Etiqueta: mercenarios

  • Los mercenarios de Gadafi

    el uso de mercenarios africanos es mas que evidente

    Les presento a los guerreros pro Muamar Gadafi.

    Si son observadores el de la extrema derecha NO es Libio, esta imagen está dando vuelta al mundo puesto que evidencia el uso de mercenarios africanos para atacar al pueblo libio y recuperar a sangre y fuego el territorio nacional.

  • Las FARC no estan acabadas

    El comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia, almirante í?dgar Cely, dijo que las FARC «están golpeadas, pero no derrotadas» y que hay presencia de rebeldes en otros paí­ses del área, en donde no están pensando hacer «obras de carácter social», informó hoy la prensa local.

    «Las FARC están golpeadas, pero no derrotadas. No tenemos espí­ritu triunfalista, pero sí­ están en un proceso de desmoronamiento interno real», dijo Cely en una entrevista publicada este domingo en el diario El Espectador.

    Agregó que dentro de ese proceso está el hecho de que muchos jefes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se han escapado de la organización llevándose gruesas sumas de dólares provenientes de los negocios ilí­citos del tráfico de drogas, principalmente cocaí­na.

    Al ventilar la posibilidad de que el grupo rebelde pretenda construir una guerrilla de carácter continental, según documentos encontrados en el computador de alias «Mono Jojoy», abatido en septiembre pasado en un bombardeo de las fuerzas de seguridad del Estado colombiano, señaló que hay presencia de las FARC en Argentina y Paraguay.

    «Los mismos medios lo han dicho, hay presencia de las Farc en muchos paí­ses de aquí­ para abajo. Y ellos no van a estar en un paí­s pensando en hacer obras de carácter social», precisó Cely.

    Enfatizó que «lo que hacen es respaldar cualquier movimiento que pueda desestabilizar la región. Hay gente de ellos en Argentina y Paraguay».

    Por otro lado, el alto cargo señaló que las FARC están utilizando los ataques con explosivos en contra de la fuerza pública y de civiles.

    «Las Farc tienen una fortaleza en el uso de explosivos y minas que nos está haciendo daño. Han llegado al despropósito de instalar minas en los árboles que le vuelan la cabeza a la gente o la parten por la mitad. Ese tipo de terrorismo demuestra una debilidad real y un acto de cobardí­a».

    Según Cely, la fuerza pública ha perdido este año 315 integrantes, mientras otros 840 han sido heridos y detalló que «por material explosivo fueron asesinadas 97 personas y 406 resultaron heridas».

    Al referirse a los altos mandos de las FARC, Cely indicó que quienes ofician ahora en ese papel, no tienen la misma ascendencia de otros que ya no están.

    Explicó que ahora «Alfonso Cano», alias de Guillermo León Sáenz, quien asumió la jefatura de las FARC en mayo de 2008, después de la muerte de Pedro Antonio Marí­n, alias «Manuel Marulanda» o «Tirofijo» y fundador de esa guerrilla, la más antigua de América Latina, tiene marcada influencia en ciertos sectores, pero no en todos.

    Manifestó, igualmente, que las Fuerzas Armadas siguen en búsqueda de los demás jefes de las FARC, incluso alias «Fabián Ramí­rez», quien estaba en un campamento bombardeado hace unos meses y del que el Gobierno consideró que pudiera estar muerto, pero luego admitió que no podí­a confirmarlo.

    «En Colombia, sin embargo, mientras el cuerpo no aparezca, no se cree que falleció», señaló.

    Por último, Cely dijo que se seguirá en la búsqueda de todos los secuestrados que tienen en su poder las FARC. «No los hemos olvidado», aseguró.

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    Muere Manuel Marulanda Vélez â??Tirofijoâ?, jefe de las FARC

  • Empresa en EU dice «en 4 meses acabamos con los zetas»

    Sin titubeos, Jax Desmond responde de inmediato a la pregunta que se le hace desde la Ciudad de México a sus oficinas en Nueva York:

    â??¿En cuánto tiempo acabarí­an ustedes con Los Zetas?

    â??Podemos hacerlo en cuatro meses. Mi gente es mejor que ellos, está mucho mejor entrenada, tiene mejores armas y sobre todo tiene la experiencia en combate, en guerras en Medio Oriente contra grupos terroristas como Hamas o Hezbollah. Ciento veinte dí­as es el tiempo que necesitamos y en el que nos comprometemos a ayudarle al gobierno de México a â??resolverâ? el problema en que se convirtieron Los Zetas â??explica Desmond, director y fundador de la compañí­a de seguridad que lleva su nombre y que se especializa en ofrecer servicios de intervención para combatir secuestros y grupos terroristas en todo el mundo.

    Acabar con Los Zetas implica también capturar vivos a sus lí­deres, se le comenta a Desmond, quien responde afirmativamente y agrega que sus muchachos están entrenados para lograrlo y que si el gobierno mexicano acepta las condiciones de trabajo plasmadas en el proyecto que hace dos meses le hicieron llegar al presidente Calderón, buscarán y detendrán a â??los 10 jefes de Los Zetasâ?. La lista la encabezan los cuatro personajes más conocidos del cártel dentro y fuera de México: Heriberto Lazcano (Lazca o Z-3), Miguel íngel Treviño Morales (L-40), Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén (Tony Tormenta) y Jorge Eduardo Costilla Sánchez (El Coss). Ellos son los principales objetivos de la Operación Duvdevan (cereza), diseñada por la compañí­a Jax Desmond Worldwide para terminar con ellos, señala.

    Duvdevan es el nombre clave de uno de los grupos especiales de contraterrorismo y espionaje del Ejército de Israel. Es una unidad de élite cuyos elementos están adiestrados para ejecutar complicadas operaciones de infiltración en las lí­neas enemigas, empleando equipo sofisticado, vehí­culos modificados y sobre todo penetrando y mezclándose sin despertar sospechas con los blancos a capturar o eliminar. Sus agentes se han concentrado en operaciones de infiltración en la franja oeste de Gaza, para eliminar o detener a personajes vinculados con potenciales actos terroristas o ligados al tráfico de armas y explosivos hacia Jerusalén. Desmond añade que acerca de Los Zetas existe amplia información en los archivos de la compañí­a, que él y su gente los estudiaron durante meses antes de proponerle al gobierno mexicano su plan de operaciones. â??Vamos con todo por ellosâ?, dice. â??Tenemos helicópteros Apache, vehí­culos artillados, sistemas de vigilancia y seguimiento, y sistemas y equipos de inteligencia para dar con ellos y detenerlosâ?, detalla.

    El conseguirlo pasa por la aceptación del gobierno del presidente Felipe Calderón para que sus mercenarios entren al paí­s con equipo militar, equipo de inteligencia y, sobre todo, con el equivalente a una auténtica patente de corso para actuar sin obstáculos en contra de Los Zetas.

    JDW es una empresa especializada en servicios de protección, vigilancia, seguridad, respuesta a situaciones de riesgo, asistencia antisecuestros y transportación especial, cuya planta laboral operativa está integrada por ex combatientes israelí­es y estadunidenses pertenecientes a los más importantes grupos de élite en sus fuerzas armadas. Ex oficiales de grupos especiales como el Duvdevan, el Sayeret Matkal y el Mossad componen el grueso de las fuerzas de operación de JDW. A ellos se suman ex integrantes de la Delta Force, del US Navy Seals, del Cuerpo de Marines, de los Rangers y de los Boinas Verdes del Ejército de Estados Unidos.

    Desde el pasado 12 de octubre, cuando ofrecieron sus servicios, están a la espera de la respuesta positiva del gobierno mexicano y de un sector del Senado de Estados Unidos para iniciar la primera fase del despliegue paramilitar que buscará acabar con Los Zetas, â??el cártel más adelantado, sofisticado y peligroso que opera en Méxicoâ?. En un comunicado difundido ese dí­a, la compañí­a señalaba que era â??evidente que México está sobrepasado y, si las autoridades requieren nuestra ayuda, estaremos felices de enviar a nuestros mejores equipos de policí­as y militares expertosâ?. Esta no es la primera vez que JDW busca que el gobierno mexicano o alguno de los gobiernos estatales del paí­s contraten sus servicios. En agosto de este año la firma, con sede en Nueva York y oficinas en Londres, manejó el mismo discurso, ofreciendo a través de su vocero, Sascha Forst, su diagnóstico sobre la violencia en México.

    El precio por los servicios prestados es otro tema por definir. Quienes han seguido los pasos de la firma Jax Desmond Worldwide (JDW) dicen que por una operación así­ la compañí­a cobra entre 90 y 100 millones de dólares, pero Desmond confirma que una parte fundamental de la propuesta enviada al presidente Calderón se refiere precisamente al costo que tendrí­a la Operación Duvdevan y que â??acordamos no revelarâ?. Pero el verdadero precio de la intervención de los mercenarios de JDW en México para acabar con Los Zetas es mucho más elevado y se resume en dos palabras: derrota y soberaní­a. Con ellas vendrí­a una cadena de consecuencias inimaginables.

    Preciso y amplio en sus respuestas, Desmond afirma tener a los mejores hombres para este trabajo. â??Mi gente pertenece a los mejores grupos de fuerzas especiales del planeta; son en su mayorí­a ex combatientes del Ejército de Israel y de sus unidades de élite, y contamos también con oficiales de élite del Cuerpo de Marines, de los Rangers y de la Fuerza Delta, que han formado parte del Ejército de EUâ?.

    JDW desplegarí­a en México una parte de los poco más de 500 ex militares de operaciones especiales con que cuenta y que están distribuidos en al menos 12 paí­ses de Medio Oriente, Europa del Este y ífrica. â??Serí­amos ingenuos si no viéramos a Los Zetas como un verdadero riesgo para la seguridad. Aquí­ lo importante es ver que Los Zetas son un grupo de mercenarios altamente capacitados, bastante bien entrenados por oficiales de fuerzas especiales, por oficiales de policí­a, en fin, por autoridades federales civiles y militares. La única cosa que nos separa de ellos es que mi gente, los miembros de mi equipo están mejor entrenados, han tenido un adiestramiento más costoso y están respaldados por mejor armamentoâ?.

    El proyecto amplio y detallado para que los paramilitares de JDW comiencen sus operaciones en suelo mexicano, prácticamente sin restricciones, está desde hace más de dos mes en las oficinas de la Presidencia de la República y de la Secretarí­a de Gobernación. El Senado estadunidense tiene copia del documento y mantiene comunicación constante con JDW, explica Jax Desmond. La empresa, que cuenta con una experiencia de 23 años en áreas de seguridad, sólo espera el visto bueno de la Presidencia de la República y de las autoridades de Estados Unidos para poner en marcha la primera etapa del proyecto. â??Si el presidente Calderón me dijera hoy mismo que está interesado en el proyecto que le presentamos, necesitarí­a un mes para preparar la llegada a México de los primeros equipos especiales; un mes para ubicar las bases operativas, las bases de apoyo, la logí­stica y varios encuentros con funcionarios del gobierno mexicano para acordar los últimos aspectos de la operaciónâ?, añade Desmond.

    Pero hay otro detalle importante que atender: los muchachos de Desmond trabajan siempre solos, por su cuenta, sin el apoyo de ninguna fuerza local. De ninguna.

    Para la compañí­a JDW la visión en torno al tema de Los Zetas, a su expansión y a la manera de acabar con ellos, sobrepasa temas como el de la soberaní­a o la cooperación para ubicarse en el terreno de la urgencia ante â??una amenaza real en la frontera sur de Estados Unidosâ?, dice Desmond. Pero las prioridades para llevar a cabo la misión tienen qué ver más con las condiciones de operación y las garantí­as jurí­dicas que el gobierno mexicano debe darle a JDW, que con cuestiones de soberaní­a o coordinación militar. Desmond lo explica a partir de la extendida corrupción policiaca en México. Su tamaño es tal, dice, que si durante las operaciones para capturar a Los Zetas â??un militar, un policí­a o un agente federal mexicano se acercara a nosotros, lo detendrí­amos porque no confiamos en nadie, no sabemos con quién estamos tratandoâ?. Y agrega: â??Nosotros no trabajamos ni hacemos equipo con ninguna fuerza del paí­s o del lugar donde actuamosâ?.

    â??¿No trabajarí­an en coordinación con el Ejército mexicano? ¿Con la Marina o la Policí­a Federal?

    â??No. Nosotros no trabajamos con nadie. Si por algún motivo especial requiriéramos de ayuda se la pedirí­amos al Ejército de Estados Unidos. A nadie más.

    â??Entonces hablamos de una situación legal, jurí­dica, muy especial.

    â??Eso está en las condiciones que planteamos para poder trabajar. Necesitamos que las autoridades cumplan con todos esos requisitos o de lo contrario no podremos ir.

    El plan operativo de JDW comprende un análisis situacional de la violencia fronteriza generada por los cárteles de la droga mexicanos, un estudio de las capacidades, presencia, puntos débiles y expansión de Los Zetas, así­ como una estrategia integral para lograr su captura y el paulatino descenso de las acciones del cártel y de los grupos que se les han unido. Senadores estadunidenses están al tanto de la propuesta de JDW y del clima de violencia que golpea la frontera común con México y que en este sexenio ha cobrado la vida de más de 16 mil personas vinculadas en su gran mayorí­a al fenómeno del narcotráfico. â??No es un texto pequeño â??explica Desmondâ??; son cientos de hojas las que les enviamos para que conocieran a detalle la propuestaâ?.

    La oleada de ejecuciones, secuestros, ataques y amenazas ligadas al narcotráfico y la guerra desatada entre cárteles y entre éstos y el gobierno federal elevan a más de 16 mil las muertes de mexicanos, especialmente en la frontera con Estados Unidos. El sur de Estados Unidos ha comenzado a sentir los efectos de la violencia generada por el narco mexicano en complicidad con policí­as y cuerpos de seguridad estadunidenses. Diversas autoridades han reconocido en este año que Los Zetas penetraron la lí­nea fronteriza y operan con bandas locales en estados como California, Arizona, Texas, Nuevo México, y en una veintena de ciudades fronterizas en las que su paso ha dejado huella.

    Los secuestros en Arizona han aumentado al igual que las extorsiones y amenazas en comunidades hispanas y anglosajonas. Los datos disponibles en la DEA, en el Departamento de Estado, en la Patrulla Fronteriza y en las oficinas de las policí­as locales indican que Los Zetas se están afianzando en sur de Estados Unidos. El más reciente informe de la General Accounting Office (GAO), organismo encargado de revisar la eficacia y el trabajo de todas las instancias gubernamentales en Estados Unidos, señalaba en junio de este año â??basado en datos del FBI, la DEA y el Departamento de Aduanasâ?? que los cárteles mexicanos tienen presencia real y comprobada en al menos 230 ciudades de el paí­s vecino.

    De ellos, dos llamaban poderosamente la atención: el cártel de Sinaloa, por su capacidad operativa para mover grandes cargamentos de cocaí­na hacia territorio estadunidense, y Los Zetas, por su violencia, por su rápida expansión y sobre todo por su poder y control sobre las rutas de tráfico y las zonas de venta de droga que comienza a arrebatarle a otros competidores. En este contexto, la Procuradurí­a General de la República (PGR) y la Secretarí­a de Seguridad Pública Federal (SSPF) han reconocido que Los Zetas son el cártel que más armas de alto poder y destrucción adquieren (ametralladoras Barret calibre 50 milí­metros, pistolas FN Herstal calibre 5.7 x 28 milí­metros, conocidas como matapolicí­as, y ametralladoras P-90 de munición subsónica), ya sea en el mercado negro o de manera legal, en las ferias de armamento que cada 15 dí­as se llevan a cabo en el sur de Estados Unidos. El analista Hal Brands, doctor en Historia por la Universidad de Yale y especialista en temas de contrainsurgencia, publicó en la revista Air & Space Journal correspondiente al tercer trimestre de 2009, el artí­culo â??Los Zetas: Dentro de la Pandilla de Drogas más Peligrosa de Méxicoâ?, donde advierte que este grupo posee â??un aparato organizativo refinado, que le ha dado poder y una capacidad de expansión no vista antes en otras organizaciones criminales de Méxicoâ?. Brands señala que â??sus orí­genes, la evolución subsiguiente y su modus operandiâ?¦ son lo que les ha permitido tener un éxito tan devastador sobre la seguridad interna de México y sus paí­ses vecinosâ?. No obstante, reconoce que los datos precisos sobre este grupo siguen siendo escasos. â??En realidad se sabe muy poco de ellosâ?, dice. Aun así­, el especialista advierte que â??Los Zetas tienen ahora de mil a tres mil hombres y mujeres, la mayorí­a veinteañeros. Se cree que este grupo básico está complementado por docenas de Kaibiles, o especialistas guatemaltecos en contrainsurgencia quienes, como Los Zetas originales, desertaron del ejército en busca de una mejor pagaâ?, y añade: â??Los Zetas explotan despiadadamente los fracasos del estado mexicano, haciendo uso de la violencia y los sobornos para socavar las instituciones del gobierno destruyéndolas desde dentroâ?

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  • Xe Services y sus multas millonarias, conozcalos

    La empresa de seguridad privada Xe Services, la antigua Blackwater, pagará una multa de 42 millones de dólares al Gobierno de EU por haber violado en cientos de ocasiones leyes comerciales y haber exportado armas a Afganistán.

    En virtud del acuerdo, que no ha sido publicado aún pero que ha sido adelantado por el New York Times en su edición digital, Xe evitará así un proceso judicial por la violación de cientos de leyes comerciales de EU relacionadas con el control de exportaciones.

    Esas violaciones incluían exportaciones ilegales de armas a Afganistán, propuestas no autorizadas para entrenar tropas en el sur de Sudán y proveer formación de francotirador a agentes de la policía taiwanesa, según indicaron fuentes de la empresa y del Gobierno conocedoras del acuerdo al diario.

    Una fuente de la compañía confirmó el acuerdo, si bien el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, no pudo ratificar inmediatamente la noticia.

    El acuerdo se cerró después de largas conversaciones y negociaciones entre Xe y el Departamento de Estado que trató las violaciones como infracciones administrativas, permitiendo así a la empresa de seguridad privada evitar cargos penales.

    El pacto no resuelve, sin embargo, otros problemas legales que tienen Blackwater y sus ex directivos y otros empleados.

    Esos litigios incluyen cargos por tráfico de armas y obstrucción a la Justicia contra cinco ex ejecutivos, entre ellos el ex presidente; una investigación federal por presunto intento de soborno de funcionarios iraquíes; y la detención de dos ex agentes acusados de asesinato por la muerte de dos afganos el año pasado.

    El New York Times afirma que el acuerdo permitirá a Xe seguir optando por contratos gubernamentales.

    Blackwater perdió el año pasado su mayor contrato con el Departamento de Estado cuando prescindió de la empresa para proveer la seguridad diplomática a su personal destacado en la embajada de Bagdad, a raíz de la polémica suscitada tras la matanza de 2007.

    El 16 de septiembre de 2007 un grupo de agentes de Blackwater disparó contra los civiles que se encontraban en la plaza bagdadí de Al Nasur, lo que dejó un saldo de 17 muertos y 27 heridos.

    Pese a ello, Xe sigue teniendo contratos de seguridad con el Departamento de Estado y la CIA en Afganistán.

    En junio, el departamento que dirige Hillary Clinton adjudicó a Xe un contrato de seguridad de 120 millones de dólares para sus oficinas regionales de Afganistán, y la CIA le otorgó un contrato de 100 millones para su puesto en Kabul, según el periódico.

    El régimen de control de exportaciones del Departamento de Estado requiere la aprobación gubernamental para transferencias de cierto tipo de tecnología militar o de información de EE.UU. a otros países, pero Blackwater se saltó las leyes a la hora de buscarse contratos.

    De acuerdo con el New York Times, la empresa también violó la ley cuando introdujo armas automáticas y otro tipo de material militar para su personal en Irak y Afganistán.

    En algunos casos intentó ocultar sus actividades, según el Gobierno. En una ocasión Blackwater escondió armas destinadas a Irak en contenedores con comida para perros

  • CIA cancela contrato con Blackwater

    El director de la CIA, Leon Panetta, canceló un contrato con la antigua firma de seguridad Blackwater que permitía a operativos de la compañía cargar misiles en los aviones no tripulados Predator en Pakistán.
    Panetta canceló el contrató previamente este año, y la tarea está siendo traspasada a personal del gobierno, dijo el viernes una persona familiarizada con el contrato. La persona habló a condición de anonimato.
    Blackwater es conocida ahora como Xe Services. No se pudo contactar de inmediato a un portavoz de la firma para que comentase sobre la cancelación del contrato. El New York Times reportó la existencia del contrato en agosto.
    El programa Predator de la CIA tiene como blancos altos líderes de al-Qaida y el Talibán en el área tribal de Pakistán fronteriza con Afganistán, pero la agencia nunca ha confirmado públicamente su papel en la operación.
    Desde el 28 de enero del 2008, ha habido al menos 67 presuntos ataques estadounidenses con misiles en Pakistán, de acuerdo con funcionarios paquistaníes de inteligencia y testigos entrevistados por The Associated Press luego de cada ataque.
    El martes se produjo un nuevo ataque, de acuerdo con funcionarios paquistaníes. El blanco de ese ataque fue identificado el viernes por un funcionario estadounidense como Saleh al-Somali, un importante planificador de misiones de al-Qaida.
    Al-Somali era responsable de las operaciones de la red terrorista fuera de la región Afganistán-Pakistán, incluyendo actividades en África, dijo el funcionario, que añadió que al-Somali probablemente ha estado involucrado en planear ataques contra Estados Unidos y países europeos. El funcionario habló a condición de anonimato.
    En tanto, el New York Times informó el viernes que guardias de seguridad que trabajaban para Blackwater USA participaron en redadas clandestinas de la CIA contra presuntos insurgentes en Irak y Afganistán.
    Las violentas redadas se realizaron de forma regular entre el 2004 y el 2006, dijo el jueves el Times, cuando la insurgencia en Irak estaba disparada y la seguridad en el país se deterioraba.
    «Blackwater USA nunca fue contratada para participar en redadas encubiertas con la CIA o con personal de Operaciones Especiales en Irak, Afganistán o cualquier otra parte. Toda afirmación sobre lo contrario, que haga cualquier organización noticiosa, es falsa», dijo el vocero de Xe Mark Corallo en un comunicado divulgado por correo electrónico. La compañía cambió su nombre este año.
    Un funcionario estadounidense confirmó a The Associated Press que Blackwater había dado seguridad y apoyaba a la CIA en sus misiones en zonas de guerra, pero negó que hubiera realizado misiones de la agencia de inteligencia. Hace varios meses, el director de la CIA León Panetta ordenó una revisión de los contratos de la compañía para asegurarse de que sus guardias sólo realizaron trabajos relacionados con seguridad, agregó el funcionario, que hizo estas declaraciones bajo condición de permanecer anónimo pues no estaba autorizado a hablar con la prensa.

  • Agentes de Blackwater hacian redadas para la CIA

    Guardias de seguridad que trabajaban para la contratista Blackwater USA participaron en redadas clandestinas de la CIA contra presuntos insurgentes en Irak y Afganistán, reportó el diario The New York Times.
    Blackwater, que ahora funciona bajo el nombre de Xe Services, argumentó que no hubo contratos para redadas secretas. La presunta colaboración apuntaría a una relación mucho más profunda entre la compañía y la agencia de espionaje de la que ha sido revelada en otras ocasiones y aumenta las dudas sobre las implicaciones legales de involucrar a contratistas civiles en las operaciones más delicadas del gobierno de Estados Unidos.
    Las violentas redadas se realizaron de forma regular entre el 2004 y el 2006, según informó el jueves el Times, cuando la insurgencia en Irak estaba disparada y la seguridad en el país se deterioraba.
    «Blackwater USA nunca fue contratada para participar en redadas encubiertas con la CIA o con personal de Operaciones Especiales en Irak, Afganistán o cualquier otra parte. Toda afirmación sobre lo contrario, que haga cualquier organización noticiosa, es falsa», dijo el vocero de Xe Mark Corallo en un comunicado divulgado por correo electrónico. La compañía cambió su nombre este año.
    Un funcionario estadounidense confirmó a The Associated Press que Blackwater había dado seguridad y apoyaba a la CIA en sus misiones en zonas de guerra, pero negó que hubiera realizado misiones de la agencia de inteligencia. Hace varios meses, el director de la CIA León Panetta ordenó una revisión de los contratos de la compañía para asegurarse de que sus guardias sólo realizaron trabajos relacionados con seguridad, agregó el funcionario, que hizo estas declaraciones bajo condición de permanecer anónimo pues no estaba autorizado a hablar con la prensa.
    «Esta agencia, al igual que muchas otras, utiliza contratistas en roles que complementan y mejoran las capacidades de nuestra propia fuerza de trabajo, como lo permite la ley estadounidense», dijo el vocero de la CIA George Little.
    «Los funcionarios encargados del personal de la agencia tienen la autoridad para decidir y asumir la responsabilidad de los resultados», dijo Little.
    Blackwater, con sede en Moyock, Carolina del Norte, cambió su nombre corporativo después de una serie de controversias por abuso de fuerza, incluyendo un tiroteo en septiembre del 2007 en Bagdad del que participaron cinco guardias de la compañía y en el que murieron 17 civiles.
    El reporte surge al tiempo que la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes investiga la contratación de Blackwater por parte de la CIA para que la empresa formara parte de un programa para matar o capturar a los líderes de al Qaida. El programa costó varias vidas y duró ocho años antes de ser cancelado en junio pasado. La CIA ha dicho que la iniciativa no rindió resultados.