Etiqueta: republicanos

  • Tope a primas en tema de cobertura de salud en EU

    El presidente estadounidense, Barack Obama, presentó este lunes una nueva versión de su plan de reforma de salud, que permitiría dar cobertura a «31 millones de estadounidenses» adicionales y limitar el aumento de las primas.

    La publicación de este plan en la página web de la Casa Blanca tiene lugar a cuatro días de la «cumbre» del jueves, a la que Obama invitó a legisladoras demócratas y republicanos para superar el estancamiento sobre este tema emblemático para su mandato.

  • Sara Palin llama a consevadores norteamericanos

    »Estados Unidos está listo para otra revolución», declaró la ex candidata republicana a vicepresidente Sarah Palin al atacar al presidente demócrata Barack Obama en un discurso ante activistas de una nueva coalición conservadora que serían su base natural si decide buscar la presidencia.

    »Este movimiento se trata de la gente», dijo el sábado la ex gobernadora de Alaska mientras la multitud la ovacionaba. »Se supone que el gobierno debería estar trabajando para la gente».
    Palin se burló de las promesas de cambio y esperanza de Obama de un año atrás al referirse a las recientes derrotas de los demócratas en elecciones a nivel estatal. »¿Cómo les está yendo con (eso) ?», preguntó.

    El público ondeó banderas y estalló en ovaciones varias veces durante el discurso de Palin, el principal en la primera convención nacional de la coalición de »partidos del té». Esta es un movimiento conservador creado por ciudadanos independientes, enojados con el crecimiento de la estructura gubernamental, del gasto público y por las políticas de Obama en general. El nombre se refiere al grupo de patriotas que destruyeron cajas de té en Boston en 1773 como protesta contra el impuesto que quería imponer la Corona británica a esa mercancía.

    El discurso de Palin, poblado de sus conocidas bromas y su estilo coloquial, fue como una arenga de 45 minutos para el movimiento. También estuvo lleno de críticas a Obama y los demócratas que controlan el Congreso. Sin embargo, más allá de expresar principios amplios del conservadurismo -menos impuestos, priorizar la defensa nacional-, Palin no mostró ideas de políticas concretas, las que suelen indicar que alguien se está preparando para competir por llegar a la Casa Blanca.

    Algunos observadores republicanos dicen que Palin parece haberse dedicado más a convertirse en una celebridad política que en una candidata interesada en políticas.

    Palin habló de limitar al gobierno, respetar la Constitución estrictamente y del »derecho dado por Dios» a la libertad.

    Dijo que este movimiento »fresco, joven y frágil» es el futuro de la política estadounidense porque es un »llamado a la acción» para que los dos principales partidos cambien su manera de funcionar.

    »Ustedes han puesto a correr, asustadas, a las dos maquinarias partidarias», dijo

  • Aniversario de Barack Obama en el poder

    Hace un año, en un ceremonia inaugural única, Barack Obama puso su mano sobre la Biblia de Abraham Lincoln y le aseguró a la nación que, con esperanza y virtud, se podrían «sortear las corrientes heladas y soportar lo que traiga la tormenta». En el otro extremo del país, en Seattle, Glen Boyd ya sabía lo que traía la tormenta económica. Dos semanas atrás se había quedado sin trabajo este vendedor de DIRECTV, que apoyaba a Obama y tenía grandes esperanzas en su gestión. «Me sentí muy orgulloso. Pensé que era la persona indicada. Estaba optimista», recuerda Boyd.

    Ahora, un año después, Boyds escribe en su blog: «Creímos todo lo que decía en sus discursos de ‘sí, se puede’. Mi única pregunta es ¿dónde están todos esos discursos ahora?». «Decir que me siento decepcionado con la presidencia de Obama no basta para describir lo que siento». Olvídese de las palabras «se puede», «cambio» y, sobre todo «esperanza». Si algo describe hoy la actitud de la gente hacia Obama es la palabra desencanto. Las encuestas muestran un constante declive en los índices de popularidad del mandatario desde que asumió la presidencia el 20 de enero pasado. De hecho, según la consulta más reciente de Gallup, inicia su segundo año de gobierno con los índices más bajos que ha tenido un presidente a la misma altura de su gestión en los últimos 50 años. Hacia el 1ro de enero, un 50% de los consultados aprobaba su gestión y un 44% la desaprobaba.
    La decepción es especialmente fuerte entre quienes esperaban grandes cosas de Obama.

    «De repente estábamos hablando de cosas realmente importantes, de cuestiones sociales que habían sido olvidadas por años. Era emocionante, refrescante», comenta Matt Sullivan, concejal de Pleasanton, California. Un año después, se siente defraudado. «¿Qué pasó con este tipo?», pregunta. «¿Qué pasó con su visión del país y del mundo? Todo se esfumó». Sullivan expresa desencanto con la política de salud, la economía y los programas de energía. Pero lo que más le molesta es que Estados Unidos siga librando dos guerras que, según él, dañan la imagen del país en el exterior y perjudican su seguridad.

    «Esencialmente, es la misma retórica de (George W.) Bush, solo que expresada más inteligentemente», dijo Sullivan. El concejal se siente frustrado con el sistema político en general y cree que si Obama, con sus cualidades, su carisma y su determinación, no puede cambiar nada, nadie puede hacerlo. «Terminas dudando de que la democracia representantiva funcione para la gente común», manifestó. Beverly Wardell se siente frustrada, pero piensa que hay que darle tiempo a Obama. «Si se generaron demasiadas expectativas, no es su culpa», dijo Wardell, una jubilada de 65 años de Clifton, Nueva Jersey. «Creo que la gente estaba tan desesperada después de Bush que Obama parecía un rayo de esperanza. Tal vez esperamos demasiado de él». A Wardell le interesan sobre todo el plan de salud y la promesa de Obama de retirar los soldados de Irak. Los tropiezos con el proyecto de reforma al plan de salud la frustran enormemente y cree que el gobierno no está haciendo la suficiente fuerza para frenar a los republicanos.

    «Esperaba que Obama siguiese la línea de un Franklin Roosevelt e hiciese cosas que ayuden a la clase media», declaró. A pesar de sus frustraciones, Wardell pronostica que dentro de tres años volverá a votar por Obama, aunque sin depositar tantas ilusiones en él. Charleszetta Lewis sufre con los padeceres de su madre, una viuda de 82 años que debe tomar diariamente más de media docena de medicinas. Debido a lagunas en el plan de salud del gobierno, la anciana debe costear en su totalidad las medicinas después de superar cierto límite y hasta llegar a otro. Se siente furiosa porque el partido y el presidente por los que votó no logran hacer pasar una reforma amplia al programa de salud pese a tener mayoría en el Congreso. Lo que más acongoja a esta ex capataz de una planta de Chrysler, de 62 años, hoy jubilada, no obstante, es la actitud del pueblo estadounidense.

    «La inmadurez del diálogo, donde abundan la hostilidad, el rencor y la maldad, da un mal ejemplo a la juventud», escribió Lewis, de 63 años, en una carta al diario Tribune de Kokomo, Indiana. Lewis, quien es negra, como Obama, dice que no se pueden esperar resultados inmediatos. Obama «nunca dijo que todo lo haría en los primeros seis meses», afirmó. «Ni en los primeros ocho, nueve meses, o el primer año. Dijo que lo haría en su primera gestión». «¿Dónde quedó el sentido común? Dénle tiempo al presidente Obama y dejen de actuar como mocosos inmaduros».

    El desencanto de Jenny Hartz es de tal magnitud que hace poco se detuvo a escuchar lo que decían unos militantes de la organización del republicano conservador Ron Paul en una feria de Lawrence, Kansas, y se sintió interesada en su mensaje. En el pasado, consideraba a la gente de Paul «un grupo de libertarios locos, con ideas poco realistas». Esta vez, en cambio, le gustó lo que decían acerca de un gobierno limitado y más responsabilidad individual. Hartz, de 22 años y quien se graduó de la Universidad de Kansas en mayo, dice que no responsabiliza a Obama personalmente por no haber cumplido sus promesas y que piensa que esperó demasiado de él. «Otra vez nos prometieron una cosa y nos dieron otra», afirmó.

    David Bernstein nunca se dejó encandilar por Obama, pero de todos modos tenía esperanzas en que trajese un cambio. Este profesor de leyes de la George Mason University de Virginia, de 42 años, dice que Obama «cambió algunas políticas de Bush, pero no la forma en que se maneja Washington». Bernstein, quien afirma tener «inclinaciones libertarias», pero votó por el republicano John McCain, dice que Obama se dejó influenciar por las mismas políticas de cabildeo de determinados sectores que él había denunciado. Y cuestiona el presupuesto que aprobó.

    Considera que debió haberlo vetado, diciendo «le demostraré al pueblo que tendré un manejo fiscal responsable». Lamenta que Obama no haya reducido lo que considera gastos innecesarios ni haya hecho más transparente el gobierno. «Dejé de darle el beneficio de la duda cuando faltó a su palabra en todos estos temas», expresó.

    David Katz, un cirujano vascular jubilado de 73 años con ideas liberales, que apoyó firmemente a Obama, se siente desconcertado por todo el terreno que ha cedido el presidente en relación con el plan de salud. «Dígame, ¿qué ha hecho Obama? El hombre de la esperanza y el cambio ha perdido toda esperanza y ha cambiado muy pocas cosas por su deseo de quedar bien con ambos bandos en el Congreso», declaró. Katz dice que comprende que las cosas no son sencillas y que hay que transar, pero no puede ocultar su desencanto. «Uno pone a alguien en un pedestal, piensa que tiene esta o aquella cualidad, y resulta que o no las tenía, o lo engañaron a uno, o el tipo cambió», expresó.
    Katz, quien vive en Oxnard, California, dice que él y sus amigos se preguntan si Obama necesita más tiempo, es un incompetente o le falta experiencia. Admite, no obstante, que hay que darle más tiempo y que todavía puede cumplir muchas de sus promesas.

    «No se le pueden tirar los lobos porque no hizo todas estas cosas en un año», manifestó.

  • Latinos en EU comienzan a desencantarse de Obama

    Los hispanos ocupan una razonable cuota de poder en el gobierno de Barack Obama y el nivel de aprobación del presidente sigue siendo muy elevado tras un año en el cargo, pero la crisis económica y la reforma migratoria pendiente amenazan con ensombrecer ese balance. A finales de 2009, Obama había propuesto a 49 hispanos en puestos de alta responsabilidad en su gobierno, de los cuales 35 fueron aprobados por el Senado, en comparación con los 34 bajo George W. Bush y 30 bajo Bill Clinton, según datos de la Casa Blanca.

    En el gabinete de Obama hay dos secretarios latinos, Hilda Solís (Trabajo) y Ken Salazar (Interior). Durante la presidencia del republicano Ronald Reagan (1981-1989) llegaron a ser tres, pero al inicio de su presidencia, Obama consiguió algo realmente histórico: lograr que entrara en la Corte Suprema por primera vez una juez hispana, Sonia Sotomayor.

    El propio Obama llegó a confesar luego que era la decisión que más le llenaba de orgullo, ante una durísima oposición republicana que no le dio tregua en ningún frente. Nunca antes la comunidad hispana en Estados Unidos se movilizó tanto en favor de un presidente en unas elecciones: cerca del 67% de los hispanos que acudieron a las urnas (10 millones, cifra récord de participación) votaron por Obama.

    Un año después, el nivel de popularidad de Obama entre los hispanos, la principal minoría en el país (unos 46 millones) sigue siendo muy alto. Un 73% aprueba la gestión del primer presidente negro estadounidense, en comparación con apenas un 49% de aprobación entre la población a nivel general, según Gallup. Pero la crisis pesa: los hispanos cerraron 2009 con una tasa de desempleo del 12,9%, casi tres puntos porcentuales por encima de la media del país. Algunos estudios calculan que cerca de medio millón perdieron sus casas en el naufragio inmobiliario.

    Las organizaciones de presión como La Raza exigen políticas particulares para la minoría hispana. «Los trabajadores latinos y los de otras minorías han estado haciendo todo lo que pueden para encontrar un trabajo», expresó recientemente la presidenta de La Raza, Janet Murguía, «pero si el gobierno no hace su parte, el desempleo continuará plagando nuestras comunidades».

    «¿En qué se traduce que haya más latinos en posiciones de poder?» se pregunta Arnoldo Torres, consultor y analista político independiente. Aunque el gobierno ha promovido acciones específicas para la comunidad, como ayudas en el sector de la construcción, sus responsables insisten en que deben ofrecer las mismas soluciones a los hispanos que al resto de la población.

    Esa fue la intención del paquete de estímulo económico aprobado a principios de la presidencia, y también de la ambiciosa reforma sanitaria.
    Pero esa reforma sanitaria, aún a debate en el Senado, no incluirá con toda probabilidad a los 12 millones de indocumentados, lo que empieza a despertar irritación en organizaciones y líderes de la comunidad. Es en el Congreso donde la suerte política de Obama en la comunidad hispana puede decantarse hacia el desencanto.

    Los demócratas dominan de forma histórica ambas cámaras del Congreso, pero la reforma migratoria aparece cada vez como menos prioritaria. Obama dijo que quería que se presentara alguna iniciativa en el primer año de gestión, pero ese plazo no se ha cumplido, a excepción de un proyecto de ley presentado por el representante demócrata Luis Gutiérrez.

    «Dependemos de una sola persona para resolver nuestros problemas. Tenemos que ser más prácticos», critica Torres en referencia a las esperanzas de reforma migratoria de la comunidad, que ya fueron derrotadas en dos ocasiones, en 2006 y 2007.

  • EU aprueba reforma de salud

    El Senado estadounidense aprobó este jueves el proyecto de ley sobre cobertura de salud, una de las medidas clave del programa de reformas del presidente Barack Obama, que tiene como objetivo hacer más accesible la asistencia sanitaria a los norteamericanos. El proyecto de ley de la Cámara Alta busca brindar una cobertura de salud para 31 de los 36 millones de estadounidenses que no la poseen. En total, con el proyecto de ley del Senado, el 94% de los estadounidenses menores de 65 años tendrían acceso a esta cobertura. Las personas mayores ya poseen un seguro médico federal: el Medicare.

    Los senadores aprobaron el texto con 60 votos contra 39, dado que los republicanos se opusieron en bloque. Obama calificó este jueves de momento «histórico» la aprobación por el Senado de la reforma de la salud. «Luego de un voto histórico que tuvo lugar esta mañana, los senadores se reunieron con sus colegas de la Cámara (de Representantes) para adoptar una reforma del sistema de salud que dejará su huella», afirmó Obama durante una alocución en la Casa Blanca.

    Esta ley «nos acerca al fin de una batalla de más de un siglo para reformar el sistema de salud estadounidense», agregó el presidente. El jefe de la mayoría demócrata, Harry Reid, expresó luego de la votación que se trata de «una victoria para los estadounidenses. Quienes tienen la suerte de tener cobertura de salud la van a mantener, y los que no la tienen podrán tener una». La votación pone un punto final a varios meses de negociaciones entre la mayoría demócrata y la Casa Blanca, así como numerosas discusiones con la oposición republicana.

    El texto debe pasar aún por una instancia de revisión para fusionarse con el texto votado en la Cámara de Representantes el 7 de noviembre. Una versión definitiva será enviada al presidente Obama para su promulgación. Los jefes de las dos Cámaras esperan enviar el proyecto de ley a la Casa Blanca antes del discurso sobre el Estado de la Unión, que se realiza tradicionalmente durante la última semana de enero.

    La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, felicitó en un comunicado a Reid. «Pronto tendremos un proyecto de ley final basado en los principios esenciales de la cobertura de salud: precios accesibles para la clase media, seguridad para las personas mayores, responsabilidad con nuestros niños a través de la reducción del déficit, y asumir la responsabilidad del sector de los seguros». Los 60 senadores de la mayoría demócrata se pusieron de acuerdo el lunes a primera hora sobre un texto de compromiso.

    Al inicio de la semana todavía estaba previsto que se votara el jueves por la noche, pero demócratas y republicanos se pusieron de acuerdo para evitar una votación en plena Nochebuena. El proyecto de ley fue adoptado finalmente a las 07H15 locales (12H15 GMT). Síntoma del agotamiento de los parlamentarios luego de dos semanas de tensión, el jefe de la mayoría demócrata, Harry Reid, inicialmente dijo «no» al proyecto de ley por el cual luchó encarnecidamente para luego reponerse y declarar «sí», lo que suscitó las risas de sus colegas.

    La reforma del sistema de salud, en la cual han trabajado varios presidentes desde Theodore Roosevelt (1901-1909) sin poder concretarla, será uno de los mayores hitos de la presidencia de Barack Obama. Vicki Kennedy, la viuda del senador que era uno de los grandes defensores de esta reforma antes de su muerte en agosto, estaba presente durante la votación.

    El senador Christopher Dodd, que remplazó a Edward Kennedy en la comisión de la Salud para terminar las discusiones sobre la reforma, rindió homenaje a su difunto colega. «Si Ted Kennedy estuviera aquí para apreciar esto», dijo. «Esto es por mi amigo Ted Kennedy: sí», dijo el senador Robert Byrd en el momento de la votación.

  • Senadores democratas clave en reforma estadounidense

    Tres senadores demócratas moderados se han vuelto clave para que el proyecto de reforma de salud que impulsa el oficialismo pueda pasar su primer obstáculo al ser sometido a una votación inicial el sábado en la Cámara alta, en la que se necesitan 60 votos para poder mandar la legislación a debate. Mary Landrieu, de Luisiana, Ben Nelson, de Nebraska, y Blanche Lincoln, de Arkansas, han maniobrado hasta ahora con cuidado, pendientes del humor de los votantes de sus estados. Al mismo tiempo, aprovechan su recién adquirida influencia en el Senado.

    Esa influencia se nota en la sección 2006 del proyecto de ley de 2.074 páginas, que en apenas varias decenas de renglones y sin mencionar ni a Landrieu ni a Luisiana, destina 100 millones de dólares de fondos federales a ese estado. Así, pareciera dar paso a que la senadora vote a favor de enviar el proyecto al pleno de la cámara. Los demócratas son 58 y cuentan con el apoyo de dos independientes. La oposición republicana puede usar tácticas dilatorias para que la votación no se produzca, las que se pueden superar con 60 votos, dos tercios del total.

    Nelson fue el único de los tres moderados que el viernes publicó un comunicado en que despejó las dudas sobre sus intenciones. «El Senado debería comenzar a intentar arreglar un sistema de salud público que cuesta demasiado y brinda demasiado poco a los ciudadanos de Nebraska», dijo. Los riesgos de la complicada danza de los líderes en busca de votos quedaron claros cuando el segundo en importancia de la bancada demócrata, Dick Durbin, señaló que Lincoln le había confiado a Reid cómo votaría. Los republicanos de inmediato acusaron a la senadora de decírselo a los líderes de su partido antes que a los ciudadanos de Arkansas y una vocera de Lincoln dijo que «aún está estudiando el proyecto» y no se había decidido.

    La Casa Blanca, en tanto, dijo en un comunicado que el proyecto «ofrece las reformas necesarias al sistema de salud que busca el gobierno». La reforma es considerada el tema de política interior más importante para el presidente Barack Obama. El plan senatorial, que costará casi un billón de dólares en 10 años, cubrirá a casi el 94% de los estadounidenses, según sus defensores, prohibirá a las empresas de seguros negar la cobertura a las personas con condiciones médicas preexistentes y obligará bajo pena de ley a casi todas las personas a adquirir seguro médico.

    Technorati Profile

  • Sara Palin, ¿rumbo a las proximas elecciones?

    Estudiantes universitarios faltaron a clase, trabajadores no acudieron a su oficina y algunas personas pasaron la noche en el frío para recibir el miércoles una pulsera naranja que les permitiría conocer a Sarah Palin. Miles de personas se reunieron afuera de una librería Barnes & Noble coreando «¡Palin, Palin, Palin!» en el lanzamiento de la gira de presentación del libro «Going Rogue» (Rebelándose), de la ex candidata republicana a vicepresidente y ex gobernadora de Alaska, que se está transformando en un suceso político.

    «Ella es una persona religiosa, tiene familia, ha pasado por muchos de los problemas y sufrimientos por los que hemos pasado nosotros. otaría por ella en un instante», dijo Lana Smith, que se tomó el día libre de su trabajo como despachadora de una compañía de autobuses y se formó en la fila a las 5:30 de la mañana. El autobús de Palin, pintado como la portada del libro, llegó al son de música country al centro comercial Woodland Mall de Grand Rapids.

    «No puedo decirles lo bueno que es estar de regreso en Michigan», dijo Palin a la multitud, que seguía coreando su nombre. «Alaska y Michigan tienen tanto en común, con la caza y la pesca y las madres que llevan a sus hijos al hockey, y los estadounidenses patrióticos y trabajadores que viven aquí», agregó.

    El libro de memorias fue lanzado el martes pero ya había estado al tope de las listas de ventas varias semanas. Narra la vida de Palin desde su infancia hasta su renuncia a la gobernación hace unos meses. El título se refiere a su conducta como candidata en la fórmula presidencial republicana junto a John McCain, cuando los asistentes de éste se quejaban de que Palin se había rebelado ante la decisión de dejar de hacer campaña en Michigan luego de que las encuestas mostraron una diferencia muy grande en el estado a favor de Barack Obama.

    Muchos de los que fueron a la librería el miércoles dijeron que votarían por Palin si se presenta en la elección presidencial del 2012. «Creo que es una persona buena, fuerte, para hacer las cosas que tenemos que hacer en este país», dijo David Zak, de 70 años, quien manejó durante dos horas para verla. «Me gusta su filosofía cristiana. Me gusta que esté en contra del aborto. Creo que puede hacer lo que hace falta para avanzar».

    Technorati Profile

  • Avanza reforma sanitaria en EU

    El presidente Barack Obama recibió el jueves dos importantes avales para sus planes de reforma del sistema de salud en momentos en que los líderes demócratas en la Cámara de Representantes avanzaban trabajosamente hacia una votación sobe el plan.

    «Estoy extraordinariamente complacido y agradecido al saber que la AARP (Asociación de Retirados) y la Asociación Médica Estadounidense (AMA) apoyan el proyecto de reforma al seguro de salud que pronto saldrá a votación en la Cámara de Representantes», dijo Obama en una visita no anunciada al salón de informaciones de la Casa Blanca.
    El apoyo de la AARP «no es poca cosa», dijo Obama del grupo que representa a 40 millones de personas mayores de 50 años.

    «Estamos más cerca que nunca de aprobar esta reforma», afirmó el presidente. «Ahora que los médicos y profesionales médicos de Estados Unidos nos apoyan; ahora que la organización encargada de velar por los intereses de los de mayor edad nos apoyan, estamos todavía más cerca».

    La AMA, sin embargo, calificó su apoyo al proyecto. El presidente de la organización, doctor James Rohack, dijo que aunque el proyecto no es perfecto, responde lo suficiente a los objetivos de la organización como para merecer su apoyo. Pero agregó que es vital que el Congreso corrija una fórmula de pagos al seguro Medicare que, de no ser enmendada, conduciría a una reducción del 20% en los pagos a los médicos el año próximo.

    Obama habló mientras los líderes demócratas en la Cámara de Representantes buscaban resolver las disputas finales antes de llevar el sábado al plenario su proyecto de salud de 10 años y 1,2 billón (correcto) de dólares. El líder de la mayoría Steny Hoyer dijo que los líderes esperan tener los 218 votos necesarios para aprobar el ambicioso proyecto, que abarcaría a decenas de millones de personas que carecen de seguro y prohibiría a las compañías de seguros rechazar clientes.

    Hoyer admitió que la votación podría ser muy ajustada y por otra parte es incierta la acción en el Senado.

    Technorati Profile

  • Republicanos buscan capitalizar descontento con Obama

    Tratando de aprovechar el descontento público luego de derrotas consecutivas en elecciones nacionales, líderes conservadores reunidos el viernes fustigaron las políticas del presidente Barack Obama, calificando su plan de salud de socialismo, advirtiendo de una expansión del gobierno y criticando el rescate del sector financiero como injusto para los contribuyentes.

    «Nosotros confiamos en Dios, no en el gobierno», dijo Tony Perkins, del Family Research Council, quien criticó un «esfuerzo actual de esta administración y de la mayoría liberal en el Congreso para apoderarse de nuestro sistema de salud».

    El representante republicano Mike Pence predijo «una avalancha de socialismo» bajo los demócratas y dijo que ellos están «administrando esteroides a unos gastos federales descontrolados».

    Y el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, declaró: «No podemos permitir que una deuda agobiante ni un gobierno cada vez mayor sofoquen el sueño estadounidense».

    Los republicanos, en particular la derecha del partido, están adoptando un tono populista de «nosotros contra ellos» en asuntos como la economía, la salud y el gobierno federal, con esperanzas de encontrar una estrategia contra Obama.

    Con ello, el partido pudiera haber encontrado una contexto más amplio dentro del que puede colocar asuntos culturales, religiosos y sociales que satisfacían a los republicanos más extremistas, pero a veces fueron rechazados por moderados e independientes.

    Durante la presidencia de George W. Bush, los republicanos se concentraron principalmente en asuntos como la religión, los homosexuales y las armas de fuego, y ello les garantizó el apoyo de los religiosos conservadores. Oradores en encuentros como la reunión anual Values Voters Summit, que comenzó el viernes, dedicaban sus mayores esfuerzos a criticar el aborto, los matrimonios homosexuales y las restricciones a las armas de fuego.

    Pero esta estrategia tenía sus límites, porque la mayoría de los estadounidenses no tienen en cuenta un solo asunto al colocar su voto.

    Ultimamente esos temas no concitan tanta atención, aunque los conservadores usan el debate de la reforma de salud para combatir el aborto y otras cuestiones afines.

    Todo ello en medio de una oportunidad política más amplia creada por un país que pasa por un momento cáustico en el que la furia de la gente está motivada en gran parte por temores a la recesión, el incierto futuro y un nuevo presidente que no se parece a sus antecesores.

    Reflejando la angustia, 57% de los encuestados en un sondeo Associated Press-GfK dijeron que el país marcha por el camino equivocado.

    Technorati Profile

  • Legislador republicano dice plan de salud ayudara a inmigrantes

    El legislador republicano que abucheó al presidente Barack Obama se equivoca al aseverar que el plan de salud del mandatario protegerá a los inmigrantes indocumentados.

    Cuando Obama pronunciaba su crucial discurso ante las dos cámaras del Congreso el miércoles por la noche, el representante Joe Wilson gritó «¡mientes!» cuando el presidente afirmó que el plan «no cubre a los que están en el país de manera ilegal»

    Wilson, de Carolina del Sur, luego se disculpó por su exabrupto, un acto sin precedente en el augusto recinto legislativo, pero no retractó su aseveración.

    En realidad, la versión del plan elaborada por la Cámara de Representantes prohibe explícitamente el uso de fondos federales para ayudar a inmigrantes indocumentados a conseguir un seguro de salud.

    Los indocumentados podrán comprar su seguro privado, como lo hacen ahora, o adquirir cobertura del gobierno si es que el Congreso aprueba tal sistema, pero a diferencia de los residentes legales, no podrán conseguir subsidios del gobierno.

    Esto es lo que dice el plan textualmente: «Nada en esta cláusula permitirá pagos del gobierno federal para créditos financieros a nombre de individuos que no se encuentren legalmente en los Estados Unidos». Las versiones del plan que están siendo redactadas en el Senado también excluyen a los inmigrantes indocumentados.

    Sin embargo, Wilson no es el único que cree que las restricciones en la propuesta estudiada por la cámara baja son insuficientes. Para él y otros republicanos, el problema no es lo que la propuesta contiene sino lo que omite, pues no especifica cómo se aplicará la prohibición ni cómo se le exigirá a las personas que demuestren que son residentes legales para hacerse acreedoras a los subsidios médicos. De hecho, los demócratas en varios comités legislativos rechazaron enmiendas propuestas por los republicanos que le hubieran exigido a los beneficiarios prueba de residencia legal, por considerarlas excesivamente engorrosas. Wilson mencionó eso el jueves cuando hablaba con periodistas sobre su estallido emocional.

    «Les aseguro una cosa, que fue espontáneo», dijo Wilson. «Lo hice luego de que el presidente declaró que la propuesta no cubrirá a inmigrantes ilegales cuando yo sabía que habíamos tenido esas dos enmiendas», dijo Wilson.

    Technorati Profile