Tras un viaje de casi siete meses a través del espacio y luego de recorrer más de 483 millones de kilómetros, la nave robótica InSight de la NASA aterrizó con éxito sobre la superficie de Marte poco antes de las 14:00 horas de este lunes (20:00 GMT), tras sobrevivir al crítico periodo de la inmersión en la atmósfera marciana
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InSight de la NASA aterrizó con éxito en Marte
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Sonda espacial Akatsuki en órbita de Venus
La sonda espacial japonesa Akatsuki será encendida de nuevo por la agencia espacial de Japón, JAXA, para que orbite Venus, cinco años después de que el primer intento fracasó por un problema con su propulsor.
Akatsuki fue lanzada en mayo de 2010 para estudiar la atmósfera venusina. Esta será la cuarta maniobra de espacio profundo tras el fracaso en la entrada en órbita hace cinco años.
Estaba previsto que la nave comenzara a orbitar Venus en diciembre de ese año, pero una falla en el motor principal retrasó la operación que debería haber durado 12 minutos, pero que luego de tres minutos, la sonda entró en modo seguro apagando los motores.
Desde entonces Akatsuki ha estado en la órbita del Sol, destacó la cadena NHK.
Encendidos de prueba realizados posteriormente demostraron que el motor estaba parcialmente destruido, logrando tan solo 10 por ciento del impulso original. Se sospecha que depósitos de sales bloquearon la válvula entre el depósito de helio y los tanques de combustible.
JAXA diseñó una forma de salvar la misión: en vez de usar el motor principal, se emplearían los que se emplean para el control del apuntamiento de la sonda.
La nave ha superado ya en un año su tiempo de funcionamiento planeado y ha estado expuesta al intenso calor del Sol, por lo que JAXA teme que sus componentes hayan resultado dañados, dificultando la misión.
La atmósfera de Venus alcanza temperaturas de hasta 470 grados centígrados en la superficie. La sonda también estudiará los fuertes vientos, que alcanzan 360 kilómetros por hora. -
Robot Curiosity a marte…
Las ruedas del próximo robot que mandará la NASA a Marte serán la envidia de cualquier automóvil en la Tierra, ya que la agencia espacial ha diseñado unas modernas llantas para evitar los problemas que tuvieron sus antecesores.
La NASA informó de que los técnicos e ingenieros de la agencia espacial añadieron esta semana las ruedas y un sistema nuevo de suspensión al robot «Curiosity», un paso clave antes de su lanzamiento planeado para 2011.
«Curiosity» tiene seis ruedas y utiliza un sistema de suspensión «rocker-bogie» igual que sus predecesores de menor tamaño «Spirit», «Opportunity» y «Sojourner», pero mejorado.
Cada rueda tiene su propio motor de accionamiento y las ruedas de los laterales tienen además motores independientes para manejar la dirección.
A diferencia de los anteriores robots, «Curiosity» también hará uso de un sistema de movilidad como un tren de aterrizaje que utilizará cuando inicie la etapa de descenso sobre la superficie marciana, prevista para agosto de 2012.
En los próximos meses, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, los expertos probarán el sistema de movilidad y someterán al robot a condiciones similares a las que se encontrará en el terreno del planeta rojo, que dificultó las misiones de sus predecesores.
Precisamente las ruedas del «Spirit» se hundieron en la tierra de marte en abril de 2009, quedando atrapadas en una capa de arena que había debajo.
El «Spirit» se posó en Marte en enero de 2004 junto con otro robot gemelo, el «Opportunity», que fue situado en la parte opuesta del planeta rojo.
Inicialmente, les dieron tres meses de vida activa. Sin embargo, pese a que han sufrido el desgaste de sus materiales y han tenido problemas de funcionamiento, ambos vehículos continuaron recorriendo Marte y transmitiendo miles de fotografías e información sobre su geología y su atmósfera.
Además de haber confirmado que en algún momento de su historia Marte albergó agua en forma líquida, los vehículos exploradores de seis ruedas han recorrido más de 20 kilómetros de la superficie de ese planeta.
Para el «Spirit» se acabaron los recorridos pero, aunque con dificultades, la NASA todavía mantiene en operaciones a ambos vehículos exploradores.
La exploración en el suelo de Marte comenzó en 1997 con la misión «Pathfinder», que llevó al planeta el vehículo «Sojourner», desde el cual la humanidad recibió las primeras imágenes en detalle de ese planeta.
Sin embargo, a diferencia de los gemelos «Spirit» y «Opportunity», el «Sojourner» no tenía una comunicación directa con la Tierra y sus datos debían pasar a través de la nave «Pathfinder».
La NASA prevé lanzar a su nuevo explorador entre el 25 de noviembre y el 18 diciembre de 2011.
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Muerta la sonda Phoenix
La sonda Phoenix ya no resurgirá de entre las llanuras heladas de Marte.
El lunes, la NASA declaró oficialmente muerto al aparato de tres patas tras los fallidos y repetidos intentos por restablecer contacto con él.
Una imagen reciente tomada por una nave que orbita el planeta rojo mostró que uno de los paneles solares del Phoenix se cayó debido a una acumulación de hielo.
La nave tocó la superficie marciana el 25 de mayo del 2008 cerca del polo norte de Marte y funcionó a la perfección durante cinco meses, dos más de lo previsto, hasta que disminuyó la luz solar en esa zona.
Aunque los científicos no esperaban que el Phoenix sobreviviera al invierno se mantuvieron pendientes ante cualquier posible señal que emitiera la nave.
«Teníamos muy pocas expectativas de que el Phoenix se recuperara, pero es una de esa cosas que teníamos que intentar (restablecer la comunicación), incluso a pesar de que las posibilidades son escasas», dijo el principal investigador de la misión, Peter Smith, de la Universidad de Arizona en Tucson.
El orbitador Mars Odyssey dio este año unas 200 vueltas por el lugar donde se posó el Phoenix en un intento por restablecer la comunicación.
Después de que la semana pasada llegara la primavera al hemisferio norte de Marte, la NASA volvió a intentar la comunicación con la sonda pero no hubo respuesta.
A principios de mes, una imagen tomada por otra nave espacial, el orbitador Mars Reconnaisance, mostró cambios en las sombras del Phoenix, las cuales coincidían con los pronósticos de que las acumulaciones de hielo de dióxido de carbono podrían doblar o quebrar sus paneles solares.
El Phoenix ha sido la primera nave espacial que se posa en las llanuras árticas marcianas, donde cavó pequeñas zanjas con un brazo robot sobre el suelo. Uno de sus primeros logros fue confirmar la presencia de hielo de agua en el sitio donde se posó