaba», precisa.

    Indica que en esas condiciones confesó el secuestro, un testimonio logrado bajo tortura sobre el que está basada la acusación, según sus abogados.

    «Habría firmado cualquier cosa con tal de que eso parara», agrega Moreaux.El francés denuncia irregularidades en el proceso, como la desaparición de un informe médico en el que se demostraba que había sido torturado.

    Moreaux también denuncia las condiciones de detención que vive en México: «somos tres en una celda de 4 metros cuadrados sin ventanas. Duermo en el suelo con cucarachas y ratas, sin agua potable ni electricidad. Pero nada comparado al calvario que he sufrido». El detenido pide ayuda a las autoridades francesas para que intercedan por su caso.

    París ha solicitado en varias ocasiones la entrega de Florence Cassez, una francesa de 35 años condenada a 60 años de cárcel por tres secuestros y violencia organizada y que lleva cuatro años entre rejas en México