El activista venezolano Leopoldo López hace un llamado a las fuerzas armadas venezolanas para que no repriman al pueblo.
No es cosa fácil lo que hace Leopoldo López, ya que pareciera que esta llamando al ejército para que desconozca las órdenes de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela en su afán de reprimir a los manifestantes que en todo el país son miles y llaman a que se la asamblea constituyente no se realice y se convoque a elecciones extraordinarias ante la emergencia que se vive en Venezuela.
Nicolás Maduro ha hundido literalmente a Venezuela en una pobreza que no se había visto jamas en dicha nación, de hecho, la pobreza que se padece en Venezuela es comparable con la de algunas naciones africanas donde se raciona la comida, los servicios y sobre todo, no existe la libertad de expresión ni tampoco la confianza en las instituciones gubernamentales.
Diversas instancias gubernamentales comienzan a quitarle el apoyo al mandatario Maduro, ya que las fuerzas del orden han sido muy duras contra manifestantes, que les han disparado «con cargas no letales» tan cerca que terminan matándolos.
Los ojos del mundo ven a Venezuela, Leopoldo López llama al ejército venezolano a no matar a más manifestantes. Veamos si escucha.
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Leopoldo López llama al ejército venezolano
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Libertad a Leopoldo López
La oposición venezolana reclamó hoy que el presidente Nicolás Maduro cumpla su palabra y libere al dirigente preso Leopoldo López, como prometió en caso de que Estados Unidos indultara al puertorriqueño Óscar López Rivera
Libertad a Leopoldo López
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Leopoldo López inicia una huelga de hambre
El encarcelado líder opositor venezolano Leopoldo López inició una huelga de hambre y pidió una gran protesta contra el gobierno la semana próxima, en un video difundido el sábado.
Leopoldo López lleva más de un año en una prisión militar por cargos relacionados con su papel en liderar protestas el año pasado contra el gobierno socialista del país.
En el video, Leopoldo López reitera sus acusaciones de corrupción e incompetencia en el gobierno, y acusa a las autoridades de matar a docenas de personas en las protestas de 2014, en las que murieron más de 40 personas.
La grabación se difundió después de que la moneda venezolana perdiera un cuarto de su valor en la última semana.
Antes el sábado se supo que otro destacado opositor al gobierno de Venezuela, Daniel Ceballos, había sido transferido desde la prisión donde estaba retenido con Leopoldo López a otro centro lejos de la capital.
El video de Leopoldo López ofreció una mirada poco habitual al líder opositor, educado en Harvard y que se ha convertido en un símbolo célebre a nivel internacional para los oponentes del presidente, Nicolás Maduro.
«A un año y tres meses de nuestro llamado, la situación es peor de lo que era el año pasado: más colas, más inflación, más escasez, más inseguridad, más corrupción», dice ante lo que parece una puerta de metal en una sala de paredes blancas y casi vacías.
En su mensaje, López pide grandes manifestaciones pacíficas el próximo sábado. También anuncia que él y Ceballos comenzarán una huelga de hambre para pedir la liberación de los presos políticos, el final de la represión y que se convoque la fecha para elecciones legislativas, que el gobierno ha prometido celebrar en noviembre o diciembre.
El defensor venezolano del Pueblo, Tarek William Saab, dijo que se había reunido con López el sábado, de quien dijo fue disciplinado después de que se halló un teléfono celular en su celda en violación a las normas de la cárcel. Las autoridades carcelarias indicaron que es el tercer teléfono móvil hallado en su celda en cuatro meses, agregó el defensor del Pueblo.
Antes, se conoció que Daniel Ceballos telefoneó a su madre antes del amanecer el sábado para decirle que lo habían pasado a una de las penitenciarías más violentas de Venezuela, en el poblado de San Juan de los Morros, dijeron su abogado y algunos de sus partidarios.
Saab desmintió más tarde esa información y dijo haberse reunido con Ceballos en otra cárcel recién inaugurada en el mismo poblado. En una serie de mensajes colocados en Twitter, Saab indicó que el exalcalde goza de buena salud y que la oficina de este funcionario de derechos humanos seguiría monitoreando las condiciones de su confinamiento.
Ceballos «está recluido en 1 recién estrenado lugar de detención conocido como Centro para Procesados 26 de Julio (Guarico)», a unos 200 kilómetros al sureste de Caracas, afirmó Saab. Dicha prisión fue inaugurada en febrero y cuenta con capacidad para 1.970 reos.
El líder opositor, que fue retirado de su puesto como alcalde de la ciudad occidental de San Cristóbal durante manifestaciones antigubernamentales el año pasado, se encontraba anteriormente en la prisión militar de Ramo Verde en las afueras de Caracas junto con Leopoldo López.
Se desconoce la razón de la transferencia de Ceballos. Su abogado, Juan Carlos Gutiérrez, dijo que ni él ni ningún pariente de su cliente habían visto la orden de un juez que se requiere para pasarlo a otra cárcel.
La transferencia ocurre menos de una semana después de que Ceballos, a pesar de estar tras las rejas, ganó unas elecciones primarias en San Cristóbal para ser el candidato de la alianza opositora en las elecciones legislativas a realizarse más adelante este año. Bajo las leyes venezolanas, un triunfo en los comicios generales podría darle la libertad porque los legisladores reciben inmunidad de ser enjuiciados durante sus períodos en el Congreso.
Ceballos fue arrestado en marzo de 2014 y rápidamente se le fincaron los cargos de desobediencia a la autoridad por su negativa a retirar las barricadas colocadas por manifestantes en San Cristóbal. Aunque completó la sentencia de un año, se ordenó que permaneciera en la cárcel mientras aguardaba un juicio por cargos más graves vinculados a su respaldo de protestas antigubernamentales en la ciudad, tras las cuales se desató una oleada nacional de agitación contra el gobierno. -
Leopoldo López no ve su suerte y Nicolás Maduro no lo liberará
En una fría y húmeda celda de dos metros de largo por dos metros ancho, cerrada con una portentosa puerta de acero, que sólo permite visualizar el exterior a través de una pequeña rendija a la altura de los ojos, el dirigente opositor Leopoldo López cumplirá este miércoles el primer año de reclusión en la cárcel militar de Ramo Verde.
La detención del líder opositor ha desatado numerosas reacciones de organismos internacionales, grupos humanitarios y de los gobiernos de Estados Unidos y Colombia que han abogado por su liberación por considerarlo un preso político, mientras el presidente Nicolás Maduro ha dicho que el arresto de Leopoldo López, al que llama el «monstruo de Ramo Verde», como una acción apegada a la justicia por considerarlo responsable de la muerte de 43 personas y las lesiones de 878 ocurridas en las protestas del año pasado.
Su detención, hace un año, fue tal vez el momento más cinematográfico de la oposición: el líder Leopoldo López fue filmado y fotografiado mientras le daba un beso de despedida a su mujer antes de ser arrestado en medio de una multitud de seguidores. En abril del año pasado, la Fiscalía General de los delitos de incendio, instigación pública, daños a la propiedad pública y asociación para delinquir.
Las protestas decayeron meses después de que Leopoldo López fuera llevado a la cárcel pero la ironía, para muchos, es que las cosas en Venezuela han empeorado desde entonces por severos problemas de desabastecimiento y una recesión que amenaza con agudizarse por la caída de los precios del petróleo; principal fuente de ingresos del país suramericano.
La emoción y energía de los opositores se han ido desvaneciendo mientras la gente se centra en preocupaciones más apremiantes como encontrar alimentos y productos básicos, y blindar sus ahorros ante la amenaza de una desbordada inflación del 68%.
La crisis no sólo afecta al gobierno. La alianza opositora, agobiada por marcadas discrepancias entre sus miembros, también enfrenta una crisis interna que le ha impedido capitalizar el creciente malestar que hay entre los venezolanos por la situación económica, la pérdida de popularidad que enfrenta Maduro que, para finales del año, contaba con un respaldo popular del 22%, y el descontento generado por la detención de López.
La oposición ha tratado de impulsar su movimiento capitalizando la frustración de la gente pero las manifestaciones han sido pequeñas y esporádicas y se disipan al caer la noche. El miedo generado por la represión de las protestas del año pasado, el temor que infunden los llamados colectivos que operan en barrios pobres y la resignación al estado general de las cosas en Venezuela por los pocos resultados que tuvieron las marchas, explican porque la gente prefiere quedarse en sus hogares.
El dirigente opositor, de 43 años, pasó casi doce meses recluido en una celda con unas dimensiones de más del doble de la que tiene actualmente. La madrugada del 13 de febrero fue trasladado en castigo a otro calabozo más pequeño del segundo piso del anexo B del penal tras una requisa que hicieron en su celda más de dos docenas de hombres armados, con los rostros cubiertos con pasamontañas, pertenecientes al servicio de contrainteligencia militar, indicó el abogado del opositor, Juan Carlos Gutiérrez, tras visitarlo el pasado fin de semana en el penal.
A Leopoldo López le incautaron un ipod y un teléfono celular, prohibido en las prisiones, y se presume que esa es la razón del castigo. Ramo Verde, no obstante, es la excepción de un sistema carcelario de más de una veintena de penales donde existen problemas de corrupción, tráfico de drogas y armas, y graves dificultades derivadas por un desbordado hacinamiento, lo que hace de esta cárcel militar una de las más privilegiadas del país por su limitada población.
La situación del líder opositor Leopoldo López tras la requisa y el traslado a otra celda más pequeña fue constatada el pasado viernes por la consultora jurídica de la Defensoría del Pueblo, según confirmó un vocero de prensa de esa dependencia.
En la antigua celda de Leopoldo López quedaron decenas de papeles, fotografías familiares, dibujos infantiles e imágenes religiosas regadas en el piso de baldosas color beige claro, 80 libros, y unos afiches quemados y destruidos del ex presidente surafricano Nelson Mandela, los estadounidenses Martin Luther King, el ex boxeador Muhammad Ali, el líder indio Mahatma Gandhi, el papa Francisco y el político venezolano Rómulo Betancourt, que decoraban la parte interior de la puerta de acero, que fue abierta con un soplete durante la requisa, según el abogado Gutiérrez.
«Yo nunca había tenido la oportunidad de conocer el infierno, y lo conocí», dijo Salvatore Lucchese, un ex jefe policial de 48 años, al resumir los diez meses y medio que pasó en una celda vecina a la Leopoldo López en el piso dos del anexo B de la vieja cárcel de Ramo Verde, penal que está enclavado en medio de una húmeda y remota zona montañosa, a unos 30 kilómetros al suroeste de Caracas.
Lucchese salió el pasado cuatro de febrero de la cárcel militar junto con el ex alcalde opositor Enzo Scarano, después de cumplir la totalidad de la condena que les impuso el Tribunal Supremo de Justicia por desacato a una medida judicial que ordenó el levantamiento de unas barricadas en el municipio central de San Diego, próximo a la ciudad de Valencia.