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  • Ni tanto petroleo hay en las malvinas

    Casi a la mitad de su valor se desplomaron las acciones de la empresa Desire Petroleum, luego de que el taladrado de un pozo en su labor prospectiva en la costa de las islas Malvinas o Falklands resultara decepcionante: el crudo podría no ser económicamente viable.

    Los títulos de otras compañías que operan en el archipiélago también registraron una caída, en medio de temores de que las reservas en toda la zona resulten menores de las esperadas.

    El pozo es el primero que se perfora cerca de las islas en una década, lo que desató una rencilla diplomática entre el Reino Unido y Argentina, país que ha renovado su reclamo de soberanía sobre las islas.

    En un anuncio para el mercado bursátil, Desire Petroleum precisó que los resultados iniciales del pozo Liz14/19-1, al norte del archipiélago, indicaban que las cantidades de petróleo podían ser pequeñas y de escasa calidad.

    Como consecuencia, las acciones de la compañía cayeron un 48,5% en las transacciones matinales.

    Sin embargo, Desire Petroleum dijo que planeaba dar más detalles sobre la prospección hacia el fin de semana. Es posible que la empresa necesite perforar más profundamente para encontrar mayores cantidades y mejor calidad de crudo.

    Hasta que no se lleven a cabo más pruebas «no será posible determinar la significación de los hidrocarburos encontrados ni si el pozo necesita un perforado de mayor profundidad, o si se deben suspender la pruebas o volver a taparlo y abandonarlo todo», dijo la compañía.

    Otras dos compañías que perforan en el área son Rockhopper y Falkland Oil and Gas, cuyas acciones cayeron en 26 y 11.4%, respectivamente. Rockhopper tiene un 7,5% de inversión en el pozo Liz.

    A pesar del decepcionante anuncio de Desire, Alan Sinclair, analista de Seymour Peirce, señaló que en la caída de las acciones se había registrado una exageración.

    «Mientras el mercado puede haber estado a la espera de resultados irrefutables de las pruebas, cabe recordar que éste es el primero de una potencial perforación de un programa de seis pozos por parte de Desire», apuntó.

    El comienzo de las perforaciones alrededor de las islas Falklands o Malvinas, el mes pasado, motivó una furiosa respuesta de Argentina, país que reclama soberanía sobre las islas.

    Argentina amenzazó con tomar «medidas adecuadas» para detender la prospección petrolera en las aguas que circundan las islas Malvinas Falklands y está en busca de apoyo por parte de países latinoamericanos.

    El ministro de Defensa del reino Unido, Bill Rammell, dijo que el gobierno tenía «un derecho legítimo» a construir una industria petrolera en esas aguas.

    Cerca de unas 9000 toneladas de equipo han sido estibadas en la bahía de Aberdeen con destino a las Malvinas Falklands

  • Guerra verbal entre Argentina y ReinoUnido

    Un fuego cruzado de comunicados enfrenta a Londres y Buenos Aires 28 años después de la guerra de las Malvinas y esta vez a la histórica rivalidad por la soberanía del archipiélago se suma una cuestión económica clave, el petróleo del Atlántico Sur.

    Paradójicamente, a pesar de esta nueva dimensión económica, no habrá una segunda guerra de las Malvinas/Falklands, aseguran diplomáticos y analistas.

    «No veo que la retórica pueda degenerar en otro conflicto», aseguró a la AFP Michael Codner, director de ciencias militares en el instituto Rusi de Londres.

    ¿La razón? «Londres, que tenía en 1982 un puñado de Marines en las Falklands (nombre británico de las Malvinas) dispone hoy de una presencia mucho más importante con una guarnición y una fuerza disuasiva en tierra, mar y aire», agregó.

    Además, «cuando el dinero empiece a afluir, Gran Bretaña, las Falklands, Argentina, todo el mundo se beneficiará», predijo el Daily Telegraph.

    «Orgullo imperial» (The Guardian), «Aguas turbulentas» (The Times), «Diplomacia a la moda de las Falklands» (Daily Telegraph), escriben los editorialistas británicos cuando la plataforma off-shore «Ocean Guardian» llega a la zona, situada a 160 km al norte del archipiélago de 3.000 habitantes, 1.000 soldados británicos, 500.000 corderos e impresionantes colonias de focas y leones marinos.

    «Las perforaciones empezarán según lo previsto, si la meteorología lo permite», afirmó el viernes la asamblea legislativa de las Malvinas, en un comunicado publicado en portada del Penguin News, el semanario local.

    «Similitudes en el contexto de un lado y otro, a 28 años de intervalo, incitan al nacionalismos, pero aquí termina la analogía», señala un diplomático europeo en Londres.

    En 1982, las tropas argentinas invadieron las Malvinas para tratar de resolver los problemas de un régimen agonizante. La aventura fue fatal para la dictadura militar (1976-1983). En cuanto a la «dama de hierro», Margaret Thatcher, hundida en los sondeos, reconquistó el archipiélago y logró un tercer mandato, al final de una guerra de 74 días que dejó 649 argentinos y 255 británicos muertos.

    En este comienzo de 2010, el gobierno de Cristina Kirchner tiene problemas económicos y políticos al acercarse el 200 aniversario del primer paso hacia la independencia de su país, mientras que el primer ministro británico Gordon Brown debería según todas las encuestas ser desalojado de Downing Street en las próximas elecciones.

    Sin embargo, cuando el vicecanciller argentino Victorio Taccetti denuncia la decisión «unilateral e ilegítima» británica de explotar recursos naturales argentinos, precisa que defenderá su causa «por medios pacíficos» ante la ONU.

    «Lo bélico está excluido de nuestro horizonte», insistió Taccetti este viernes.

    Y cuando el Foreign Office británico afirma el carácter inalienable de la soberanía británica sobre las islas desde 1833, y reivindica la legitimidad de las perforaciones, lo hace elogiando la excelente cooperación anglo-argentina en numerosos ámbitos.

    Una primera campaña de perforación, en 1998, en seis pozos diseminados por una zona del tamaño de la mitad del estado de Texas, confirmó la presencia de petróleo, pero su explotación no parecía rentable. Doce años más tarde, la multiplicación por siete del precio del barril y los progresos técnicos cambian totalmente la situación.

    Según la Sociedad Geológica Británica, las reservas en torno a las Malvinas podrían alcanzar los 60.000 millones de barriles, o el equivalente del yacimiento del mar del Norte que contribuyó a 25 años de prosperidad en el Reino Unido.

    El archipiélago obtiene hoy 60% de sus ingresos de la pesca, pero para quienes lo ven ya transformado en un mini Dubái, Juanita Brock, de la agencia de noticias Falklands Island News Network (FINN) escribe: «Pretender que cada habitante de las Malvinas será un millonario es totalmente utópico».