Jameson T. Hazelbower detenido por asalto sexual. El soldado del ejército de Estados Unidos Jameson T. Hazelbower se ausentó de su base sin permiso tras enterarse de que se le señalaba como sospechoso de haber violado a una joven de 15 años. A pesar de la amenaza potencial que representaba y de que el propio soldado se autocalificaba de adicto sexual, el hombre estuvo prófugo casi tres meses antes de ser capturado por policías locales en Winnebago, Illinois, cerca de donde creció.
Y ello fue por pura casualidad, según entrevistas, reportes policiales y expedientes judiciales obtenidos por The Associated Press gracias a la Ley de Libertad de Información.
Un policía respondió a una llamada, tarde la noche de un viernes en marzo de 2014, sobre un vehículo sospechoso estacionado en una calle ciega frente a un conjunto residencial. Hazelbower, con los pantalones por las rodillas, estaba en el automóvil con una niña de 14 años. La joven estaba ilesa.
El caso de Hazelbower arroja luz sobre un aspecto poco conocido del sistema de justicia militar norteamericano. La prioridad es capturar a los desertores acusados de delitos graves, pero el ejército no buscó a Hazelbower y ni siquiera llamó a la policía, a pesar de que en los cinco años pasados la policía ha detenido a más de 200 desertores.
De hecho, hubo un escaso sentido de urgencia para ubicar a Hazelbower a pesar de solicitudes enfáticas de sus superiores en Fort Campbell, Kentucky, demuestran los documentos. La orden de arresto lo califica de «depredador sexual violento» y drogadicto. Además ya antes se había escapado de la base sin permiso.
El ejército se negó a comentar sobre el proceso judicial contra Hazelbower y sobre las razones por las cuales se decidió no ir en su busca. Tatjana Christian, una vocera del ejército, dijo que esa fuerza armada por lo general no va en busca de capturar a desertores «debido a asuntos jurisdiccionales característicos de cada instalación militar». Se negó a explicar cuáles eran esos asuntos.
Hazelbower, de 24 años, está encarcelado en Fort Leavenworth, Kansas. Se negó a hablar para este reportaje o a dejar que hable su abogado civil en Kentucky, James Phillips.
El hecho es que, si alguien realmente lo hubiera intentado, no habría tenido dificultad en hallar a Hazelbower. Tras fugarse de Fort Campbell, se fue a Lanark, Illinois, su pueblo de origen a dos horas por carro al oeste de Chicago.
Hazelbower se incorporó al ejército en 2011 y estuvo asignado en Fort Campbell, en el sur de Kentucky, cerca de los límites estatales con Tennessee. Se le reportó oficialmente como ausente sin autorización el 10 de enero de 2014, unas semanas después de que el Departamento de Investigaciones Criminales le informó que era considerado sospechoso de agresión sexual y sodomía.
La víctima, de 15 años y originaria de Kentucky, testificó en el juicio militar de Hazelbower que lo conoció en una red social de internet. Relató que él manejó hasta una zona remota de Fort Campbell donde la violó.
A finales de febrero de 2014, luego que el ejército calificó a Hazelbower como desertor, los investigadores descubrieron que había una segunda posible víctima. El departamento policial en el vecino condado de Montgomery, Tennessee, tenía evidencias de que Hazelbower violó a una joven de 14 años meses atrás, según los documentos.
Aun así pasaron varias semanas hasta que Hazelbower fue capturado en Illinois.
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Jameson T. Hazelbower detenido por asalto sexual
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Donald Trump se aleja de las mujeres votantes
Los recientes comentarios de Donald Trump sobre la esposa de Ted Cruz encendieron nuevamente las alarmas entre los republicanos acerca de la capacidad del magnate para ganarse el voto de las mujeres, en especial si tuviera que disputar la presidencia a Hillary Clinton en noviembre.
A Trump le han llovido críticas por mofarse de Heidi Cruz en una batalla personal dentro de la lucha por la candidatura presidencial del Partido Republicano.
Las hostilidades alcanzaron el viernes nuevas alturas cuando Cruz acusó a Trump y «sus secuaces» de difundir rumores falsos de que él había engañado a su esposa.
«No queremos un presidente que trafique con la inmoralidad y la deshonestidad», dijo el senador de Texas a la prensa en Wisconsin. «No queremos un presidente que parezca tener un verdadero problema con las mujeres fuertes», agregó.
El historial de comentarios sexistas de Trump, desde su programa de televisión «Apprentice» hasta sus entrevistas picantes con el presentador radiofónico Howard Stern, son vistos por los republicanos desde hace tiempo como una posible vulnerabilidad para el partido, en especial si el magnate enfrenta en una elección general a Clinton, quien aspira a ser la primera mujer en el cargo de presidenta de Estados Unidos.
El problema comenzó en el primer debate republicano, cuando Megyn Kelly de Fox News preguntó a Trump por qué se refería a las mujeres como «cerda gorda», «perra» y otros sobrenombres. La pregunta dio paso a una persistente disputa entre Trump y la red noticiosa.
Trump también enfrentó críticas cuando «Rolling Stone» publicó una semblanza en la que el magnate insultó a la empresaria Carly Fiorina, quien apoyó a Cruz después que se retiró de la contienda por la candidatura presidencial republicana.
«¡Pero miren esa cara!», dijo Trump según la publicación. «¿Alguien votaría por ella? ¡¿Pueden imaginar eso, la cara de nuestro próximo presidente?!»
La controversia se avivó el miércoles cuando un comité de acción política contrario a Trump difundió un mensaje con una foto atrevida de la esposa del magnate, la ex modelo Melania, tomada de una sesión fotográfica con la revista masculina GQ.
«Conozcan a Melania Trump. Su próxima primera dama. O, ustedes pueden apoyar el martes a Ted Cruz», decía el mensaje. En su reacción, Trump acusó falsamente a Cruz de ser artífice del texto y advirtió: «¡Cuidado, mentiroso Ted, o voy a soltar la sopa sobre tu esposa!». La mujer de Cruz fue gerente de inversiones en Goldman Sacks y colaboró con la Casa Blanca como asesora de política económica del presidente George W. Bush.
El miércoles por la noche, el magnate intensificó la disputa cuando retuiteó la fotografía de la esposa de Cruz, con una mueca poco favorecedora, al lado de una imagen clara y glamorosa de Melania.
«No hay necesidad de ‘soltar la sopa»’, decía el texto que acompañaba a la imagen. «Una imagen vale más que mil palabras».
Durante un acto efectuado el jueves en Wisconsin, Cruz describió a Trump como «un cobarde llorón» que tiene problemas con las mujeres, en particular con las «mujeres fuertes».
Cruz abordó de nuevo el tema el viernes y describió los comentarios de Trump como parte de un patrón de ataques misóginos.
Trump «ha lanzado esos ataques contra Megyn Kelly. Contra Carly Fiorina, contra Columba Bush, la esposa de Jeb Bush», agregó.
Aunque Trump aventaja enormemente a Cruz en la obtención de delegados en lo que va de la contienda interna por la candidatura presidencial republicana, recientes encuestas señalan que la condición de favorito del magnate ha declinado, en particular entre las mujeres.
De acuerdo con una reciente encuesta de la NBC/Wall Street, 70% de las mujeres tuvieron una opinión negativa de Trump. Según un reciente sondeo de CNN, casi 75% de las mujeres en general y 39% de las mujeres republicanas tuvieron una opinión desfavorable del magnate.
«(Trump) ya tenía una brecha de género antes de todo esto», dijo el encuestador republicano David Winston. «La posibilidad de que se agrande está en el horizonte», agregó.
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Republicanos se resignan ante Donald Trump
Republicanos se resignan ante Donald Trump. Ante el probable ascenso de Donald Trump hasta la candidatura republicana a la presidencia, los líderes del partido han adoptado posturas entre la aceptación resignada y la negación más profunda.
Tras ganar en al menos otros tres estados esta semana, Trump es ahora el único aspirante encarrilado para conseguir la candidatura republicana antes de la convención del partido en julio. Pero aún necesita nuevas victorias en las próximas primarias para hacerse con los 1.237 delegados necesarios, lo que hace que algunos de sus oponentes conserven un destello de esperanza de que aún puedan detenerle.
«Sigo pensando que es una posibilidad muy realista que nadie va a tener una mayoría de delegados», dijo Henry Barbour, un miembro del Comité Nacional Republicano que trabajó con la estrategia de delegados de Marco Rubio hasta que el senador por Florida abandonó la carrera el martes.
Trump «no merece ser presidente», afirmó Barbour, aunque señaló que en último término apoyaría al magnate si «puede convencerme de que es material de presidente».
Trump advirtió el miércoles que sus partidarios podrían amotinarse si no logra alcanzar esa cifra de delegados y pierde la candidatura en una pugna sobre normas internas en la convención republicana.
«Habría disturbios», declaró Trump en el programa «New Day» de la cadena CNN. «Si privan a esta gente de su derecho al voto creo que tendrían problemas como nunca han visto antes».
A pesar de las profundas preocupaciones acerca de este precandidato en el interior del Partido Republicano, hubo poca acción tangible el miércoles que apuntara a un modo de detener la marcha del magnate de los bienes raíces hacia la elección general.
Ni los líderes del partido ni los donantes se apresuraron para respaldar a Ted Cruz, el único candidato en la competencia con una posibilidad remota de superar a Trump en el conteo de delegados. Un grupo pequeño de conservadores mantuvo con sus planes de reunirse el jueves para analizar la perspectiva de unirse en un tercer partido, pero no se ha identificado a ningún candidato para liderar ese esfuerzo.
John Boehner, expresidente de la Cámara de Representantes, planteó que su sucesor, Paul Ryan, podría ser el nominado en caso de que haya una disputa en la convención. Pero Ryan rápidamente se salió de la fórmula, al decir a través de una vocera que «no aceptaría una nominación y cree que nuestro nominado debería ser alguien que se postuló este año».
Mientras tanto, la líder en la contienda demócrata, Hillary Clinton, fijó su mirada en un enfrentamiento con Trump en noviembre. Su triunfo arrasador en las cinco elecciones primarias del martes fue un golpe duro para su rival Bernie Sanders, y dio a Clinton lo que el gerente de su campaña describió como una «ventaja insuperable» en el conteo de delegados.
«Estamos seguros de que por primera vez en la historia de nuestra nación, el Partido Demócrata nominará a una mujer como su candidata presidencial», escribió Robby Mook en un memorándum a sus partidarios.
Clinton tiene al menos 1.599 delegados frente a los 844 de Sanders. Se necesitan 2.383 para ganar la nominación demócrata.
Trump exhortó a los republicanos a ver la contienda por la nominación del partido con el mismo sentido de claridad. Durante una ronda de llamadas a los programas matutinos de televisión, afirmó que algunos de los mismos senadores republicanos que lo han criticado públicamente lo han llamado de manera privada para decirle que quieren «participar» en su campaña.
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Cada vez más gente quiere clases para hispanos
Cada vez más gente quiere clases para hispanos. La Legislatura de Colorado sopesa una iniciativa que busca fortalecer una ley de hace 10 años que requiere la integración de planes de estudios que cubran la historia de las minorías para poder graduarse de una escuela secundaria. La propuesta busca crear una comisión de diversidad étnica que ayude a los distritos con sus planes de estudios. El caso de Colorado contrasta con lo que ocurre en otros estados, como Arizona y Texas, donde los esfuerzos por promover estudios hispanos y étnicos se han topado con oposición.
El caso de Colorado lo ejemplifica una maestra de inglés que recientemente pidió a sus estudiantes que debatieran y escribieran sobre un tiroteo en Ferguson, Missouri, donde un adolescente negro murió a manos de la policía. La maestra pudo establecer paralelismos con eventos más cercanos a la vida de sus estudiantes. Cara Luchies, quien trabaja en una escuela secundaria que es 50% hispana, usó un archivo de la historia latina de la región para recuperar información sobre dos jóvenes mexicano-estadounidenses que murieron a manos de la policía en Longmont en 1980.
«Los chicos tienen logros y mejor rendimiento escolar cuando pueden realmente leer y hablar de personas que se parecen a ellos», explicó Luchies.
La maestra es una de muchos educadores y activistas en todo Estados Unidos que trabajan para asegurarse de que los jóvenes de cualquier origen aprendan, a través de los estudios étnicos, sobre el duro trabajo que ha significado construir esta nación. Sin embargo, los estudios hispanos y de otras etnias a veces se han topado con oposición.
En Arizona, por ejemplo, los legisladores aprobaron en 2010 una prohibición de los estudios étnicos, lo que obligó a una junta escolar de Tucson a desaparecer un programa sobre México y Estados Unidos. En Texas, una iniciativa para promover los estudios mexicano-estadounidenses en las secundarias de todo el estado se vino abajo debido a la preocupación de que pudiera introducir políticas izquierdistas en las aulas.
En cambio, en Colorado desde hace una década existe como requisito de graduación la impartición de una clase sobre el gobierno. Por ley, esa clase debe cubrir «la historia y la cultura de las minorías, incluyendo pero sin limitarse a, los indios americanos, los hispanos estadounidenses y los africano-estadounidenses».
Por si fuera poco, la Legislatura estatal sopesa actualmente una iniciativa que reforzaría esa ley mediante la creación de una comisión de diversidad étnica que ayude a los distritos escolares a desarrollar el tipo de planes de estudio por los cuales han luchado profesores como Luchies.
«Queremos impulsar esa propuesta de ley», dijo el representante estatal José Salazar, un demócrata que presentó la iniciativa en la sesión legislativa actual. El mes pasado, el comité de Educación de la cámara baja refirió la propuesta a la Comisión de Asignaciones Presupuestarias.
Salazar, que es hispano, no espera mucha oposición a la propuesta.
«Espero que no empecemos a escuchar el lenguaje que oímos en Arizona», dijo en una entrevista.
Investigadores de la Universidad de Stanford analizaron un programa piloto de estudios étnicos que se inició en 2012 en San Francisco. En el piloto, los estudiantes de noveno grado recibieron la oferta de clases que incluían proyectos centrados en sus propias comunidades, sus familias y ellos mismos. En un informe publicado en enero, los investigadores concluyeron que dichas clases les ayudaron a aumentar sus calificaciones y la asistencia de estudiantes con dificultades. En 2014, la junta escolar de San Francisco votó a favor de ofrecer el programa en sus 19 escuelas secundarias.
Deisy de Luna Cervantes, que tenía 11 años cuando su madre la llevó a Estados Unidos con una visa de turista desde el estado mexicano de Zacatecas, ayudó en 2014 a grabar entrevistas para el Boulder County Latino History Project (Proyecto del condado de Boulder sobre la Historia de los Latinos). De Luna Cervantes, quien ahora tiene 21 años y estudia para contadora, dijo que le inspiró escuchar relatos como los que ella grabó de inmigrantes que llegaron a Estados Unidos hace generaciones en circunstancias similares a la suya.
En declaraciones sobre su trabajo en el proyecto de Boulder, De Luna Cervantes dijo: «Sin duda me hizo más consciente de lo que soy. Soy mexicana. Puedo considerarme hispana, pero también puedo ser estadounidense».
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Donald Trump y su metamorfosis a candidato serio
Donald Trump y su metamorfosis a candidato serio. A su manera poco ortodoxa, Donald Trump está sin dudas tratando de transformarse en un candidato digno de una elección general.
El extravagante magnate está hablando de flexibilizar su línea dura en torno a la inmigración ilegal. Se ha comprometido a moderar su tono provocador, admitiendo que las mujeres en particular pueden rechazar su estilo agresivo. Y se está esforzando por ser el abanderado del Partido Republicano, llamando a la unidad y prometiendo a sus correligionarios ayudarlos a ganar sus propias elecciones en noviembre.
«Es muy, muy importante que nuestros senadores y nuestros representantes sean reelegidos», afirmó el martes durante una conferencia de prensa nocturna en uno de sus hoteles de la Florida.
Trump, no obstante, sigue haciendo las cosas a su manera. Su promesa de ayudar a otros candidatos vino después de una prolongada promoción personal, rodeado de mesas con vinos Trump, de agua embotellada y de pedazos de carne cruda, que ya no vende. Su llamado a la unidad sigue acompañado de dardos a sus rivales, «Little Marco» (Marquitos) Rubio y «Lying Ted» Cruz (Ted el Mentiroso).
Pero hay indicaciones claras de que Trump está cada vez más confiado en que será el nominado de los republicanos para la presidencia y que sabe que tiene que resultarle atractivo a un público mucho más amplio, al tiempo que ganarse a los líderes de su propio partido.
Los rivales de Trump tienen una nueva oportunidad de frenar su impulso en las primarias del martes en Florida y Ohio. Si triunfa en ambos estados, la única esperanza que le quedaría a Rubio, Cruz y John Kasich sería probablemente pelear la nominación en la convención partidaria, a partir de una realineación de delegados en el marco de una rebelión general.
Algo que preocupa a los republicanos respecto a una victoria de Trump en las elecciones internas es que les cueste no solo la Casa Blanca, sino también la mayoría en el Senado. En estados reñidos como Ohio y New Hampshire, sobre todo, los senadores republicanos que buscan la reelección podrían verse obligados a responder preguntas sobre las propuestas de Trump y sobre sus insultos, desviando toda la atención hacia el magnate.
Aparentemente decidido a despejar temores, Trump está dando a entender que quiere ser un aliado de los legisladores, no una carga.
«Me encantaría ver que el Partido Republicano y todo el mundo se unifican», dijo tras su buena prestación del último Supermartes. «Cuando nos unamos, no hay nadie, nadie que nos pueda ganar».
Trump ha tenido contactos con el líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell y con el presidente de la cámara baja Paul Ryan, y tiene el apoyo de un puñado de legisladores y de dos gobernadores. Pero su relación con funcionarios republicanos elegidos parece limitada.
«Tengo mi teléfono a mano, pero nadie me ha llamado», comentó el senador Steve Daines.
Otro senador, Johnny Isakson, dijo que está seguro de que Trump llamará, «pero todavía no lo ha hecho».
Siguiendo los pasos de numerosos nominados a la presidencia, Trump ha comenzado a moderar un poco propuestas sobre temas que pueden ser importantes en las elecciones generales, como los de la inmigración y las mujeres.
Trump causó revuelo el año pasado al comprometerse a construir un muro a lo largo de toda la frontera con México y a deportar a los 11 millones de extranjeros que se cree viven en el país sin permiso, un enfoque que va en contra de la postura del partido, que contempla una reforma integral a las leyes de inmigración.
Ahora destaca la importancia de ser flexibles en temas de relevancia.
«En cuando a la inmigración y a casi todo lo demás, siempre hay un tira y afloja antes de llegar a acuerdos», declaró Trump en el debate republicano más reciente.
El magnate sorprendió asimismo con su defensa de Planned Parenthood, agencia de planificación familiar que es blanco frecuente de los candidatos republicanos, al decir que «millones de mujeres ha sido ayudadas» por sus clínicas. Si bien Trump dice que el gobierno no financiará Planned Parenthood mientras siga ofreciendo abortos, el tono con que habla del tema podría ser bien visto por las mujeres, que constituyeron el 50% del electorado en las últimas elecciones presidenciales.
Trump reconoció el miércoles, en una entrevista con MSNBC, que le queda mucho por hacer con las mujeres como consecuencia de algunas cosas que dijo durante la campaña.
«Para salir victorioso, francamente, tuve que mostrarme duro, que ser avispado, astuto y desagradable», manifestó. «Comprendo que eso no les guste a las mujer
es. Pero todo cambiará cuando esto termine».
Algunos republicanos escépticos creen que las últimas actitudes de Trump no son tanto iniciativas inteligentes con miras a las elecciones generales sino un indicio de que no tiene principios básicos.
«Es el tipo de criatura política amorfa que será lo que tenga que ser para los votantes, donde sea que lo necesiten», opinó Kevin Madden, quien asesoró al nominado republicano del 2012 Mitt Romney.
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Justin Trudeau espera fortalecer las relaciones entre Estados Unidos y Canadá
Justin Trudeau espera fortalecer las relaciones entre Estados Unidos y Canadá cuando el joven líder liberal realice una muy anticipada primera visita a la Casa Blanca.
Trudeau, quien ha captado la atención de los estadounidenses en una forma no vista desde la era de su padre, se reunirá con el presidente Barack Obama el jueves y disfrutará de una cena de estado, la primera para un canadiense desde 1997.
Canadá es el socio comercial más grande de Estados Unidos, con más de 2.000 millones de dólares en bienes y servicios cruzando la frontera diario. Casi 75% de las exportaciones canadienses son hacia el país vecino.
Además del intercambio comercial, se espera que los líderes busquen terreno común en protección ambiental. Antes de reunirse, ambos países dijeron en un comunicado que trabajarán para implementar un acuerdo internacional de París para reducir el calentamiento global.
Alto y delgado, Trudeau tiene el carisma de su padre. Busca restaurar su legado como líder del Partido Liberal. Su elección en octubre dio inicio a una nueva era de política canadiense que Trudeau espera fortalezca las relaciones con Estados Unidos.
«El presidente Obama sólo tuvo nueve cenas de estado. El hecho de que Canadá sea la décima es una fuerte demostración de la relación entre Estados Unidos y Canadá, y su importancia para el presidente», dijo Bruce Heyman, embajador de Canadá en Estados Unidos.
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Hillary Clinton continúa aumentando
Hillary Clinton continúa aumentando su ventaja de delegados al acercarse la noche electoral del martes en Mississippi y Michigan, de acuerdo con el conteo de delegados de AP.
Ahora tiene 1.134 delgados después de lograr más apoyos de superdelegados, los líderes del partido que pueden apoyar a cualquier candidato que deseen. Sanders tiene 499.
El número de Clinton es aproximadamente la mitad de los que necesita para lograr la nominación demócrata a la presidencia. Llega después de un fin de semana en el cual Sanders ganó tres de cuatro estados.
Ha podido mantener su liderazgo gracias al apoyo de los superdelegados, así como las grandes victorias en estados del sur, como Louisiana.
La agencia de supervisión empresarial Better Business Bureau negó las aseveraciones de Donald Trump de que le había dado las mejores calificaciones a su Universidad Trump.
El tema de la calificación de esa universidad, creada por el magnate inmobiliario y que ha sido acusada de prácticas irregulares, fue mencionado varias veces en el debate republicano de la semana pasada.
Trump dijo que la agencia le había dado el A+, su máxima calificación. Pero el moderador del debate aclaró que en realidad le había dado D-.
Pocos minutos después Trump dijo que había recibido un fax en medio del debate, de parte de la agencia, asegurándole que la calificación fue luego mejorada.
Claire Rosenzweig, directora de la filial en Nueva York de la BBB, declaró el martes que el grupo nunca envió tal fax. Dijo que la universidad, que según la agencia no tiene acreditación alguna, recibió una calificación de D- en el 2010 debido a las acusaciones.
Añadió que la calificación mejoró en el 2014 cuando cesaron las denuncias al tiempo que la universidad cerraba sus operaciones.
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Donald Trump y su muro fronterizo
¿Puede Donald Trump cumplir su promesa de construir un muro a lo largo de los 3.000 kilómetros de frontera entre Estados Unidos y México para impedir la migración irregular? Y lo que es más, ¿puede hacer que México lo pague?
Por supuesto que puede construirlo, pero no es tan sencillo como dice.
Levantar el muro, una iniciativa muy festejada en los actos de campaña del magnate, que busca la candidatura presidencial republicana, es una empresa compleja y rodeada de dificultades. En su camino se alzan numerosos obstáculos burocráticos, diplomáticos, ambientales, monetarios y logísticos.
Y obligar al gobierno mexicano a pagar la factura no será sencillo. Su presidente ha rechazado de plano esa posibilidad.
No es la primera vez que se intenta colocar una barrera física entre México y Estados Unidos.
Durante el segundo mandato del presidente George W. Bush, el Congreso autorizó 1.200 millones de dólares para construir varias millas de cerca doble, pero el gobierno afrontó un sinfín de obstáculos. Propietarios privados que rechazaban las ofertas de compra de terreno. Preocupaciones ambientales y demandas.
Ahora hay 1.046 kilómetros (650 millas) de cerca en la frontera, lo que incluye un valla de acero de 4 metros (15 pies) de altura en muchas zonas urbanas, diseñada para detener o reducir el número de personas que cruzan, así como barreras para vehículos, postes de acero más cortos llenos de cemento y plantados en el suelo.
Construir eso ya fue un desafío, y un nuevo muro más alto como el que quiere Trump afrontaría sin duda la misma oposición, si no más.
En primer lugar, un acuerdo de fronteras de 1970 regula la construcción de estructuras a lo largo de los ríos Colorado y Bravo en la frontera mexicana. El texto indica que las estructuras no pueden perturbar el flujo de los ríos, que pasan por Texas y 38 kilómetros (24 millas) en Arizona y definen la frontera entre ambos países, según la Comisión Internacional de Fronteras y Agua, una agencia conjunta estadounidense y mexicana que administra el tratado.
Trump dijo que su muro no tendría que cubrir los 3.379 kilómetros (2.100 millas) de la frontera, pero aunque se excluyan los tramos bloqueados por accidentes geográficos, sigue habiendo graves problemas.
En algunos lugares, las obligaciones del tratado y las zonas de inundación designadas en el río requerirían levantar el muro bien entrado el territorio estadounidense, lo que sería incómodo si el gobierno mexicano paga y supervisa el proyecto.
Además de crear una especie de tierra de nadie entre el muro y la frontera real, un gobierno o el otro tendría que comprar grandes extensiones de propiedad privada, así como tierras de al menos una tribu indígena con territorio a ambos lados de la frontera en el sur de Arizona.
En zonas donde la frontera es tierra seca en New Mexico, la mayoría de Arizona y California, habría que construir estructuras para que el muro no obstruya rutas de paso naturales ni provoque inundaciones. Construir en estas zonas puede ser complicado y caro. En las sensibles dunas de arena del sur de California, por ejemplo, habría que instalar una «cerca flotante» que permitiera el movimiento natural de las dunas.
Después están las cuestiones de conservación del medio ambiente. Grupos como Defenders of Wildlife y el Sierra Club presentaron demandas por algunos tramos de la cerca parcial que existe ahora. Y en algunos lugares, la regulación federal podría impedir, o al menos retrasar de forma considerable o aumentar los costes del proyecto.
En diversos tramos de la frontera de California pueden encontrarse un total de 18 especies protegidas a nivel federal y en Arizona viven al menos 39 clasificadas como amenazadas, en peligro o aspirantes a obtener protección, según el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos.
Suponiendo que Trump pueda sortear todos estos problemas, también debe lidiar con el costo y las consecuencias diplomáticas.
Muchas organizaciones que monitorean datos han cuestionado la estimación de Trump sobre que el muro podría construirse por entre 10.000 y 12.000 millones de dólares. Y han rechazado su afirmación de que podría financiarse reduciendo el déficit fiscal de Estados Unidos con México.
Cifras proporcionadas por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército y el Servicio de Investigación del Congreso indican que el precio total de la actual cerca de 650 millas fue de 7.000 millones de dólares. Y eso no incluye el mantenimiento.
Trump ha insistido en que México pagará el muro, quizá con comisiones sobre el dinero que los migrantes envían a sus familias, con aranceles o por otros medios. Esas comisiones serían muy impopulares y probablemente los aranceles chocarían con el Acuerdo Norteamericano de Libre Comercio. En definitiva, el costo de esos aranceles también repercutiría en los consumidores estadounidenses.
Conseguir que el gobierno mexicano pague la obra directamente es casi con certeza una ilusión.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, dijo el lunes que no había ninguna situación en la que México pudiera pagar el muro, y comparó la retórica de Trump con la de Hitler o Mussolini. El expresidente Vicente Fox fue más directo, y empleó una palabra soez para afirmar en una entrevista que su país no tiene la menor intención de pagar el muro prometido por Trump. Tanto Fox como otro expresidente, Felipe Calderón, han comparado a Trump con Hitler.
De modo que hay una mala reacción diplomática a los planes, una cuestión que planteó en 2009 el Servicio de Investigación del Congreso.
«¿Superan los beneficios en seguridad de fronteras el riesgo de enemistarse con México y Canadá?», preguntó la agencia. «¿Deben las opiniones o deseos de los gobiernos de México o Canadá tomarse en cuenta en lo referente a cercas fronterizas? Dada la necesidad de coordinar actividades de espionaje y seguridad en la frontera, ¿debe imperar el mantener una relación de trabajo cordial con México y Canadá sobre la protección de la frontera con barreras físicas?».
Y el miércoles, un grupo de miembros de una comunidad nacional republicana sobre seguridad, entre los que había exmiembros del gobierno, criticó duramente la idea.
«Controlar nuestra frontera y evitar la inmigración ilegal es un tema serio, pero su insistencia de que México financie un muro en la frontera sur aviva pasiones de escasa ayuda y se basa en una absoluta malinterpretación y el desdén sobre nuestro vecino del sur», indicaron en una carta abierta.
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Emadeldin Elsayed amenaza a Donald Trump y se mete en problemas
Emadeldin Elsayed amenaza a Donald Trump y se mete en problemas. Un estudiante egipcio se enfrenta a una posible deportación de Estados Unidos tras ser investigado por agentes federales luego de publicar en su página de Facebook que estaría dispuesto a matar a Donald Trump, aspirante a la nominación presidencial republicana, y que el mundo se lo agradecería.
Emadeldin Elsayed, de 23 años, fue detenido por autoridades migratorias el mes pasado en la escuela de vuelo a la que asistía en Los Ángeles, dijo el abogado Hani Bushra. Ahora se enfrenta a una vista para su deportación.
The Associated Press entrevistó por teléfono a Elsayed, que está en la cárcel. Dijo que su comentario fue estúpido y que lo escribió porque estaba enfadado por los comentarios de Trump sobre los musulmanes. Además añade que se arrepintió de inmediato y que nunca tuvo intención de herir a nadie.
El departamento de Inmigración y Control de Aduanas explicó que Elsayed fue arrestado porque violó las condiciones de su visado. Las autoridades se negaron a hablar del caso en detalle.