Etiqueta: Ricardo Homs

  • Lecciones que nos da Perú

    Lecciones que nos da Perú

    Por cuatro pichurrientos relojes Rolex que no incluyó en su declaración patrimonial la presidenta de Perú, Dina Boluarte, está en serios problemas. Su casa fue allanada en una diligencia judicial por este bochornoso caso denominado «Rolexgate» y ella tuvo que aceptar este procedimiento. ¿Usted se imaginaría una diligencia judicial similar aquí en México?

    En México cualquier alcalde de una ciudad mediana puede tener Rolex, joyas y camionetas de lujo en su casa, sin levantar sospechas.

    Además, la presidenta Boluarte tuvo que acudir ayer viernes 5 de abril ante la fiscalía peruana para rendir cuentas sobre esos relojes no declarados.

    La cara se nos debiese estar cayendo de vergüenza a los mexicanos porque los casos de corrupción denunciados públicamente -y sustentados con documentos por ONGs y difundidos por los más importantes medios de comunicación y las redes sociales-, nunca son investigados y menos aún si son atribuidos a gente cercana a nuestro Presidente.

    Sólo basta con que el presidente López Obrador en una mañanera exonere y le dé un voto de confianza a un funcionario público denunciado públicamente, para que un manto de impunidad proteja al presunto corrupto sin que siquiera se le investigue.

    ¿Qué aires democráticos corren por Perú que aquí no llegan?

    Este país —Perú— tiene actualmente presos a dos expresidentes: a Alberto Fujimori y a Pedro Castillo. Este último es el antecesor de la presidenta Boluarte y fue procesado mientras estaba en el cargo y posteriormente destituido y encarcelado.

    Cabe decir que Pedro Castillo —muy amigo del presidente López Obrador— intentó un golpe de estado que fue la gota que derramó el vaso y por ello fue destituido y encarcelado.

    Además, el expresidente Alan García se suicidó en 2019 cuando iba a ser detenido por la policía para enfrentar cargos por corrupción.

    A su vez el actual presidente de Brasil, Luiz Inacio «Lula» Da Silva, pasó 580 días en la cárcel mientras era investigado con relación al caso Odebrecht.

    La también expresidenta brasileña Dilma Rousseff fue destituida por violar normas fiscales y maquillar el déficit presupuestal.

    Lo aparentemente inexplicable es que delitos denunciados públicamente y exhibidos en los medios de comunicación de cobertura nacional —y en redes sociales— no tienen ninguna consecuencia. Incluso el financiamiento de campañas electorales con dinero presuntamente de origen ilícito —como lo hizo el empresario tamaulipeco Sergio Carmona, denominado como el «rey del huachicol»—, quedan en la impunidad.

    Este empresario huachicolero fue asesinado en noviembre del 2021 después de aportar 500 millones de pesos para campañas de funcionarios que hoy están en el poder. Sin embargo, ese delito no tuvo ninguna acción judicial de por medio, ni para él, ni para los hoy funcionarios públicos que recibieron ese dinero ilícito, infringiendo la ley electoral.

    La pregunta que cabe hacernos es … ¿por qué las instituciones autónomas de nuestro país no logran sancionar el delito que involucra a funcionarios de altísimo nivel?

    La respuesta es muy clara… no hay quien ejecute las acciones judiciales emitidas en contra de quienes tienen poder gubernamental.

    La FGR es quien debiese tomar las acciones pertinentes —como lo hacen en Perú, Brasil y todos los países democráticos—, donde el Estado de derecho está por encima de los funcionarios que gobiernan.

    En nuestro caso, la FGR ha estado ausente durante lo que va de este sexenio. Con tantas denuncias de corrupción —como la de Segalmex—, delitos de financiamiento electoral —como lo es el caso de Sergio Carmona—, violencia criminal extrema, asesinatos de candidatos y un sinfín de delitos graves, ¿Usted recuerda una acción contundente de nuestra fiscalía?

    Más allá del caso fallido de Lozoya, no hay nada. De nada sirven las denuncias si quien debe ejecutar el mandato judicial lo ignora. Si el combate a la corrupción anunciado por el Presidente desde su campaña fuese real —y la FGR hiciera su trabajo—, hoy tendríamos las cárceles llenas de funcionarios corruptos.¡Viva México! ¿A usted qué le parece?

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  • ¿Gobierno empresario?

    ¿Gobierno empresario?

    La demanda que recibió Mexicana de Aviación, -empresa propiedad de Secretaría de la Defensa Nacional-, SEDENA, por 838 millones de dólares debe alertarnos de la incapacidad del gobierno para competir en el ámbito empresarial.

    Esta demanda fue interpuesta por la empresa texana SAT Aero Holdings en un tribunal de Nueva York por incumplimiento del contrato firmado entre ambas empresas para la renta de diez aviones.

    Este gobierno que se cree innovador está repitiendo la misma historia que emprendieron hace más de 50 años gobiernos como los de Luis Echeverría y José López Portillo. Después del fracaso, tuvieron que deshacerse de las empresas en tiempos de los presidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo.

    Las empresas se constituyen para competir en los mercados y generar utilidades. Sin embargo, cuando los gobiernos se convierten en empresarios, entonces habilitan funcionarios públicos que carecen no sólo de la experiencia y conocimientos, sino también de la vocación competitiva imprescindible para el éxito en el ámbito empresarial.

    Mexicana de Aviación hoy compite contra otras aerolíneas de gran experiencia, -poseedoras de una marca reconocida y trayectoria confiable para los pasajeros-, tanto nacionales como extranjeros.

    El principal riesgo de las empresas administradas por el estado, -en cualquier parte del mundo-, es que terminan pretendiendo, -como prioridad-, cumplir objetivos sociales y subordinando a ellos las reglas competitivas que deben prevalecer en el contexto empresarial.

    El resultado siempre es el desaseo administrativo, que las lleva a ser deficitarias, con costos por encima de los ingresos, políticas comerciales de bajo impacto y a convertirse en una carga económica para las finanzas del estado.

    Cuando una empresa propiedad de inversionistas privados fracasa, termina cerrando operaciones y sus directivos acaban afrontando las consecuencias de su ineficiencia, así como de sus decisiones equivocadas. Son precedidos por el descrédito profesional a partir de su fracaso.

    En el ámbito gubernamental es totalmente diferente. Los errores se disfrazan y se ocultan en una vasta red de complicidades. Mientras la eficiencia y la eficacia se privilegian en la iniciativa privada, -para alcanzar resultados óptimos-, las empresas gubernamentales se movilizan a partir de objetivos políticos y por ello los altos cargos se entregan como botín, -o para quedar bien con alguien-, a sujetos que no cubren con el perfil del cargo y por ello estas organizaciones dejan de ser productivas.

    El resultado generalmente termina siendo que las empresas se vuelven deficitarias y empiezan a ser subsidiadas con dinero público, que se distrae de servicios prioritarios. Esos subsidios son capital que debiese ser invertido en servicios públicos en beneficio de la comunidad, pero termina blindando caprichos presidenciales.

    De este modo Segalmex desapareció 15 mil millones de pesos sin ninguna consecuencia, -dinero que seguramente hoy está siendo utilizado para esta campaña electoral-, mientras el faltante contable debe haber sido cubierto con dinero público, igual que está sucediendo con la construcción de la refinería de Dos Bocas, que se ha convertido en un barril sin fondo, lo mismo que PEMEX.

    En pocos años más estas grandes obras, como el Tren Maya, los aeropuertos que están en manos de militares, así como hoteles que también les fueron obsequiados, -además de la aerolínea Mexicana de Aviación y el Banco del Bienestar, entre otras empresas gubernamentales-, terminarán siendo refaccionadas con dinero público mientras gobierne la 4T, con un gran costo económico para las finanzas del país, como hoy sucede con PEMEX.

    Este lastre para el futuro de México será el legado de este gobierno.

    ¿Reducción de la violencia en Guerrero?

    Con bombo y platillo se dio a conocer que a partir de la negociación entre Tlacos y Ardillos disminuyó la violencia en Chilpancingo, Guerrero, en 23%.

    De buena fe participaron sacerdotes como facilitadores, pretendiendo reducir la violencia que sufre la sociedad guerrerense.

    Sin embargo, lo que ha sucedido seguramente ha sido la reducción de las agresiones entre los grupos delincuenciales en pugna para controlar el territorio. Dejaron de agredirse entre ellos y de este modo disminuyeron los asesinatos. Evidentemente tanto el gobierno del Estado de Guerrero como el gobierno federal han festejado esta cifra como un gran logro.

    Lo que debemos preguntarnos es… ¿En que ha beneficiado este acuerdo a la sociedad, si no ha disminuido ni la extorsión, ni el cobro de piso, ni el secuestro?

    No son los organismos de la sociedad civil, -como los sacerdotes participantes-, quienes deben buscar soluciones de buena fe para disminuir la violencia, sino el gobierno federal quien debe proteger a la población.

    No es lo mismo aunque nos lo quieran hacer creer que sí.

    Arturo Zaldívar

    Mal se vió el ministro en retiro Arturo Zaldívar descalificando a la ex senadora y ex diputada Adriana Dávila en el programa que conducen Ciro Gómez Leyva y Manuel Feregrino, en Telefórmula. Ella cuestionó la responsabilidad del gobierno federal en el combate al crimen organizado. Zaldívar la tachó de ignorante y de ser seguramente legisladora del PAN.

    Señor ministro… independientemente de la responsabilidad jurídica del gobierno federal, ¿Quién tiene la capacidad de respuesta para enfrentar al crimen organizado? … ¿Los gobiernos estatales y municipales? … ¿O el gobierno federal?

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  • ¿Voto libre y secreto?

    ¿Voto libre y secreto?

    El voto libre y secreto es el corazón de nuestra democracia porque garantiza el respeto a la voluntad ciudadana.

    El voto libre y secreto está garantizado por nuestra Constitución. Sin embargo, en estas próximas elecciones del 02 de junio el voto libre y secreto está en grave peligro, porque hay indicios que nos alertan de que el voto podría llegar a estar coaccionado por dos sectores: el crimen organizado y el partido en el poder, cuyo gobierno, -ejerciendo el inmenso presupuesto del que hoy dispone para programas de “bienestar social”-, podría amedrentar a los beneficiarios de la seguridad social, para obtener el voto a su favor.

    Cuando se instituyó el “voto libre y secreto” no existían los teléfonos celulares, -y menos aún-, que estos dispositivos tuviesen integrada una cámara fotográfica. En contraste, hoy la extorsión para dirigir el voto hacia un partido o candidato, se hace exigiendo a la víctima que después de llenar la boleta tome una foto de la papeleta que dejó en la urna y la envíe a un WhatsApp predeterminado, para comprobar que se siguieron las instrucciones. Por esto es urgente que, -para salvaguardar el derecho constitucional al voto libre y secreto-, la #SCJN atraiga este planteamiento y se instruya al #INE para que exija al #PoderEjecutivo la instrumentación de un operativo realizado por la fuerza pública, para que se recojan celulares mientras el votante está frente a la urna y exista un castigo ejemplar, -no administrativo-, para quienes infrinjan esta disposición, pues cuando el voto cae en la urna, ya es difícil identificarlo.

    La instrumentación de un operativo de este tipo en las casillas no podría delegarse en las autoridades electorales ni en ninguna autoridad civil, pues estas carecerán de la fortaleza para imponerse ante quienes se nieguen violentamente a acatar esta disposición.

    La extorsión criminal operada a través del dispositivo móvil puede comprometer nuestra democracia y llevarnos hacia rumbos insospechados, donde ya no habrá regreso nunca más, pues este modelo de extorsión se convertiría en el ejercicio cotidiano en las elecciones futuras.

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  • ¿Negociación o claudicación?

    ¿Negociación o claudicación?

    El gobierno de la 4T ha claudicado frente al crimen organizado

    Esta es la interpretación que surge después de escuchar la “mañanera” del jueves 15 cuando un periodista le preguntó al presidente López Obrador su opinión respecto del intento desesperado de los seis obispos católicos de Guerrero, quienes -pretendiendo frenar la escalada de violencia que azota a ese estado- se reunieron con los líderes criminales que tienen el control de esa región.

    La respuesta del presidente López Obrador fue de aprobación por esta iniciativa y beneplácito, destacando la necesidad de que la sociedad civil participe en acciones que frenen la violencia.

    Sin embargo, esta respuesta fue la confesión de una derrota aceptada.

    La superficialidad de la actitud presidencial frente a esta escalada de violencia y su pretensión de culpar a los medios de comunicación de magnificar estos hechos con fines políticos -así como de señalar dentro de este complot a las víctimas- llama la atención.

    Quiere convencernos de que esta violencia es normal en el mundo de hoy y para ello su narrativa, -al referirse a los diversos grupos delincuenciales que día a día toman control territorial de un número cada vez mayor de zonas-, tiene cada vez más significado.

    Parece ser que nos los quiere presentar como un grupo de muchachos mal portados que cometen pequeños desmanes y diabluras. Para ello ha asumido una actitud paternal y moralista, como cuando los amenazó con “acusarlos con sus papás”, o cuando después de las elecciones del 2021 se le cuestionó la injerencia del crimen organizado, los exculpó diciendo que “se portaron bien”. Quiere convencernos a todos los mexicanos de que el crimen organizado es un fenómeno reivindicatorio que se justifica como producto de las injusticias sociales.

    Es el enfoque ideológico que justifica la violencia.

    Varias veces el presidente ha hablado de los derechos humanos de los delincuentes, sin tomar en cuenta los de las víctimas.

    Al paso del tiempo el problema se agrava y la delincuencia organizada de hoy no sólo se ha vuelto más violenta y sádica, sino que se ha profesionalizado frente a la indiferencia y desdén de este gobierno.

    Este viernes 15 de febrero el secretario de la SEDENA reconoció que varias unidades militares han sido atacadas últimamente con balas tan poderosas que traspasan el blindaje de los vehículos militares -como sucedió el 10 de enero pasado en Nuevo León-, cuando un vehículo DN XI y dos camionetas Cheyenne fueron atacados con armas calibre 50 que perforaron el blindaje militar.

    Estas son armas de alto calibre que son fabricadas en Salt Lake City, Estados Unidos, para el ejército norteamericano, pero que inexplicablemente al amparo de la corrupción gubernamental llegan a la delincuencia organizada.

    También debemos reconocer que cada vez es más frecuente encontrar minas sembradas en la región de “Tierra Caliente”. Estos artefactos explosivos son utilizados en conflictos armados internacionales como la guerra en la Franja de Gaza y en la de Ucrania.

    ¿Qué decir de los ataques con drones cargados de explosivos en contra de la población civil?… Esto se ha convertido en un riesgo cotidiano en zonas colindantes de Michoacán, Guerrero y el Estado de México, obligando a las familias a abandonar sus tierras, para entonces apoderarse de ellas.

    Además, el Ejército ha descubierto fábricas de armamento y municiones de los grupos delictivos.

    ¿Ésto no supone ya un riesgo de seguridad nacional?

    Las autoridades electorales como TRIFE IFE ya han reconocido los riesgos de injerencia del crimen organizado en las próximas elecciones presidenciales.

    Sin embargo, el presidente López Obrador, -frente a las preocupaciones de la sociedad civil-, argumenta siempre que existe un complot en su contra.

    Es importante reconocer que mientras el problema de las drogas se relaciona con los grandes cárteles y ello se ha convertido en un problema gubernamental frente al gobierno de Estados Unidos, el problema doméstico es aún más grave, pues pone en riesgo la seguridad y la vida de los mexicanos.

    El cobro del derecho de piso, la extorsión, la desaparición de personas, la expulsión de comunidades enteras de sus tierras, los asaltos en carreteras, entre otras modalidades delictivas, se ha convertido en la tragedia cotidiana de millones de mexicanos y no se deben mezclar ambos tipos de delitos, pues requieren de estrategias y soluciones radicalmente diferentes.

    Ante la indiferencia gubernamental que minimiza el impacto del problema, cada vez más la sociedad civil decide negociar directamente con los criminales y dentro de este fenómeno debemos interpretar la intención de los obispos, -quienes pretendiendo frenar esta violencia desbordada-, decidieron negociar directamente con los criminales del Estado de Guerrero.

    Sin embargo, la pretendida negociación no significaba la desaparición de los actos delictivos, sino la disminución de las agresiones violentas, a cambio reconocer la impunidad.

    A final de cuentas la negociación se sustentaba en respetar los negocios delictivos existentes simplemente a cambio de una reducción de la violencia.

    Es la autoridad quien tiene la obligación de garantizar la paz social y la seguridad de todos los mexicanos y esta potestad no puede ser delegada.

    Es de agradecer el gesto solidario de los líderes religiosos que participaron como mediadores en este grave conflicto que diariamente genera muertes a lo largo de nuestro territorio.

    La Iglesia Católica ha sido agredida por el crimen organizado y varios sacerdotes han sido asesinados y agredidos por interceder por sus feligreses en territorios de alta peligrosidad, pero esa no es la solución de fondo.

    Reconocer la incapacidad gubernamental para imponer el orden, contando con todos los recursos tecnológicos y tácticos que poseen las fuerzas armadas, -después de tantas asignaciones económicas y contar con una nómina creciente-, es inentendible.

    La SEDENA cuenta con 261,773 miembros, 87,556 la SEMAR Fuerza Aérea 30,517

    Simplemente la reasignación de las fuerzas armadas para que en lugar de dedicarse a labores de construcción de obra civil y operación de empresas de transporte se dedicasen al 100% a combatir al crimen organizado y garantizar la paz social, generaría resultados muy diferentes.

    Los riesgos son altos para la ciudadanía en el tiempo inmediato y no es aceptable la frivolidad del planteamiento ideológico de la narrativa presidencial. Son tiempos de acciones y no de palabras.

    Más que negociar, para reducir la violencia quizá sean tiempos de plantear acciones como la amnistía para quienes decidan abandonar las actividades delictivas. Para evitar represalias quizá sea necesario dotar a los amnistiados de una nueva identidad en un esquema de reinserción social en libertad.

    Se requiere primeramente reconocer la gravedad del problema y no seguirlo ocultando y después, asumir estrategias creadas por profesionales.

    EL DUEÑO DE LA VERDAD

    El poder absoluto genera percepciones públicas de liderazgo y sabiduría, las cuales concluyen invariablemente con la temporalidad del fin del cargo, cuando el sucesor toma la estafeta y rol de todopoderoso y sabio.

    El presidente cuestionó las opiniones de Carlos Slim, -que son compartidas por un importante sector de la población-, respecto al alcance de las responsabilidades asignadas al Ejército, -que según el ingeniero Slim-, en este sexenio se han extralimitado.

    El presidente refutó la opinión de este importante empresario e impuso su verdad como incuestionable.

    Es evidente que el Ejército está operando proyectos en ámbitos propios de la sociedad civil y la iniciativa privada, convirtiendo a esta importante institución militar, en un conglomerado empresarial.

    En la mañanera del martes 13 de febrero, -donde refutó la opinión del ingeniero Slim-, el presidente definió las cinco misiones que él visualiza para el Ejército, y son: proteger nuestra soberanía, garantizar nuestra seguridad interior, el apoyo social, la construcción de obras para el desarrollo de México y ya no definió la quinta.

    Sin embargo, todo indica que el presidente desconoce que la Constitución hoy vigente en México, en su artículo 129 define que “en tiempos de paz ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar”.

    ¿Ahora su verdad está por encima de la Constitución?

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  • Lo que se ve… no se juzga

    Lo que se ve… no se juzga

    «Lo que se ve no se juzga» decía nuestro filósofo popular y cantautor Juan Gabriel y tenía razón.

    Hoy, el Presidente y todos los mexicanos nos indignamos por la acusación de la DEA en contra del titular del Poder Ejecutivo de nuestro país, pues se ha señalado que en la campaña presidencial del 2006 gente allegada a él recibió aportaciones millonarias de un cártel para apoyar su candidatura.

    Por ello resulta importante la reflexión y tratar de entender por qué esta noticia ha tenido tanta difusión en el extranjero.

    Vivimos en la era de las percepciones y las acciones valen más como mensaje, que la demagogia y la verborrea, recursos tradicionales en la política mexicana.

    ¿Qué hubiera sucedido frente a un infundio como éste si nuestro presidente no se hubiera esforzado tanto en obsequiar a Badiraguato, Sinaloa -cuna de un muy famoso cártel-, una carretera?

    Durante cinco ocasiones ha acudido a ese lejano lugar de montaña a supervisar los avances de esa obra -y seguramente irá una vez más para inaugurarla-, cuando sabemos que no tuvo disposición para recorrer las calles de Acapulco después de la devastación del huracán Otis.

    ¿Qué hubiera sucedido si en lugar de su polémica política de seguridad denominada «abrazos no balazos», hubiera invertido tiempo de calidad para pacificar al país en lugar de distraerse con el «caso Colosio», y denostar a sus enemigos «conservadores» cada mañana?

    Los familiares de las víctimas de la violencia extrema -y los que han sido desplazados de sus hogares por la delincuencia organizada- suplican atención «aunque sea de mentiritas». Sin embargo, los acusa de magnificar la violencia con fines políticos en complicidad con los medios de comunicación. En su mañanera de este pasado jueves 8 dijo que fue a Chiapas y descubrió que los desplazados son un número tan bajo que no es significativo.

    Como estas hay muchas interrogantes que hoy no tienen explicación.

    Cotidianamente vemos que los rumores y las acusaciones falsas siempre se desvanecen cuando no hay percepciones públicas que las confirmen y sirvan como combustible.

    La congruencia es fundamental para vincular las palabras con las acciones.

    La respuesta emocional que dio el presidente López Obrador en contra del gobierno de Estados Unidos -acusando a este del infundio que fue difundido por el «departamento de estado»-, podría tener respuesta. Las hostilidades están declaradas, aunque las partes se esfuercen en hacernos creer que «no pasa nada» y existe una muy fraternal relación.

    Para nadar entre tiburones hay que respetarlos y tratar de entenderlos, pues un simple coletazo puede tener grandes implicaciones.

    Esta denuncia que fue filtrada por funcionarios norteamericanos a la prensa y publicada por Tim Golden, parece ser un mensaje con una llamada de atención.

    FINANCIAMIENTO A PENSIONES

    La verdadera política se sustenta en realidades y no en fantasías ni en buenas intenciones.

    La reforma que envió el presidente al Congreso para modificar el plan de pensiones para el retiro de los mexicanos -al final de su trayectoria laboral-, parece una propuesta hecha con el corazón más que con el apoyo de información financiera confiable para asegurar su viabilidad futura.

    Es evidente que el Presidente está pretendiendo endulzar el oído de los votantes presentando su propuesta como producto de una buena intención. Sin embargo, al ver el origen de los recursos, descubrimos que nacen de la fantasía y, por tanto, es un proyecto inviable financieramente.

    Evidentemente ni el Presidente, ni sus colaboradores, ni sus legisladores, pueden ver viable financieramente asumir este compromiso de inmediato, como lo marcaría la ley pues los recursos económicos dependen de simples posibilidades.

    Sin embargo, aun fracasando en su intento de imponer estas reformas, el presidente y su partido tendrán un beneficio electoral, pues podrán culpar a sus adversarios políticos de la derrota en el Congreso, sin aceptar que éstos son proyectos inviables.

    Este es el perverso juego de la política actual, engañar al ciudadano para obtener su voto en las elecciones, ofreciendo lo que se sabe que es imposible cumplir. ¿A usted qué le parece?

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  • El caso Colosio y el remake 2024

    El caso Colosio y el remake 2024

    En un país tendiente a la victimización, la confrontación y los rencores irreconciliables, el mensaje de Luis Donaldo Colosio Riojas cae como un bálsamo en un país que día tras día cae en la barbarie.

    Mientras la FGR, -seguramente por instrucciones del presidente López Obrador-, pretende reabrir el caso Colosio en periodo electoral para lucrar electoralmente con él, el mensaje de Luis Donaldo hijo describe la visión, -quizá-, de una nueva generación de mexicanos hartos de conflictos y mentiras.

    En un mensaje de reconciliación que Luís Donaldo envía al presidente López Obrador, -en relación con el asesinato de su padre-, le solicita el indulto para Mario Aburto, -el victimario-, para así iniciar un camino hacia la reconciliación y la sanación, para su familia y además, para todo México.

    Esto parece simple, pero detrás de ello se revela una nueva actitud ciudadana que engrandece la mexicanidad y a la vez, exhibe la actitud tan mezquina de quienes estando en el poder, medran con las tragedias de los mexicanos para sacar raja política.

    ¿Tiene caso seguir hurgando en el pasado cuando hoy se viven día tras día tantas tragedias cotidianas?

    Sin embargo, todo parece tener explicación a partir de la oportunidad política que representa involucrar en el asesinato de Colosio a Genaro García Luna, -quien en esas fechas era un joven subdirector operativo del CISEN-, de quien se dice ahora, dependía quien siempre ha sido señalado como el segundo tirador, el también agente del CISEN Jorge Antonio Sánchez Ortega.

    Bajo esta presunción de involucrar al CISEN, este asesinato se convierte en un “crimen de estado” y de paso se embarra al tradicional enemigo número uno del presidente López Obrador,- ésto es-, Carlos Salinas de Gortari y más importante aún, a Genaro García Luna, con lo cual también se ensucia la gestión de Felipe Calderón por haber delegado la autoridad y responsabilidad de combatir al crimen organizado en un supuesto asesino, al que se le extiende la etiqueta de corrupto y protector de los grandes capos de la droga, delito por el cual ha sido juzgado en Estados Unidos a través de un juicio que hoy empieza a parecer que fue manipulado por la fiscalía que llevó el caso en su contra.

    Sin pretender exculpar a García Luna de los delitos que pudiera haber cometido en su controvertida carrera policial, sí queda evidente el interés presidencial de reabrir este caso para sacar raja política y de paso ensuciar electoralmente al PAN, el partido más fuerte de oposición, -en el cual militaba siendo presidente-, Felipe Calderón.

    La estrategia presidencial siempre ha sido jalarle un hilito a un caso que sea muy significativo frente a la opinión pública, para restirarlo y así conectarlo con otro que en la coyuntura presente le sea prioritario.

    Sin embargo, en lugar de destapar un caso que tiene más de 30 años, que además fue ampliamente investigado por el último fiscal del caso Colosio, un hombre honorable y serio profesionalmente, -que es Luis Raúl González Pérez-, quien desechó por inconsistente la versión del segundo asesino, el presidente debiese abocarse a exigir a su equipo de seguridad que

    investigue los casos recientes de desapariciones de personas, lo cual sucede diariamente y afecta y enluta a miles de familias mexicanas.

    Seguramente esta nueva versión, -el remake 2024-, tenga gran potencial electoral, pero exhibe también las motivaciones de nuestro presidente.

    Reabrir este caso, -en estas fechas preelectorales-, se convierte en un distractor para desviar la atención lo más lejos posible de los grandes escándalos que están detonando al final de este gobierno.

    Por ello podríamos decir que el “factor García Luna” hoy ofrece un inesperado filón de alto poder narrativo en boca del presidente, -y dicho sea de paso-, añade la oportunidad de sacarle otro hilito que conecte con Manlio Fabio Beltrones, -quien en esa fecha del magnicidio, era gobernador de Sonora-, y también estuvo presente en el evento de corte electoral en honor de su paisano Luís Donaldo. Manlio es un personaje priísta que en este proceso electoral pretende llegar al Senado de la República bajo la marca política del PRI.

    Seguramente en otro contexto nacional, -caracterizado por paz y seguridad-, hubiese sido interesante descubrir la verdad sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio, pero no en el actual, con una violencia desbordada que requiere del 100% de la atención presidencial.

    Sin embargo, con este elenco, el remake 2024 promete ser un gran reestreno de alto potencial electorero.

    Mientras tanto, miles de víctimas de la violencia de hoy siguen mendigando, -aunque sea de refilón-, unas migajas de la atención presidencial para su demanda de justicia.

    ACOSO SOBRE LA SCJN

    Los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación están dando la batalla por proteger los intereses de todos los mexicanos frente al acoso que surge desde la presidencia de la república para imponer su proyecto de gobierno sin respetar los procedimientos constitucionales.

    La aplanadora focalizada sobre cada uno de ellos en lo personal, los convierte, -ante la percepción pública-, en enemigos del presidente y de su proyecto, generándoles riesgos y poniéndolos en peligro de modo irresponsable.

    El continuo ataque que reciben desde las mañaneras en contra de su reputación personal, -sin que se aporten pruebas-, representa un abuso de poder.

    Es fundamental que los organismos de la sociedad civil se manifiesten en apoyo de ese esfuerzo que ellos hacen por proteger el estado de derecho. Deben sentir que un sector de la población les apoya y reconoce su valentía por preservar la independencia que la constitución otorga al Poder Judicial.

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  • La pasarela de las ambiciones políticas

    La pasarela de las ambiciones políticas

    La desbandada del PRI hacia Morena, -conformada por grandes figuras de ese partido, donde incluso hay exgobernadores-, se percibe plena de oportunismo.

    Sin embargo, la frialdad del recibimiento por parte de Claudia Sheinbaum y de Mario Delgado tiene un tufo de desaire, si es que ellos pensaban que serían recibidos con grandes fiestas.

    No es lo mismo abandonar el PRI por desacuerdos con su partido y otra acercarse a negociar integrarse con el enemigo tradicional. Eso significa traicionar a los votantes que les dieron el cargo, esos que estaban en contra de la 4T. Podrían haberse mantenido como independientes.

    Es evidente la falta de cultura política de nuestros gobernantes, que no tienen compromiso moral con ningún proyecto que implique una visión de país.

    Nuestros políticos cambian de partido como los deportistas cambian de camiseta cuando los ficha otro equipo.

    ¿Dónde queda el compromiso ideológico? Evidentemente nuestros políticos, -salvo excepciones-, son “buscachambas”. ¿Este perfil de políticos es lo que este gran país merece?

    Nuestra política ha adquirido un significado laboral por una parte, y empresarial por otra. De ahí se deriva la corrupción, pues los políticos de hoy carecen de convicciones.

    A final de cuentas “la chamba” se la da el elector con su voto, pues confía en que dentro del partido político que le respalda va una visión que él mismo como ciudadano y su candidato comparten. Por tanto, cuando cambia de partido dentro de la vigencia del cargo obtenido bajo las siglas de un partido, entonces se da un latrocinio, robo, abuso de confianza lo cual moralmente constituye un delito que no está legislado con la visión jurídica que debiese existir.

    Los derechos políticos de la persona en el cargo público no deben estar por encima del compromiso asumido con quien le dio su voto, teniendo otras opciones entre las cuales decidirse.

    Incluso, no es lo mismo renunciar a un partido y quedar como independiente, que irse a ofrecer lambisconamente con quien antes era el enemigo a vencer. Cuando finalice el cargo, puede y tiene todo el derecho de afiliarse con el partido que desee y los ciudadanos debemos tomarlo como un cambio de opinión y convicciones, pero no durante la vigencia del cargo.

    El IFE debiese promover una legislación que impida a un político en funciones, -en cargo de elección popular-, ya sea alcalde, gobernador o legislador, cambiar de partido y si sucede, sancionarlo con la renuncia, pues usurpa el cargo con la encomienda que le otorgó el electorado que le dio el triunfo.

    ¿Quién es el propietario del cargo? Definitivamente es el ciudadano votante en primer lugar, -y en segundo-, el partido que ejerció su presupuesto invirtiéndolo para ganar la elección.

    Por lo pronto, el electorado, -desde la sociedad civil-, debe castigarlo con el escarnio y señalarlo como un ladrón… sea quien sea.

    Un legislador que puede cambiar de partido se presta a que el Poder Ejecutivo pueda comprar su voto en una elección importante, cambiando la correlación de fuerzas que puede impulsar una ley en un sentido u otro.

    TRAGEDIA EN TEXCALTITLÁN

    Después de la defensa de los pobladores de este municipio en contra de quienes les cobraban derecho de piso y la muerte de once delincuentes, se ha confirmado la desaparición de una familia completa de apellido Huicoechea, -conformada por ocho miembros-, además de otras seis personas de esa localidad, sumando en total 14 secuestrados.

    De estas víctimas cuatro son menores de edad: Keyli Nataly de año y medio, DIlan Tadeo de cuatro, Lucero de 13 y Edwin de 14 años.

    La violencia ha llegado a la infancia y el presidente López Obrador aún no acepta este contexto como grave. Todo el mundo se conduele de las víctimas infantiles de la guerra en la Franja de Gaza. Sin embargo, ¿qué sucederá cuando los medios de comunicación internacionales y la UNICEF descubran que la delincuencia organizada en México arremete contra infantes?

    De nada sirven las reuniones madrugadoras del equipo de seguridad que seguramente desayuna con el presidente de lunes a viernes si no generan resultados. Pueden estarse reuniendo para convivir, o para analizar las labores de inteligencia aplicadas al ámbito electoral, o para comentar las noticias o abordar cualquier otro tema. Si no hay resultados, de nada sirven esas reuniones.

    LA ASF ¿IMPARCIAL?

    La Auditoría Superior de la Federación se inconformó porque un juez liberó a Rosario Robles de responsabilidades por la “estafa maestra”, sin poder fincarle responsabilidades después de un proceso judicial iniciado hace casi seis años, de los cuales casi tres años ella pasó en prisión.

    Sin embargo, no ha investigado a Ignacio Ovalle por su posible responsabilidad en el desfalco de 15 mil millones a SEGALMEX en este sexenio. Solo ha involucrado a funcionarios menores. ¿Nunca se enteró Ovalle del destino de este monto siendo el director general? Si no lo supo es malo, pero si lo sabía, aún es peor.

    EXTORSIÓN

    La noticia del secuestro de trabajadores de una pollería en el EDOMEX ha destapado la grave situación de violencia que viven los expendedores de pollo en esa región a causa del cobro de derecho de piso.

    ¿Para qué utiliza el gobierno federal el sistema de espionaje Pegasus?

    Una investigación del New York Times publicada el 18 de abril de 2023 destapa que efectivamente en marzo del 2011 el Ejército Mexicano compró este servicio de espionaje, -el más avanzado del mundo-, desarrollado por expertos israelíes en informática.

    Este sistema se compró para combatir la delincuencia. Sin embargo, el New York Times en este artículo asegura que al día hoy se utiliza para espiar civiles que enfrentan al gobierno, así como activistas y periodistas.

    Seguramente también se ha utilizado para lograr la detención de los grandes protagonistas de la delincuencia organizada, lo cual es altamente rentable mediáticamente.

    Sin embargo… ¿Cuándo se utilizará para desarticular bandas dedicadas a la extorsión y cobro de derecho de piso?

    Seguramente se minimiza el impacto y la gravedad de estos delitos, sin descubrir que éstos son generadores de violencia física y homicidios en contra de quienes se resisten a pagar.

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  • La desaparición de organismos autónomos

    La desaparición de organismos autónomos

    Nada desnuda con mayor claridad la verdadera identidad del actual régimen, que el aviso del presidente López Obrador de que el próximo año enviará al Congreso una iniciativa para desaparecer a los organismos autónomos, -principalmente el INAI-, que tiene como objetivo transparentar ante los ciudadanos toda la información de cualquier nivel de gobierno, así como el TRIFE, que es el tribunal electoral que definirá jurídicamente las controversias que surjan después de la elección del 2024.

    Es evidente que en el centro de esta iniciativa está la aversión que este gobierno tiene a ser fiscalizado en el manejo de los presupuestos y su obsesión por retener el poder absoluto controlando los resultados electorales. Hoy vemos que los recursos económicos que opera el gobierno federal se gastan con total opacidad, evitando rendir cuentas, -tanto de la entrega de las licitaciones-, como del uso final del presupuesto.

    En el paquete destructivo también se englobará a la COFECE, y la COFETEL, entre otros organismos autónomos.

    Sin embargo, para desaparecer estos organismos, -hasta hoy independientes-, es necesario hacer cambios en la Constitución y para ello se requiere contar con el número de votos de una mayoría calificada, que seguramente MORENA y sus aliados no lograrán sumar, y eso lo sabe el presidente.

    La pregunta que surge obligadamente es… ¿Qué pretende el presidente al enviar al Congreso una iniciativa que será rechazada?

    Seguramente ese rechazo le permitirá crear una narrativa victimizadora que hable de la pretensión de sus adversarios políticos de conservar privilegios, -y con ello-, él justifique la ofensiva final en contra de los organismos autónomos, destrozando su credibilidad y el respeto que hasta hoy tienen por parte de la ciudadanía. Lo más probable es que el tema del combate a la corrupción sea el eje de esta campaña desestabilizadora.

    Sin embargo, -dando por sentado que él está seguro de que Claudia Sheinbaum ganará la elección-, este será el argumento que justificará la necesidad de que el próximo gobierno cuente con el apoyo de un Congreso dominado por MORENA y que la 4T tenga el número de escaños que le permitan alcanzar la mayoría calificada, para realizar todos los cambios constitucionales que siempre ha deseado. De este modo construirá para su sucesor un poder absoluto que garantice la permanencia indefinida de los gobiernos de la Cuarta Transformación, en los cuales él será el “poder detrás del trono”.

    Por tanto, esta iniciativa y su posible rechazo por parte de la actual legislatura, marcará el inicio de su propia campaña electoral para el 2024 en busca del voto ciudadano, -no solo para su candidata a la presidencia de la república-, sino para el control del Congreso, -o sea-, el Poder Legislativo.

    La campaña por el control del Congreso en el 2024 será la “madre de todas las batallas” electorales y en ello debe fijar su atención la oposición.

    El presidente López Obrador por fin ha desnudado su aversión al modelo de gobierno democrático, sustentado en la separación de poderes constitucionales y el respeto que entre ellos debe existir.

    ¿Cómo se denomina un gobierno opaco… al que no le gusta transparentar sus decisiones ni tolera contrapesos?… Seguramente usted ya tiene la respuesta.

    ¿QUIÉN ES RESPONSABLE DE LA SEGURIDAD?
    Después del enfrentamiento entre agricultores de Texcaltitlán e integrantes del Cártel de la Familia Michoacana, quienes se rebelaron violentamente en contra de este grupo delincuencial -que costó la vida de once delincuentes y tres agricultores-, el presidente López Obrador sólo acertó a decir que «la extorsión se combate entre todos».

    Utilizar los recursos del Estado Mexicano para pacificar al país es una obligación del gobierno y no una decisión a criterio de quien gobierna. Por tanto, no puede renunciar a esta obligación. «Abrazos … no balazos» como política de estado, es una violación flagrante de nuestra Constitución.

    Ha sido imposible frenar el crecimiento de los grupos delincuenciales, que se encuentran plenamente identificados por los pobladores de cada zona del país.

    Detrás de cada muerte violenta -así como de cada desaparición forzada- hay una tragedia familiar, frente a la cual se da una ofensiva insensibilidad gubernamental.
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  • ¿Límites a la libertad de expresión?

    ¿Límites a la libertad de expresión?

    El tema de la libertad de expresión es urgente definirlo jurídicamente antes de las próximas campañas electorales del 2024.

    Dos casos específicos nos dan una llamada de alerta de la necesidad de un análisis profundo, objetivo y no subjetivo.

    La interpretación de la difamación como delito no puede ser subjetiva, sino objetiva.

    El primer caso que puede servirnos como referencia es la demanda presentada por Tatiana Clouthier en contra del médico, periodista y líder de opinión Alfredo Jalife, argumentando que las declaraciones ejercidas por él en su rol de periodista en contra de ella, por su actuación como funcionaria del gobierno federal, -secretaria de economía-, constituyen difamación, calumnias y lo que resulte.

    Las declaraciones de Jalife hacen referencia a su actuación en el ámbito de las negociaciones respecto a la explotación del litio.

    Las personas que asumen responsabilidades públicas … ¿No pueden ser cuestionadas por su actuación en el cumplimiento de sus responsabilidades frente al país? … Por tanto, ¿Pueden ser juzgadas las personas públicas igual que los ciudadanos? El sentido común nos guía para entender que no deben ser juzgados con la misma medida.

    En el caso específico de las declaraciones de Jalife en contra de Tatiana Clouthier, por la forma en que fueron expresadas podemos considerarlas descorteses, exageradas y con rudeza innecesaria, lo cual no habla bien de él y lo exhibe ante el público. Sin embargo, la esencia de las declaraciones, representan un cuestionamiento a su actuación como funcionaria pública.

    Por otra parte, en la “mañanera” del miércoles seis de diciembre el presidente López Obrador destrozó la reputación y el honor de los seis estudiantes que fueron torturados y masacrados por la delincuencia organizada en el Estado de Guanajuato.

    El presidente explicó a todo el país, -a través de su “mañanera”-, que estos jóvenes fueron secuestrados al ir a comprar droga en el lugar equivocado.

    El presidente reconoció después de haberlos señalado como consumidores de droga que era una apreciación hipotética. Sin embargo, la etiqueta ya fue puesta, lo cual compromete la reputación de cada uno de ellos ahora que ya no viven y no pueden defenderse. Además, lastima a sus familias y amigos. ¿Y la presunción de inocencia?

    Que desde la cúspide del poder político de nuestro país se señale a un ciudadano sin sustento de forma negativa, no debe ser considerado como ejercicio de libertad de expresión del presidente, porque este no es un ciudadano común. Él detenta el poder de todo el gobierno federal y prácticamente su influencia es determinante en todo el Estado Mexicano. Por tanto, poner en entredicho la reputación y buen nombre de un ciudadano o de una institución del ámbito civil desde “la mañanera”, es un acto que puede tener consecuencias en la vida cotidiana de los señalados, -e incluso-, ponerlos en situación de riesgo, o por lo menos sujetos al linchamiento mediático y al escarnio público.

    El derecho a la libertad de expresión nació como una respuesta para generar contrapeso a favor del ciudadano en contra del ejercicio del poder gubernamental político. Por tanto, quien gobierna no necesita apelar a este derecho para ejercer la libertad de expresión, porque por sí mismo tiene la capacidad de avasallar a la ciudadanía e imponer su visión y sus intereses por encima de cualquier persona física o persona moral utilizando su autoridad. Hemos sido testigos de ello durante los últimos cinco años.

    Es fundamental revisar la legislación referente a la “libertad de expresión” para evitar abusos como los que con toda seguridad se empezarán a ejercer con mayor frecuencia durante la campaña electoral.

    Hoy vemos que las campañas electorales no se sustentan en propuestas, sino en actividades de desgaste, que se nutren de la difamación en contra de los adversarios. Al amparo de la libertad de expresión los equipos de los candidatos pueden echar mano de fake news, mentiras y campañas de desinformación que enrarecerán el ambiente y alimentarán aún más la desconfianza ciudadana.

    Con difamaciones se puedes descarrilar una campaña electoral, aunque al final se reconozca que no había sustento y se ofrezcan disculpas públicas.

    La interpretación jurídica de este derecho, -delimitando sus alcances-, será determinante para proteger la vida democrática de nuestro país.

    TRAGEDIA EN TAMAULIPAS

    El descubrir la atrocidad sufrida en contra de un grupo de migrantes, -de paso en Tamaulipas-, debiese indignarnos. Los noticieros de televisión, radio y prensa han difundido el testimonio de unos niños migrantes que fueron testigos de la tortura y asesinato de uno de ellos, porque su familia no pudo pagar su rescate. Fue torturado cortándole los miembros en pedacitos, hasta causarle la muerte.

    Esto que debiese constituir un gran escándalo, sólo ha merecido convertirse en una noticia más que destaca la gravedad de nuestra crisis de inseguridad. Sin embargo, de ahí no pasa. La indiferencia ciudadana es la que alimenta la indiferencia gubernamental.

    El sentido común nos alerta de que, -si recientemente acabamos de descubrirlo casualmente-, es porque ya debe estar siendo una práctica común para presionar emocionalmente a los grupos secuestrados y en proceso de exigir el rescate a los familiares.

    Esto que antes era tema de las películas de terror, hoy es parte de la experiencia cotidiana de muchas familias.

    El sadismo en contra de las víctimas cada vez es más agresivo.

    ¿Y todavía este gobierno dice que vamos bien en materia de seguridad?

    Es evidente que mientras el presidente encabeza una patriótica defensa de la nación en contra de los “conservadores” y los “neoliberales”, muchas familias mexicanas están viviendo tragedias a manos de la delincuencia organizada, agravadas por la indiferencia gubernamental.

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  • No es por Xóchitl …ni es por Claudia

    No es por Xóchitl …ni es por Claudia

    No deben ser ni Xochitl ni Claudia el eje de la decisión del electorado en el 2024, sino lo que cada una de ellas representa y cómo impactará su proyecto político en el futuro de México.

    Está muy claro el significado de lo que representa Claudia —porque ella lo ha dicho abiertamente—, y el Presidente lo reitera continuamente. Claudia Sheinbaum no tiene más oferta política —hasta ahora—, mas que vender al electorado la continuidad del proyecto de transformación del Presidente. Por ello este gobierno no se cansa de decir que todo va excelentemente bien, ignorando los datos reales respecto de las desapariciones de personas, así como del incremento de la violencia y de la inseguridad en carreteras, sólo por citar unos de los graves riesgos que hoy vivimos los mexicanos.

    En contraste, Xóchitl representa la garantía de una alternancia partidista totalmente democrática en el 2030, si la sociedad mexicana desease en esa elección probar otra alternativa política o proyecto de nación.

    Por esto se vuelve indispensable convencer al electorado de que le gusten o no los modales de Xóchitl, el voto debe estar orientado a defender la democracia. No es necesario amar a Xóchitl para convencerse de la necesidad de votar por ella.

    Es sabido que López Obrador no está dispuesto a correr el riesgo de que su proyecto de transformación no continúe en los próximos sexenios.
    ¿Este gobierno realizará en el 2024 una elección
    de estado al estilo del viejo PRI?
    El proyecto transexenal del Presidente incluye
    hacer ganar a su candidata y apoderarse de la mayoría calificada en el Congreso para así modificar
    la Constitución y blindar su proyecto personal, para
    impedir la alternancia partidista.
    Con un Poder Judicial controlado sus delfines se
    eternizarán en el gobierno.
    Debemos reconocer la falta de perspicacia de este sector de la sociedad mexicana que —siendo
    opositora de la 4T— no se cansa de decir que la
    campaña de Xóchitl se está desinflando, sin percibir que simplemente se está enganchando con la
    “campaña sucia” que sale del equipo de estrategia
    de Morena. De tanto hablar de las deficiencias de la campaña de ella, se empieza a generar un ánimo
    derrotista y una percepción pública de “fracaso”
    — cual hoy es injusto aceptar pues la contienda
    oficial aún ni empieza.
    Por ello, las elecciones del 2024 deberán estar
    motivadas por convicciones democráticas y no por
    decisiones emocionales sustentadas en la empatía
    entre candidato y electorado.
    La opción que tendrá Xóchitl para ganar esta
    contienda electoral —que este gobierno intentará
    manipular teniendo como instrumento los progra –
    mas sociales— será a través de conectar con los
    arrepentidos que votaron por López Obrador para
    castigar al gobierno de Peña Nieto por su corrupción y hoy se sienten traicionados porque el cambio
    prometido no ha llegado. También ganar la confianza de los sectores lastimados por la indiferencia
    de este gobierno frente a la creciente violencia, así
    como por su falta de solidaridad frente a los desastres naturales, por citar sólo dos factores.
    Ademas será impresindible de incentivar a los jóvenes a salir a votar.
    Quienes vemos los peligros en el futuro, debemos convencer a la clase media —y principalmente
    a las mujeres de este sector — de que los modales
    de Xóchitl son circunstanciales pero la trascenden –
    cia de nuestro voto marcará el futuro de nuestro
    país. No se trata de una simple sustitución de presidente y de partido, sino de una decisión radical,
    que ni Claudia Sheinbaum ni el presidente López
    Obrador esconden… pretenden que la Cuarta
    Transformación retenga el poder absoluto indefinidamente, lo cual logrará si le dejamos cambiar la
    Constitución para cerrar los caminos a la alternancia y entonces perderemos todos los avances democráticos que paso a paso habíamos ido construyendo en estos últimos 30 años.
    Tenemos hoy un país imperfecto e injusto —es
    cierto—, pero perfectible si conservamos el modelo
    de libertades que hasta hoy tenemos.
    El reto es claro: en las elecciones del 2024 definiremos el modelo de país que heredaremos a las
    próximas generaciones.
    ¿A usted qué le parece?

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