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  • Fallece en pleno show cantante haitiano Mikaben

    Fallece en pleno show cantante haitiano Mikaben

    El mundo de la música está conmocionado debido a que el sábado 15 de octubre en pleno concierto en el escenario Accor Arena en París Francia, el cantante Michael Benjamín, mejor conocido como Mikaben, se desplomó a consecuencia de un infarto fulminante. 

    El solista haitiano estaba compartiendo el escenario con el grupo musical “Carimi”, desde su arribo se le pudo notar incómodo, agotado y con sudoración excesiva, pero haciendo gala de su profesionalismo continuó con el concierto hasta acabarlo. 

    La escena donde se dirige a la parte trasera del escenario y de repente cae desplomado e inmediatamente después es auxiliado por el demás equipo de emergencias, fue presenciada por alrededor de 20 mil personas, quedó grabada y ha sido difundida en redes sociales. 

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    El cantante de solo 41 años no tenía ningún tipo de enfermedad y dejó huérfanos a tres hijos, de los cuales uno aún está en camino, pues su viuda Vanessa Fanfan,  dará a luz en diciembre.

    https://www.tiktok.com/@kingbornoo/video/7154873959542951210

    MGG

  • Haitianos y africanos en México piden clemencia del gobierno

    Migrantes haitianos y africanos varados en Baja California pidieron solidaridad a la sociedad y sensibilidad a las autoridades porque el próximo 30 de septiembre podrían ser expulsados del país quienes no estén regularizados
    Haitianos y africanos en México piden clemencia del gobierno

  • Huracán Matthew en Haití mata a tres

    El huracán Matthew, de categoría 4 en la escala de Saffir-Simpson y con vientos de 230 kilómetros por hora, golpeó hoy la zona oeste de Haití, donde ha dejado hasta ahora al menos tres muertos, un desaparecido y más de nueve mil desplazados.
    Matthew, que se dirige hacia la isla de Cuba, tocó tierra a las 07:00 horas locales en la localidad haitiana de Les Anglais y ahora se encuentra a 15 kilómetros de la península de Tiburón, en el extremo sur de Haití, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
    Según Protección Civil de Haití, al menos nueve mil 280 personas, incluidas 248 con discapacidad, han sido evacuadas a unos 311 refugios temporales establecidos en el país más pobre de América, reportó el diario haitiano Le Nouvelliste.
    El huracán, el más fuerte en casi una década en el océano Atlántico, ha causado sus primeras víctimas en Haití, entre ellos dos hombres que murieron al naufragar su embarcación en el sur del país.
    Las fuertes lluvias que caen en Haití han provocado deslizamientos de tierra en Anse Milieu, una localidad ubicada en el sur del país, donde unas siete mil personas han sido desplazadas, la gran mayoría en la región sur.
    La oficina de prensa del gobierno haitiano anunció que unos 18 mil voluntarios están en alerta y listos para intervenir y apoyar las labores humanitarias tras el paso del huracán, según Radio Metropole Haiti.
    El ojo de Matthew podría alcanzar el este de Cuba este martes, antes de acercarse a Bahamas entre el martes y el miércoles.
    El gobierno cubano, por su parte, ha alertado a los residentes en las provincias desde Camagüey hasta Guantánamo para que permanezcan alerta ante la evolución de Matthew, el huracán más poderoso en el Caribe desde Félix en el 2007.
    Huracán Matthew en Haití mata a tres

  • Refugiados haitianos son reubicados

    Obligados a irse de la República Dominicana, Anise Germain y su familia levantaron una precaria carpa con mantas y cartones en un terreno rocoso del lado haitiano de la frontera.
    Diez meses después, las cosas están mejorando. Germain, su esposo y sus tres hijos fueron reubicados en una casita de bloques de hormigón cerca de la localidad fronteriza Anse-a-Pitres. No tienen agua corriente ni electricidad, pero ya no están librados a su suerte en un campamento desolado para personas que escaparon o fueron obligadas a irse de la República Dominicana en medio de una campaña para deshacerse de haitianos que se encontraban en el país ilegalmente o que no tenían documentos.
    «Creo que estaremos mejor aquí», dijo Germain mientras veía a sus hijas menores jugando en un patio en el que hay un par de árboles de bananos y papaya y suficiente espacio para una pequeña huerta.
    Las autoridades reubicaron a la familia al enfrentar una nueva crisis: el surgimiento de campamentos escuálidos en la frontera, parecidos a los que el gobierno y las organizaciones de ayuda pasaron años tratando de disolver tras el devastador terremoto del 2010.
    En el próximo mes las autoridades esperan reubicar 2.400 personas de media docena de campamentos, ofreciéndoles subsidios para que alquilen viviendas por un año en pueblos del sudeste de Haití. La Organización Internacional para la Migración está coordinando los esfuerzos con 2 millones de dólares de un fondo de emergencia de las Naciones Unidas.
    «Haremos que se instalen en viviendas por un año para que tengan suficiente tiempo para encontrar oportunidades económicas y puedan mantenerse a sí mismos», dijo Fabien Sambussy, jefe de operaciones del organismo de la ONU en Haití.
    En los campamentos de la frontera, con casuchas amontonadas y senderos polvorientos, que se asan bajo el sol y se inundan cuando llueve, habitan migrantes pobres que hablan una mezcla de creole y de español. La mitad aproximadamente son niños y las autoridades dicen que hay una creciente cantidad de casos de cólera y que temen que se produzca una epidemia.
    Los primeros campamentos surgieron en junio del año pasado. Los haitianos que venían de la República Dominicana comprobaron que no tenían adónde ir en Haití porque llevaban tanto tiempo viviendo en el país vecino que habían perdido toda conexión con su tierra natal y no tenían las herramientas necesarias para sobrevivir en la parte más pobre de la isla La Española.
    Germain, de 32 años y embarazada, encaja dentro de esa categoría. Sus padres se fueron a la República Dominicana para trabajar en el campo cuando ella tenía seis años y se instalaron en un barrio marginal cerca de La Ceiba.
    «La vida es dura en Haití, pero era dura también en la Dominicana», afirmó.
    Sus padres, que ya fallecieron, jamás les sacaron la residencia legal a sus hijos.
    La República Dominicana, que siempre ha tenido una relación tensa con su vecino, mucho más pobre, ya no es tan hospitalaria con los inmigrantes, sobre todo los haitianos.
    En los últimos años las autoridades dominicanas comenzaron a reforzar la vigilancia de la porosa frontera y a deportar a las personas que no tienen o no pueden comprobar su residencia legal.
    En septiembre del 2013 el tribunal constitucional dominicano dictaminó que los niños nacidos en el país, hijos de personas que no son ciudadanas no pueden ser considerados dominicanos ya que sus padres estaban «en tránsito». La decisión fue retroactiva, con lo que mucha gente que pensaba que tenía un status legal se encontró con que no tenía estado, pues no era ni dominicana ni haitiana.
    Ante las numerosas críticas internacionales, el gobierno dominicano creó un programa que permite a las personas nacidas en Haití recibir la residencia legal si pueden comprobar fehacientemente que estaban en el país desde antes de octubre del 2011.
    Mucha gente no pudo comprobarlo y se va del país por voluntad propia, por temor a represalias. La Organización Internacional para la Migración dice que al menos 78.000 personas se fueron de la Dominicana a Haití.
    «Me vine con mi familia a Haití porque tenía miedo de que nos matasen», afirmó Inez Celestin, una de muchas personas que dicen que tienen derecho a la residencia en la Dominicana pero de todos modos optaron por irse.
    La mayor parte de la gente que vive en campamentos de refugiados en los alrededores de Anse-a-Pietres desea irse, aunque en el asentamiento conocido como «Water Head» abundan los que quieren quedarse. Dicen que allí las condiciones son mejores y que viven en casitas a lo largo de un pequeño río. Una iglesia abandonada fue reacondicionada y ofrece servicios religiosos.
    La gente no sabe qué esperar de los esfuerzos por reubicarlos y quiere saber qué hará cuando se acabe el subsidio para alquileres dentro de un año.
    La investigadora de Amnistía Internacional Chiara Ligouri dijo que la reubicación «podría no ser duradera» sin ayuda adicional.
    Sambussy, no obstante, señaló que las agencias de ayuda hacen lo que pueden con los medios disponibles. «Al final del día, tenemos que ser pragmáticos porque los limitados fondos que hemos recibido solo alcanzan para la reubicación».
    Los subsidios de un año para alquileres han sido un recurso frecuente en años recientes y han ayudado a levantar los campamentos donde se instalaron las víctimas del terremoto del 2010.
    Germain dice que espera encontrar la forma de mantener a su familia en Haití, donde no abundan los trabajos estables.
    Se exaspera al recordar cuando le dijeron que tenía que irse de la República Dominicana porque no tenía los papeles de la residencia. Fue arrestada por la policía cuando buscó asistencia médica para sus hijos, que tenían fiebre.
    «Le dije a la policía que vivía allí desde los seis años, pero no me escucharon», expresó.
    Las autoridades llevaron a Germain y a sus hijos enfermos a un cruce fronterizo próximo a Anse-a-Pietre. Su esposo y su hija mayor se les unieron posteriormente.
    «Hemos sufrido un duro golpe pero tratamos de recuperarnos», declaró Germain, junto a las únicas pertenencias de la familia: baldes de plástico y tazas y cacerolas de lata.
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  • El colera mata silenciosamente en Haití

    El colera mata silenciosamente en Haití. Tendidas en camastros en la clínica de la capital haitiana, una docena de personas recibían suero intravenoso para rehidratar sus cuerpos y evitarles una muerte dolorosa.
    El más enfermo era un hombre flaco, de aire espectral, debilitado por los vómitos y la diarrea que provoca el cólera. Se esperaba que todos sobrevivieran. El cólera transmitido por el agua contaminada es muy tratable, pero provoca la muerte en cuestión de horas si no se la trata.
    «No sé cómo me la contagié, pero espero no volverme a enfermar de esta manera», dijo el paciente Estin Josue, que convalecía en un centro de tratamiento inmaculado en Puerto Príncipe, regentado por la conocida organización médica haitiana Gheskio Centers.
    Josue y los demás pacientes tuvieron la suerte de enfermarse cerca del primer centro permanente para el tratamiento del cólera en el país. Pero muchos no son tan afortunados en momentos en que Haití se debate con el brote más grave de la enfermedad en la historia reciente.
    El cólera, jamás detectado en Haití antes de octubre de 2010, ha infectado a más de 770.000 personas, el 7% de la población, de las cuales 9.200 murieron. Este año ha infectado a más de 6.000 personas y ha matado, en promedio, a 37 personas por mes.
    La persistencia del brote alarma a los especialistas en salud pública, quienes temen el desvío de atención y recursos a nuevos peligros como el virus del zika y la crisis política que detuvo las elecciones recientes.
    El vocero de la Organización Mundial de la Salud, Gregory Hartl, dijo que el cólera ya se considera endémico en Haití, es decir, una enfermedad recurrente. Otros han observado que la bacteria del cólera parece estar firmemente asentada en ríos, estuarios e incluso en las aguas costeras del país.
    «Una vez que se asienta en el reservorio acuático de un país, es sumamente difícil de erradicar», dijo Afsar Ali, investigador de la Universidad de Florida en Gainesville, quien estudia el cólera en Haití desde hace años.
    El doctor Joseph Donald Francois, coordinador de las campañas del ministerio de Salud para combatir la enfermedad, cree que Haití puede eliminar el cólera con ayuda internacional. Pero añadió que las campañas carecen de recursos.
    En 2013 se anunció un plan de 2.200 millones de dólares para erradicar el cólera de la isla que comparten Haití y República Dominicana, pero apenas se ha entregado el 13,8% de esos fondos, 307 millones de dólares, de acuerdo con un informe de la ONU de noviembre de 2015.
    En el primer año del brote, más de 200 organizaciones internacionales proveían dinero y especialistas para combatir el mal. Ahora son menos de una docena, dijo Francois.
    «Al haber menos muertes, mucha gente piensa que la situación ha dejado de ser urgente», dijo Francois en una entrevista en su oficina. «Pero si tuviéramos los recursos, no habría muertes».
    El cólera fue detectado por primera vez en el valle de Artibonite. Los científicos creen que llegó al río más grande del país a través de aguas residuales indebidamente tratadas de una base de fuerzas de paz nepalesas de la ONU, parte de un contingente rotativo de fuerzas multinacionales que entran y salen del país desde 2004.
    Los defensores de las víctimas han demandado a la ONU en Estados Unidos. Un juez federal falló el año pasado que la organización era inmune a las demandas de indemnización. Una corte de apelaciones escuchó esta semana los alegatos de los demandantes, pero la sentencia demorará meses.
    El cólera apareció en Haití 10 meses después de un terremoto devastador ocurrido en el sur del país, y agudizó la desdicha del país cuando no estaba en condiciones de afrontar una nueva crisis.
    Nuevas investigaciones publicadas este mes por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos sugieren que la mortandad hubiera podido ser aún mayor debido a la deficiencia de la información al comenzar el brote.
    Si bien la incidencia se ha reducido significativamente desde la primera oleada y la tasa de mortalidad ha caído del 9% en diciembre de 2010 a menos del 1% en la actualidad, el hecho de que siga muriendo gente cinco años después mortifica a los expertos.
    «Debemos elevar nuestras expectativas de lo que se puede hacer en Haití y otros países frente a estas enfermedades que hemos erradicado totalmente de nuestras propias sociedades», dijo la doctora Louise Ivers, consultora de Partners In Health, una organización con sede en Boston.
    Ivers trabajaba en la meseta central de Haití cuando el cólera alcanzó en el país la tasa más alta del mundo. Dice que se ha avanzado muy poco para remediar la falta de instalaciones sanitarias y acceso al agua potable que son cruciales para erradicar el cólera.
    Apenas el 24% de los haitianos tienen acceso a baños, las aguas residuales son escasamente tratadas y el agua potable es inaccesible para muchos. Jean Bertho, un trabajador desempleado que pasaba frente a una quebrada llena de basura meneó la cabeza cuando se le preguntó sobre la enfermedad.
    «No me sorprendería que el cólera siguiera 50 años más aquí», dijo. «Hay tanta basura por todas partes y los haitianos no pueden obtener agua limpia fácilmente».
    El colera mata silenciosamente en Haití

  • Haití cada vez peor por pobreza, hambruna y sequía

    Haití cada vez peor por pobreza, hambruna y sequía. Las zanahorias y las papas que cultiva Carole Joseph están secas. Ya no le quedan pollos a la familia. La mujer vendió primero sus pocas herramientas y luego la cama de madera donde dormían ella y sus hijos para comprar comida. La familia ahora duerme en el piso de su casucha.
    Lo único que le queda son las cacerolas que usa para cocinar sobre fogatas… cuando hay algo para comer.
    Esta mujer de 28 años, con cuatro hijos, es parte de las 1,5 millones de personas que no comen bien por una sequía de años que arruina las cosechas de su pequeño poblado de la montaña y de otras regiones del país.
    «Comemos y bebemos algo todos los días, pero nunca lo suficiente como para recuperar las fuerzas. Ya no sé qué hacer», expresó Joseph con voz ronca mientras acunaba a sus mellizos, cuyos cabellos quebradizos y amarillentos son signo de malnutrición.
    En los últimos tres años ha habido una feroz sequía que ha agravado la miseria de numerosos haitianos que ya vivían en la pobreza absoluta. Las cosechas del año pasado fueron las peores en 35 años, en un país en el que más de dos tercios de su población viven de la agricultura, y que a menudo usa herramientas arcaicas.
    Muchos haitianos se van a dormir hambrientos y están acostumbrados a las privaciones y a los desastres naturales. Pero el impacto de esta sequía ha sido tan severo que el país enfrenta una «inseguridad alimenticia sin precedentes», según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
    La sequía se intensificó el último año por El Niño, un fenómeno que ha estado alterando los patrones climáticos en todo el mundo y que ha producido sequías en América Latina y el Caribe. Cuba sufrió su peor sequía en más de un siglo en el 2015 y en Puerto Rico y otros sitios se han racionado el agua.
    Pero hay pocos sitios más vulnerables que Haití, donde 3,6 de sus 10,4 millones de habitantes no consumen el mínimo de calorías diario, de acuerdo con el Programa Alimenticio Mundial de la ONU. De ellos, 1,5 millones necesitan ayuda urgente porque están tan mal alimentados que se debilitan.
    «Esta sequía es muy peligrosa. La presión sobre la gente va en aumento», dijo el economista haitiano Kesner Pharel, quien acotó que los alimentos se llevan más de la mitad del ingreso promedio de una familia en Haití.
    Pharel dijo que la producción agrícola se ha contraído tanto en los dos últimos años que el 70% de lo que consume Haití es importado. Antes se importaba el 50%. A medida que merma la producción de alimentos, se desvaloriza la moneda local, lo que hace que los costos de los productos importados aumenten.
    Las autoridades dicen que cada vez más familias de zonas rurales se ven obligadas a emigrar a las ciudades. Al no contar con las suficientes calorías, por otro lado, los niños son más vulnerables a infecciones, incluida sarampión.
    Wendy Bigham, directora local del Programa Alimenticio Mundial de la ONU, dice que muchas familias campesinas han estado consumiendo las semillas para sus cultivos, pidiendo préstamos y vendiendo sus posesiones, como ganado y herramientas, para poder comprar comida. Con el correr del tiempo, no obstante, la situación se hace cada vez más insostenible.
    En el poblado de Oriani, en las montañas del sudeste del país, Joseph lo sabe muy bien. Su esposo se fue hace un año para buscar trabajo en la República Dominicana y no ha vuelto. Se vio obligada a vender sus pollos y sus otras posesiones para comprar comida.
    Una tarde reciente, periodistas de la Associated Press se encontraron con ella en una clínica del pueblo colmada de mujeres con bebés. Sus mellizos de dos años, Angelo y Angela, no están desarrollándose normalmente, al punto de que todavía no caminan ni dicen palabra alguna. Lo único que le dieron en el lugar fueron unas tabletas para combatir los parásitos ya que a la clínica se le acabó una mantequilla de maní rica en sustancias nutritivas.
    En la casucha de su familia de piedra y madera, los otros dos hijos de Joseph, Junel, de 10 años, y Stevenson, de 12, descansan sobre una alfombra de paja mientras su madre trata de alimentar de pecho a los hambrientos mellizos. Joseph está tan malnutrida y deshidratada que no produce leche alguna. «Solo quiero calmarlos», expresó.
    Para hacer llegar ayuda de emergencia a gente como Joseph y sus hijos, el Programa Alimenticio de la ONU intenta recaudar 84 millones de dólares en donaciones para distribuir efectivo y comida entre un millón de personas. Estados Unidos ha reforzado su ayuda de emergencia a Haití, repartiendo 11,6 millones de dólares entre organizaciones sin fines de lucro para combatir las déficit alimenticio de unas 135.000 personas.
    Hacer llegar comida de emergencia a comunidades a las que se puede llegar únicamente en burro es difícil, pero no tanto como resolver los crónicos problemas alimenticios de Haití.
    Abnel Desarmours, director interino de la Unidad de Coordinación Nacional de Seguridad Alimenticia del gobierno, dijo que hacen falta más esfuerzos sostenidos para escaparle al ciclo inacabable de desastres y rescates. El aumento en la inseguridad alimenticia refleja lo vulnerable que siguen siendo los haitianos a pesar de haber recibido asistencia mundial por décadas.
    «Es muy difícil, pero tenemos que encontrar una solución. Hay que construir o arreglar sistemas de irrigación y hay que mejorar nuestra producción alimenticia», declaró.
    Haití tiene problemas de malnutrición desde hace tiempo como consecuencia de una pobreza generalizada, el mal funcionamiento de las instituciones, la corrupción y un sector agrícola frágil, muy golpeado por una degradación climática y ambiental.
    Por ahora, Joseph hace lo que puede para darle a su familia dos comidas diarias. «Es muy duro porque empiezan a llorar de noche y no puedo hacer nada», expresó.
    Haití cada vez peor por pobreza, hambruna y sequía

  • Haití se precipita hacia un vacío de poder

    Haití se precipita hacia un vacío de poder. Haití corre el riesgo de volver a caer en un vacío de poder la noche del sábado si sus dirigentes políticos no alcanzan un acuerdo tras el aplazamiento indefinido de la segunda vuelta de la elección presidencial.
    La Constitución prevé la salida de Michel Martelly de su cargo de jefe de Estado el 7 de febrero, pero en vista de que su sucesor no ha sido elegido aún, la Presidencia quedará vacante de hecho a partir del domingo.
    La segunda vuelta de la presidencial, prevista para el 24 de enero, no pudo llevarse a cabo debido a la violencia generada por las protestas de la oposición.
    En la primera vuelta, el 25 de octubre, el candidato oficialista, Jovenel Moise, obtuvo 32,76% de los votos, contra 25,29% para Jude Celestin, quien calificó estos números de «farsa ridícula» y rechazó participar en la segunda vuelta.
    Durante los dos últimos meses, la oposición intensificó las protestas desconociendo los resultados, a los que calificó como «golpe de Estado electoral».
    Tras haber evitado el fiasco de una elección con un solo candidato, Haití sigue sumido en una grave crisis política porque su carta magna no prevé el escenario al que se enfrenta ahora.
    «La Constitución no prevé nada para una interinidad en la que no habría ningún presidente ni sucesor después de la fecha del 7 de febrero. Es un vacío constitucional», explicó el historiador y constitucionalista Georges Michel.
    Sin brújula legal, no queda otra alternativa que la solución política surja de las actuales negociaciones entre el Ejecutivo, el Parlamento, los partidos políticos y la sociedad civil, pero cada parte propone un escenario distinto para salir de la crisis sin que, por ahora, hayan llegado a un acuerdo.
    «La Constitución prevé que en caso de vacante de la Presidencia durante el cuarto año de mandato, sea la Asamblea Nacional la que elige un presidente», dijo Jocelerme Privert, presidente del Senado. «En este caso en particular, el vacío se produce al final de su mandato, pero es la Asamblea Nacional la que debe encontrar una forma de llenar el vacío, de acuerdo con el espíritu de la Constitución».
    Haití se precipita hacia un vacío de poder

  • Haití pacta un gobierno de transición

    Haití pacta un gobierno de transición. Horas antes de terminar el mandato del presidente de Haití, Michel Martelly, integrantes de las dos cámaras del Congreso suscribieron el sábado un acuerdo para un gobierno de transición que preparará la pendiente segunda ronda de la elección presidencial.
    «No ha sido fácil, pero, como ya lo había dicho, yo no habría dejado a este país en la incertidumbre el 7 de febrero. Trabajamos sin pausa a lo largo de estas tres últimas semanas», dijo Martelly durante la ceremonia de firma del acuerdo.
    El documento, de cuatro páginas, contempla que el Congreso elija un presidente interino, para unos 120 días, mientras el gobierno siga en funciones. Prevé también la celebración de la segunda vuelta de las presidenciales el 24 de abril y que el nuevo presidente asuma el 14 de mayo.
    «Vamos a sostener una reunión la mañana del domingo en la Asamblea Nacional para que se tome nota del final del mandato del presidente Martelly y pedir al primer ministro y al gobierno mantenerse en el cargo», explicó a la AFP el presidente del Senado, Jocelerme Privert.
    «La elección del presidente interino tendrá lugar después de eso», dijo, sin definir una fecha para la votación que hará el Congreso.
    «La situación en Haití es excepcional y requiere una solución excepcional», manifestó por su parte Ronald Sanders, jefe de la misión especial de la Organización de Estados Americanos (OEA).
    Aunque se mostró satisfecho por haber llegado a un consenso, Martelly subrayó sin embargo que la crisis política no ha sido aún resuelta.
    «A pesar de este acuerdo habrá que permanecer atentos porque habrá que tomar en cuenta el hecho que algunos no suscribirán este acuerdo. Por ello pido a todos los responsables políticos que dediquen todos sus esfuerzos a que Haití permanezca estable», señaló horas antes del fin de su mandato.
    «Pido a los diferentes protagonistas, en particular a los que recurren a la violencia, que comprendan que cada vez que hay violencia Haití da un paso atrás», agregó.
    El viernes, un hombre resultó muerto en los enfrentamientos entre opositores al gobierno y exmilitares. El Ejército haitiano fue desmantelado en los años 90.
    La policía nacional llegó rápidamente al lugar, así como tanques patrulla de la misión de Naciones Unidas para la estabilización en Haití, presente en el país desde 2004, constató un periodista.
    El acuerdo del gobierno interino ha sido motivado por el aplazamiento de la realización de la segunda vuelta, a lo que se ha sumado la necesidad de elegir un nuevo Consejo Electoral Provisional, pues seis de sus nueve miembros han renunciado.
    La secretaria general de la Francofonía, Michaelle Jeran, saludó la firma del acuerdo y exhortó a «todos los actores haitianos a mantener esta dinámica de diálogo y de consenso».
    Después de la primera vuelta de las elecciones, el 25 de octubre, que el candidato Jude Célestin opositor calificó como «una farsa ridícula», la segunda vuelta, en la que debía enfrentar al candidato gubernamental Jovenel Moisés el 27 de diciembre, fue aplazada inicialmente para el 24 de enero, antes de ser de nuevo aplazada sin fecha prevista.
    Haití pacta un gobierno de transición

  • La OEA llegará a Haití el domingo

    La misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) para ayudar a hallar una salida a la crisis política en Haití llegará a Puerto Príncipe el domingo, e iniciará de inmediato contactos por actores sociales haitianos, informó la entidad este viernes.
    El envío de esta misión había sido aprobada el miércoles por el Consejo Permanente de la OEA en Washington ante un pedido urgente formulado por el presidente haitiano, Michel Martelly.
    Martelly finaliza su mandato el 7 de febrero, pero ante la suspensión del segundo turno de las elecciones presidenciales que estaban previstas para el 24 de enero, no tendrá a quién dejar el mando.
    Al presentar las discusiones el pasado miércoles, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, había sugerido la constitución de un gobierno «de transición, representativo y plural con una fecha de salida preestablecida».
    Este viernes, la OEA informó que Almagro pidió a Martelly y al presidente del Senado, Jocelerme Privert, que el mecanismo a ser adoptado sea refrendado por la Corte de Casación y que además sea lo más breve posible.
    La misión estará encabezada por el presidente del Consejo Permanente de la OEA, el diplomático de Antigua y Barbuda Ronald Sanders, e incluye, entre otros, al ex canciller de Honduras, Leónidas Rosa Bautista, representante de su país ante la entidad continental.
    El miércoles, la agenda de la OEA incluía una reunión del Comité Permanente para discutir un informe de Gerardo de Icaza, integrante de la Misión de Observación Electoral (MOE) que la entidad había enviado a Haití.
    En la reunión, Almagro informó al Consejo sobre un contacto telefónico con Martelly el lunes, y relató que el presidente haitiano le había pedido urgencia en la convocatoria de la reunión.
    Al abrirse la sesión, el embajador de Haití, Bocchit Edmond, presentó el pedido de envío de una misión, transformando así por completo el carácter de la reunión.
    Ese mismo miércoles, en Ecuador, la cumbre de la CELAC planteó enviar a Haití una comisión de los cancilleres de Ecuador, Uruguay, Venezuela y Bahamas para informarse sobre el terreno antes de decidir si manda su propia misión de ayuda.
    Haití debía realizar el domingo el segundo turno de las elecciones presidenciales, que ya había sido aplazadas pues inicialmente estaba prevista para el 27 de diciembre.
    El candidato oficialista Jovenel Moise y el opositor Jude Célestin, resultaron los dos primeros colocados en la primera ronda del 25 de octubre.
    Las autoridades electorales cancelaron la semana pasada la segunda vuelta debido a «problemas de seguridad evidentes» ante el aumento de la violencia y las protestas callejeras de la oposición, que afirma que en la primera ronda hubo un fraude para favorecer a Moise.
    Célestin se negó a participar de la segunda ronda alegando que el comicio era una «farsa».
    La OEA llegará a Haití el domingo

  • Miles de haitianos han huido de República Dominicana

    Haitianos en República Dominicana
    Miles de haitianos o de ascendencia haitiana han huido las últimas semanas de República Dominicana, aunque muchos de ellos no han ido muy lejos.
    Elissene Jean Louis y su familia se establecieron en unas casuchas improvisadas, construidas con sábanas, ramas de árboles, cartón o cualquier material que encuentren a la mano cerca de la ciudad dominicana de Pedernales, del lado de la frontera haitiana.
    Este campamento de migrantes desplazados, en franco crecimiento, carece de agua, electricidad y otros servicios esenciales, y se está empezando a parecer a los miserables asentamientos que surgieron tras el devastador terremoto que azotó a Haití en enero de 2010, aunque en una proporción mucho menor.
    Para matar el tiempo, los niños juegan al fútbol en medio de la polvareda mientras que las familias ponen a secar su ropa en los viejos cables y maderas de una desvencijada cerca.
    Varios de estos campamentos, establecidos a lo largo de la frontera, comenzaron a crecer después del 17 de junio, fecha límite impuesta por la República Dominicana para que los haitianos o los nacidos en ese país de ascendencia haitiana solicitaran la residencia legal en virtud de un nuevo programa del gobierno que, según dijo, tenía la intención de poner orden a un flujo incontrolado de inmigrantes en la nación.
    Más de 288.000 personas solicitaron la residencia y hasta el momento, cerca de 25.000 han recibido sus documentos para quedarse y trabajar allí. Otras 40.000 solicitudes han sido aprobadas.
    El gobierno dominicano dice que 66.000 personas se fueron a Haití desde el 17 de junio. Muchos de ellos no pudieron calificar para la residencia al no cumplir con los requisitos establecidos por el gobierno. Otros migrantes desplazados dicen que se han sentido una creciente hostilidad en la República Dominicana.
    En varios lugares de la frontera, los migrantes haitianos desplazados se asoman al país al que una vez llamaron hogar entre las rendijas de unas puertas de metal manejadas por los guardias fronterizos dominicanos.
    En Anse-a-Pitre, Molene Charles, de 28 años, dijo a los periodistas presentes que había trabajado como vendedora ambulante en República Dominicana durante 14 años pero que huyó de su casa, con su familia, cinco días después de ser amenazados por lugareños. Más tarde su marido, Jean Louis, dijo que volvió al país y encontró que su casa había sido incendiada y reducida a cenizas.
    Ahora, la pareja y sus cuatro hijos viven con cientos de familias en este lugar, de baja altitud, y que hace parte de la árida zona ubicada al oeste de Pedernales. En la actualidad hay cerca de 700 familias en el campamento.