Funcionarios policiales que fueron llamados a una tienda de Walmart en la ciudad de Muncie, Indiana dijeron haber descubierto un laboratorio activo de metanfetamina en el baño de hombres. La noticia ha dado la vuelta al mundo, metanfetamina en Walmart.
El Equipo de Supresión de Metanfetamina del Distrito de Pendleton informó que trabajadores del Walmart de Muncie llamaron a la policía cerca de las 11:30 de la noche del jueves cuando un paquete sospechoso fue hallado abandonado en el baño. ¿Como se hace metanfetamina en Walmart?
Los oficiales descubrieron que el bolso contenía un laboratorio de la droga y el equipo de especialistas fue llamado para desmantelarlo. Los investigadores usaron máscaras para proteger la respiración y trajes al retirar los químicos de la popular tienda, informó la policía. Y si usted creia que esto era parte de una filmación de televisión o cine, sorpresa, el laboratorio de metanfetamina en Walmart es real.
El departamento de salud determinó que los baños tanto de hombres como de mujeres tendrán que ser descontaminados por una compañía especializada en limpieza de metanfetamina antes de ser abiertos nuevamente para el público. Por ahora la investigación se centra en identificar al propietario del bolso hallado.
La Policía Estatal de Indiana informó que traficantes de metanfetamina están dejando cada vez más laboratorios en lugares públicos para cocinar, en lugar de arriesgarse a explosiones o contaminación en sus propios hogares. Señalaron que los traficantes dejan los químicos para que se cocinen y posteriormente vuelven para recoger el producto terminado.
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Como fue que detuvieron a Óscar Omar Treviño Morales “El 42”
De acuerdo con fuentes vinculadas al caso, desde hace algunas semanas el Ejército y la PGR tenían ubicado al presunto líder de Los Zetas (a Óscar Omar Treviño Morales “El 42” o Z42) en su ciudad natal Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde de hecho había sido visto en varios lugares.
Sin embargo, las autoridades no dieron el paso de lanzar un operativo porque el resguardo y los lugares que visitaba el tamaulipeco podían implicar un costo alto en vidas, explicaron. El único motivo que obligó a Óscar Omar Treviño Morales “El 42”.
A salir de su guarida fronteriza fue el cumpleaños de su madre, el 2 de marzo pasado, según reportaron los investigadores, aunque un informe de inteligencia también señala otra fecha de nacimiento, el 2 de abril de 1939.
La madre de Óscar Omar Treviño Morales “El 42” es quien en realidad vivía desde hace tiempo en la residencia de Vía Collatina 514, en Fuentes del Valle, municipio de San Pedro Garza García, aseguraron los servidores públicos federales consultados.
Óscar Omar Treviño Morales “El 42” o Z42 preparó el viaje junto con su mujer y sus dos hijas menores de edad. Lo hizo con un discreto grupo de seguridad, para no llamar la atención.
La versión obtenida precisa que el lunes 2 de marzo Óscar Omar Treviño Morales “El 42” ya había llegado al domicilio de su madre, en la colonia sampetrina. No salió del lugar hasta que el miércoles a las 4:00 horas le tocaron la puerta. Confiado, Óscar Omar Treviño Morales “El 42” bajó a abrir y al hacerlo se encontró con decenas de fusiles que le apuntaban, empuñados por uniformados de la Unidad de Operaciones Especiales del Ejército, enviados desde la Ciudad de México.
“Sólo denme permiso de ponerme el cinturón, porque se me está cayendo el pantalón”, pidió a sus captores.
Al menos en las fotografías, las cerraduras de las puertas no lucen forzadas. El zaguán no tiene abolladuras y los cristales están intactos.
Óscar Omar Treviño Morales “El 42” luego explicó que no metió las manos, porque en el interior de la residencia no sólo estaba su madre, sino también sus dos niñas, a las que se había apegado últimamente, tratando de hacer vida familiar.
‘Me había retirado’
“Yo ya no operaba nada, yo ya estaba retirado, me tiré a perder”, le dijo Omar Treviño “El 42” a los funcionarios de la PGR que lo entrevistaron antes de su declaración ministerial.
El presunto jefe de Los Zetas trató de convencer a los investigadores que ya nada tenía que ver con el narcotráfico desde hace un buen tiempo. Fue renuente a hablar incluso “off the récord” de cualquier miembro relevante de la organización.
Dijo, por ejemplo, que sus ingresos provenían exclusivamente de lo que le enviaba un hermano que reside en Estados Unidos y que no es perseguido por las autoridades.
Estaba mentalizado para su captura, no tenía miedo y hasta tuvo un lapsus de humor involuntario cuando dijo a los agentes que lo habían operado de la diabetes y que ya estaba curado de la enfermedad crónico degenerativa. Enseguida, les mostró una larga cicatriz vertical a mitad del tórax, que en realidad la tiene desde que lo operaron del apéndice.
Su presunto operador financiero Carlos Arturo Jiménez “El Plátano” dijo otra cosa en la entrevista policial: aseguró que había sido comisionado por Treviño para adquirir bienes inmuebles, algunos de ellos en San Pedro Garza García.
Los militares consignaron en el parte informativo que Treviño fue detenido a bordo de una camioneta, pero ayer el presunto narcotraficante dijo en su declaración preparatoria ante un juez federal que eso es falso, que fue detenido en el domicilio de Vía Collatina.
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El miedo que Tamaulipas genera en la gente
Hace unos meses, los integrantes de la avanzada del Presidente llegaron a Tamaulipas. Después de realizar su habitual trabajo se dirigieron a su hotel. Fueron interceptados por integrantes del crimen organizado, quienes los amenazaron para que se fueran de ahí.
Se comunicaron con sus superiores en Los Pinos y éstos no quisieron correr riesgos: los subieron al primer avión disponible de regreso al DF. Tuvieron que salir huyendo.
La anécdota es una radiografía de Tamaulipas. Poco tiempo después de ese episodio, el gobierno federal lanzó su plan para rescatar a esa entidad. A cinco meses de ese anuncio, ¿cómo están las cosas en Tamaulipas?
El diagnóstico oficial es mucho mejor que el de sociedad. En el gobierno federal evalúan que la estrategia va “muy bien, mucho mejor de lo que parecería”, me dice una fuente del más alto nivel.
Hab hablado periodistas, líderes sociales y empresariales para esta columna. La realidad se puede dividir geográficamente:
En el norte de Tamaulipas —Reynosa es el emblema, pero también Nuevo Laredo— la sociedad siente que todo sigue igual: secuestros, extorsiones, reinado del crimen organizado y una ciudadanía que ya no se espanta, que ha tenido que “acostumbrarse” a callar, a pagar cuota a los narcos, a recolectar rescates, a no denunciar en los medios de comunicación, menos a las autoridades, presuntamente al servicio de los capos.
Han caído dirigentes criminales, pero esto no les ha resultado en una mejora en la confianza al Estado ni en una transformación de su brutal cotidianidad.
En el sur del estado de Tamaulipas —Tampico, Madero, Altamira— han bajado las balaceras y secuestros de alto impacto, pero todavía son insostenibles los niveles de extorsión y cobro de derecho de piso. Los secuestros exprés y de bajo monto de rescate se mantienen cada vez más altos.
“Cobran hasta por cabeza de ganado vendida en el rastro”, me confía un empresario que pide guardar el anonimato. Los ganaderos pagan y callan. Si no, no venden. ¿Resultado? Al menudeo el precio del kilo de carne se ha duplicado y ha llegado a los ¡cien pesos! Lo mismo les pasa a los barcos camaroneros.
Según reportes de inteligencia, los criminales dejaron las ciudades de Tamaulipas y se han refugiado en las zonas rurales y la región norte de Veracruz.
Toda la atención la tienen Guerrero y Michoacán. Pero no hay que dejar de ver al norte, donde esta Tamaulipas.
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Protección a candidatos por narcotráfico en México
El gobierno de México informó que ofrecerá protección a los candidatos a los distintos cargos para las próximas elecciones del 7 de junio de este año, una vez que se inicie la campaña electoral. El narcotráfico en México puede poner en jaque las elecciones 2015 en México
El anuncio lo dio el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong horas después de conocerse el asesinato de la precandidata del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a la alcaldía de Ahuacuotzingo, en el estado de Guerrero, Aidé Nava González. Pero ojo, el narcotráfico en México no es el unico tipo de crimen organizado que debe poner en jaque las elecciones 2015 en México, tambien la trata de personas, secuestro, etc
La dirigente de 42 años fue secuestrada la semana pasada y la noche del martes su cadáver fue hallado decapitado y con una nota de un grupo criminal armado a su lado. La familia de Nava ha sido duramente impactada por la delincuencia organizada. Su hijo Francisco Quiñones Nava permanece desaparecido tras ser secuestrado a finales de 2012, mientras que su esposo Francisco Quiñones Ramírez, ex alcalde de Ahuacuotzingo, fue asesinado en junio de 2014, reseñó el diario El Universal.
«Sabemos dónde hay una mayor amenaza y por ello es que incluso por escrito, a algunos candidatos de todos los partidos políticos, en algunos casos especiales, estamos ofreciéndoles el respaldo y el apoyo para su seguridad», dijo Osorio Chong, informó Milenio, quien rechazó que en algunas zonas de Guerrero se vayan a suspender las elecciones por el rechazo hacia las mismas de algunos grupos armados. «Lo que tenemos que hacer como Estado mexicano es garantizar que se puedan realizar».
El 7 de junio se renovarán los 500 diputados del Congreso de la Unión, así como alcaldes de todo el país y gobernadores en 16 estados del país.
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Alejandra Sayonara Gómez Patiño hija de la Tuta cobra de maestra
Alejandra Sayonara Gómez Patiño, identificada como hija de Servando Gómez Martínez “La Tuta”, exlíder de los Caballeros Templarios, cobra en la nómina de la Secretaría de Educación de Michoacán, de acuerdo con el titular de la dependencia, Armando Sepúlveda López.
El señalamiento fue citado por el portal local MiMorelia.com, que además mencionó que Alejandra Sayonara Gómez Patiño se desempeña como maestra en el municipio de Arteaga.
En el Sistema de Información y Gestión Educativa de la Secretaría de Educación Pública (SEP) aparece como maestra de Michoacán una persona de nombre Alejandra Sayonara Gómez Patiño, aunque con “información disponible hasta el 2013” (cuarto trimestre).
Los registros únicamente muestran la CURP GOPA851129MMNMTL09 de la maestra y su número de contribuyente GOPA851129118, que son el registro de Alejandra Sayonara Gómez Patiño.
Quien también continúa apareciendo en la nómina de maestros de la SEP en Michoacán es su padre, Servando Gómez Martínez, detenido en Morelia el pasado 27 de febrero por la Policía Federal, también con “información disponible hasta el 2013” (cuarto trimestre).
Su CURP GOMS660206HMNMRR08 confirma que tiene 49 años y nació el 6 de febrero de 1966. También se reporta su registro federal de contribuyente GOMS660206NS4.
En octubre del 2014, la hija de “La Tuta” Alejandra Sayonara Gómez Patiño fue detenida por agentes del Estado de México y presentada ante un agente del Ministerio Público; sin embargo, una vez que compareció ante esa representación social, fue liberada y se retiró de esas instalaciones.
En ese entonces se mencionó que Sayonara Alejandra “rindió su declaración con relación a hechos investigados” por la Procuraduría del Estado de México y “fue puesta en libertad inmediatamente después”.
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Hipólito Mora libre y quiere ser diputado
Un segundo ex líder de un movimiento de autodefensas mexicano quedó en libertad el martes tras permanecer detenido por cargos de asesinato por un enfrentamiento el pasado 16 de diciembre que dejó 11 muertos en el estado occidental de Michoacán.
Un juez del máximo tribunal del estado ordenó la liberación de Luis Antonio Torres, «El Americano», tras determinar que su grupo de policías rurales actuó en defensa propia y dentro de su autoridad legal cuando se vieron atacados en el enfrentamiento.
El ex líder grupo rival en esa contienda, Hipólito Mora, fue liberado la noche del lunes junto a unas dos docenas de seguidores por los mismos motivos. En entrevistas con radios el martes, anunció que sostiene pláticas con el minoritario partido izquierdista Movimiento Ciudadano sobre la posibilidad de aceptar una candidatura como diputado federal.
«Voy a seguir en pláticas con el movimiento y si llegamos a un acuerdo le voy a entrar», dijo en MVS Radio el líder de las autodefensas Hipólito Mora, que surgieron en 2013 cuando habitantes del estado occidental de Michoacán se armaron para enfrentar el asedio del cartel de las drogas de Los Caballeros Templarios.
Casi un año después de la aparición de las autodefensas, el gobierno federal intervino en el estado y comenzó a detener a prácticamente todos los líderes del cartel.
Varios miembros de las autodefensas (entre ellos Hipólito Mora) fueron incorporadas a un grupo institucional policial denominado Fuerza Rural, aunque ha habido divisiones entre algunos de los liderazgos.
El hijo de Hipólito Mora, y otras 10 personas más, fallecieron en el enfrentamiento del 16 de diciembre contra la facción encabezada por Luis Antonio Torres, «El Americano».
Los dos ex líderes y varios de sus seguidores fueron detenidos y enviados a prisión, sin embargo, la procuraduría de Michoacán ha dicho que un juez determinó que ambos actuaron en defensa propia por lo que se retiraron los cargos. Ambos, sin embargo, se acusaron mutuamente de ser los responsables.
El último líder visible de Los Caballeros Templarios, Servando Gómez «La Tuta» fue detenido a finales de febrero en Michoacán.
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Como ven a Iguala Guerrero en el exterior
Un coche viejo y desvencijado cruzaba las calles de Iguala Guerrero y desde el altavoz en el techo se escuchaban los titulares del diario vespertino: «Otro ejecutado, otro ejecutado».
Pero a muchos de sus residentes el escandaloso titular no les sorprende.
Este tipo de noticias ya eran parte de la vida cotidiana de Iguala Guerrero incluso antes de que la policía hiciera desaparecer de las calles de esta ciudad a 43 estudiantes de magisterio en septiembre pasado. Y cinco meses después lo siguen siendo pese a que 600 policías federales y mil soldados enviados para reemplazar a la policía local pues no han sido capaces de impedir los asesinatos o los secuestros en la ciudad.
En apenas una semana, a finales de febrero y principios de marzo, al menos 19 personas murieron asesinadas en la ciudad de unos 140.000 habitantes. La mayoría cayeron por las balas de los sicarios que se mueven de a dos por motocicleta.
Y si la violencia continúa es porque el negocio más lucrativo de Iguala Guerrero, el tráfico de opio, no disminuye.
La ciudad se encuentra en una planicie a medio camino entre ciudad de México y Acapulco, en el sureño estado de Guerrero, rodeada de montañas repletas de cultivos de amapola. De los valles entre esas montañas salen infinidad de caminos que confluyen necesariamente en Iguala Guerrero, que es una especie de nodo de comunicaciones que canaliza el comercio en dirección norte, siempre al norte, hacia Estados Unidos.
Una investigación federal estadounidense descubrió que vendedores de heroína en Chicago habían realizado llamadas desde sus teléfonos a teléfonos de Iguala.
«Iguala Guerrero es la ruta, algo que no ha cambiado ni cambiará», dijo Marina Hernandez de la Garza, concejal del municipio. «Los malos no se han ido. Ahí siguen».
Varios grupos de narcos combaten por el control de esas rutas y las jugosas utilidades que generan. En los meses anteriores a la desaparición de los 43 estudiantes, el cartel que controla la ciudad, «Guerreros Unidos», trabajaba hombro a hombro con la policía para mantener retenes de control a las entradas de la ciudad. Su objetivo era vigilar que no se infiltrasen miembros del grupo rival, «Los Rojos».
Un número indeterminado de personas desapareció porque en esos controles se les bajaba de los autobuses en los que viajaban y no se volvía a saber de ellas.
Aunque nadie ha sido capaz de vincular la desaparición de los 43 estudiantes directamente con el tráfico de opio, fue ese comercio el que permitió crear la atmósfera de muerte, de sospechas y de violencia con la que se encontraron los jóvenes el 26 de septiembre cuando ingresaron a la ciudad a pedir dinero y a apropiarse de autobuses con los que querían viajar a una manifestación en la capital.
«Tuvieron que desaparecer 43 personas para que se prestase atención a lo que pasaba en Iguala Guerrero», dijo Cesar Miguel Peñaloza Santana, alcalde de Cocula, el lugar donde se supone que fueron asesinados los estudiantes. «No se hablaría de este problema si eso no hubiese pasado».
Casi la mitad de la heroína que llega a Estados Unidos se produce en México, una cifra que ha aumentado del 39% que se supone se producía en el país en 2008. Es casi la misma cantidad de heroína que la producida por América del Sur, que un día predominaba en el mercado, según un estudio de la Agencia Antidroga estadounidense (DEA). Y la mayoría del opio mexicano, que termina procesado en heroína, proviene de Guerrero.
El tráfico de drogas ha contribuido, además, a que Guerrero sea uno de los estados más violentos de México. En 2014, se registraron 1.268 asesinatos, una tasa de 37,3 por cada 100.000 habitantes, la más alta del país.
Aunque Guerreros Unidos controla a Iguala Guerrero, sus competidores más directos, Los Rojos, controlan el territorio que se extiende en dirección sur hasta la capital del estado, Chilpancingo. Las autoridades federales han dicho que los miembros de Guerreros Unidos, que han sido detenidos, les contaron que se les ordenó atacar a los 43 estudiantes porque creyeron que entre ellos había miembros de Los Rojos.
Los investigadores creen que si la policía municipal de Iguala Guerrero entregó a los estudiantes a Guerreros Unidos, que los asesinaron y quemaron sus cuerpos, fue por orden del ex alcalde de la ciudad, José Luis Abarca.
En esta investigación hay más de cien detenidos, 44 policías y 17 presuntos narcos, así como el ex alcalde y su esposa, María de los Ángeles Pineda, que tiene vínculos familiares con Guerreros Unidos.
Jorge Chabat, un experto mexicano en temas de seguridad, dice que para poder enfrentarse el problema del narcotráfico en el estado hará falta muchas detenciones más.
«Sin reformas más profundas, sin el fin de la impunidad, sin reforzar el estado de derecho, poco va a pasar pese a la presencia federal», dijo Chabat. «Aunque capturen a algunos, la organización se mantiene».
En las semanas previas a la desaparición de los estudiantes, los habitantes de Iguala Guerrero recuerdan que se vivieron intensos enfrentamientos.
En agosto, hombres armados bloquearon la autopista que va de Iguala a Chilpancingo. Cuando las autoridades lograron reabrirla se encontraron con 200 cartuchos percutidos y un cuerpo decapitado.
La policía de Iguala Guerrero, leal a Guerreros Unidos, mantenía puestos de control para filtrar la entrada de Los Rojos. Varios vecinos que no se atreven a revelar sus identidades, cuentan que la policía detenía coches y autobuses y se llevaba a gente de la que no volvía a saberse nada.
Después de la desaparición de los estudiantes, algunos parientes y activistas recorrieron las montañas cercanas a la ciudad y se encontraron con una fosa común tras otra. En ellas fueron arrojados decenas de cuerpos víctimas del conflicto entre los carteles. Desde octubre, familiares de alrededor de 380 desaparecidos han registrado a sus deudos como tales.
Fuera del conflicto con Los Rojos al sur, Guerreros Unidos combaten contra La Familia en el flanco oeste. El mes pasado, miembros de esa organización secuestraron a 18 personas en un autobús que recorría la carretera entre las poblaciones de Cocula y Nuevo Balsas, controlada por La Familia.
La presencia federal y los controles militares han aplacado la situación en Cocula. Pero el alcalde está convencido de que la violencia aumentará de nuevo en cuanto los federales se vayan. Los agujeros de balas en las paredes de su despacho demuestran que él sabe de qué habla.
«Desafortunadamente no hay soldados suficientes para todo el país», dijo.
En Iguala, que una vez tuvo una vida nocturna vibrante, las calles se quedan desiertas al caer la noche. Durante el día, una de las concejales se desplaza con dos escoltas armados y los vendedores de droga en moto se mueven de a dos en cada moto y en grupos de cuatro o cinco motos, dando vueltas al parque central.
Los habitantes de la ciudad están acostumbrados a llamadas y mensajes de texto para avisar de que han llegado a su casa sanos y salvos. Una mujer cuenta que sus padres le piden que cuando llegue a casa, los llame y encienda la televisión como prueba de que, de verdad, está en casa. Cada vez que corre el rumor de un nuevo tiroteo, esas llamadas y mensajes pululan por los teléfonos.
Algunos creen que el origen del problema radica en que la mafia se metió en la política y que los políticos se metieron en la mafia.
Antes «se dejaba pasar (la droga) y ellos dejaban a la población en paz», dijo un funcionario electo de la municipalidad que no puede dar su nombre por miedo a represalias. «El problema es cuando la mafia entera en política y ya no hay orden ni respeto».
Sofía Mendoza Martinez, concejal de Iguala, dijo que no había una línea divisoria entre políticos y crimen organizado durante la época de Abarca. Su marido, un activista campesino, murió asesinado en 2013 tras un enfrentamiento con el alcalde, que está detenido y a quien se le acusa de ese asesinato.
Cree que para el gobierno es fácil echarle toda la culpa al crimen organizado, pero el crimen organizado recibe órdenes de los políticos.
Mendoza no se separa de sus dos escoltas, que son policías estatales.
«Los federales se irán y nosotros nos quedamos aquí».
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Omar Treviño Morales, alias El Z-42 es detenido
Una persona identificada como Omar Treviño Morales, alias El Z-42, y quien es señalado como el líder del grupo criminal de Los Zetas, fue detenido esta madrugada en San Pedro Garza García, Nuevo León.
Por Omar Treviño Morales la PGR ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos
Fuentes del Gabinete de Seguridad Nacional del Gobierno Federal informaron que el operativo de captura de Omar Treviño Morales fue realizado por elementos de la Policía Federal con el apoyo del Ejército Mexicano, aproximadamente a las 4:00 horas de este miércoles.
El sospechoso Omar Treviño Morales fue a instalaciones militares, para la realización de los primeros estudios que confirmen su identidad.
Omar Treviño Morales El Z-42 asumió el control del grupo de Los Zetas tras la detención de su hermano Miguel Treviño Morales, El Z-40, ocurrida el 15 de julio de 2013, durante un operativo de la Armada de México.
Se espera el traslado del detenido Omar Treviño Morales en las próximas horas a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la Procuraduría General de la República en las próximas horas.
Por Omar Treviño la PGR ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos y a Agencia Antidrogas de Estados Unidos cinco millones de dólares.
La detención de Treviño Morales ocurre días después de la captura de Servando Gómez, líder del cártel de Los Caballeros Templarios.
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La captura de Servando Gómez «La Tuta» no es el fin de los caballeros templarios
La captura de Servando Gómez «La Tuta», el líder de los Caballeros Templarios -el cártel que aterrorizó el estado occidental de Michoacán durante años- es un nuevo golpe de efecto del gobierno mexicano en su intento por reducir la lista de los capos más buscados, pero nadie espera que la violencia o el narcotráfico disminuya con su detención.
El crimen organizado se reacomodará mientras el cártel golpeado ahora se reagrupa o da origen a nuevos grupos, como ha ocurrido en las anteriores ocasiones en las que México ha capturado o matado a un líder de la delincuencia.
«Desmantelarlos era un paso necesario pero no acaba con el problema de la inseguridad», dijo Alejandro Hope, un analista de seguridad. «La siguiente fase es más complicada. Hay pequeños grupos, remanentes que extorsionarán, robarán y posiblemente fabricarán metanfetaminas».
Gómez, un maestro de primaria de 49 años reconvertido en uno de los narcotraficantes más poderosos de México, fue capturado después de meses de trabajo de inteligencia el viernes de madrugada en la capital michoacana, Morelia, junto a otras ocho personas que tenían en su poder armamento pesado, incluido un lanzagranadas, y en un operativo en el que no hubo ni un solo disparo, dijo el Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido.
El cártel de los Templarios, un grupo con inclinaciones seudo-religiosas que se escindió de La Familia Michoacana, había logrado un «control absoluto» del estado, en palabras del secretario de Gobernación Miguel Angel Osorio Chong. Orquestaba la vida política, controlaba la economía, cobraba «impuestos» -extorsiones-, predicaba un particular código de devoción a Dios y a la familia, mataba, asesinaba y generaba terror.
Pero la organización perdió poder cuando miles de civiles se alzaron en armas en 2013 y crearon los grupos de autodefensas para luchar contra ellos y, sobre todo, cuando el gobierno federal intervino en Michoacán en enero de 2014 para poner orden en el estado.
El presidente Enrique Peña Nieto, que llegó al poder hace poco más de dos años, ha tenido éxito en la captura de importantes narcotraficantes, incluido el capo de capos y líder del cártel de Sinaloa, Joaquín «El Chapo» Guzmán, detenido hace un año.
En total, en los últimos seis años han sido arrestados o abatidos en México 10 líderes criminales, seis de ellos durante el mandato de Peña Nieto. Y de los máximos capos sólo sigue libre Ismael «El Mayo» Zambada, del cártel de Sinaloa.
«Estamos avanzando, estamos respondiendo, estamos teniendo importantes aprehensiones de los objetivos más importantes, de los delincuentes más buscados», señaló el viernes el presidente. «Pero sobre todo, seguimos trabajando para lograr el México de paz que queremos».
Sin embargo, las detenciones, aunque sean de líderes poderosos, parecen tener poco efecto en el tráfico de drogas. Las aprehensiones en la frontera entre México y Estados Unidos, la única manera de tener una estimación del tráfico, han fluctuado de las 1.220 toneladas de 2010 a las 1.410 de 2011 y las 1.040 de 2014, según cifras oficiales estadounidenses.
El gobierno mexicano asegura que recuperó Michoacán de manos de los Caballeros Templarios y que la captura de Gómez fue la cereza del pastel, un arresto de especial simbolismo. En entrevista con agencias noticiosas, el procurador michoacano José Martín Godoy explicó que sólo quedan dos o tres capturas importantes en el estado pero garantizó que la estructura de los Templarios está destruida porque se le comenzó a golpear desde la base y desde distintos ámbitos de forma simultánea.
«Ya no hay grupos de crimen organizado, hay individuos criminales», dijo el fiscal, nombrado por el gobierno federal como parte del despliegue de enero de 2014 para asumir el control de Michoacán.
Como muestra de lo que las autoridades consideran un éxito, Martín Godoy indicó que en un año de trabajo más de 6.000 personas han sido detenidas, entre ellas 352 servidores públicos -autoridades políticas, administrativas y policías- con delitos que van desde el «halconeo» – ser informante del crimen-, hasta la extorsión, el homicidio, el secuestro o el peculado. Entre los procesados se encuentra el ex gobernador interino Jesús Reyna.
Además, Martín Godoy indicó que se han asegurado 160 inmuebles de templarios, cerrado 15 minas -el hierro ilegal era uno de los negocios de los Templarios- y hay abiertas 10 investigaciones sobre empresas.
Pero los expertos dudan de los efectos a medio y largo plazo de estos resultados.
«Es peligroso sugerir que los Caballeros Templarios están desmantelados», explicó David Shirk, profesor asociado de Ciencias Políticas de la Universidad de San Diego. «Puede que les lleve seis meses o un año pero este es un grupo de actores ilegales que ha conservado el poder. Sus raíces se remontan a los años 80 y 90. Tienen diferentes etapas, cambian los nombres, cambian los líderes pero el problema persiste».
De hecho, los Caballeros Templarios surgieron como una escisión del cártel de La Familia, donde Servando Gómez «La Tuta» comenzó transportando marihuana antes de convertirse en uno de sus líderes, hace una década. El cártel se presentó como un grupo ejecutor de la justicia divina dispuesto a proteger a los michoacanos de Los Zetas, pero era una organización sanguinaria que adiestraba a sus miembros en las técnicas más violentas, desde ejecuciones a desmembramientos, y que solía emboscar a militares y policías federales.
Las autoridades golpearon duro a La Familia ya en el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) y en 2010 consideraron derrotado al grupo tras abatir a su entonces líder Nazario Moreno «El Chayo». Pero La Familia se movió a los estados vecinos de Guerrero y Estado de México, donde ahora lucha contra otros grupos rivales por el control del creciente y lucrativo tráfico de heroína.
«El Chayo», que realmente no murió cuando el gobierno lo anunció, creó entonces los Caballeros Templarios junto a Servando Gómez «La Tuta» y ambos asumieron un control todavía mayor de Michoacán.
Después, en 2014, cuando las autoridades realmente mataron a Nazario Moreno, y Servando Gómez «La Tuta» tuvo que esconderse, Los Templarios empezaron a operar también en Guerrero, al menos en la localidad de Ciudad Altamirano, donde exigen el pago por protección a los pequeños comerciantes.
El hermano del dueño de una cadena de farmacias y quien pidió el anonimato por temor a represalias, aseguró que todos los comercios en Altamirano pagan «cuotas» anuales que van desde los 5.000 a los 30.000 pesos (de 335 a 2.000 dólares) por el mero hecho de poder funcionar. Si no pagan, las consecuencias son claras: Violencia, secuestros y la quema de establecimientos.
«Tengo que la impresión de la captura de Servando Gómez «La Tuta» es otra detención sin consecuencias judiciales», señaló Edgardo Buscaglia, un experto en crimen organizado e investigador de la Universidad de Columbia. «Lo único que se pretende es reordenar el mapa para alcanzar una especie de paz mafiosa al margen del sistema de justicia que mejore la imagen de la administración de Peña Nieto».
Y en Michoacán muchos coinciden. A pesar de que el viernes había vehículos voceando la noticia de la detención con ediciones especiales de algún periódico local, cunde el escepticismo.
«La detención de Servando Gómez «La Tuta» no es ni buena ni mala, creo que sólo es un modo de distracción del PRI -el partido en el gobierno federal- en periodo electoral», dijo Roberto Carlos Chávez, un joven de 20 años que vende hamburguesas en Morelia.
«Es una muy buena noticia pero no sé si resolverá los problemas de Michoacán», comenta por su parte un taxista de esa ciudad, Jesús Osorio. «El crimen organizado seguirá».
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Los Viagras ahora controlan Michoacán
Llegan los Viagras. Con la aparición de los grupos de autodefensa, en febrero del 2013, Los Caballeros Templarios, cártel hegemónico de Michoacán, se pulverizó y perdió aliados en todo Michoacán. Los principales brazos armados abandonaron a la organización criminal y se integraron a los grupos de autodefensa para combatir a sus antiguos jefes, particularmente a Nazario Moreno González, El Chayo, Enrique Plancarte Solís, Kike, Servando Gómez Martínez, La Tuta, y Francisco Galeana Núñez, Pantera.
Muertos El Chayo, Quique y Pantera, los hermanos Mariano, Nicolás, Carlos, Rodolfo, Gabino y Francisco Sierra Santana, mejor conocidos como Los Viagras, toman fuerza y se apoderan de Apatzingán, Parácuaro, Arteaga y Tumbiscatío, donde encabezan la búsqueda de La Tuta, de la mano con fuerzas federales, y Estanislao Beltrán Torres, Papá Pitufo.
Rodolfo, Comandante Hormiga, y Nicolás, El Gordo, son quienes más preponderancia toman en la “cacería” de El Profe, quien antes fue su jefe y hasta ayer fue su principal enemigo; los dos hermanos Sierra Santana incluso formaron parte del G-250, un grupo especial de la Fuerza Rural, disuelto en diciembre de 2014 por instrucciones de Alfredo Castillo Cervantes, entonces comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán.
Pero Los Viagras no recularon al ser desconocidos como miembros de la Fuerza Rural y encabezar la toma de la presidencia municipal de Apatzingán, apoyados por el sacerdote católico Gregorio López Gerónimo y aliados con Hipólito Mora Chávez; el episodio de la toma de la alcaldía apatzinguense culminó la madrugada del 6 de enero de este año, cuando el Ejército desalojó a los incondicionales de los hermanos Sierra Santana.
El operativo federal aquella madrugada de Reyes terminó con saldo de un muerto, pero empeoró la mañana de ese mismo martes cuando los seguidores de Nicolás Sierra Santana se enfrentaron a la Policía Federal y murieron seis personas más.
Desde entonces no aparecen Los Viagras, a quien informes de inteligencia militar ubican ya como aliados de los Guerreros Unidos, grupo criminal vinculado con la muerte y desaparición de estudiantes de la Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa. Sin embargo, los hermanos Sierra Santana son vistos como un cártel del crimen organizado cuya pretensión es pelear por el control de Apatzingán.
Nicolás y Rodolfo son vistos por las autoridades federales como enemigos de Luis Antonio Torres González, El Americano, preso en un penal de Morelia; también antagonizan con Emilio y Lázaro Álvarez Ramírez, otros miembros de las autodefensas a quienes informes oficiales les atribuyen actividades delictivas con interés de pelear a Los Viagras la plaza de Apatzingán.
En Tepalcatepec también existe otro grupo de interés encabezado por Juan José Farías Álvarez, El Abuelo, y Uriel, el hermano de éste, quienes mantienes el control de la Fuerza Rural, pero igualmente de grupos armados identificados con grupos delincuenciales de Jalisco.
Con la captura de Servando Gómez Martínez, La Tuta, otro reductor de los llamados Caballeros Templarios está encabezado por un primo de Nazario Moreno González, a quien sólo se le conoce como Gallito o Gonzalito; quien según, fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal heredó a su consanguíneo el afán por mantener el control de Michoacán, pero además posee dinero y propiedades que el gobierno federal no pudo decomisar al fundador de La Familia Michoacana.
En Uruapan, aunque hasta el último momento fue controlado por las huestes de Servando Gómez, informes oficiales ubican a personajes de la vida pública como Isaac Meraz Monroy, propietario de al menos cuatro empresas constructoras, como un personaje ligado a la “Tuta”, con amplia influencia en el sector político.
El Contador Meraz es ampliamente conocido en Uruapan por su amplio poderío económico y la influencia que ejerce en la propia alcaldía de la llamada “Perla del Cupatitzio”, particularmente con el alcalde Aldo Macías Alejandre.
También, a partir de la captura de Servando Gómez Martínez, entre los grupos de la Fuerza Rural de Tierra Caliente, existe la expectativa de una eventual recomposición de La Familia Michoacana, vinculada a la familia Méndez Vargas y a su líder Jesús El Chango Méndez.