Etiqueta: juan villoro

  • Juan Villoro hizo un reconocimiento a la influencia que Amado Nervo

    Juan Villoro hizo un reconocimiento a la influencia que Amado Nervo

    El escritor Juan Villoro hizo un reconocimiento a la influencia que Amado Nervo tuvo en la canción romántica mexicana entre los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX y que sigue presente entre poetas y compositores de hoy día, previo a la presentación de «En el jardín azul de tu extravió» dentro del IV Festival Letras en Tepic.

    Juan Villoro hizo un reconocimiento a la influencia que Amado Nervo
  • Terry Gilliam con el periodista mexicano Juan Villoro

    El director, actor y comediante británico de origen estadounidense Terry Gilliam fue entrevistado por el escritor y periodista mexicano Juan Villoro, en el marco del Festival Internacional de Cine de Los Cabos.
    Terry Gilliam con el periodista mexicano Juan Villoro

  • Homaneja a Fernando Savater en la FIL Guadalajara

    Ricardo Cayuela, Jorge Volpi, Juan Villoro y Carlos Revés asistieron al homenaje del escritor español, Fernando Savater realizado en la edición 31 de la Feria Internacional del Libro Guadalajara 2017
    Homaneja a Fernando Savater en la FIL Guadalajara

  • Premian a mexicano Juan Villoro por ejercer periodismo con literatura

    Premian a mexicano Juan Villoro por ejercer periodismo con literatura. El escritor y periodista mexicano Juan Villoro obtuvo el Premio de Periodismo Diario Madrid, en su XIV edición, como representante de la mejor literatura asentado en el compromiso con el ejercicio profesional del periodismo.
    El Instituto de México en Madrid dio a conocer este jueves que el jurado destacó que en su obra “se ensamblan las mejores notas de las culturas europeas y americana, maestría consumada de la que es buena prueba su colaboración en medios mexicanos como Vuelta, Nexos, Proceso, Reforma y La Jornada, o españoles como El Periódico y El País”.
    Añadió que su aproximación psicológica al fútbol, por ejemplo, es compatible con su acerada crítica política, sin merma de la elegancia y la ironía como armas de construcción de realidades y acontecimientos.
    Villoro (Ciudad de México, 1956) se decantó pronto por el periodismo, donde destacó por sus colaboraciones sobre espectáculos de masas como el fútbol, el rock y el cine.
    Fue agregado cultural en la embajada de México en el Berlín de la República Democrática Alemana, de 1981 a 1984, y también profesor de Literatura en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), e invitado en las universidades de Yale, Boston, Pompeu Fabra de Barcelona y Princeton.
    Ha cultivado la novela, el cuento y el ensayo y obtenido distinciones entre las que figura el Premio Herralde, el Iberoamericano José Donoso y el reciente Excelencia José Emilio Pacheco.
    Villoro mantiene dos residencias habituales, en México y en Barcelona, desde donde “edifica un universo de relación muy provechosa para entender la personalidad enriquecedora del país, México, que más y mejor generosidad ejerció a favor de España en horas de quebranto de convivencia y entendimiento”, en palabras del jurado.
    El jurado expresó su deseo de que la concesión de este premio, dotado con 12 mil euros y un motivo artístico del escultor Julio López Hernández, contribuya a fomentar la amistad y el entendimiento hispano-mexicano que honra Villoro con su ambivalencia en el tratamiento de las inquietudes y preocupaciones de ambas realidades nacionales.
    Premian a mexicano Juan Villoro por ejercer periodismo con literatura

  • Recibe Juan Villoro Premio José Emilio Pacheco 2016

    Recibe Juan Villoro Premio José Emilio Pacheco 2016. El escritor Juan Villoro Ruiz (1956) recibió hoy el Premio a la Excelencia de las Letras “José Emilio Pacheco” 2016, en el marco de la inauguración de la quinta edición de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (Filey).
    Ante autoridades estatales, académicas y organizadores de la Filey, el escritor y periodista nacido en la Ciudad de México recibió la distinción que ya ha sido entregada a otros representantes de la literatura mexicana como el propio José Emilio Pacheco, Elena Poniatowska y Fernando del Paso.
    Antes de recibir el reconocimiento, el escritor Jorge F. Fernández se encargó de leer una semblanza de la prolífica obra de Villoro.
    En ella, con un juego de palabras mencionó buena parte de la bibliografía que ha hecho que el recipiendario del premio José Emilio Pacheco sea considerado uno de los escritores de habla hispana más influyentes de todos los tiempos.
    Por su lado, Villoro, cuya madre Estela Ruiz Milán, es oriunda de esta entidad, agradeció a los jueces que le otorgaron el reconocimiento el hecho de haber “apostado por la esperanza”.
    “Dicen que quien se casa nuevamente es porque decide apostar por la esperanza y no por la experiencia y creo que algo similar sucedió con quienes me eligieron para recibir este premio, es una apuesta por la esperanza, por encima de la experiencia, lo cual también deja en mi persona una gran responsabilidad”, subrayó.
    Habló de sus raíces surgidas en estas tierras cuando su abuelo paterno conoció a Estela Milán en el puerto de Progreso, en donde tenía una heladería y quienes se mudarían primero a la Ciudad de Mérida, en donde nació la madre del escritor y de ahí a la Ciudad de México, en donde él habría de llegar al mundo.
    “Me encuentro sumamente entusiasmado, abrumado y hasta nervioso por el cálido recibimiento de todos ustedes y me da mucho gusto estar aquí, en esta tierra a donde no llego, sino que regresó así como aquel viento distante que siempre regresa”, señaló.
    De igual modo, aprovechó el espacio para destacar que la Filey ha tenido el tino de ser un evento de promoción de la lectura y no solo ser un depósito de libros, “de ser un espacio en donde los libros tengan uso y cobren vida precisamente por el acto de leer”.
    Asimismo, subrayó que donará el monto de su premio para apoyar los programas de educación y salud que impulsan las comunidades zapatistas en el estado de Chiapas.
    La entrega del premio a Villoro estaría a cargo del recipiendario del premio en la edición 2015, Fernando del Paso (1935), sin embargo, por motivos de salud no pudo cumplir con el compromiso, por lo que las encargadas de atestiguar el premio fueron las escritoras Cristina Pacheco y Elena Poniatowska.
    Al acto, en el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI de esta ciudad, acudieron el gobernador de Yucatán, Rolando Zapata Bello; el rector de la Universidad Autónoma de Yucatán, José de Jesús Williams; el presidente del Comité Organizador de la Filey, Rafael Morcillo López, así como autoridades municipales.
    Recibe Juan Villoro Premio José Emilio Pacheco 2016

  • La crónica literaria cada vez gana más protagonismo: Juan Villoro

    La crónica literaria cada vez gana más protagonismo: Juan Villoro. El escritor y periodista mexicano Juan Villoro (Ciudad de México, 1956) aseguró, desde su perspectiva de autor maduro y lector consumado, que la crónica literaria cada vez ha ido ganando más protagonismo en el mundo. “Pensemos tan sólo que el más reciente Premio Nobel de Literatura (2015) lo ganó Svetlana Aleksiévich (Ucrania, Unión Soviética, 1948), quien se ha destacado como cronista extraordinaria”.
    En entrevista con Notimex, quien fuera el agregado cultural de México en Berlín Oriental, en la entonces República Democrática Alemana, de 1981 a 1984, recordó que otro ejemplo cercano es Elena Poniatowska (París, Francia, 1932) escritora, activista política y periodista mexicana, quien en 2013 conquistó el Premio Cervantes, y cuya obra incluye, de manera notoria, sus incursiones en la crónica.
    El entrevistado también cultiva con éxito la crónica y el periodismo literario, como ha quedado demostrado en “Tiempo transcurrido” (Crónicas imaginarias), 1986; “Palmeras de la brisa rápida: Un viaje a Yucatán”, 1989; “Los once de la tribu, crónicas de rock, fútbol, arte y más…”, 1995; “Safari accidental”, 2005; “Dios es redondo, ensayos y crónicas sobre fútbol”, 2006, y “Vida y muerte de Diego Armando Maradona”, 2012.
    Quien ha sido catedrático y profesor invitado en prestigiadas universidades como Yale, la Autónoma de Madrid, Pompeu Fabra de Barcelona y Princeton, enfatizó lo anterior en el Centro Cultural Horizontal de esta capital, recinto donde minutos después presentó y comentó el libro “Los ángeles de Lupe Pintor”, de Alberto Salcedo Ramos (Barranquilla, Colombia, 1963).
    Antes, el entrevistado externó su opinión sobre el mencionado escritor.
    En su particular opinión, Alberto Salcedo Ramos es un maestro de la crónica, apasionado de las historias de grandes mitos derrotados de la cultura popular, boxeadores y cantantes, y en ese sentido, dijo, su ejecutoria en la crónica es una exploración del sentimentalismo y de los valores latinoamericanos.
    “Su libro que nos ocupa ahora contiene sus crónicas de lugares y gente de América Latina, como el ex futbolista uruguayo Darío Silva (1972)”.
    Recordó que el libro versa sobre el pugilista mexicano Lupe Pintor (José Guadalupe Pintor Guzmán, quien llegó a ser campeón de peso gallo y peso supergallo, nacido el 13 de abril de 1960 en la Delegación Cuajimalpa de la Ciudad de México, por eso, algunos seguidores le dieron el sobrenombre de “El grillo de Cuajimalpa”) y de figuras de la música popular colombiana. “Es un retrato de lo que somos los latinoamericanos”, acotó.
    Villoro: “También hay crónicas duras de algo que compartimos con Colombia, que es la violencia. Hay crónicas de una masacre, una relacionada con mutilados, de un boxeador que se volvió paramilitar, y las guerrillas. El libro nos lleva a los abismos de la violencia latinoamericana, pero también, a la capacidad de soñar y refutar la realidad a través de las mitologías de la cultura popular, ya sea la del box, la del fútbol, o de la canción popular”.
    Villoro es autor de las novelas, “El disparo de argón”, 1991; “Materia dispuesta”, 1997; “El testigo”, 2004; Llamadas de Amsterdam”, 2007, y “Arrecife”, 2012, y de los libros de cuentos “La noche navegable”, 1980; “Albercas”, 1985; “La alcoba dormida”, 1992; “La casa pierde”, 1999; “Los culpables”, 2007, y “Forward: Kioto”, 2010, entre otros, las cuales le han granjeado varios reconocimientos dentro y fuera de la República mexicana.
    En literatura infantil y juvenil publicó “Las golosinas secretas”, 1985, “El profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica”, 1992, “Autopista sanguijuela”, 1998; “El té de tornillo del profesor Zíper”, 2000; “Cazadores de croquetas”, 2007; “El libro salvaje”, 2008; “El taxi de los peluches”, 2008, y “La gota gorda”, 2010. Es autor de las obras de teatro “Muerte parcial”, 2008; “El filósofo declara”, 2010 y “Conferencia sobre la lluvia” 2013.
    Ha obtenido el Premio Cuauhtémoc de traducción, 1988; el Xavier Villaurrutia, 1999; el Mazatlán, 2001; Herralde, 2004; Internacional de Periodismo Vázquez Montalbán, 2006; el Antonin Artaud en México, 2008; el Ciudat de Barcelona, 2009; Internacional de Periodismo Rey de España, 2010, y el Iberoamericano de Letras, 2012, entre otros.
    La crónica literaria cada vez gana más protagonismo Juan Villoro

  • Invita Juan Villoro a gozar musicalmente su “Tiempo transcurrido”

    Invita Juan Villoro a gozar musicalmente su Tiempo transcurrido. Una serie de crónicas que conforman una gozosa gira por 18 años de la vida mexicana integran el libro “Tiempo transcurrido”, presentado anoche en el marco de las actividades de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), en esta capital.
    Se trata de un trabajo del escritor Juan Villoro, quien retrata una época con innegable fidelidad y al mismo tiempo crea situaciones radicalmente ficticias, armonizando lo real y lo imaginario para ofrecer al lector una visión completa de un fragmento de historia.
    En la Capilla de este espacio cultural, el autor estuvo acompañado de Joselo Rangel, integrante de Café Tacuba, José Luis Paredes “Pacho”, ex baterista de La Maldita Vecindad, y de Diego Herrera, integrante de Caifanes, quienes elogiaron este trabajo que ofrece una nueva edición conmemorativa.
    A 30 años de su primera publicación, esta ocasión le pone música con el lanzamiento de un disco compacto titulado “Mientras nos dure el veinte”.
    El proyecto reúne la música con la literatura teniendo a Diego Herrera, Alfonso André, Federico Fong y Javier Calderón musicalizando textos de Villoro, pertenecientes al libro mencionado en el cual, el escritor crea un retrato fiel de la Ciudad de México usando diferentes momentos y elementos representativos para ella entre 1968 y 1985.
    En esta publicación, que lleva el sello del Fondo de Cultura Económica (FCE), Villoro realiza una crítica mordaz, sincera y llena de sentido del humor de una sociedad en plena efervescencia y transformaciones sociales, políticas y culturales.
    Al tomar la palabra, Joselo Rangel señaló que “Tiempo transcurrido”, es un libro que “leímos mucho antes de formar el grupo, estoy seguro que nos enseñó una lección importante, que una banda no sólo se junta a ensayar y ya, sino que debe tener un concepto, una historia, un estilo y que debe surgir de la imaginación”.
    Recordó que estando en la universidad se vieron influenciados por la pluma de Villoro y agregó que en ese tiempo, había una inquietud por descubrir el rock mexicano y cómo debía de ser”.
    “Juan Villoro no formó su banda de rock, pero nos dio sus cuentos como un mapa; quizá nadie fue consciente de ello en su momento, pero todos aportamos nuestro grano de arena para conformar esto que se llama rock nacional”, dijo.
    La obra, agregó, transcurre con una propuesta mexicana a lo que les viene de afuera, es una reacción natural del rockero mexicano y siendo Villoro un rockero de corazón, hizo lo mismo que nosotros: inventar rock mexicano que no se deja asir ni atrapar.
    “Villoro lleva de la mano por un recorrido poético-musical por la Ciudad de México, es un gran espectáculo, están los grandes ‘hits’: el cuento de Madona de Guadalupe, el de los Glitter de Lindavista, un cover de Pablo Neruda, entre otros”, indicó.
    José Luis Paredes “Pacho” comentó que la serie de crónicas que se presentan en el material son definitorias en la historia del país; la de 1968 y el sismo de 1985, sin embargo, dijo, se trata de un relato que está escrito desde la visión de personajes insignificantes, que aunque ficticios, retratan una cotidianidad real.
    Refirió que en este texto, Villoro narra la epopeya de los habitantes de esta ciudad de la década de los 60, reconstruye el imaginario de la época desde la mirada de los jóvenes comunes provenientes de diferentes colonias como Satélite, Lindavista, Aviación Civil, de diferentes estratos socioeconómicos.
    La obra también evoca los recuerdos de quienes asistieron en vivo a una era llena de esperanza y rebeldía inherente a la evolución musical.
    Al ritmo del punk, pop y metal y a través de sus letras, el escritor da las herramientas para comprender el proceso por el que tuvieron que pasar decenas de jóvenes de tres décadas distintas para obtener identidad y quebrar los cánones establecidos por una sociedad mexicana conservadora.
    “Se trata de personajes anónimos que no pasaron a la historia con éticas intrascendentes, revoluciones individuales, batallas insignificantes en las que sus protagonistas ponían en juego su propia vida. Rebeliones hormiga que cambiaron el país”, expresó Pacho.
    Diego Herrera, compositor de “Mientras nos dure el veinte”, habló de cómo se gestó el sencillo y de las complejidades que padecieron y agregó que en él, “se llevó a Juan de los ámbitos literarios a los rockeros”.
    “Se trata de hacer de música desde otro punto de vista, es un proyecto peligroso del que no sabes a dónde vas a llegar, pues una canción, existe todo un esqueleto que no sabes cómo va acabar y en este caso, teníamos que esperar la palabra que te tenía que llevar a la siguiente parte y si Juan leía más lento, teníamos que estar aguantando, inventar todo un código para poder comunicarnos los músicos entre el escenario para que esto se pudiera dar”, señaló.
    De acuerdo con Juan Villoro, el proyecto se presentará en junio en diferentes foros de esta capital, de la mano del propio escritor y los músicos participantes.
    Invita Juan Villoro a gozar musicalmente su Tiempo transcurrido

  • El pasado no está quieto, asegura Juan Villoro

    El escritor y periodista mexicano Juan Villoro (Ciudad de México, 1956), subrayó que de unos años a la fecha “ha emergido otra historia de México, movida desde el presente”, tema que le parece fascinante porque, aseguró, “el pasado no está quieto”.
    A veces, señaló, tenemos la tentación de pensar porque las cosas ya sucedieron, las hemos comprendido cabalmente y es tema clausurado. “¿Ejemplo?, que los Aztecas fueron de una manera ya inamovible, o que la Colonia transcurrió de un modo, o que la Guerra Cristera pasó de otro”.
    Entrevistado por Notimex en el marco del ciclo “Tejiendo la Historia”, que se realizan de febrero a octubre en la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), acotó que le interesa el tema de la historia como un problema a desarrollarse en la narrativa.
    “Me interesa observar y comprender hasta dónde los escritores podemos reconstruir, desde la ficción, hechos verdaderos y cómo podemos adentrarnos en el misterio de los sucesos que fueron reales pero que se van comprendiendo sólo a través de la subjetividad de lo que han dicho los testigos”.
    La novela histórica intenta recuperar el pasado, explicó, y en la medida de lo posible, “convencernos de que ese pasado ocurrió de esa manera y no de otra. A mí, más que la novela histórica, me interesa la historia como problema narrativo, es decir, cómo desde el presente, abordamos temas históricos”.
    Pero más que el hecho, la trascendencia del hecho. Lo interesante es analizar, puso en relieve, “cómo afecta esa indagación del pasado a nuestro presente y cómo repercute en los personajes de nuestras novelas”. Y en ese contexto, se refirió a su celebrada y galardonada novela “El testigo” (2004).
    Trata de un investigador literario mexicano, quien ha vivido 24 años en Francia y regresa al país en el momento de la alternancia democrática, cuando Vicente Fox es presidente. Se da cuenta que manera paradójica, el gobierno del cambio está trayendo al presente una reivindicación de temas históricos bastante antiguos.
    “Uno de ellos es la Guerra Cristera. La novela se publicó poco antes de que esos temas se comenzaran a mencionar en la arena pública, aunque ya estaban en el aire. Me interesaba ver, desde la novela, cómo una transformación social como esa alternancia de pronto apeló a un pasado y trató de reescribir la historia desde el presente”.
    Recordó que los mártires cristeros volvieron a ser importantes. “El entonces secretario de Gobernación, Carlos Abascal, asistió en 2005 al Estadio Jalisco a la beatificación de 13 mártires cristeros. Uno de ellos era el llamado ‘Niño Cristero’ que ahora será canonizado por el Papa Francisco en su visita a México”.
    En sus reflexiones, Villoro anotó que de pronto nos damos cuenta que el presente interviene en el pasado, lo reivindica y lo explica de otra manera, muchas veces en aras de modificar la realidad actual.
    “El gobierno del PAN, muy cercano a la iglesia católica conservadora, quería, a través de la reivindicación de símbolos católicos cristeros, hablar de una historia soslayada que de alguna manera era la de sus propios mártires”, expresó.
    Incluso, señaló en un ejercicio de memoria, eso llegó a la cultura popular, cuando la Señorita México lució un traje regional con la estampa de la Virgen de Guadalupe y motivos cristeros. “Es decir, de pronto, todo aquello de lo que no se hablaba en la discusión pública se volvió materia de análisis”.
    Como se sabe, en 2007, Rosa María Ojeda, Miss México, tenía pensado lucir en la gala de Miss Universo un vestido que tuvo que ser rediseñado para despojarlo de motivos violentos. Originalmente mostraba escenas de la revuelta católica contra el Gobierno laico mexicano que tuvo lugar en los años 20 del siglo XX, con saldo de miles de muertos.
    El traje de corpiño negro y falda amplia, lucía en ésta a la Virgen de Guadalupe en la parte delantera, y en el resto de su superficie, imágenes de rebeldes católicos ahorcados. El atuendo de completaba con rosarios, escapularios, un crucifijo de gran tamaño como collar, un vistoso sombrero de ala ancha y un enorme cinturón con cartuchos de balas.
    “Ese es el tema que me interesa, cómo nosotros, al tratar de contar una historia que inevitablemente tiene que ver con hechos reales, desde el presente tratamos de modificar la percepción que tenemos de los hechos del pasado y cómo nuestros personajes que creen estar actuando siempre en el instante en que están vivos, de pronto se ven afectados por cosas que vienen de muy lejos”.
    Haciendo un juego de palabras, el entrevistado elevó la voz para rubricar: “El pasado tiene mucho futuro por delante” y enseguida se dirigió hacia donde el público ya lo esperaba con ansias para escuchar su conferencia “La historia como problema. El mundo de los hechos desde la novela”.
    Antes, explicó que “el ciclo intenta reunir a distintas personalidades expertas en campos diversos para que hablen y reflexionen sobre la historia. No necesariamente son historiadores profesionales”.
    Marcela Dávalos, Ariel Arnal, Guillermo Zermeño, Salvador Alvarez y Raymundo Mier son otros especialistas que asistirán a externar sus pensamientos.
    El ciclo tiene como objetivo mostrar el ámbito del que participan las fuentes documentales en tanto discurso, escritura, horizonte, género o comunicación.
    La historia trabaja sobre observaciones de otras épocas. Sobre “observación de observaciones” y, al igual que la literatura, participa de una reflexión sobre el lenguaje y la comunicación social en la que se produce todo texto.
    Por ello, la reconstrucción del pasado integra no sólo la óptica del presente de quien reconstruye, sino el horizonte cultural que produjo la materia prima sobre la que trabaja la historia. En consecuencia, la recepción de los destinatarios, contemporáneos y posteriores, de aquella comunicación no puede ser obviada. El pasado es la reconstrucción de una realidad previamente interpretada.
    “Tejiendo la Historia” se lleva a cabo los jueves de febrero a octubre del año en curso, a las 17:00 horas, en la Dirección de Estudios Históricos del Instituto nacional de Antropología e Historia (INAH).
    El pasado no está quieto, asegura Juan Villoro

  • Juan Villoro habla de la selección nacional

    El escritor Juan Villoro, un apasionado por el futbol, opinó que la llegada del colombiano Carlos Osorio a la selección mexicana fue una buena decisión para buscar la clasificación a la Copa Mundial de Futbol Rusia 2018.
    Villoro, quien estuvo esta semana en Bogotá como finalista del II Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez, dedicó un espacio para comentar la situación de la selección mexicana de futbol y de las otras selecciones de Sudamérica.
    “La llegada de Osorio ha sido muy buena, es un entrenador que ya ha estado en México, conoce muy bien el campo, creo que tiene mucha sensibilidad para entender la mentalidad de los jugadores”, sostuvo Villoro.
    Consideró que Osorio debutó con “el pie derecho y está trabajando muy bien y creo que es muy buena decisión. Osorio llegó de la mano de una nueva directiva en la Federación Mexicana de Futbol, que yo creo que ha tomado buenas decisiones”.
    Una de esas decisiones acertadas fue destituir al técnico Miguel “El Piojo” Herrera, “que se comportó de una manera indigna”, opinó el escritor mexicano.
    La contratación de Ricardo Ferreti en sustitución de Herrera fue acertada, y pese a que no quiso seguir al frente del tricolor, dejó bien clasificada a la selección para el torneo de las confederaciones, dijo Villoro.
    “Ahora espero que lo de Osorio funcione. Estoy contento porque es un entrenador que no tiene muchos reflectores detrás y creo que eso puede ser muy bueno”, anotó.
    Villoro cree que la selección mexicana está “muy sobredimensionada en lo mediático. Es una selección que sin ser protagonista de las gestas recibe mucha atención porque tiene una afición muy grande que la respalda y es un espléndido negocio”.
    El escritor mexicano también hizo referencia a la selección de Colombia, la que elogió por tener una excelente nómina de jugadores bajo la dirección del profesor argentino, José Néstor Pekermán.
    Colombia “fue el equipo que jugo el mejor futbol en cuanto a estética, en el pasado mundial, con jugadores como James Rodríguez, que deslumbraron, no solo por la cantidad de goles que metió, sino por la calidad de esos goles”, subrayó.
    La selección cafetera “está en un proceso espléndido, porque también es una generación muy joven. Pekermán hizo un trabajo extraordinario y se especializó con Argentina en las selecciones, juveniles y en los procesos olímpicos, esto le ha servido mucho”.
    Villoro está convencido que la selección Colombia, con Pekermán, como director será un contendiente muy importante para el próximo mundial de Rusia 2018.
    De la selección de Argentina, afirmó que “siempre es un enigma. Siempre está al borde de un ataque de nervios. Tienen una gran calidad futbolística, sobre todo del medio campo hacia la delantera, cierto déficit en la defensa y portería, pero no sabemos cómo se van a organizar”, comentó.
    Consideró que “la Asociación de Futbol de Argentina (AFA) es una institución muy volátil y no toma las mejores decisiones para los entrenadores (…) No sabemos. Me gustaría hacia el futuro una argentina entrenada por el Cholo Simeone”.
    Aseguró que con “el Cholo Simeone, podríamos ver un equipo mucho más serio, que el que ha presentado argentina, no por falta de talento en sus jugadores, sino por falta de una estructura sólida, como equipo”.
    Respecto a selección de Chile, que es la revelación en este 2015 en Sudamérica, señaló que es un equipo extraordinario con muy buena calidad en todo su plantel de jugadores.
    Villoro opinó que “Chile juega como el Barcelona, pero en cámara rápida. Es un equipo revolucionadísimo, que triangula de maravilla, y ganó con toda justicia la Copa América en su propio país. Es uno de los equipos que ha estado aspirando hacer uno de los protagonistas de Suramérica”.
    Pero el equipo que tiene “ponerse a pensar y muy seriamente es Brasil, porque esa jerarquía que durante tanto tiempo tuvo, ya se acabó. Las directivas del futbol de Brasil han tomado una mala decisión de regresar a Dunga a la selección. Esto es repetir la misma dosis con la que fracasaron en el pasado mundial”, considero.

  • La literatura es reserva del gozo y un espejo crítico

    El escritor y periodista mexicano, Juan Villoro, afirmó que “la literatura es una reserva del gozo” y “un espejo crítico” de la sociedad.
    El autor de “Dios es Redondo”, que será publicado en inglés en Estados Unidos y de la novela para jóvenes “Salvaje”, que podría ser traducido en Reino Unido, expuso su visión de la literatura en México.
    “Yo creo que una de los cosas más difíciles que hay hoy en día en México es la posibilidad de gozar, de disfrutar, y la literatura es una reserva del gozo”, afirmó en entrevista con Notimex.
    El autor de “Los Culpables” -que ya fue traducido al inglés- señaló: “tenemos esa doble visión de ser un espejo crítico y una ventana para el placer, si lo logramos creo que podremos estar a la altura de los grandes autores que han escrito en circunstancias tan difíciles como las nuestras”.
    Entrevistado en esta ciudad, el novelista y dramaturgo expuso que la literatura puede ser una crítica del presente y un acceso al sentido del humor.
    “La literatura tiene una obligación de preservar, incluso en tiempos tan difíciles como los nuestros, un acceso al sentido del humor, a la sensualidad, al gusto por la vida”, reflexionó.
    El ganador del Premio Herralde de novela por “El Testigo” señaló que uno de los grandes misterios de la creatividad es que “el arte trasciende el dolor y lo transforma en belleza y en placer”.
    Villoro consideró que “la situación que estamos viviendo merece ser vista de manera crítica y creo que no debemos cerrar los ojos ante los muchísimos problemas que tenemos”.
    El académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y profesor invitado en las universidades de Yale y Princeton destacó que la literatura puede ser una especie de alarma o de diagnóstico de la realidad.
    Mencionó las novelas “Contrabando”, de Víctor Hugo Rascón Banda (1948-2008), y “El Lenguaje del Juego”, de Daniel Sada (1953-2011), “que son extraordinarios ejemplos de cómo el narcotráfico incide en la vida cotidiana mexicana”.
    El periodista concibe a la literatura como una herramienta de denuncia altamente creativa.
    “Cuando tu ves las obras del renacimiento italiano detrás de ellas hay una enorme red de intrigas, injusticia, dolores, padecimientos pero que también nos dieron a nosotros esta manera resistente de felicidad que es el arte”.
    Villoro, quien nació en 1956, trabaja en su próximo libro autobiográfico sobre la Ciudad de México “El Vértigo Horizontal”, que retrata medio siglo de vivencias de la capital.
    “No es un libro de historia, es un libro muy personal, es una narrativa de ese caos llamado Ciudad de México”, que podría estar listo en el marco del 30 aniversario del terremoto de 1985, el próximo mes de septiembre.
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