Ante el constante retorno de migrantes mexicanos, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) recuerda que hay una serie de recomendaciones para los connacionales, quienes deben saber cómo actuar en caso de una detención migratoria en Estados Unidos.
Mediante una infografía, la cancillería elaboró seis puntos básicos de cómo actuar en una situación de ese tipo.
Primero, los connacionales deben elaborar un plan de emergencia: Cuidar a su familia especialmente a los menores de edad; si nacieron en el vecino país del norte, deben acudir a su Consulado más cercano para registrarlos como mexicanos.
Deben investigar qué documentos deben llevar siempre a la mano y mantener una copia de toda su documentación en un lugar seguro; Si requiere orientación migratoria, acercarse a su Consulado, donde le brindarán información sobre abogados confiables de migración.
Es necesario que conozcan sus derechos que tienen en su casa, lugar de trabajo o en la calle; es decir si las autoridades llegan a su hogar no deben abrir la puerta, hay que mantener la calma, no huir, no revelar su situación migratoria, preguntar para qué están ahí y solicitar un intérprete en caso de necesitarlo.
Deben pedir la orden judicial de arresto y/o registro, si la tienen pedir que la muestren por la ventana y revisar que tenga su nombre, dirección y la firma del juez; si no se las muestran pueden negarse a dejarlos entrar.
En caso de que las autoridades estadunidenses ingresen al domicilio sin una orden de arresto y/o registro: de manera muy cortés, pedir nombres y número de placas y decirles que no se da el consentimiento para realizar ese operativo.
Como último punto, se recomienda que si las autoridades los detienen deben guardar silencio, no revelar su situación migratoria, pedir hablar con el Consulado en México más cercano, comunicarse con su abogado, no firmar nada, averiguar quién los está arrestando, solicitar un intérprete y derecho a fianza, no mentir y no entregar documentos falsos.
Para mayor obtener más información se solicita acercarse al consulado más cercano o llamar al Centro de Información y Asesoría de Mexicanos (CIAM) o llamar sin corto al 1 855 4636 395.
Recuerde que una orden administrativa del ICE (forma I-200, I-205) no les da autorización para entrar a una casa sin permiso
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¿Sabes cómo actuar en caso de una detención migratoria en EU?
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Informantes en EU
El â??sueño americanoâ? parecía estar haciéndose realidad para Emilio Maya y su hermana Analía, cuyo pequeño café les daba grandes satisfacciones.
Llegaron de Argentina a fines de los 90 y decidieron radicar en este pintoresco pueblo cerca de las montañas Catskill, donde trabajaban en restaurantes y eran queridos por la comunidad. Emilio era voluntario del cuerpo de bomberos y Analía hacía traducciones para la Policía, también a título de voluntaria.
Ambos ahorraban dinero para abrir un pequeño restaurante de comida argentina, pero algo los atormentaba: estaban en el país ilegalmente. Un día Analía se confesó con un amigo, el policía Sidney Mills, quien con frecuencia le pedía a los hermanos que lo ayudasen a resolver casos que involucraban a hispanos.
Mills decidió ayudarlos y, en marzo de 2005, arregló un encuentro con dos agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), Kelly McManus y Morgan Langer. La reunión terminó con un pacto: los hermanos trabajarían como informantes y el ICE los ayudaría a conseguir las inusuales visas S, concedidas a personas que ayudan a las autoridades, pero conocidas popularmente con el nombre de visas â??snitchâ? (delatores)
Ahí comenzó el infierno de los Maya, convertidos en â??informantes confidencialesâ?. Al principio, todo parecía sencillo. Los agentes estaban interesados en asuntos de drogas, pandillas, tráfico humano, prostitución y venta de documentos falsos, no en los indocumentados.
Los Maya recababan información en los partidos de futbol, en el restaurante o cuando iban de compras, y luego pasaban los datos a McManus y Langer.
En febrero de 2006, los agentes les encomendaron misiones más arriesgadas. Le pusieron micrófonos a Emilio y lo enviaron a una vivienda donde funcionaba un prostíbulo.
En septiembre, Analía se hizo pasar, durante cinco semanas, por una indocumentada mexicana en una fábrica de cosméticos de Port Jarvis para investigar si contrataban indocumentados a sabiendas.
Hacia mediados de 2007, Emilio no podía con los nervios. â??Les habíamos dado información sobre una pandilla, sobre una operación de contrabando y ellos no nos daban nadaâ?, se quejó. Los agentes les advirtieron que si dejaban de actuar como informantes, serían deportados. En 2008, les exigieron información sobre terrorismo y venta de armas. No consiguieron nada. De nuevo, oyeron la temida palabra: â??Deportaciónâ?.
En noviembre pasado, agentes del ICE arrestaron a Emilio, hoy casado y con una hija, y le informaron que sería expulsado del país en 90 días. El plazo vence el 2 de marzo.
El caso de los Maya ha dividido la comunidad. Mucha gente los apoya. Pero para los hispanos, los hermanos son unos traidores. A Emilio lo expulsaron del equipo de futbol donde jugaba. Las amigas de Analía no le contestan sus llamadas.
La actuación del ICE no extraña a muchos. â??Usan a las personas más vulnerables para trabajos peligrosos, les hacen todo tipo de promesas y luego los abandonanâ?, afirmó la abogada neoyorquina Claudia Slovinsky, experta en temas migratorios