OIEA ensaya en México radiación contra el mosquito que provoca el zika. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y México esperan que un método que ensayan basado en la radiación nuclear para combatir el dengue funcione para aplicarlo contra el virus del zika, dijo este lunes el titular de ese organismo internacional.
«Este año ya habíamos empezado un proyecto con México para combatir el dengue, entonces si somos exitosos podremos también erradicar el zika», dijo el director general del OIEA, Yukiya Amano, al periódico Reforma.
El método consiste en atacar el aparato reproductor del mosquito macho Aedes aegypti, que también porta el dengue, la chicunguña y la fiebre amarilla.
Con la radiación, los científicos pretenden «volver estéril al macho, que después regresa a su hábitat y, aunque aparee, la hembra no tiene crías. Poco a poco, se reduce la población del insecto y, finalmente, es erradicado», explicó Amano.
México se convirtió en diciembre en el primer país en aprobar el uso de la primera vacuna contra el dengue, que anualmente provoca un centenar de muertes y 8.000 hospitalizaciones.
Durante su estancia en México, Yukiya Amano ofreció una conferencia magistral ante estudiantes en la que enfatizó la necesidad de modernizar las aplicaciones de la energía nuclear por sus «alcances médicos, energéticos, alimentarios y tecnológicos», dijo la cancillería mexicana en un comunicado.
El virus del zika mantiene en vilo a varios países de América Latina porque se sospecha que ha provocado microcefalia en recién nacidos debido al contagio de sus madres durante la gestación.
A la fecha, Brasil es el país más afectado del mundo por la epidemia de zika, con 1,5 millón de pacientes, seguido por Colombia, con 22.600 casos.
En México sólo 37 personas se han contagiado de zika y entre ellas no se encuentra ninguna mujer embarazada, aseguró la semana pasada la secretaria de Salud, Mercedes Juan.
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OIEA ensaya en México radiación contra el mosquito que provoca el zika
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Misterios que descubre telescopio
Herschel, el telescopio más grande jamás lanzado al espacio, ha comenzado a aportar datos sorprendentes sobre el universo profundo, que están cambiando la comprensión que los astrónomos tenían hasta ahora del origen de las estrellas y la evolución de las galaxias.
Ingenieros y científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) han presentado hoy en Noordwijk (Holanda) los primeros resultados obtenidos del análisis de sus datos, cuando está a punto de cumplirse un año del lanzamiento de este observatorio, fruto de la cooperación de una veintena de países europeos, entre ellos España.
La génesis de una estrella «imposible», el descubrimiento a distancias inimaginables de vapor de agua ionizado -el llamado «cuarto estado»-, o la constatación de que el ritmo de formación de estrellas se ha ralentizado, son algunos de los resultados debatidos esta semana en Norrdwijk por la comunidad científica y presentados hoy a los medios de comunicación.
Desde el espacio, lejos del muro que representa la atmósfera terrestre, Herschel está proporcionando a los astrónomos imágenes del universo más lejano -y primitivo- captadas en la banda de la radiación infrarroja.
Su «ojo», de una resolución y sensibilidad únicos, puede penetrar a través del polvo interestelar hasta las regiones más frías del universo, completamente opacas al resto de los telescopios.
Es la misma sensación del campesino que entraba en una catedral en el medievo, ha comentado durante la presentación David Southwood, director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA.
Los astrónomos que descifran los datos de Herschel se sienten, ha insistido Southwood, como auténticos pioneros, como el marinero de Cristóbal Colón que avistó desde la cofa de la Pinta, antes que nadie, el Nuevo Mundo.
En estos meses, Herschel ha desvelado millares de galaxias lejanísimas y nubes de la Vía Láctea inmersas en el proceso de formación de estrellas