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  • Una discriminación que no termina. Por Jaime Fiscal

    â??El respeto al derecho ajeno es la pazâ? es un término usado por nuestro héroe nacional Benito Juárez quien para mí­ nos enseña que aunque no exista un conflicto bélico, aunque no se derrame sangre pero exista el racismo, la discriminación, la distinción de clases, nunca podremos vivir en paz.

    Kant nos enseña el valor de la dignidad, que ninguna persona tiene precio ya que cuenta con ella, pero en nuestro mundo capitalista dí­a a dí­a valoramos a las personas que tienen mayores posesiones, valoramos y respetamos a aquel que posee grandes riquezas pero ¿qué paso con el respeto hacia los demás? El respeto hacia la gente de bajos recursos, el saber que toda persona sin importar su estado económico, piensa y siente como cada uno de nosotros, ¿Cuántos de nosotros respetan al peatón?¿cuántos de nosotros respetamos al que lava los coches, a un albañil, ¿qué pasa si una persona importante nos calla? Guardamos silencio aceptando su importancia, en cambio si una persona de bajos recursos nos calla nos sentimos insultados y respondemos de inmediato sin importar que sea mayor que nosotros. Según Kant, el hecho de que alguien no tenga algún estatus social no nos da derecho a faltarle al respeto o a hacerlo menos porque ellos al igual que nosotros tenemos dignidad y somos invaluables.

    Aristóteles nos deja la enseñanza de un mundo con personas prudentes, de un mundo en búsqueda de la felicidad, la búsqueda de un mundo en equilibrio, el punto medio de todas las cosas y esta enseñanza es para mí­ una de las mas sabias, encontrar el punto medio entre trabajo y familia, que si todos encontráramos el punto medio de todas las cosas no existirí­a el alcoholismo o tantos excesos que hoy conocemos.

    La ética dialógica para mi es una de las más importantes, hoy en dí­a nuestras decisiones son tomadas por personas que no piensan en la sociedad y solo piensan en sus propios intereses, hoy en nuestro paí­s existen pocos polí­ticos que realmente piensen en mejorar la cuidad y no en acrecentar su riqueza, toman decisiones que afectan a personas sin tomar en cuenta su opinión entonces ¿seguimos en una democracia? O hemos entrado a una época donde solo nos hacen creer en ella, en las decisiones deberí­an ser tomadas en cuenta todo tipo de personas, las personas que sobre todo se ven afectadas por esta nueva ley o reforma, por ejemplo algunas compañí­as exportadoras ya no pueden depositar su dinero en dólares ya que la nueva ley nos dice que ninguna compañí­a debe aceptar pagos en dólares y la gente que se dedica a negocios legales que exporta artí­culos y les pagan en dólares ¿qué hacen?

    Vivimos un mundo donde el capitalismo y el consumismo nos ha vuelto personas racistas, y ahora no por color raza o religión más bien por el estatus económico, donde sentimos que somos mejores o más valiosos por cuánto dinero cargas, que coche tienes o a que te dedicas, debemos entender que cada individuo es valioso, y que una vida vale más que nada, que debemos cambiar nuestros hábitos, ya que el egoí­smo nos ha consumido de tal manera que cada dí­a pensamos mas en nosotros, pensamos en que puedo tener y no tomamos encuentra que dentro mas tenga yo menos tienen los demás y por esto no quiero decir que se acaben los ricos, más bien que se encuentre un punto medio donde no existan millonarios y no existan pobres, y no me refiero a un socialismo, más bien al punto medio en donde todos vivamos con calidad de vida.

  • ¿Y tú qué haces por tu México? Por Alejandra Cebreros López

    México se ha convertido en un lugar donde abundan y sobran los problemas. Por una parte están aquellos problemas sociales y humanos, como el hambre, la pobreza, el analfabetismo, la escasez de recursos, catástrofes ecológicas, así­ como las grandes enfermedades de nuestro tiempo, tanto las fí­sicas como el cáncer, la lepra y el SIDA; o las psicológicas, como la drogadicción y el alcoholismo. Son múltiples las dificultades que atraviesa la sociedad mexicana como para que además por otra parte estén aquellos problemas sociales generados en perjuicio de nuestro paí­s por la misma sociedad, como la violencia, la delincuencia, el narcotráfico, el abuso sexual, la explotación, guerras, corrupción, entre muchos otros. Todo esto es a lo que lamentablemente ha llegado nuestro México actual.

    Como podemos ver la situación en la que se encuentra nuestro paí­s es un tema preocupante, puesto que los problemas sociales han ido incrementando a tal punto que se han vuelto algo normal y común ante los ojos de nosotros, los ciudadanos. Escuchamos, leemos y vemos por todas partes indicios de la situación que estamos atravesando, pero ¿acaso hacemos algo para tratar de cambiarla?

    La pregunta esta en porque los ciudadanos cometen acciones tan perjudiciales para la sociedad. Lo que pasa es que actualmente pareciera ser que el móvil de las acciones de la sociedad está basado en el beneficio individual, el mexicano actual se limita a ver por sí­ mismo, por su propia felicidad y su propia conveniencia.

    Desafortunadamente, casi siempre buscamos sacar ventaja de cualquier situación, solo nos interesa aquello que nos produce un beneficio propio. Pero, la pregunta es ¿en dónde quedan los demás? ¿Qué lugar le damos a nuestra sociedad?

    De acuerdo con Aristóteles, por naturaleza la felicidad es el fin último de nuestras acciones y elecciones, pero sólo es prudente aquella persona que se propone siempre fines buenos y que además no tiene en cuenta solo el presente, sino lo que le conviene para el conjunto de su vida. No obstante, la sociedad en su mayorí­a está dejando guiar sus decisiones en el presente, sin consideración alguna del futuro. Asimismo, podemos ver en base a nuestras circunstancias actuales, que la sociedad se deja guiar básicamente por necesidades utilitaristas, pues predomina un sentimiento de que eso es lo importante, dejando así­ de lado las consideraciones de las repercusiones sociales de nuestras acciones. Y es por esto mismo es que estamos en donde estamos, puesto que la sociedad ha llegado a tal grado, que hace lo que sea con tal de obtener lo que quiere o lo que desea.

    Por otra parte, a pesar de que Kant reconoce el deseo de los seres humanos por ser felices, considera que en esto no recae la verdadera cuestión moral, sino en que criterios debemos aplicar a la hora de tomar decisiones para realmente respetar la dignidad de los demás. Es por eso que establece que es autónomo aquel que se pone en el lugar de los demás y no se rige por lo que dicen, ni por sus instintos, sino por las normas que cree que todos deberí­an cumplir. Es importante tomar aquí­ en cuenta que esto no promete la felicidad a cambio, pero si realizar lo mejor para la humanidad.

    Y es, en este punto, en donde los mexicanos estamos fallando, no somos capaces de ver más allá de nosotros mismos y es por esto que estamos estancados. Las formulaciones del imperativo categórico propuesto por Kant, dice que tenemos que obrar de acuerdo a una máxima, siguiendo aquellas leyes morales que se cree que todos deberí­an de cumplir, además contrapone mucho el concepto de dignidad, diciendo que debemos de obrar de tal modo que tratemos a los demás como un fin y nunca como un mero medio.

    Si tan solo la sociedad actuara de acuerdo a estas formulaciones, nuestra realidad actual fuera muy distinta. Desde mi perspectiva, nuestro México es lo opuesto a lo que propone la tradición Kantiana, en el sentido de que la dignidad de los demás no es realmente respetada y todo el tiempo las personas son utilizadas como medios y no como fines. Me atrevo a decir que se ha perdido la calidad de nuestro paí­s hablando en función de las personas.

    Para cambiar esto es importante que a lo hora de actuar y de tomar decisiones, empecemos a tomar en cuenta las repercusiones sociales que tienen nuestras acciones. Mientras, el móvil de las acciones de la sociedad siga siendo individualista, es decir que siempre se busque el mayor beneficio propio, nuestro paí­s seguirá siendo inviable. Hoy en dí­a, es prácticamente imposible permanecer ignorante de los conflictos y sufrimientos ajenos y es importante tener en mente que todos nosotros estamos implicados en el bienestar de nuestro mundo. Y la pregunta que surge al ver la situación actual de México es ¿qué pasará el dí­a de mañana? .

    En conclusión la situación en la que se encuentra México actualmente no es nada agradable. Hace falta ética en nuestro paí­s, es decir aquella filosofí­a moral que nos hace reflexionar sobre que decisiones tomar. Es importante que el mexicano actual se desprenda de ese individualismo y aprenda a distinguir entre sus deseos propios y lo que está bien para la sociedad. Aristóteles decí­a que la persona prudente es aquella que sabe aplicar los principios morales y discernir sobre que deseos deben ser satisfechos y hasta donde y cuáles no. Hay una frase que me gusta mucho que dice, las cosas no cambian, cambiamos nosotros.

    Desafortunadamente siempre van a existir problemas sociales, siempre va a haber personas que actúen con fines malos y por lo tanto habrá violencia, delincuencia, entre muchas otras cosas más, pero todo esto puede ser reducido en la medida en que los ciudadanos abandonen ese sentido utilitarista y se vean más comprometidos a una cultura ética de legalidad. Por eso hay que empezar el cambio en nosotros mismos, como dice en la pelí­cula de la fuerza de uno ¨cada gotita de agua, genera una cascadaâ?.

    Bibliografí­a:
    â?¢ Cortina, A. í?tica. La vida moral y la reflexión ética. (1996) Santillana, Madrid. 1996.