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  • San Valentín

    El dí­a más cursi del año acaba de pasar, al momento de que esta columna se ha publicado, pero no cuando la he estado escribiendo. Para algunos, es un dí­a muy esperado, para otros no.

    Dejemos a un lado la cursilerí­a que acompaña a este dí­a y hablemos primero de donde y como es que nació esta festividad que no es solo local, es como Navidad, se celebra alrededor del mundo.

    Algunas fuentes centran el origen de la historia de San Valentí­n en la Roma del siglo III, época en la que el cristianismo era perseguido. En este periodo también se prohibí­a el matrimonio entre los soldados ya que se creí­a que los hombres solteros rendí­an más en el campo de batalla que los hombres casados porque no estaban emocionalmente ligados a sus familias.

    Es en estas circunstancias cuando surge la figura de San Valentí­n, un sacerdote cristiano que ante tal injusticia decide casar a las parejas bajo el ritual cristiano a escondidas de los ojos romanos.
    La misión de condenar al sacerdote la tuvo que llevar a cabo el lugarteniente, Asterius. í?ste, cuando estuvo delante del sacerdote, se burló de la religión cristiana y quiso poner a prueba a Valentí­n. Le preguntó si serí­a capaz de devolver la vista a una de sus hijas que era ciega de nacimiento. El sacerdote aceptó y en nombre del Señor obró el milagro. El lugarteniente y toda su familia se convirtieron al cristianismo pero no pudieron librar a Valentí­n de su martirio. San Valentí­n fue ejecutado un 14 de febrero.

    Mientras estuvo encerrado, su carcelero le pidió que diera clases a su hija Julia, a base de lecciones y horas juntos, Valentí­n se enamoró de la muchacha. La ví­spera de su ejecución, envió una nota de despedida a la chica en la que firmó con las palabras «de tu Valentí­n», de ahí­ el origen de las cartas de amor y poemas que se enví­an los enamorados en la actualidad y de la expresión de despedida «From Your Valentine»; conocida en todo el mundo adjunta en miles de postales de San Valentí­n. http://www.sanvalentin.com/historia/

    Esta es una de las muchas teorí­as de la historia de San Valentí­n, pero el resultado es el mismo, en casi todo el mundo festejamos este dí­a, aunque con el paso del tiempo los comerciantes han tomado ventaja sobre esta festividad, así­ como la de Navidad, y han hecho negocio vendiendo tarjetas, chocolates, etc, etc.

    Yo siento que es mejor un detalle hecho por uno mismo, aunque a veces no se tiene la creatividad o facilidad para las manualidades y preferimos comprar el detalle que vamos a regalar. Seamos honestos, algunos de nosotros tampoco tenemos la creatividad necesaria para escribir una carta o tarjeta con palabras románticas, que en algún sentido podrí­an considerarse hasta cursis. Los detalles de igual modo se agradecen.

    Lo importante es acordarnos de nuestros seres queridos que no son parte de nuestra familia de sangre, pero de una u otra manera sentimos cariño por. Espero que sean de los que recibieron detalles el dí­a de ayer y si no, no se preocupen, el dí­a que les toque ser cursis llegará.

    Tania Garza. Lic. En Administración, ferrocarrilera, malvadina, biónica y algunas veces diva.