El canciller del gobierno de facto de Honduras, Enrique Ortez Colindres, que llamó ‘negrito’ al presidente estadounidente Barack Obama, presentó su renuncia al cargo, anunció en conferencia de prensa el presidente de facto, Roberto Micheletti
Ortez pasará ahora a la cartera del Interior (Gobernación y Justicia), señaló Micheletti, quien no reveló el nombre de quien será su sustituto.
Micheletti aseguró que la remoción no tiene relación con los comentarios de Ortez Colindrez contra el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
«El hizo ya las excusas necesarias ya están presentadas ante el presidente Obama, fue un incidente que se le dio un calificativo de escándalo, sin embargo no era más que un planteamiento de un ciudadano, nosotros tenemos que creer en la conducta y trayectoria de Ortez Colindres», indicó
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Analisis sobre Honduras, MI opinion
El golpe de estado que en Honduras (es un golpe de estado, aunque algunos digan que «no lo es», hay que ser claros en lo que uno habla, lo es con toda la extensión de la palabra) se perpetro, viene a ser la muestra de lo que Centroamérica ha sido desde hace ya, algunas décadas.
Una zona convulsa donde las instituciones jamás han sido debidamente atendidas y fortalecidas, donde la educación y el respeto solamente esta al alcance de algunos, donde la economía nacional de algunos países no rebasa la de algunos estados de la república mexicana, donde la ambición de la gente, como grado cultural, es no tener mucho pero tampoco hacer mucho por alcanzar lo que se necesita, etc.
¿Que ocurre, realmente?
Manuel Zayas el presidente legítimamente electo en 2005, ha tomado malas decisiones, se ha visto en algunas corruptelas que no le han podido comprobar y, por si fuera poco, el pasado domingo estaba convocando a un referéndum «informal» para ver qué opinaba la gente sobre la reelección presidencial lo que motivo el enojo de muchos.
Empresarios, políticos, oposición, etc. seamos honestos, en estos años el señor Zayas se ha hecho de muchos enemigos, comenzando por la enemistad de algunos políticos norteamericanos por «acuerdos» suscritos con Venezuela en materia energética, de ahí el «escandaloso» apoyo de Hugo Chávez.
Pero el que sea corrupto, mal gobernante, presidente bananero, etc. no justifica que militares les derroquen de la forma en que lo hicieron, llegando a la casa presidencial en Tegucigalpa y sacándolo del país literalmente en ropa de dormir.
Honduras enfrenta ahora, al mundo, Centroamérica en bloque repudia y desconoce a los actuales «dirigentes» hondureños, el que el Grupo de Rio lo haga y Europa desconozca a Honduras, a nadie le ayuda.
De por si Honduras es pobre, con esta situación será aun mas pobre.
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En Costa Rica siguen negociadores por Honduras
Las delegaciones del gobernante de facto de Honduras, Roberto Micheletti, y del presidente destituido, Manuel Zelaya, se reunían este viernes en San José, luego de que ambos pasaran por la capital costarricense sin verse y con magros avances hacia un acuerdo a corto plazo.
Tras largas horas de encuentros en la residencia privada del presidente costarricense y premio Nobel Oscar Arias, que actúa como facilitador, ambas comisiones coincidieron que la situación en Honduras, bajo una fuerte presión internacional, con Estados Unidos a la cabeza, es «insostenible», explicó el canciller costarricense Bruno Stagno.
Si bien observadores destacaron que las partes suavizaron sus posiciones, aún deben resolver el punto central: el retorno de Zelaya a la presidencia de la que fue expulsado el pasado 28 de junio por un golpe de Estado.
Y es que cualquier solución a esta crisis política sin precedentes en la joven democracia hondureña pasa por la restitución del presidente Zelaya en su cargo, aseguró Oscar Arias.
«Nos mantenemos en pie de diálogo» para «operativizar la forma en que se restituye al presidente constitucional» y sale el golpista, dijo la canciller del depuesto presidente hondureño, Patricia Rodas.
Pero Micheletti insistió: el «único tema que no vamos a discutir es el retorno de Manuel Zelaya a menos que se presente a la justicia».
En ese sentido, Arturo Corrales, de la comisión negociadora de Micheletti, insistió en que la destitución de Zelaya se hizo de acuerdo a la Constitución hondureña, aunque admitió que el «error» fue expulsar al presidente constitucional a Costa Rica y no juzgarlo como requería la justicia hondureña.
Las dos delegaciones se vuelven a reunir este viernes en San José a partir de las 10H00 locales (16H00 GMT) luego de acordar que la Constitución hondureña sea la referencia para restablecer el orden.
Aunque parecen magros los resultados de la jornada del jueves en la que Zelaya y Micheletti evitaron por todos los medios cruzarse, Stagno consideró que hubo «puntos de encuentro».
El canciller añadió que espera que este viernes se puedan establecer «pautas para lo que viene y fijar fechas para una eventual reunión» de Zelaya y Micheletti, que ya se encuentran fuera del país.
Micheletti regresó a Tegucigalpa a primeras horas de la tarde, tras reunirse con Arias, y Zelaya viajó en la noche a Guatemala para reunirse con el presidente Alvaro Colom, y a República Dominicana, en el marco del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), según informó Rodas, que también lo acompaña.
El presidente de facto, que realizó su primer viaje fuera del país tras ser designado en el cargo por el Congreso hondureño, se declaró «muy contento» de la misión y aseguró que está dispuesto a volver a Costa Rica cuando Arias se lo pida.
En medio de la pulseada, Oscar Arias, cuyos buenos oficios contribuyeron hace dos décadas a pacificar Centroamérica, reconoció que el diálogo «posiblemente tome más tiempo del imaginado».
«El diálogo produce milagros, pero no instantáneamente», dijo a la prensa Arias, quien ha puesto como única condición que haya «respeto y moderación en el lenguaje para que pueda haber diálogo».
Según Arias, no se ha hablado de plazos. Simplemente «tendremos que ir acercando posiciones, el tiempo va a permitir que esa distancia se haga más corta».
Así se hizo en el proceso de pacificación de América Central, hace 22 años, y esa es la metodología para cualquier tipo de negociación, recordó -
El problema de Honduras, no esta sencillo
El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, aseguró este viernes que la crisis en Honduras no es fácil de resolver, en una rueda de prensa ofrecida al concluirse la cumbre del G8 de L’Aquila (Italia).
«Esas cosas, muchas veces llevan días (para resolverse). Si fuese fácil ya se habría resuelto (el golpe de Estado)», declaró Lula, al ser interrogado sobre la situación en Honduras.
Las delegaciones del gobernante de facto de Honduras, Roberto Micheletti, y del presidente destituido, Manuel Zelaya, tienen previsto reunirse este viernes en San José, luego de que ambos pasaran el jueves por la capital costarricense sin verse y con magros avances hacia un acuerdo a corto plazo.
La víspera, Lula y el presidente mexicano, Felipe Calderón, condenaron desde L’Aquila «el golpe de Estado» en Honduras y acordaron trabajar «para fortalecer la unidad latinoamericana». -
41% de los hondureños justificó el golpe de Estado
El 41% de los hondureños justificó el golpe de Estado al presidente Manuel Zelaya, indicó una encuesta de la compañía Gallup divulgada el jueves.
El sondeo, publicado por el diario La Prensa, establece que el 28% no está de acuerdo con el derrocamiento y el 31% no contestó o no sabía del caso.
Gallup realizó su sondeo del 30 de junio al 4 de julio, después que Zelaya fue derrocado el 28 de junio. Para ello entrevistó a 1.204 personas mayores de 18 años que residen en 16 de las 18 provincias de Honduras, con un 95% de confianza.
El 56% de la población rechazó que el mandatario depuesto reformara la Constitución para reelegirse, aunque el mandatario no dijo explícitamente que esas fueran sus intenciones al plantear la realización de una consulta popular para que la población decidiera si se convocaba a una Asamblea Constituyente.
El 56% no respaldó la propuesta de Zelaya de realizar la «consulta popular» que intentó llevar a cabo el 28 de junio, cuando fue derrocado por el ejército y expulsado a Costa Rica, mientras que el 29% si estaba de acuerdo y el 15% no sabía nada del asunto.
El 63% de los encuestados no apoyó la intención de Zelaya de convocar a una Constituyente, el 22% estaba de acuerdo y el 15% no sabía lo que ocurría.
Asimismo, el 47% de los entrevistados dijo ante pregunta específica que percibió el interés de Zelaya de mantenerse en el poder, mientras que un 36% opinó que su intención era realizar cambios constitucionales de beneficio para el país. El restante 17% no sabía lo que pasaba.
Zelaya, que asumió en 2006, debió cumplir su mandato de cuatro años en enero de 2010 -
Costarricenses apoyan a su presidente
Decenas de costarricenses protagonizaron este jueves una bulliciosa manifestación cerca de la casa del presidente Oscar Arias, mientras éste dialogaba con el gobernante de facto hondureño Roberto Micheletti, para exigir la restitución del derrocado mandatario Manuel Zelaya, comprobó un periodista de la AFP.
Los manifestantes pudieron aproximarse hasta las barreras colocadas por la policía, a unos 50 metros de la casa de Arias, quien actúa de mediador para intentar superar la crisis desatada en Honduras tras el golpe que depuso a Zelaya el 28 de junio.
«Fuera militares», «fuera ‘Goriletti’», «contra el golpe militar resistencia popular», coreaba el centenar de manifestantes, entre quienes había sindicalistas y dirigentes de organizaciones sociales y de izquierda.
«Nos da vergüenza como ciudadanos que el presidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz reciba en su casa a un criminal como Micheletti», declaró Edgar Morales, secretario general adjunto de la Asociación Nacional de Empleados Públicos.
«Aquí no hay nada que negociar. La única solución es que se devuelva el poder a Zelaya», dijo Morales a los periodistas -
Siguen marchando a favor de Zelaya
Los partidarios del derrocado presidente Manuel Zelaya y quienes respaldan al gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti, redujeron este jueves sus manifestaciones en las calles de Honduras a la espera de los resultados del diálogo entre ambos líderes en Costa Rica.
La capital hondureña, que completó 10 días con toque de queda nocturno, recuperó este jueves una relativa normalidad en las calles y en las actividades de comercios y transporte. Por el contrario, la enseñanza en las escuelas se mantiene paralizada.
Los pastores de las principales iglesias evangélicas, encabezados por Evelio Reyes, de la influyente iglesia Vida Abundante, celebraron este jueves una jornada nacional de oración de nueve horas, para acompañar los diálogos que se celebran en Costa Rica.
«Pedimos a Dios que ilumine el camino hacia la reconciliación», dijo Reyes quien la semana pasada apareció en una manifestación junto a Micheletti y asegura que no hubo golpe de Estado, como lo califica la Organización de Estados Americanos, sino una sucesión constitucional.
En tanto, los sindicatos y organizaciones sociales que piden la restitución de Zelaya anunciaron que preparan para el viernes una nueva marcha por las principales calles de Tegucigalpa.
«Tenemos prevista una nueva movilización masiva, no nos vamos a detener hasta obtener el regreso al orden constitucional», dijo a la AFP el líder campesino Rafael Alegría, dirigente del Bloque Popular que ha orientado las protestas.
El cierre de las escuelas generó protestas de los padres de familia y de algunos profesores, que pidieron evitar que los niños se conviertan en los más afectados por la crisis política.
«Los niños no pueden estar pagando el precio de lo que pasa, se les están violando sus derechos», dijo a la AFP Patricia Pastrana, maestra de la escuela 19 de septiembre de la ciudad de Comayagüela, vecina de Tegucigalpa.
Desoyendo los llamados a paralizar sus actividades, Pastrana y otras maestras imparten clases en la calle a unos 50 alumnos.
Por su parte, Eulogio Chávez, presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (Copemh), dijo que la protesta se mantendrá y que los maestros no aceptarán el llamado de Micheletti a los sindicatos para que normalicen las clases.
«Si todo el año nos toca estar en paro, pues lo vamos a hacer. Si el otro año nos toca estar en lo mismo, pues seguiremos. No podemos obedecer a un sistema ilegal y si se van a elecciones, tampoco tienen un poder legal», dijo a periodistas.
Los sindicatos de maestros constituyen junto a las organizaciones de campesinos y pequeños propietarios, los principales soportes de las manifestaciones a favor del retorno de Zelaya.
En tanto, los gremios de empresarios que apoyan a Micheletti han pedido que se retorne a la normalidad en las actividades productivas. «Tenemos que seguir trabajando por el bien del país», dijo Adolfo Facussé, presidente de la Asociación Nacional de Industriales -
Inician platicas para buscar salida
Las negociaciones para superar la crisis política hondureña comenzaron este jueves con reuniones por separado del mediador Oscar Arias con el gobernante de facto hondureño Roberto Micheletti y con el derrocado Manuel Zelaya.
Arias dialogó en principio con Zelaya y poco después lo hizo con Micheletti, a quienes recibió en su residencia particular, en San José.
«Hemos avanzado en una primera etapa. El presidente Arias ha escuchado mi posición y la de los sectores sociales y políticos que me han acompañado, y que es (exigir) la restitución inmediata del presidente electo» por el pueblo hondureño, dijo Zelaya a la prensa al culminar su cita.
Micheletti, por su parte, no hizo declaraciones a la prensa al ingresar al domicilio de Arias. Decenas de personas aprovecharon este encuentro para manifestarse ante la casa del presidente costarricense reclamando la reinstauración de Zelaya en el poder.
«Fuera militares», «fuera ‘Goriletti’», «contra el golpe militar resistencia popular», coreaba a unos 50 metros de la casa el centenar de manifestantes, entre quienes había sindicalistas y dirigentes de organizaciones sociales y de izquierda.
Los contactos de San José fueron promovidos por la jefa de la diplomacia estadounidense Hillary Clinton, quien propuso a Arias como mediador.
Si bien es un logro que ambos rivales puedan llegar a sentarse en torno a la misma mesa después de una semana y media de crisis sin precedentes en la joven democracia hondureña, ni Zelaya ni Micheletti parecen dispuestos a transigir sobre el único punto en juego: la presidencia de Honduras.
«Estoy seguro de que Oscar Arias llegará a una solución», dijo Micheletti al llegar a la capital costarricense, tras insistir en que él es el «presidente constitucional» de Honduras.
La diputada liberal hondureña Marcia Villeda, aliada de Micheletti, explicó a la AFP que «como no hay agenda rígida establecida, hemos venido con mucha flexibilidad».
Por su parte, la ministra de Comunicación costarricense, Mayi Antillón, aseguró que las primeras reuniones bilaterales entre el mediador y los protagonistas de la crisis hondureña son «parte de un proceso que esperamos de resultados».
Desde Washington, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, se mostró optimista.
«Yo creo que hay un amplio margen para un compromiso», dijo Insulza a la prensa este jueves, aunque enfatizó que «la piedra de toque es que el gobierno de facto acepte el retorno del presidente constitucional» Zelaya.
Arias, un experto mediador que en la década de los 80 contribuyó a la pacificación de Centroamérica, ha dicho que espera lograr un acuerdo satisfactorio.
«Lo que quiero es ayudar a resolver este problema porque el pueblo hondureño no se merece que haya más sangre derramada y no quiero ver morir a más gente inocente en las calles de Tegucigalpa», dijo Arias, en referencia a los dos muertos en las manifestaciones del domingo, poco antes de que el ejército abortara un intento de regreso de Zelaya al país.
Dado el endurecimiento de los dos protagonistas del conflicto, Arias necesitará grandes dosis de equilibrista y diplomacia para encontrar una salida a esta crisis, que podría pasar por adelantar las elecciones hondureñas, fijadas para el 29 de noviembre.
Desde Estados Unidos hasta Europa, pasando por América Latina y Naciones Unidas, la comunidad ha cerrado filas en torno a Zelaya.
La Organización de Estados Americanos (OEA) suspendió el pasado sábado a Honduras por violar la carta democrática, y los donantes, con Estados Unidos a la cabeza, han empezado a cortar el grifo de las ayudas al país -
José Miguel Insulza teme se contagien paises de america por Honduras
El secretario general José Miguel Insulza expresó el jueves sus temores de que si la crisis política en Honduras no se resuelve como lo espera la OEA, con el retorno del depuesto presidente Manuel Zelaya al cargo, pueda quedar abierta la puerta para otros golpes en América Latina.
«No voy a mencionar países», dijo, aclarando que en esa amenaza los militares no eran los protagonistas porque «ellos no quieren» romper el orden constitucional.
«Los responsables son los que empiezan a empujar de nuevo» recurriendo al Congreso, la prensa y otros medios con una campaña para señalar al presidente de turno como alguien que «quebranta la ley» y que puede ser sujeto de destitución como ocurrió con Zelaya, dijo Insulza a reporteros en sus oficinas de la sede de la Organización de Estados Americanos.
«Pero, no explican que el presidente que viola la ley está sujeto a la constitución y naturalmente se le puede remover de su cargo (siguiendo sus propios procedimientos constitucionales)», declaró.
Insulza, político de origen chileno que ha vivido años en el exilio por el golpe del general Augusto Pinochet en 1973 en Chile, dijo que en el caso de Honduras, la destitución de Zelaya el 28 de junio no puede ser tomada como un acto constitucional, como lo alega el gobierno de Roberto Micheletti, designado en ese país luego de la detención y destierro de Zelaya por efectivos militares.
Indicó que si bien la constitución hondureña señala que el funcionario que viola la constitución «cesa en su cargo», ello no implicaba una acción de «vamos todos juntos y lo echamos».
«Tiene que darse un mecanismo, como el Congreso por ejemplo, que declare que (el presidente) ha cesado en su cargo», comentó. «Pero, hemos visto que el Congreso (hondureño) trató de inventar una renuncia. ¿Por qué no declararon que (Zelaya) ha cesado en su cargo? Eso lo hubieran hecho antes de echarlo, y no después».
Insulza recordó que en la destitución de Zelaya, la OEA se ha pronunciado en tres oportunidades en favor del presidente depuesto: una vez en el Consejo Permanente de embajadores y dos veces en la Asamblea General extraordinaria de cancilleres.
En los dos primeros acuerdos, Insulza recibió la misión de entablar contactos de urgencia para restaurar el orden constitucional. El tercer pronunciamiento fue suspender los derechos y obligaciones de Honduras en la OEA, a pedido justamente de Insulza, al considerar que había fracasado en su intento de convencer a Micheletti que permitiera el retorno de Zelaya.
Dijo que las nuevas autoridades hondureñas «desean legitimar» la destitución, lo cual era algo que «nosotros no podemos permitir…» y en ese sentido indicó que «si no hay acuerdo, sería una lástima».
Insulza recordó que en un golpe militar en Chile en 1932, los militares armados interrumpieron una sesión de gabinete del presidente Juan Esteban Montero Rodríguez, ante lo cual éste preguntó a su ministro del interior si había forma de contrarrestar el golpe. «El ministro del interior le contestó: ‘No, presidente’, y el presidente le dijo: ‘Entonces, vámonos»‘
«Esto pasaba en América Latina, y estoy hablando de uno de los países que supuestamente está entre los más estables de la región, pero hay otros países que ni siquiera se acuerdan de la cantidad de golpes que se dieron», dijo Insulza. «Ese era un instrumento de los grupos dominantes para deshacerse de aquél que se salía del marco, del grupo dominante».
«Eso ya se terminó», agregó. «Pero, hay muchos que lo echan de menos, pues» -
Micheletti acepta de mediador a Oscar Arias
La crisis hondureña parece haber encontrado la posibilidad de una salida con la mediación en terreno neutral del presidente costarricense Oscar Arias, que logró convocar en San José, este jueves, a los golpistas y al mandatario derrocado, mientras en Tegucigalpa sigue la polarización.
Arias, quien ganó el premio Nobel de paz en 1987 por sus gestiones para pacificar Centroamérica, celebró que exista «voluntad de ambas partes en buscar una solución negociada», pocas horas de iniciar su papel de mediador entre el depuesto Manuel Zelaya y el gobernante de facto, Roberto Micheletti, avalada por Estados Unidos. «Me parece que aquí hay voluntad de ambas partes de buscar una solución negociada, por medio de la diplomacia, por medio del diálogo», dijo el martes Arias a la televisora Telesur que emite desde Caracas.
La secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, quien se reunió el martes con Zelaya en Washington, dijo que espera «que las partes pongan todo sobre la mesa, de manera que alcancemos una solución pacífica». La intervención de Clinton parece haber sido decisiva para encaminar la crisis hacia la mediación de Arias.
Por su parte el presidente venezolano Hugo Chávez, quien asegura que no acepta otra solución que no sea la restitución de Zelaya en el poder, llamó al pueblo hondureño a seguir «resistiendo». Arias anticipó que las conversaciones se prolongarán por lo menos dos días en su casa en San José y que la agenda del encuentro, abordará «todos los temas que dividen a las dos partes en Honduras».
Sin embargo la negociación no se anticipa fácil pues tanto Zelaya como Micheletti han dicho que se mantienen firmes en sus posiciones.
Zelaya dijo desde Washington que no hay nada que negociar, salvo planificar «el restablecimiento del orden democrático y del presidente depuesto». Por su parte Micheletti subrayó que negociar no significa que las nuevas autoridades hondureñas vayan a permitir el regreso de Zelaya al poder.«De ninguna manera, él cometió delitos, tiene que pagar», dijo, en referencia a los 18 delitos -incluyendo traición a la patria- de los que le acusa la Justicia, que ha emitido una orden de captura por ello.
En Tegucigalpa, que vivió su novena noche bajo toque de queda, los sindicatos y organizaciones sindicales han anunciado la realización de nuevas marchas para reclamar la salida de los golpistas.El martes las manifestaciones de partidarios y opositores de Zelaya terminaron sin incidentes. La esposa de Zelaya, Xiomara Castro, quien por primera vez se dejó ver en público después que los militares sacaron del país a su esposo el 28 de junio, encabezó una multitudinaria manifestación en Tegucigalpa que concluyó frente a la sede de la embajada de Estados Unidos.
Castro dijo a la prensa que «todo es negociable», menos el hecho de que Zelaya debe retornar a la presidencia. En tanto los partidarios de Micheletti se congregaron en la plaza principal de la ciudad en una manifestación «por la paz de Honduras».
Las actividades del aeropuerto de Toncontín deben normalizarse este miércoles con la regularización de los vuelos, interrumpidos desde el domingo cuando Zelaya intentó regresar a su país en un avión facilitado por Venezuela y los militares bloquearan la pista con camiones. Miles de pasajeros realizaron largas filas el martes para obtener cupos en los primeros vuelos tras 48 horas de paralización del terminal aéreo. Algunos de ellos fueron remitidos al aeropuerto de San Pedro Sula (norte), la ciudad más poblada del país.
El gobierno de Micheletti ofreció garantías a los maestros para que retornen a las clases en las escuelas públicas, pero este llamado fue desoído por los sindicatos de educadores que son unos de los principales animadores de la protesta que pide el retorno de Zelaya