Más migrantes llegan a Idomeni. Los rumores de una apertura inminente de la frontera entre Grecia y Macedonia provocaron este domingo movimientos en el campo de Idomeni y una nueva llegada de migrantes, mientras las autoridades griegas intentan evacuar a 11.600 personas bloqueadas tras el cierre de la ruta de los Balcanes.
Al final de la mañana, unos 250 refugiados se dirigían de forma pacífica hacia las vías férreas, cantando, y a la espera de que llegaran otros migrantes, informó un periodista de la AFP. La policía griega, equipada con escudos, también se iba organizando.
«Sin violencia, solamente queremos pasar» se podía leer en una pancarta. «La libertad de movimiento es un derecho para todos», se leía en otra. «La gente está aquí desde hace tiempo. Creo que es muy peligroso cruzar, sobre todo con niños, pero ¿qué se puede hacer?», dijo a la AFP Qasim Mosawy, un afgano de 24 años.
Decenas de migrantes llegaban desde los campos hasta el puesto fronterizo de Idomeni, luego que se propagaran los rumores de apertura de la frontera, forzada por la presión de miembros de oenegés y periodistas sobre las autoridades macedonias el domingo por la tarde.
Algunas personas intentaban avanzar hacia los policías alineados, mientras que para evitar los enfrentamientos, otros migrantes formaban una cadena humana a algunos metros de la policía. Algunos enfrentamientos se produjeron entre migrantes, pues los sirios e iraquíes acusaban a los afganos de querer pasar a la fuerza.
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Más migrantes llegan a Idomeni
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Son 7 mil emigrantes los que nadie quiere en Macedonia
Son 7 mil emigrantes los que nadie quiere en Macedonia. A pie o en taxi, cientos de familias de refugiados exhaustos que intentaban llegar al centro de Europa se reunían el martes en mar de tiendas de campaña en la frontera entre Grecia y Macedonia, que lleva 24 horas impidiendo el paso de migrantes citando una política similar en su frontera norte con Serbia.
Más de 7.000 personas – una cifra que según la policía podría llegar a las 10.000 – en su mayoría refugiados sirios e iraquíes están varados en el paso fronterizo de Idomeni en condiciones cada vez peores.
El campamento habilitado por el gobierno de Atenas en la zona no puede aceptar a más inquilinos y cientos de tiendas de campaña llenan los terrenos próximos a la valla fronteriza, que desde el lado macedonio está patrullada por decenas de policías, asistidos por miembros de las fuerzas especiales y agentes de otros países balcánicos.
Durante la noche, la lluvia empapó a muchas familias, que aprovecharon el sol del martes por la mañana para colgar sus pertenencias a secar.
Algunos migrantes llevan más de una semana esperando en Idomeni, ya que aunque la frontera de Macedonia está abierta, no admite a más de unos cientos de personas cada día. El lunes solo permitió el paso de 30 personas.
Un grupo de unas 150 personas, a las que se les dijo que era su turno para cruzar a Macedonia, llevan días en una gran y fina carpa justo delante del paso.
«Llevo 10 días en Idomeni, y este es el cuarto que estoy esperando para cruzar», dijo Hassan Rasheed, un ciudadano iraquí de 27 años. «Las condiciones son muy malas. Hay muchos niños enfermos que están tosiendo y pasamos la noche en esta tienda bajo una intensa lluvia».
El paso de Idomeni ha estado cerrado desde hace casi 24 horas tras los enfrentamientos registrados cuando cientos de migrantes intentaron entrar por la fuerza en Macedonia. La policía del país respondió con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras.
Sin embargo, pequeños grupo de migrantes siguen llegando de forma constante, la mayoría a pie tras caminar hasta 30 kilómetros (18 millas) por carreteras.
Uno de ellos es Ahmed Majid, un iraquí de 26 años que viaja con su esposa y dos hijos.
«Caminamos tres kilómetros. La policía paró nuestro taxi en la carretera nacional, por eso venimos a través de los campos», contó Majid. «En el camino desde Atenas la policía nos paraba en las estaciones de servicio y nos dijo que la frontera seguía cerrada».
En otro de los puntos calientes de la crisis migratoria en Europa, Calais, en el norte de Francia, unas dos docenas de migrantes que protestaban contra la demolición de la ampliación de un campamento a las afueras de la ciudad ocupando los tejados de las chabolas, estaban rodeados por la policía.
Durante la protesta, un hombre y una mujer que estaban sobre uno de los tejados advirtieron a la policía que no se acercase. Pero cuando la policía avanzó, la mujer se rajó las venas de las muñecas. El hombre fue golpeado con bastones y ambos fueron evacuados. La mujer estaba consciente pero se desconocía su estado de inmediato.
El lento desmantelamiento del asentamiento de Calais sigue en marcha, enfadando a muchos migrantes que sobreviven en condiciones precarias en la zona con la esperanza de poder pasar a Gran Bretaña para tener una mejor vida allí.
El gobierno francés, que ofreció a los migrantes la posibilidad de trasladarse a un asentamiento formado por contenedores cerca del que está siendo demolido o a albergues en otros puntos del país mientras esperan la decisión sobre su solicitud de asilo, culpa al grupo activista No Borders de los disturbios.
Pero muchos migrantes se resisten a aceptar las ayudas de Francia por miedo de que puedan afectar a sus posibilidades de llegar a Gran Bretaña.
Por otra parte, Grecia deportó el martes a Turquía un grupo de 69 migrantes económicos del norte de África, a través del paso fronterizo de Kipi. Otros 230 más serán devueltos el miércoles, en su mayoría ciudadanos de Marruecos, Argelia y Túnez.
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Grecia y Macedonia zona de protestas de emigrantes
Grecia y Macedonia zona de protestas de emigrantes. Migrantes y solicitantes de asilo procedentes de Siria e Irak protestan pacíficamente en el lado griego de la frontera entre Grecia y Macedonia desde primera hora del sábado, exigiendo su admisión en Macedonia.
Macedonia cerró de facto sus fronteras para todos los migrantes en la noche del jueves, cuando dejó pasar a unas 50 personas. El flujo migratorio a través de la conocida como «ruta de los Balcanes», que pasa por Macedonia, Serbia, Croacia y Eslovenia, se había reducido a niveles mínimos antes de eso.
Unas 150 personas se manifiestan en las inmediaciones de la valla que marca la frontera, con carteles que dicen «Abra la frontera», un lema que también corean. Horas antes, unos de 300 realizaron una protesta similar.
Alrededor de 5.500 migrantes esperan bajo un tiempo lluvioso en un campamento cerca de la frontera y otros 500 están acampados en una gasolinera a unos 17 kilómetros de distancia.
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Mueren migrantes arrollados por tren
Catorce migrantes, que se cree procedían de Afganistán y Somalia y viajaban hacia la Unión Europea, murieron arrollados por un tren mientras caminaban por las vías durante la noche, informó el viernes la Policía macedonia.
El grupo se dirigía al norte cerca de la villa de Rajko Zinziofov, donde las vías pasan por in desfiladero estrecho con el río Vardar a la derecha y una pendiente rocosa a la izquierda. Los que sobrevivieron fueron aquellos que lograron escalar la ladera o se aferraron a arbustos junto a la rivera, dijeron las autoridades.
Se cree que los migrantes -jóvenes de unos veintitantos años- formaban parte de un grupo mayor de entre 30 y 40 personas, dijo el portavoz policial Ivo Kotevski.
El accidente se produjo en torno a las 10:30 de la noche (20:30 GMT) del jueves cerca de Veles, una población en el centro de Macedonia. El grupo caminaba por las vías en una garganta estrecha cerca de Veles, cuando fue arrollado por un convoy expreso de pasajeros que viajaba de Tesalónica, en el norte de Grecia, a Belgrado, la capital serbia.
Los migrantes y refugiados que emplean la ruta por tierra desde Grecia hacia el centro y el oeste de Europa emplean a menudo las vías ferroviarias como guía en su camino y para evitar a la Policía.
El recorrido está plagado de riesgos, pero es visto como la ruta más segura para cruzar de Libia a Italia el Mediterráneo, donde se cree que unos 1.300 inmigrantes se han ahogado en las últimas tres semanas.
Este tipo de accidentes han ocurrido otras veces en Macedonia, aunque no con tantos muertos.
Las autoridades detuvieron a otros ocho migrantes que resultaron ilesos pero se quedaron en el lugar hasta que llegó la Policía. Los detenidos fueron trasladados a Veles, donde fueron interrogados por un fiscal. Se cree que los demás sobrevivientes huyeron.
La fiscal en Veles que lleva el caso, Slavica Temelkovski, dijo que los inmigrantes que murieron tenían entre 20 y 30 años. Por el momento no había información sobre si eran hombres o mujeres, ni sus nombres. Los cadáveres serán sepultados en un cementerio musulmán en Veles, dijo la funcionaria.
La prensa local informó de cinco incidentes similares en vías de Macedonia, en los que murieron seis personas entre noviembre y diciembre del año pasado.
Decenas de miles de personas tratan cada año de llegar a los países más prósperos del centro y oeste de Europa, viajando desde Turquía a las cercanas islas griegas para luego intentar pasar en transbordadores con destino a Italia o viajar por tierra a través de Macedonia.
Aunque breve, la travesía por mar desde la costa turca es peligrosa, ya que los contrabandistas sobrecargan embarcaciones endebles y a menudo las abandonan luego de entrar en aguas griegas para evitar ser arrestados. El lunes, un bote de madera abarrotado con 90 migrantes encalló a la costa de la isla griega de Rodas. Tres de los tripulantes murieron, incluso un niño pequeño