Etiqueta: narcotrafico

  • Asesinan a otros cinco Tamaulipas, narcotráfico imparable

    Cinco integrantes de una familia fueron asesinados al interior de su domicilio por sujetos armados, en la colonia ampliación Pedro Sosa de esta ciudad capital.
    En menos de una semana han sido tres familias completas las que han perdido la vida a manos de civiles armados en la localidad.
    El Grupo de Coordinación Tamaulipas confirmó que en la noche del jueves 14 de julio, sujetos armados ingresaron a la vivienda y ultimaron a cinco integrantes de dicha familia.
    A las 19:17 horas, personal de C4 reportó a las autoridades federales y estatales que en un domicilio ubicado en la esquina de las calles Costa Rica y República de España, de la citada colonia, se encontraban los cuerpos sin vida de cinco personas.
    Al lugar se presentaron agentes de la Policía Ministerial, quienes encontraron los cuerpos abatidos de dos mujeres adultas y los de tres menores de edad.
    Hasta el momento se desconocen los motivos de la agresión y quién o quiénes fueron los agresores. En el interior del domicilio de las víctimas se aseguró un arma larga AR-15 con varios cargadores abastecidos.
    La Procuraduría General de Justicia del Estado está al frente de las investigaciones para dar con los responsables de este múltiple homicidio.
    Apenas el pasado sábado 9 de julio 14 personas integrantes de dos familias fueron ultimados; 11 de ellos correspondieron a una familia y el resto a la segunda.
    Más adelante autoridades dieron a conocer que las investigaciones continúan para dar con los responsables de los lamentables hechos.
    Asesinan a otros cinco Tamaulipas, narcotráfico imparable

  • El Mayo Zambada habría negociado liberación de los hijos del Chapo Guzmán

    Como hilero de pólvora la información de Rio Doce recorre las redes sociales, El Mayo Zambada, compadre de Joaquín El Chapo Guzmán y padrino de alguno de sus hijos, se dice que no solo advirtió a Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán a no meterse en territorio del Cartel Jalisco Nueva Generación, donde los levantaron en Puerto Vallarta, sino también una vez levantados negocio con el CJNG su liberación.
    La información esta aún muy fresca pero se comenta ya en varios portales de narcocultura que El Mayo Zambada, fue quien negocio con el cartel Jalisco nueva generación la libertad de los hijos del Chapo Guzmán, aun a pesar de que mucho se habla de que fue El Mayo Zambada quien pusiera el dedo a El Chapo Guzmán.
    Lo cierto es que El Mayo Zambada es uno de los objetivos más buscados por las autoridades no solo en México sino también en el extranjero y sabe protegerse al grado que no existe una sola foto actualizada de su figura o cara.
    Las autoridades de la Fiscalía General de Jalisco puntualizan que efectivamente los hijos del líder del narcotráfico Joaquín Guzmán Loera habían sido levantados en el restaurante gourmet La Leche en Puerto Vallarta, información que fue confirmada por la familia Guzmán y que ahora, también es la familia a través de la agencia noticiosa AFP quien confirmara que regresaron los muchachos sanos y a salvo.
    Falta información por el momento pero de ser así, El Mayo Zambada se convertiría de nueva cuenta en aliado del Chapo Guzmán y quizá de una vez por todas acabaría con los rumores de que se encuentra peleado con el detenido líder del cartel de Sinaloa.
    El Mayo Zambada habría negociado liberación de los hijos del Chapo Guzmán

  • Rubén Moreira también fue comprado por los Zetas

    Adolfo Efrén Tavira, exgerente de Producción de Televisa y traficante de armas y drogas para Los Zetas, confesó que conoció de la entrega de una Suburban “atestada de maletas de dinero” para el gobernador de Coahuila Rubén Moreira Valdez.
    Tavira testificó a favor de la Fiscalía en el juicio que se le sigue en esta ciudad el narcotraficante mexicano Mariano Millán Vázquez, Chano, quien en marzo de 2011 participó en los asesinatos masivos perpetrados en Piedras Negras y luego fue ascendido a jefe de plaza de esa ciudad fronteriza.
    Durante varias horas, el exempleado de Televisa contó al jurado su trayectoria en el crimen organizado que operaba en el norte de Coahuila.
    Dijo que en la televisora de Emilio Azcárraga Jean llegó a gerente de Producción y también trabajó en el departamento de Noticieros en la ciudad de Piedras Negras.
    Según el testigo, en esa empresa borraba de las notas los nombres de narcotraficantes para que no salieran en sus noticieros, y se responsabilizó de hablar con otros reporteros y medios de comunicación para que hicieran lo mismo.
    Por esa actividad, que realizó entre 1996 y 2000, los narcos le pagaban un sueldo y él, a su vez, se encargaba de pagar a sus colegas.
    Cuando el fiscal lo cuestionó sobre la relación de Los Zetas con las autoridades de Coahuila, Tavira respondió: “Supe de unas contribuciones, exactamente no sé qué tanto dinero, pero se entregaron para el gobernador. En ese tiempo estaba Rubén Moreira”.
    Añadió: “Estuve presente en una entrega, pero yo me salí de ahí. Lo iban a hacer y después me dijeron que sí lo hicieron. Fue en el rancho de Beto Casas (un capo zeta de Piedras Negras).
    “Sólo me dijeron que le habían entregado una Suburban con un montón de maletas llenas de dinero”.
    Efrén Tavira describió también que en cuatro ocasiones compró lotes de fusiles de asalto para Los Zetas en Houston, Texas y fue responsable de coordinar a los vehículos y sus choferes que introducían cocaína a Eagle Pass.
    Durante su confesión describió el asesinato de al menos 40 personas, todos amigos y conocidos del excapo Alfonso Poncho Cuéllar, y detalló que los hermanos Miguel Ángel y Óscar Omar Treviño Morales participaron directamente en la ejecución de hombres, mujeres y menores que nada tenían que ver con el narcotráfico.
    Rubén Moreira también fue comprado por los Zetas

  • Juan José Farías líder de autodefensas sufre atentado

    Juan José Farías Álvarez, El Abuelo, de 46 años, exlugarteniente del cártel de los Valencia y precursor de las autodefensas de Michoacán, fue herido a balazos en compañía de un sobrino de 11 años cuando ambos se encontraban en un establecimiento comercial de esta localidad, informó la Procuraduría General de Justicia de Michoacán en un comunicado.
    Trascendió que, tras la agresión, ambos fueron trasladados al hospital regional del municipio de Apatzingán, a la que acudió personal ministerial para corroborar las heridas de ambas personas.
    Los agresores se lograron dan a la fuga, por lo que personal de la Dirección de Investigación y Análisis ha iniciado las investigaciones correspondientes.
    El Abuelo Farías es hermano de Uriel Farías Álvarez, expresidente municipal de Tepalcatepec, quien fue detenido en el fallido Michoacanazo, en el sexenio de Felipe Calderón, en 2009, acusado de vínculos con la delincuencia organizada.
    Ambos hermanos han sido relacionados con el Cártel Jalisco Nueva Generación, liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, cuando dicha organización delictiva ingresó a la región de Tepalcatepec y de la Tierra Caliente michoacana.
    Por esa razón esta organización de narcotraficantes, antes ligada con el cártel de Los Valencia, se enfrentó en repetidas ocasiones con Los Caballeros Templarios, entonces encabezados por Servando Gómez Martínez, La Tuta.
    A El Abuelo y a Uriel Farías se les atribuye ser ideólogos de los grupos de autodefensa surgidos en 2013.
    Juan José Farías líder de autodefensas sufre atentado

  • Que paso en Alto Lucero Veracruz

    Un saldo de ocho personas muertas dejó un enfrentamiento entre un grupo armado con efectivos del Ejército mexicano en la localidad El Embarcadero, municipio de Alto Lucero.
    Un grupo armado a bordo de al menos 12 vehículos llegó a dos comunidades ubicadas en la costa, muy cerca de la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde, y saqueó las viviendas; además se llevó a tres miembros de una familia dedicada a la fabricación artesanal de quesos, pero en el trayecto se toparon con militares, a los que enfrentaron.
    La Fiscalía General de Veracruz emitió un comunicado en el que señala que ya investigan los hechos, pero no habla de detenciones.
    Un reporte policiaco interno de la Secretaría de Seguridad Pública estatal narra que alrededor de las 15:30 horas recibieron un reporte anónimo sobre un comando que había llegado a la comunidad El Embarcadero a bordo de varios vehículos.
    Uno de los testigos refirió a los policías que los maleantes saquearon las viviendas, se llevaron varios electrodomésticos y secuestraron a tres miembros de la familia de queseros: dos varones y una menor de edad. Con ellos huyeron hacia la comunidad El Limón, a la que aparentemente también iban a saquear.
    En el trayecto hacia la carretera federal, la Costera del Golfo, el convoy se topó con efectivos del Ejército y ocurrió la refriega. Cuando los policías de Seguridad Pública llegaron al sitio sólo lograron enterarse que había ocho personas sin vida y no los dejaron aproximarse al sitio donde yacían los cuerpos.
    La persecución del grupo armado continuó la noche del viernes y hasta la madrugada del sábado. Los vehículos en los que viajaban se quedaron varados y abandonados. La versión de los lugareños es que desde hace tres o cuatro meses la familia de fabricantes queseros comenzó a recibir amenazas de extorsión.
    Que paso en Alto Lucero Veracruz

  • Ligan violencia en Juárez a la llegada de Caro Quintero

    Los asesinatos en Ciudad Juárez, con características del crimen organizado, aumentaron a 18 en lo que va de julio, esto con el último crimen ocurrido en la colonia Águilas de Zaragoza, al sur de la ciudad, donde fue localizado el cuerpo de un hombre que fue abandonado en la calle.
    El cadáver tenía huellas de tortura, las manos atadas hacia atrás y su cabeza cubierta con una bolsa plástica, también presentaba un impacto de bala en la cabeza.
    La semana pasada el fiscal del estado declaró que se tienen datos de que un nuevo grupo criminal, encabezado por Rafael Caro Quintero, busca pelear la plaza del negocio del narcotráfico y que podría estar presente una avanzada para comenzar enfrentamientos en la lucha por el control de la droga.
    Luego de esta declaración, a inicios de la semana fue dejado un mensaje amenazando al fiscal, el cual estaba firmado por el narcotraficante Rafael Caro Quintero.
    A pesar de que se ha notado un repunte en homicidios que podrían estar relacionados con cuestiones de drogas y grupos criminales, el general de la Guarnición de la Plaza, Hugo Humberto Pedroza Salazar, desmintió la versiones del Fiscal y aseguró no tener información de la presencia del narcotraficante.
    Ligan violencia en Juárez a la llegada de Caro Quintero

  • La debilidades de los líderes del narcotráfico

    Dicen que todos tienen una debilidad. “El Chapo” y “La Tuta”, cayeron por sus esposas. “El Chayo”, por su novia. Quienes forman los cuerpos de inteligencia del gobierno que los han perseguido y detenido me cuentan que cuando detectan a su debilidad —una esposa, una hija, un pasatiempo— es cosa de días para que sean aprehendidos.
    A uno de los capos más poderosos del país, Héctor Beltrán Leyva alias “El H”, lo capturaron por antojadizo. Dicen que no hay sinaloense que no añore unos buenos mariscos y una cerveza para comer. Y así le pasó al de Badiraguato:
    La ventaja que tuvieron los oficiales de la Marina Armada de México es que “El H” vivía en San Miguel de Allende y, a diferencia de Mazatlán o Culiacán, en ese municipio de Guanajuato no hay muchas marisquerías. Así que cuando interceptaron los antojos del “patrón”, vigilaron la más cara.
    Y hasta ahí llegó. Acompañado de Germán Goyeneche, figura del Partido Verde Ecologista de México.
    Según fuentes federales que hablaron conmigo a condición de mantenerlos en el anonimato, el trabajo coordinado entre la Marina y el Centro de Investigación en Seguridad Nacional (Cisen) permitió primero ubicar a Héctor Beltrán Leyva en un lujoso fraccionamiento de Juriquilla, Querétaro. Usando un nombre falso, se hacía pasar como un cotizado vendedor de arte.
    Las autoridades descubrieron que ni siquiera sus empleados de servicio doméstico sabían en realidad de quién se trataba…
    Hasta que una noche todo se salió de control: en una fiesta, según consta en el expediente que sigue la PGR, mató a tiros al velador porque lo acusó de robar una preciada joya familiar que solía estar en un altar dedicado a su hermano, Arturo Beltrán Leyva alias “El Grande”, ultimado por la Marina en un operativo en Cuernavaca en diciembre de 2009.
    Así lo detectaron.
    El operativo para capturarlo estaba listo. Pero “El H” se salvó.
    De última hora, las fuerzas especiales de la Marina recibieron la orden de viajar a Cancún, Quintana Roo, porque, de acuerdo con los análisis de información e intercepción de comunicaciones que realizó el gobierno federal, Servando Gómez Martínez alias “La Tuta”, estaría reuniéndose con su hermano en el centro comercial La Isla. Y en ese momento político, “La Tuta” era por mucho el objetivo prioritario de la administración Peña Nieto.
    Resultó una pista falsa. “La Tuta” no estuvo ahí y “El H” se escabulló de Juriquilla. Pero volvió a aparecerles en el radar en San Miguel de Allende, y ahí le cayeron. En una marisquería.
    De mesa a mesa. Cuatro de la Marina camuflados como comensales neutralizaron a Héctor Beltrán y Germán Goyeneche, sin necesidad de disparar. Fue el 1 de octubre de 2014.
    Cuentan que desde el momento mismo en que se vio cercado y se rindió, “El H” dijo a sus captores que Goyeneche no tenía nada que ver en la organización. Con información del Cisen y testimonios de la Marina lo acusaron de ser el operador financiero del cártel, pero los jueces lo exoneraron y liberaron. “El H” sigue en el penal del Altiplano.
    La debilidades de los líderes del narcotráfico

  • México en manos del narcotráfico

    El fusil AR-15 estaba tan viejo que los agentes le colocaron cinta metálica alrededor del cargador para que no se le despegara. El helicóptero, sin una de las dos puertas, también parecía tener más de dos décadas. Pero eran, así de precarios, parte del equipo con el que contaba la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) en Juárez en la época más violenta, en 2011, cuando los índices de homicidios seguían alrededor de cinco diarios y la ciudad era todavía una de las más peligrosas de México.
    Noté los recursos de los agentes de la PGR durante un viaje a la Sierra de Chihuahua, donde, sin chalecos antibalas ni protección de otro tipo, durante unas ocho horas se dedicaron a arrancar con las manos miles de matas de mariguana. El dato oficial indicó que se trató de 3.2 hectáreas, el mayor decomiso que realizaba la PGR por sí sola en los más de tres años de presunta guerra contra las drogas en la entidad con los mayores índices de violencia. No hicieron detenciones ni dieron muestras de tratar de buscar a algún relacionado con el plantío aun cuando en el campamento encontrado todo indicaba que los encargados deberían estar cerca, ya que, como suele reportarse en estos casos, las brasas de una fogata bajo un comal seguían encendidas cuando llegamos.
    Varios aspectos del operativo tenían un aire de montaje. Tanto la escasez con la que trabajaban los agentes federales como el hecho de que ninguno parecía tener la intención de buscar a algún probable responsable de la vigilancia y mantenimiento de las hectáreas cultivadas. Si realmente se trataba de “combatir” al narcotráfico, ¿por qué no se trataba de mejorar el trabajo en la investigación de este tipo de delitos? ¿Por qué los agentes de la PGR se veían tan pobremente equipados, sobre todo en comparación con los militares que llegaron a aquella frontera en helicópteros patrocinados por el Gobierno norteamericano a través de la Iniciativa Mérida?
    La delegación de la PGR en Chihuahua duró incluso años sin titular y jamás llegaron los 63 agentes del ministerio público que fueron anunciados al inicio de la Operación Conjunta Chihuahua.
    En el colmo de la ausencia de investigación, la PGR informó que no tenía responsabilidad alguna en esclarecer los miles de homicidios registrados en aquella frontera a partir de 2008, el periodo de violencia atribuido a una disputa entre grupos de la delincuencia organizada.
    El motivo, señaló la dependencia, era que el fuero federal era, efectivamente, el encargado de investigar la delincuencia organizada, pero que la ley en la materia no preveía el homicidio en su catálogo de delitos. En la Fiscalía General del Estado, mientras, el titular, Jorge González, informaba que unos seis mil casos de asesinatos cometidos con armas de uso exclusivo del Ejército Mexicano estaban totalmente sin investigación debido a que, por el calibre de las armas usadas, eran considerados obra de la delincuencia organizada, delito que correspondía investigar a la federación.
    Ninguna Procuraduría, entonces, estaba dispuesta a investigar o a recabar elementos para esclarecer y castigar ante la sociedad lo que había ocurrido.
    Había, en cambio, un despliegue armado que llegó a ser de hasta ocho mil efectivos militares que patrullaron casi cada una de las calles de la ciudad en vehículos tipo Humvee artilladas. La estrategia parecía ser, entonces, ocupar el territorio; no “combatir al narcotráfico” ni, a través de procedimientos penales, imponer el Estado de Derecho.
    La presunta guerra “contra” el narcotráfico presentó, entonces, un marcado contraste entre la violencia y la capacidad del Gobierno federal para detener a presuntos delincuentes. De acuerdo con lo que el ex Secretario de Seguridad Pública reportó en la glosa del Quinto Informe de Felipe Calderón Hinojosa, por ejemplo, en los primeros cinco años de ese sexenio, la Policía Federal detuvo a unas 75 mil personas; de éstas, sin embargo, sólo dos mil 554, o un tres por ciento, resultaron ser probables integrantes de alguna banda del crimen organizado. Al mismo tiempo, en contraste, en el país se registraron unos 84 mil asesinatos dolosos.
    Los procesos penales iniciados a partir de las detenciones de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, son otro ejemplo de falta de profundidad, y no porque se haya fugado dos veces de sendos penales de alta seguridad, sino porque, pese que el Gobierno de Estados Unidos asegura que el Cartel de Sinaloa es el principal introductor de drogas ilegales en su territorio y que el sinaloense es uno de los líderes de esta organización, su arresto no ha provocado otras aprehensiones importantes ni aun acusaciones por delitos como homicidio o lavado de dinero. En el Consejo de la Judicatura, que reporta la actividad de los juzgados federales, no hay siquiera reportes de que la PGR haya obtenido sentencias condenatorias en las averiguaciones previas que mantiene abiertas contra el presunto capo.
    Ismael “El Mayo” Zambada, otro sinaloense con unos 40 años en el negocio del narcotráfico y que supuestamente co-dirige el Cartel de Sinaloa junto con “El Chapo”, mantiene por su parte el récord de nunca haber sido arrestado.
    Y aun cuando el Gobierno federal impulsó la versión de que la violencia era “entre ellos” o de que quienes eran víctimas de homicidio probablemente también eran parte del crimen organizado, la realidad es que el Gobierno federal no puede presentar las averiguaciones previas que expliquen quién asesinó o por qué a cada una de las víctimas. La delincuencia organizada es un delito federal, pero la PGR ha delegado en las procuradurías estatales toda la responsabilidad de aclarar lo sucedido en la presunta “guerra contra las drogas”. Las procuradurías estatales, por su parte, en la mayoría de los casos tampoco investigan.
    Una medición reciente sobre la impunidad alrededor de los asesinatos en México, basada en el número de arrestos por homicidio contra averiguaciones previas abiertas, estima que en un 72.5 por ciento de los casos no hay detenidos; proporción de impunidad que puede ser aún mayor si la cantidad de detenidos se compara con los casos en los que los agentes del ministerio público pueden, efectivamente, presentar evidencia de la responsabilidad de los acusados.
    Sin esta información, comentó uno de los autores del análisis a a medios de comunicación en febrero pasado, “no podemos afirmar quién fue el culpable o cuáles fueron las causas en la gran mayoría de los asesinatos cometidos en este país en los últimos años”.
    Y así, en este contexto en el que la narrativa oficial insiste en que hay una disputa “entre ellos”, el Estado mexicano no sólo ha omitido investigar o encontrar a los responsables de los miles de asesinatos, sino que, en diferentes ocasiones, sus propias fuerzas armadas, incluyendo al Ejército, han sido encontradas como atacantes. La desaparición de 43 normalistas en Guerrero, donde está documentada la participación de al menos dos corporaciones policiacas, es sólo un ejemplo. Otro es el de los también estudiantes Javier Francisco Arredondo Verdugo y Jorge Antonio Mercado Alonso, asesinados en 2010 en Monterrey por personal de la Secretaría de la Defensa Nacional que, aun cuando los abatió desarmados, los identificó como integrantes de la delincuencia organizada.
    Pero esa es la función de la impunidad en este México de la presunta “guerra contra las drogas”: permitirle a las instituciones del Estado mexicano evadir su obligación de procurar e impartir justicia y, al mismo tiempo, tener una coartada por si deciden cometer un crimen. Siempre podrán culpar “al narcotráfico” o a “los cárteles”. Nunca les ha parecido necesario probarlo.
    México en manos del narcotráfico

  • Veracruz huele a muerte, tres encobijados hoy

    Tres sujetos fueron ejecutados y sus cuerpos encobijados y abandonados en una zanja, entre cultivos de caña, en la comunidad de El Jobo, municipio de Omealca, Veracruz.
    De acuerdo con la Agencia Quadratín, los cuerpos corresponden a tres jóvenes de entre 18 y 22 años de edad; estaban descalzos y presentaban huellas de tortura.
    Uno de ellos vestía pantalón negro, otro pantalón de mezclilla azul y el tercero también pantalón de mezclilla azul, una playera blanca y una camisa color vino.
    Tras el hallazgo, la Policía Municipal solicitó la presencia del Fiscal Regional para dar fe del hecho, posteriormente fueron trasladados al Semefo para su identificación.
    Veracruz huele a muerte, tres encobijados hoy

  • Fin de semana en Nuevo León

    Nuevo León registró una racha violenta, éste fin de semana, con cinco personas fallecidas a balazos, en diversos hechos.
    En el primero de los sucesos, hombres armados dispararon en contra de un bar y lanzaron una granada dejando un saldo de dos personas muertas y tres lesionados.
    El ataque se registró en contra del Bar Reventón 2, que se localiza en el cruce de No Reelección y Nepantla, en la colonia San Bernabé.
    Dos hombres descendieron de sus vehículos y accionaron sus armas, alcanzando a las personas que en esos momentos estaban fuera del negocio.
    En el sitio quedó sin vida un vendedor de hotdogs, quien fue identificado como Martín Lerma González, de 50 años. La otra víctima mortal llevaba por nombre Susana Rodríguez Gómez, de 25 años.
    La mujer quedó sin vida a un costado del puesto de venta por lo que se presume que podría ser un cliente.
    Los heridos fueron identificados como: Juan Rolando Reyna López, Mario Alberto Nava Rivera y José Luis Castañeda Cerda, quienes se desempeñan como guardias del bar.
    La granada que lanzaron los atacantes no detonó, de lo contrario la tragedia pudo haber sido mayor.
    Segundo caso
    En otro hecho, desconocidos acribillaron a un taxista que se encontraba estacionado afuera del bar Río, que se localiza en la colonia Constituyentes del 57.
    El ahora occiso se llamaba Armando Vázquez García, de 33 años.
    Tercer caso
    Un presunto narcomenudista fue asesinado en la colonia San Ángel Sur.
    El hecho violento fue reportado en General Bravo.
    Hasta el momento no se sabe el nombre de la víctima.
    Fin de semana en Nuevo León