Las rupturas amorosas podrían causar en las personas traumas de por vida, al grado de no querer volver a entrar en una relación o el de modificar el carácter para hacerse insensible y con esto proteger a sus sentimientos.
Si bien es verdad que hay problemas más graves que los emocionales, una ruptura amorosa podría marcar de por vida el destino de una persona.
Si acabas de terminar una relación larga y significativa, tal vez te cueste identificar si ya has superado o no a tu ex, porque con la convivencia una pareja se vuelve uno mismo.
A continuación, te dejamos siete señales de que inconscientemente sigues amando a tu expareja:
- Tienes la esperanza de que van a regresar; en cuanto suena el teléfono crees que es él o ella, si tocan a la puerta piensas que ha llegado con un ramo de flores y cualquier suceso así no se relacione con tu expareja, representa una esperanza para ti de que regresen.
- Fantaseas con escenarios donde están juntos; terminaron en enero, pero tú ya estás haciendo planes en tu cabeza para el 14 de febrero, para el Día de la Bandera, vacaciones y hasta Navidad, aún no asimilas la ruptura y tu cerebro sigue trabajando como si estuvieras en pareja.
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- Le sigues siendo fiel; te cierras completamente a una nueva relación, incluso el solo el acto de coquetear te da pánico, confiesas que ya se te olvido “ligar”, te mantienes disponible en tiempo, cuerpo y mente por si regresa.
- Guardas sus cosas; ya sea que duermas con el peluche que se ganó en la feria para ti o que decidas oler de vez en cuando la camisa que olvidó en tu casa y que todavía huele a él, pero buscas cualquier pretexto para no deshacerte de esos recuerditos, hermana a menos que los regalos que te haya dado sean un carro o una casa, no vale nada la pena seguir conservándolos.
- Intentas encontrártelo; visitas los lugares que frecuentaban o vas a los que a él le gustan con la intención de encontrarlo “sin querer”.
- Públicas indirectas en redes sociales; se tiene bloqueados mutuamente, pero sigues poniendo historias tristes o de despecho, pensando que algún conocido en común se las va a ir a decir, déjame decirte que nunca se enteran y si lo hacen no les importa, compartir este tipo de publicaciones solo te deja en mal a ti y te hace parecer una “mala perdedora”.
- Te comparas con su nueva pareja; de hecho, es una de las primeras cosas que pasan, te empiezas a comparar en belleza, educación y dinero con el reemplazo, sin saber que ambas aportan cosas diferentes a la relación, por lo cual es inútil comparar a las peras con las manzanas.
MGG
