Las negociaciones para superar la crisis política hondureña comenzaron este jueves con reuniones por separado del mediador Oscar Arias con el gobernante de facto hondureño Roberto Micheletti y con el derrocado Manuel Zelaya.
Arias dialogó en principio con Zelaya y poco después lo hizo con Micheletti, a quienes recibió en su residencia particular, en San José.
«Hemos avanzado en una primera etapa. El presidente Arias ha escuchado mi posición y la de los sectores sociales y políticos que me han acompañado, y que es (exigir) la restitución inmediata del presidente electo» por el pueblo hondureño, dijo Zelaya a la prensa al culminar su cita.
Micheletti, por su parte, no hizo declaraciones a la prensa al ingresar al domicilio de Arias. Decenas de personas aprovecharon este encuentro para manifestarse ante la casa del presidente costarricense reclamando la reinstauración de Zelaya en el poder.
«Fuera militares», «fuera ‘Goriletti’», «contra el golpe militar resistencia popular», coreaba a unos 50 metros de la casa el centenar de manifestantes, entre quienes había sindicalistas y dirigentes de organizaciones sociales y de izquierda.
Los contactos de San José fueron promovidos por la jefa de la diplomacia estadounidense Hillary Clinton, quien propuso a Arias como mediador.
Si bien es un logro que ambos rivales puedan llegar a sentarse en torno a la misma mesa después de una semana y media de crisis sin precedentes en la joven democracia hondureña, ni Zelaya ni Micheletti parecen dispuestos a transigir sobre el único punto en juego: la presidencia de Honduras.
«Estoy seguro de que Oscar Arias llegará a una solución», dijo Micheletti al llegar a la capital costarricense, tras insistir en que él es el «presidente constitucional» de Honduras.
La diputada liberal hondureña Marcia Villeda, aliada de Micheletti, explicó a la AFP que «como no hay agenda rígida establecida, hemos venido con mucha flexibilidad».
Por su parte, la ministra de Comunicación costarricense, Mayi Antillón, aseguró que las primeras reuniones bilaterales entre el mediador y los protagonistas de la crisis hondureña son «parte de un proceso que esperamos de resultados».
Desde Washington, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, se mostró optimista.
«Yo creo que hay un amplio margen para un compromiso», dijo Insulza a la prensa este jueves, aunque enfatizó que «la piedra de toque es que el gobierno de facto acepte el retorno del presidente constitucional» Zelaya.
Arias, un experto mediador que en la década de los 80 contribuyó a la pacificación de Centroamérica, ha dicho que espera lograr un acuerdo satisfactorio.
«Lo que quiero es ayudar a resolver este problema porque el pueblo hondureño no se merece que haya más sangre derramada y no quiero ver morir a más gente inocente en las calles de Tegucigalpa», dijo Arias, en referencia a los dos muertos en las manifestaciones del domingo, poco antes de que el ejército abortara un intento de regreso de Zelaya al país.
Dado el endurecimiento de los dos protagonistas del conflicto, Arias necesitará grandes dosis de equilibrista y diplomacia para encontrar una salida a esta crisis, que podría pasar por adelantar las elecciones hondureñas, fijadas para el 29 de noviembre.
Desde Estados Unidos hasta Europa, pasando por América Latina y Naciones Unidas, la comunidad ha cerrado filas en torno a Zelaya.
La Organización de Estados Americanos (OEA) suspendió el pasado sábado a Honduras por violar la carta democrática, y los donantes, con Estados Unidos a la cabeza, han empezado a cortar el grifo de las ayudas al país
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Inician platicas para buscar salida
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José Miguel Insulza teme se contagien paises de america por Honduras
El secretario general José Miguel Insulza expresó el jueves sus temores de que si la crisis política en Honduras no se resuelve como lo espera la OEA, con el retorno del depuesto presidente Manuel Zelaya al cargo, pueda quedar abierta la puerta para otros golpes en América Latina.
«No voy a mencionar países», dijo, aclarando que en esa amenaza los militares no eran los protagonistas porque «ellos no quieren» romper el orden constitucional.
«Los responsables son los que empiezan a empujar de nuevo» recurriendo al Congreso, la prensa y otros medios con una campaña para señalar al presidente de turno como alguien que «quebranta la ley» y que puede ser sujeto de destitución como ocurrió con Zelaya, dijo Insulza a reporteros en sus oficinas de la sede de la Organización de Estados Americanos.
«Pero, no explican que el presidente que viola la ley está sujeto a la constitución y naturalmente se le puede remover de su cargo (siguiendo sus propios procedimientos constitucionales)», declaró.
Insulza, político de origen chileno que ha vivido años en el exilio por el golpe del general Augusto Pinochet en 1973 en Chile, dijo que en el caso de Honduras, la destitución de Zelaya el 28 de junio no puede ser tomada como un acto constitucional, como lo alega el gobierno de Roberto Micheletti, designado en ese país luego de la detención y destierro de Zelaya por efectivos militares.
Indicó que si bien la constitución hondureña señala que el funcionario que viola la constitución «cesa en su cargo», ello no implicaba una acción de «vamos todos juntos y lo echamos».
«Tiene que darse un mecanismo, como el Congreso por ejemplo, que declare que (el presidente) ha cesado en su cargo», comentó. «Pero, hemos visto que el Congreso (hondureño) trató de inventar una renuncia. ¿Por qué no declararon que (Zelaya) ha cesado en su cargo? Eso lo hubieran hecho antes de echarlo, y no después».
Insulza recordó que en la destitución de Zelaya, la OEA se ha pronunciado en tres oportunidades en favor del presidente depuesto: una vez en el Consejo Permanente de embajadores y dos veces en la Asamblea General extraordinaria de cancilleres.
En los dos primeros acuerdos, Insulza recibió la misión de entablar contactos de urgencia para restaurar el orden constitucional. El tercer pronunciamiento fue suspender los derechos y obligaciones de Honduras en la OEA, a pedido justamente de Insulza, al considerar que había fracasado en su intento de convencer a Micheletti que permitiera el retorno de Zelaya.
Dijo que las nuevas autoridades hondureñas «desean legitimar» la destitución, lo cual era algo que «nosotros no podemos permitir…» y en ese sentido indicó que «si no hay acuerdo, sería una lástima».
Insulza recordó que en un golpe militar en Chile en 1932, los militares armados interrumpieron una sesión de gabinete del presidente Juan Esteban Montero Rodríguez, ante lo cual éste preguntó a su ministro del interior si había forma de contrarrestar el golpe. «El ministro del interior le contestó: ‘No, presidente’, y el presidente le dijo: ‘Entonces, vámonos»‘
«Esto pasaba en América Latina, y estoy hablando de uno de los países que supuestamente está entre los más estables de la región, pero hay otros países que ni siquiera se acuerdan de la cantidad de golpes que se dieron», dijo Insulza. «Ese era un instrumento de los grupos dominantes para deshacerse de aquél que se salía del marco, del grupo dominante».
«Eso ya se terminó», agregó. «Pero, hay muchos que lo echan de menos, pues» -
Micheletti acepta de mediador a Oscar Arias
La crisis hondureña parece haber encontrado la posibilidad de una salida con la mediación en terreno neutral del presidente costarricense Oscar Arias, que logró convocar en San José, este jueves, a los golpistas y al mandatario derrocado, mientras en Tegucigalpa sigue la polarización.
Arias, quien ganó el premio Nobel de paz en 1987 por sus gestiones para pacificar Centroamérica, celebró que exista «voluntad de ambas partes en buscar una solución negociada», pocas horas de iniciar su papel de mediador entre el depuesto Manuel Zelaya y el gobernante de facto, Roberto Micheletti, avalada por Estados Unidos. «Me parece que aquí hay voluntad de ambas partes de buscar una solución negociada, por medio de la diplomacia, por medio del diálogo», dijo el martes Arias a la televisora Telesur que emite desde Caracas.
La secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, quien se reunió el martes con Zelaya en Washington, dijo que espera «que las partes pongan todo sobre la mesa, de manera que alcancemos una solución pacífica». La intervención de Clinton parece haber sido decisiva para encaminar la crisis hacia la mediación de Arias.
Por su parte el presidente venezolano Hugo Chávez, quien asegura que no acepta otra solución que no sea la restitución de Zelaya en el poder, llamó al pueblo hondureño a seguir «resistiendo». Arias anticipó que las conversaciones se prolongarán por lo menos dos días en su casa en San José y que la agenda del encuentro, abordará «todos los temas que dividen a las dos partes en Honduras».
Sin embargo la negociación no se anticipa fácil pues tanto Zelaya como Micheletti han dicho que se mantienen firmes en sus posiciones.
Zelaya dijo desde Washington que no hay nada que negociar, salvo planificar «el restablecimiento del orden democrático y del presidente depuesto». Por su parte Micheletti subrayó que negociar no significa que las nuevas autoridades hondureñas vayan a permitir el regreso de Zelaya al poder.«De ninguna manera, él cometió delitos, tiene que pagar», dijo, en referencia a los 18 delitos -incluyendo traición a la patria- de los que le acusa la Justicia, que ha emitido una orden de captura por ello.
En Tegucigalpa, que vivió su novena noche bajo toque de queda, los sindicatos y organizaciones sindicales han anunciado la realización de nuevas marchas para reclamar la salida de los golpistas.El martes las manifestaciones de partidarios y opositores de Zelaya terminaron sin incidentes. La esposa de Zelaya, Xiomara Castro, quien por primera vez se dejó ver en público después que los militares sacaron del país a su esposo el 28 de junio, encabezó una multitudinaria manifestación en Tegucigalpa que concluyó frente a la sede de la embajada de Estados Unidos.
Castro dijo a la prensa que «todo es negociable», menos el hecho de que Zelaya debe retornar a la presidencia. En tanto los partidarios de Micheletti se congregaron en la plaza principal de la ciudad en una manifestación «por la paz de Honduras».
Las actividades del aeropuerto de Toncontín deben normalizarse este miércoles con la regularización de los vuelos, interrumpidos desde el domingo cuando Zelaya intentó regresar a su país en un avión facilitado por Venezuela y los militares bloquearan la pista con camiones. Miles de pasajeros realizaron largas filas el martes para obtener cupos en los primeros vuelos tras 48 horas de paralización del terminal aéreo. Algunos de ellos fueron remitidos al aeropuerto de San Pedro Sula (norte), la ciudad más poblada del país.
El gobierno de Micheletti ofreció garantías a los maestros para que retornen a las clases en las escuelas públicas, pero este llamado fue desoído por los sindicatos de educadores que son unos de los principales animadores de la protesta que pide el retorno de Zelaya
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¿Posible amnistia a Manuel Zelaya para que regrese a Honduras?
El Congreso hondureño no ha considerado por ahora la posibilidad de amnistiar al depuesto presidente Manuel Zelaya, aseguró este martes el vicepresidente del Legislativo, Ramón Velásquez, a la AFP.
«Aquí en el Congreso no se ha iniciado una discusión sobre ese tema. Es más, no sabemos ni cuáles son las intenciones de decirlo, si es por una posición internacional», afirmó el diputado de la Democracia Cristiana (DC), el único cargo del Congreso que no pertenece al oficialista Partido Liberal (PL), la formación de Zelaya y del presidente de facto Roberto Micheletti.
Velásquez salió al paso de declaraciones del presidente de la Corte Suprema de Honduras, Jorge Alberto Rivera, en las que anunció la posibilidad de que el Congreso otorgue una amnistía a Zelaya, por lo que se le retirarían los cargos políticos, entre ellos el de traición a la patria.
La fiscalía hondureña acusó a Zelaya de 18 delitos, entre ellos el de traición a la patria, luego de que este fuera destituido de su cargo y expulsado del país el 28 de junio.
«La amnistía es una gracia que otorga el Congreso pero no se ha hablado de eso para Zelaya, que tiene orden de captura», subrayó Velásquez, explicando que el domingo le fue impedido el regreso al país «porque los organismos de seguridad velaron por la seguridad del pueblo pero sus delitos no prescriben nunca».
El diputado sentenció que la salida de Zelaya del poder «es una cosa juzgada, una página dada vuelta y la frase repetida es ‘aquí nadie se rinde’». En la Organización de Estados Americanos (OEA) «nos ha condenado sin ser escuchados y ahora el problema será para que reconozcan su fallo», agregó.
Rivera fue autorizado por el gobierno de facto de Micheletti a encabezar una comisión que debe viajar a Washington a negociar con la OEA una «salida dialogada» a la crisis de Honduras, uno de los países más pobres de América.
Micheletti como Zelaya, con el beneplácito de la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, nombraron al presidente de Costa Rica, Oscar Arias, como mediador en el conflicto
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Manuel Zelaya acepta la mediacion de Oscar Arias
El depuesto Manuel Zelaya dijo este martes en Washington que aceptaba la mediación del presidente costarricense Oscar Arias en la crisis originada en Honduras por el golpe de Estado en su contra.
«Hemos aceptado la propuesta de Arias para buscar una solución», dijo Zelaya tras su reunión con la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton en Washington.
Por su parte, Clinton afirmó que apoyaba la mediación de Arias, Premio Nobel de la Paz: «necesitan un mediador, y nosotros apoyamos al presidente Arias de Costa Rica», dijo a periodistas.
Manuel Zelaya anunció su intención de viajar el miércoles a Costa Rica para mantener un encuentro con Arias. El depuesto mandatario no excluye la celebración de elecciones anticipadas en su país, siempre y cuando se convoquen bajo su mandato
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Oscar Arias dispuesto a mediar por Honduras
El presidente costarricense Oscar Arias confirmó este martes que el derrocado Manuel Zelaya y el gobernante de facto Roberto Micheletti llegarán a Costa Rica para iniciar el jueves en su casa un diálogo buscando superar la crisis política en Honduras.
Arias dijo que conversó este martes por teléfono con Zelaya y Micheletti, así como con la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, para asumir su tarea de «facilitador» buscando el fin de la crisis desatada tras el golpe de Estado del 28 de junio.
«Ambas partes me han invitado a ser un facilitador para sentarse a negociar», dijo Arias, que adelantó que Zelaya llegará a Costa Rica el miércoles en la noche y Micheletti el jueves por la mañana.
«Siento satisfacción de saber que uno puede ayudar a resolver un conflicto que ya ha producido dos muertos en Honduras», agregó Arias, indicando que ambos dirigentes hondureños se reunirán a dialogar en su hogar en San José.
Arias, que manifestó su satisfacción por «hacer algo para regresar a la normalidad en un clima de confianza» a Honduras, dijo que ambos líderes se juntarán a dialogar con una pequeña comitiva en su hogar, en el barrio residencial de Rohrmoser, sector oeste de San José.
«Es muy honroso para mí y para Costa Rica ayudar», dijo Arias, que ha condenado enérgicamente el golpe en Honduras y amenazó con romper relaciones diplomáticas con Tegucigalpa si Zelaya no era restituido.
Arias vuelve así a tener un papel protagónico en la arena internacional, tal como en los años 80, cuando sus gestiones para terminar con las guerras civiles en Centroamérica le valieron el Premio Nobel de la Paz
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Interpol no acepta peticion de Honduras por Zelaya
Interpol rechazó un pedido del gobierno hondureño de emitir una orden de captura contra el derrocado presidente Manuel Zelaya, afirmando que las acusaciones en su contra son de carácter político, informó la agencia internacional el martes. A través de una nota de prensa, la Secretaría General de Interpol, en Lyon, Francia, señaló que no emitirá la «notificación roja» solicitada por Honduras, en la cual se informaría internacionalmente que Zelaya es solicitado por las autoridades hondureñas.
La Oficina de Asuntos jurídicos de Interpol concluyó que la solicitud violaba el artículo 3 de los Estatutos de la Organización que prohíben a la institución «toda actividad o intervención en cuestiones o asuntos de carácter político, militar, religioso o racial». «Interpol se toma muy en serio tal prohibición,» dijo el comunicado.
La agencia internacional indicó que las acusaciones de «abuso de autoridad, usurpación de funciones, contra la forma de gobierno, y traición» formuladas por las nuevas autoridades hondureñas contra Zelaya, «son de carácter político». Asimismo, la agencia señaló que el gobierno hondureño pudo haber arrestado a Zelaya cuando él intentó aterrizar en Tegucigalpa en días recientes. El hecho de que soldados hondureños impidieron el aterrizaje del avión demuestra que las autoridades hondureñas se «abstuvieron deliberadamente» de arrestar a Zelaya y evidenciaría «la existencia de motivos distintos de la defensa de la cooperación política internacional».
La oficina de Interpol en Lyon notificó a su sede en Tegucigalpa sobre su decisión
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Zelaya dice nadie le debe obediencia al gobierno usurpador»
El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, afirmó la noche del lunes que «nadie le debe obediencia» al gobierno «usurpador» de Roberto Micheletti establecido tras el golpe militar del 28 de junio, y que todos sus actos son «nulos». «Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador que toma el poder por la fuerza y por las armas», porque «todos los actos son nulos y constituyen delito de traición» a la patria que no prescriben, de acuerdo a la constitución hondureña, advirtió.
Por lo tanto, «todo lo que salga de este gobierno es nulo» y «no tiene ninguna legitimidad», apuntó el mandatario durante una rueda de prensa en la embajada de Honduras en Managua. Advirtió además al gobierno en funciones que la represión que ha desatado contra los manifestantes que apoyan su regreso, la cancelación de medios de comunicación y la restricción de las garantías constitucionales, entre otros hechos, «son delitos que crean castigo».
Zelaya anunció por otra parte que nombrará como nuevo embajador ante Estados Unidos a Enrique Reina, en sustitución de Carlos Sosa, a quien suspendió de su cargo por sumarse al gobierno golpista. «Mañana vamos a nombrar a un nuevo embajador en Washington», dijo Zelaya, y agregó que informó al departamento de Estado la destitución de Sosa, «para que no se acepte ninguna resolución» de su parte.
Zelaya brindó estas declaraciones antes de viajar a Estados Unidos, donde tiene previsto reunirse el martes con la secretaria de Estado Hillary Clinton y funcionarios del gobierno de Barack Obama
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Los derechos humanos en Honduras
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos expresó el martes su preocupación por el «uso excesivo de la fuerza» en Honduras contra los partidarios del derrocado presidente Manuel Zelaya.
«Lo más alarmante es el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad contra la gente que participa en manifestaciones a favor del presidente Zelaya», declaró a la AFP Rupert Colville, portavoz del Alto Comisionado.
Colville lamentó «particularmente la muerte de un joven de 19 años y la decena de heridos durante una manifestación en el aeropuerto».
«Seguimos la situación y su evolución de cerca», afirmó.Dos manifestantes murieron el domingo cuando intentaban forzar una barrera en torno al aeropuerto de Tegucigalpa donde pretendía aterrizar un avión que trasladaba a Zelaya, una semana después de haber sido derrocado por un golpe de Estado
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Uruguay y Chile solicitan a Honduras una salida a todo esto
Los cancilleres de Uruguay y Chile instaron este lunes en Montevideo a una «pronta» restauración democrática en Honduras, y afirmaron que un golpe de Estado militar «es algo que no puede volver a tolerarse».
Uruguay y Chile apoyan «esa consigna (…) de que no puede haber más golpes militares en América Latina. Es algo que no puede volver a tolerarse», dijo el canciller uruguayo Gonzalo Fernández en conferencia de prensa conjunta con su par chileno, Mariano Fernández, tras un encuentro en el marco del Acuerdo de Asociación Estratégica que mantienen ambos países.
«Ojalá logremos una salida pronta que signifique en lo básico la restauración de la democracia en Honduras y un camino que nos haga pensar de que estas crisis políticas no pueden resolverse con golpes militares, que quede eso claro», aseveró por su lado el canciller chileno.
Destacó que de lo ocurrido en Honduras surge que «en el Hemisferio Occidental, no solamente en América Latina, golpes de Estado militares no» pueden volver a ocurrir, para lo cual «hay unanimidad fuerte y sólida en las distintas resoluciones».
Asimismo, subrayó como «importante la consagración de la Carta Democrática interamericana en la OEA, que ha sido empleada de manera textual, de manera expresa en las resoluciones», así como «el fortalecimiento del organismo interamericano (…) como el instrumento político para los temas de seguridad, paz y desarrollo en nuestro continente».
Ambos cancilleres se declararon «disponibles a prestar toda la colaboración necesaria a la secretaría general de la OEA para que esto avance» y se encuentre «la solución (en Honduras) acorde con las exigencias democráticas».
El presidente hondureño Manuel Zelaya fue derrocado el 28 de junio por los militares, que lo obligaron a abandonar el país. El domingo, intentó regresar a Tegucigalpa desde Washington, pero el gobierno de facto bloqueó la pista del aeropuerto con vehículos militares impidiendo el aterrizaje de su avión