Los fanaticos religiosos son las fuerzas de elite del grupo Estado Islámico. Fanáticas y disciplinadas, se infiltran en ciudades de Siria e Irak, provocan el caos y pelean a muerte. Llevan cinturones explosivos para inmolarse en medio de sus oponentes si se ven derrotadas.
El EI los llama «Inghemasiyoun», que en árabe significa «los que se sumergen», una especie de unidad de elite paralela a sus fuerzas regulares a la que debe muchos de sus éxitos asombrosos en el campo de batalla.
Un video del grupo descargado recientemente en el internet mostraba una unidad que se preparaba para tomar por asalto -cosa que logró- la ciudad de al-Sujna en el centro de Siria. «¡Victoria o martirio!», gritan los combatientes de pañuelo azul atado a la cabeza, formando un círculo alrededor de su comandante mientras juran su fidelidad a Dios y que jamás retrocederán.
«Provocan el caos y luego inician su principal ofensiva terrestre», dijo Redur Jalil, vocero de las Unidades de Protección del Pueblo Curdo, una organización respaldada por Estados Unidos que ha encabezado una serie de victorias contra el EI en Siria.
Conocido principalmente por las atrocidades cometidas, el grupo Estado Islámico ha demostrado ser una fuerza de combate altamente organizada y flexible, según altos oficiales militares y de inteligencia iraquíes y comandantes sirios curdos en el frente.
Es creativo en sus tácticas, ya sea al aprovechar una tormenta de arena para ocultar una ofensiva o mandar a un francotirador solitario a lo alto de una palmera para disparar a los soldados que pasan. Sus fuerzas alternan entre la guerra convencional y de guerrillas; utiliza esta última con el fin de desgastar a sus enemigos antes de lanzar el ataque masivo apoyado por vehículos blindados, Humvees e incluso artillería.
Los combatientes emplean la bomba suicida como táctica en el campo de batalla para atravesar las líneas enemigas y provocar desmoralización, y la afinan con el fin de lograr la máxima eficacia. Recientemente reforzaron el blindaje de los vehículos para impedir que el fuego enemigo mate al conductor o detone los explosivos.
Llevan esas estrategias a nuevos frentes, como Egipto, en el espectacular ataque la semana pasada de una milicia vinculada con el EI al ejército en la península del Sinaí.
Andreas Krieg, profesor del King’s College de Londres que observó a los combatientes curdos en el campo de batalla, dice que los comandantes locales del EI reciben órdenes acerca de los objetivos, pero tienen libertad de tomar las medidas que crean convenientes para lograrlos. En cambio, dentro de las rígidas jerarquías siria e iraquí, los oficiales temen actuar sin aprobación explícita.
Los combatientes del EI son sumamente disciplinados: la ejecución inmediata es la pena por desertar de la batalla o dormirse en el puesto de guardia, según oficiales iraquíes. Además están bien equipados con las armas saqueadas a las fuerzas de Irak.
El EI se destaca por su capacidad para librar varias batallas simultáneamente, dijo el teniente general iraquí Abdul-Wahab al-Saadi.
«En el ejército iraquí sólo podemos librar una sola gran batalla por vez», dijo al-Saadi, que fue herido dos veces el año pasado al frente de las fuerzas que tomaron las ciudades clave de Tikrit y Beiji.
Las atrocidades cometidas por el grupo son en cierta medida una táctica para sembrar el terror en el enemigo. Decapita a los soldados capturados y descarga videos de las ejecuciones en el internet. Para elevar el valor que le proporciona el generar miedo, videos recientes mostraron a cautivos enjaulados a los que se hacía descender a una piscina para que se ahogaran, y otros a los que les volaban la cabeza mediante un collar explosivo.
Se calcula que hay entre 30.000 y 60.000 combatientes del EI en Irak y Siria, según oficiales iraquíes. Ex oficiales del dictador derrocado Saddam Hussein les han ayudado a organizarse. Yihadistas veteranos de Afganistán, Chechenia o Somalia aportan una experiencia valiosa.
Los extranjeros que se enrolan en el EI suelen acabar como suicidas. «Hay gente que va al Estado Islámico con el deseo de morir y el Estado Islámico les complace gustosamente», dijo Patrick Skinner, un ex agente de la CIA y ahora empleado del Grupo Soufabn, una compañía privada evaluadora de riesgos geopolíticos.
Estas tácticas le permitieron al grupo barrer el norte y oeste de Irak hace un año y capturar Mosul, la segunda ciudad del país. Poco después, el líder del EI, Abu Bakr al-Baghdadi, declaró un «califato» en sus territorios de Irak y Siria.
En mayo tomó Ramadi, la capital de la gran provincia occidental de Anbar. En Siria tomó la ciudad central de Palmira.
Las fuerzas de choque cumplieron una función crucial en la toma de Ramadi. Primero, golpearon las posiciones del ejército con una ola de ataques suicidas. Luego entraron los combatientes en medio de una tormenta de arena. Las fuerzas iraquíes huyeron al aparecer una fuerza mayor del EI.
Con los ataques aéreos liderados por Estados Unidos en Irak y Siria, el grupo ha perdido movilidad y terreno. Fuerzas iraquíes y milicias chiíes retomaron algunas ciudades, como Tikrit. En Siria, los combatientes curdos respaldados por los ataques aéreos estadounidenses retomaron la ciudad fronteriza de Kobani luego de semanas de combates intensos. Posteriormente, el EI perdió Tal Abyad, otra ciudad fronteriza siria.
A pesar de esa derrota, las fuerzas de choque del EI volvieron a atacar Kobani el mes pasado. Unos 70 combatientes enfrentaron a una fuerza curda mucho mayor durante dos días. Todos cayeron, pero antes lograron matar a 230 civiles, incluidos un centenar de niños, y más de 30 combatientes curdos. Al mismo tiempo, atacaron Tal Abyad, donde pelearon durante días hasta morir, y Hassaké, en el noreste de Siria, donde siguen resistiendo.
«Su plan no era partir con vida», dijo el comandante curso Ghalia Nehme acerca de los combatientes de EI en Kobani. «Parece que anhelaban el paraíso».
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Los fanaticos religiosos del Estado Islámico son su mejor arma
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Para derrotar al Estado Islámico hay que desacreditar su ideología
A pesar de algunos obstáculos, el Presidente de Estados Unidos Barack Obama dijo que sigue comprometido con la destrucción del Estado Islámico, enfatizando un «batalla más larga para corazones y mentes».
Obama habló el lunes luego de una poco habitual visita al Pentágono para ser informado sobre los esfuerzos del Departamento de Defensa para derrotar al grupo extremista también conocido como ISIS. El mandatario indicó que la tarea no debe enfocarse únicamente en fuerza militar y pidió a gobiernos e individuos a desacreditar «su ideología, su trastornada forma de pensar».
«Las ideologías no son derrotadas con armas, son derrotadas por mejores ideas, una visión más atractiva y llamativa», indicó. Obama recalcó que es importante que el mundo vea que Estados Unidos no está en contra del la fe musulmana. «Esta batalla más larga para corazones y mentes va a ser una lucha generacional. Al final no será ganada o perdida por Estados Unidos solamente. Será decidida por los países y las comunidades atacadas por ISIS».
El Presidente de Estados Unidos recordó que su país, en coalición con otras 60 naciones, ha hecho al Estado Islámico perder ubicaciones claves que antes poseía. También insistió en que la lucha no será rápida pero que las fuerzas militares estadounidenses han aumentado el entrenamiento y el respaldo de fuerzas iraquíes.
«En muchos lugares en Siria e Irak, incluyendo áreas urbanas, el Estado Islámico se ha establecido entre poblaciones civiles inocentes. Tomará tiempo desenraizarlos. Hacerlo debe ser el trabajo de fuerzas locales en tierra con entrenamiento y respaldo aéreo de nuestra coalición», indicó.
Obama dijo que no hay planes de enviar fuerzas terrestres de Estados Unidos para luchar contra el grupo extremista.
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La policía española detuvo a una mujer por reclutar para el Estado Islámico
La policía española detuvo el martes a una mujer sospechosa de reclutar a niñas y adolescentes de ambos sexos para enviarlos a zonas controladas por el grupo Estado Islámico en Siria, según las autoridades.
La mujer, de nacionalidad española, fue detenida en la ciudad de Arrecife, en la isla canaria de Lanzarote, indicó en un comunicado el Ministerio del Interior.
La sospechosa mantenía contacto con milicianos del grupo islámico en Siria, incluyendo un facilitador que le daba órdenes de reclutar a niñas y arreglaba sus viajes a ese país, indicó el ministerio.
Niñas y adolescentes que llegaron a Siria a través de la sospechosa terminaron sexualmente explotadas, haciendo trabajo doméstico y en hospitales, según el comunicado. Muy pocas se unieron al Estado Islámico como combatientes, según el reporte.
Las autoridades no especificaron cuántas personas habría reclutado la mujer pero indicaron que la policía la investiga desde 2014 en una operación dirigida por la Audiencia Nacional, en Madrid.
España ha detenido a decenas de supuestos milicianos y reclutadores yihadistas en los últimos años.
Por otro lado, el lunes fueron detenidos dos hombres en Madrid por supuesta colaboración con grupos curdos que combaten en Siria e Irak.
Ambos son sospechosos de haber recibido entrenamiento sobre armas y explosivos y de participar en lucha de guerrillas, según dijo el Ministerio del Interior. Sus actividades afectaron a los intereses nacionales de España, señaló el comunicado oficial.
El ministerio dijo que esperaba disuadir a otros milicianos izquierdistas de alistarse y quizá caer en manos del Estado Islámico, que podría utilizarlos con fines propagandísticos.
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Estado Islámico, una de las mayores amenazas de nuestro mundo
El primer ministro británico, David Cameron, hizo un llamado el viernes a combatir la ideología radical del grupo Estado Islámico, al que calificó como una de las mayores amenazas de nuestro mundo.
En una intervención en una importante conferencia de seguridad en la capital de Eslovaquia, Bratislava, Cameron dijo que es necesario que todo el mundo, desde gobiernos a comunidades y familias, hagan todo lo posible para evitar que jóvenes en occidente se radicalicen y sean reclutados para luchar con los extremistas.
Cameron dijo que la ideología del mal está empleando internet como su herramienta y por eso tienen tanta fuerza a la hora de influir en hombres y mujeres jóvenes molestos e insatisfechos, porque está protegida por el silencio de la red o incluso en partes de comunidades.
El premier británico dijo que es vital frenar la radicalización en su origen. Mientras tanto en Estados Unidos un hombre fue detenido por agentes del FBI en el estado de Nueva Jersey sospechoso de ofrecer apoyo material al grupo terrorista Estado Islámico (EI), informa la cadena de televisión NBC.
El sospechoso, identificado como Samuel Rahamin Topaz, de entre 20 y 30 años, fue detenido a primera hora de la mañana en una vivienda de Newark y comparecerá en las próximas horas ante un juez federal para la lectura de los cargos en su contra.
Esta detención supone la cuarta en lo que va de semana en el área de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, después de que el sábado fueran arrestados dos sospechosos y ayer se produjera otra detención por parte del FBI en Nueva York.
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El Estado Islámico reduce el suministro de agua
El grupo extremista Estado Islámico redujo el suministro de agua que llega a las zonas controladas por el gobierno de Irak en la provincia oriental de Anbar, dijo el jueves un funcionario.
La reducción del suministro orquestada en una presa del río Éufrates controlada por los insurgentes del Estado Islámico pondrá en riesgo los sistemas de regadío y las plantas de tratamiento de agua en las áreas próximas en manos de tropas de Bagdad y tribus contrarias a la milicia radical, dijo a la Associated Press Taha Abdul-Ghani, miembro del consejo provincial.
No se produciría ningún efecto inmediato en zonas chiíes en el centro y sur del país, agregó Abdul-Ghani apuntando que se está desviando agua a esas áreas del río Tigris.
Naciones Unidas dijo el miércoles que estaba investigando reportes de que el grupo Estado Islámico había reducido el flujo de agua a través de la presa al-Warar.
«El uso del agua como arma de guerra es condenable en términos muy claros», dijo el vocero del secretario general de la ONU, Stephane Dujarric, a periodistas. «Este tipo de informes son cuanto menos inquietantes».
A principios de este año, la milicia empleó esta técnica para reducir el suministro en el exterior de la ciudad de Faluya, pero levantaron las restricciones tras las críticas de los residentes.
El grupo tomó Ramadi, la capital de la provincia de Anbar, el mes pasado en su avance más significativo desde que la coalición liderada por Estados Unidos inició una campaña aérea en su contra el año pasado.
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Estado Islámico se atribuye atentado suicida contra mezquita en Arabia Saudita
El grupo Estado Islámico se atribuyó un atentado suicida contra una mezquita chií en Arabia Saudita, y advirtió que hay más «días negros» por venir, en un desafío directo a los gobernantes del reino suní.
El ataque del viernes fue el atentado con más muertos que sufre el país desde que Al Qaeda atacó complejos residenciales de trabajos extranjeros en 2004, lo que provocó una gran operación de represalia de Arabia Saudita. Sin embargo, este atentado en la localidad de al-Qudeeh, en la región oriental de Qatif, fue dirigido contra chiíes, a los que voces ultraconservadoras en Arabia Saudita tachan a menudo de herejes.
El comunicado de la emisora de radio al-Bayan del grupo Estado Islámico, leído el viernes por la noche y subido el sábado por la mañana a sitios web relacionados con los extremistas, identificó al atacante suicida como a un ciudadano saudí con el apodo de Abu Amer al-Najdi. La emisora también dijo que la operación era obra de una nueva rama del grupo EI en la «provincia de Najd», en referencia a la región histórica en el centro de la península arábiga donde se encuentra la capital saudí, Riad.
Al menos 21 personas murieron y 81 resultaron heridas en el atentado contra la mezquita, indicó la agencia oficial de prensa de Arabia Saudita.
El grupo EI -una antigua rama de Al Qaeda en Irak que se escindió y tomó buena parte de ese país y la vecina Siria- ha ganado notoriedad por sus ataques contra chiíes, incluyendo un atentado mortal contra una mezquita chií en la capital de Yemen, Saná, en el que murieron más de 130 personas. Al grupo se le atribuye la muerte de ocho chiíes en un tiroteo en una mezquita en el este de Arabia Saudí en noviembre.
El mensaje de al-Bayan advertía a los chiíes de la llegada de «días negros que os harán daño» y prometió expulsar a todos los chiíes de la península Arábiga.
El último ataque se produjo mientras Arabia Saudí participa en una coalición liderada por Estados Unidos contra el grupo EI. A finales de abril, las autoridades saudíes detuvieron a 93 personas sospechosas de participar en una trama del grupo EI contra la embajada estadounidense y otros objetivos.
Las tensiones entre suníes y chiíes ya son considerables, dado que Arabia Saudí y la potencia chií Irán apoyan a bandos opuestos en Siria y Yemen. -
Estado Islámico fueron de casa en casa en la ciudad de Palmira para matar gente
Los milicianos del grupo extremista Estado Islámico fueron de casa en casa en la ciudad de Palmira con listas de nombres y datos de informantes para rastrear a los soldados del gobierno y otros enemigos y los asesinaron inmediatamente a tiros, dijeron activistas el viernes. Calculan que el baño de sangre ha dejado por lo menos 150 muertos en los dos últimos días.
La carnicería fue parte de la estrategia del grupo islámico para afianzar su poder sobre la ciudad que capturó el miércoles por la noche. Los milicianos han impuesto un toque de queda desde las 5 de la tarde hasta el amanecer y han prohibido a los pobladores salir de la ciudad hasta el sábado por la mañana para asegurarse de que ninguna de las figuras del gobierno que buscan pueda escapar, dijeron activistas y funcionarios.
La cacería de puerta a puerta fue similar a una purga que los milicianos perpetraron en la ciudad iraquí de Ramadi después de capturar esa ciudad la semana pasada.
«La búsqueda se efectúa de casa en casa, de tienda en tienda y la gente en la calle tiene que mostrar documentos de identidad», dijo Osama al-Khatib, un activista de Palmira que se encuentra en Turquía. Al-Khatib perdió contacto con sus amistades y familiares en Palmira el viernes por la mañana antes de que el gobierno cortara todas las comunicaciones telefónicas y de internet en la ciudad.
Estado Islámico también ha detenido a decenas de personas después de ocupar Palmira, donde se encuentra uno de los sitios arqueológicos más famosos, dijeron activistas y funcionarios.
Un activista de Homs, Bebars al-Talawy y una página opositora en Facebook dijeron que hasta 280 soldados y milicianos progubernamentales han sido asesinados en Palmira desde que fue capturada el miércoles.
Al-Talawy afirmó que los extremistas se llevaron a soldados y milicianos progubernamentales de sus hogares, comercios y otros sitios donde habían buscado refugio. Agregó que muchos fueron asesinados a tiros en las calles. Dijo que usaron altavoces para advertir a los residentes que no dieran refugio a los soldados, dando lugar a que muchos denunciaran a quienes querían ocultarse entre la población.
Al-Khatib dijo que unos 150 cadáveres yacían en las calles de Palmira, incluso 25 miembros de la milicia progubernamental conocida como Comités Populares.
Maamoun Abdulkarim, director del Departamento de Antigüedades y Museo en Damasco, la capital siria, dijo que «hay arrestos y ejecuciones en Palmira». Agregó que los extremistas islámicos «avanzan sobre zonas residenciales aterrorizando a la gente y vengándose».
Abdulkarim agregó que no se veían pistoleros en la zona de las ruinas de Palmira de 20 siglos, que anteriormente atraían a miles de turistas.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que Estado Islámico había asesinado a 17 hombres en Palmira y que tenía reportes no confirmados sobre la muerte de otras decenas. Los Comités Locales de Coordinación dijeron que los extremistas asesinaron a decenas de personas desde el miércoles, incluso tres hermanos, dos niñas adolescentes y un joven.
El gobernador Talal Barazi de la provincia de Homs, que incluye Palmira, dijo que Estado Islámico capturó a numerosos hombres «y podría haber cometido masacres». Agregó que unas 1.400 familias salieron de la ciudad de 65.000 habitantes antes de que los extremistas impidieran la salida de los pobladores el jueves.
Un video de un aficionado cargado en una página de Facebook aliada a EI muestra a residentes y extremistas en torno de dos hombres ensangrentados en uniforme militar en una calle de Palmira. «Dejen que los residentes los vean», dice uno de ellos. -
Ataques de Estado Islámico en Irak cruentos y despiadados
Fuerzas del gobierno de Irak y milicias tribales suníes aliadas repelieron un ataque de insurgentes del grupo Estado Islámico en una localidad ubicada entre dos bastiones extremistas en la provincia oriental de Anbar, dijo un líder tribal el martes.
Los insurgentes lanzaron un ataque poco antes de la medianoche y tenía como objetivo tomar la localidad de Jaldiya, que está entre Faluya y Ramadi, la capital de la provincia de Anbar, dijo el jeque Rafie al-Fahdawi.
Los insurgentes del Estado Islámico tomaron una pequeña localidad a las afueras de Jaldiya, explicó Al-Fahdawi agregando que no se produjeron bajas entre los soldados ni los combatientes tribales.
Insurgentes de Estado Islámico expulsaron a tropas de Bagdad y tomaron Ramadi durante el fin de semana, en su avance más significativo desde que la coalición liderada por Estados Unidos comenzó a lanzar ataques aéreos contra los extremistas el pasado verano.
Estos movimientos hicieron que el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, ordenase a las milicias chiíes prepararse para entrar en la conflictiva provincia suní a petición del gobierno local y algunas tribus.
Las fuerzas paramilitares, conocidas como Unidades de Movilización Popular, jugaron un papel importante en la expulsión de los radicales de Estado Islámico de la ciudad de Tikrit el mes pasado y de otras zonas del país.
Pero grupos de derechos humanos acusaron a los milicianos de ejecutar ataques de venganza contra suníes y de saquear y destruir propiedades. Los líderes de la milicia negaron las acusaciones.
El lunes, insurgentes de Estado Islámico buscaron puerta por puerta en Ramadi a policías y combatientes progubernamentales y arrojaron sus cuerpos al río Éufrates como parte de una purga sangrienta. Funcionarios elevaron a al menos 500 el número de asesinados desde el viernes, incluyendo civiles y fuerzas de seguridad.
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Estado Islámico mató 500 civiles iraquíes
Los milicianos del grupo extremista Estado Islámico mataron hasta 500 civiles iraquíes y desplazaron a 8.000 personas de sus hogares después de capturar la ciudad iraquí de Ramadi, afirmó un funcionario provincial el lunes. Los extremistas fueron de casa en casa en busca de policías y partidarios del gobierno, agregó.
El gobierno iraquí y las milicias chiíes respaldadas por Irán prometieron lanzar una contraofensiva y recuperar Ramadi, la capital de la provincia de Anbar, de abrumadora mayoría suní. El ministro de defensa de Irán, general Hossein Dehghan, viajó a Bagdad en una visita sorpresiva para mantener conversaciones urgentes con los líderes iraquíes.
La caída de Ramadi representó una derrota sorprendente para los militares y fuerzas de seguridad iraquíes, que huyeron cuando los extremistas desbordaron las últimas posiciones de las fuerzas del gobierno, pese al apoyo de los bombardeos de la coalición encabezada por Estados Unidos.
Videos en internet muestran vehículos blindados, camiones y otros equipos en desbandada fuera de Ramadi, con soldados aferrados a los costados de los vehículos en un intento por salvar sus vidas.
Desde el viernes, cuando la batalla por la ciudad entró en su etapa final, «calculamos que han matado a 500 personas, civiles y militares», dijo un vocero del gobierno provincial de Anbar, Muhamad Haimur.
Aunque las cifras no pudieron ser confirmadas por fuentes independientes, se sabe que Estado Islámico ha matado a cientos de civiles y soldados después de sus principales victorias.
Unas 8.000 personas huyeron de la ciudad, dijo Haimour. No estaba en claro cuántos pobladores quedaban en Ramadi, una ciudad de 850.000 habitantes. Un enorme éxodo ocurrió en abril, cuando según cálculos de Naciones Unidas unas 114.000 personas huyeron de Ramadi y suburbios.
Muchos cadáveres, algunos calcinados, fueron arrojados a las calles o lanzados al río Éufrates, dijo Naeem al-Gauoud, un líder de las tribus suníes que lucharon contra Estado Islámico en Ramadi.
Las calles de Ramadi estaban desiertas el lunes y poca gente se aventuraba a salir de sus casas en busca de alimentos, según dijeron dos residentes por teléfono.
Mientras tanto, los extremistas irrumpían en las casas de policías y miembros tribales partidarios del gobierno, particularmente de la tribu Al Bu Alwan, a treinta de los cuales capturaron, dijeron los residentes. Los milicianos fueron de casa en casa con listas de supuestos colaboradores del gobierno. Las casas y comercios de propiedad de la milicia suní progubernamental Sahwa fueron saqueados o incendiados.
El secretario de Estados Unidos, John Kerry, dijo que seguía confiando en la lucha contra el grupo Estado Islámico, pese a reveses como la caída de Ramadi. Kerry, de viaje por Corea del Sur, dijo que hace tiempo que dice que la lucha contra el grupo armado será larga y que será difícil en la provincia de Anbar, en el oeste de Irak, donde las fuerzas de seguridad iraquíes no están bien asentadas.
Esta retirada hizo recordar el derrumbe de la policía y las fuerzas militares en el verano pasado, cuando el grupo Estado Islámico lanzó su ofensiva relámpago al interior de Irak y se apoderó de una tercera parte del país.
También pone en duda la estrategia de las autoridades estadounidenses de que los ataques aéreos sean el único apoyo del que dependan las fuerzas iraquíes para expulsar a los extremistas.
Fuerzas iraquíes y curdas con apoyo de los ataques aéreos de Estados Unidos han liderado avances contra el grupo EI, como la recuperación de Tikrit, una ciudad en el norte del país.
Sin embargo, los progresos han sido lentos en Anbar, una provincia suní donde reina un profundo descontento con el gobierno, de liderazgo chií y donde las fuerzas estadounidenses lucharon durante años para repeler una fuerte insurgencia. Los soldados americanos libraron algunas de sus batallas más sangrientas desde la guerra de Vietnam en las calles de Ramadi y Faluya. -
Prohibido abandonar Anbar al Estado Islámico
El primer ministro de Irak ordenó a sus fuerzas de seguridad que no abandonen sus posiciones en la provincia de Anbar al grupo extremista Estado Islámico, informó la televisión iraquí.
La orden del primer ministro Haider al-Abadi se dio a conocer mientras fuerzas iraquíes se retiraban de Hamadi, la capital de la provincia. Se desconocía si Irak aún mantenía el control de la ciudad, algunas de cuyas partes fueron tomadas hace días por el grupo Estado Islámico.
Ataques suicidas coordinados ya habían hecho blanco a las fuerzas de seguridad en la ciudad de Ramadi y al parecer abandonaron armamento y vehículos a merced del Estado Islámico.
Previamente al-Abadi había dado la orden a milicias chiís de prepararse para marchar hacia la provincia pese a los temores de que su envío a una región de mayoría suní causara un estallido de violencia sectaria.
Hace unas horas se informó que atacantes suicidas del Estado Islámico detonaron sus coches bomba, lo que causó la muerte de 15 soldados iraquíes en la sitiada ciudad de Ramadi.
Oficiales de la Policía y el ejército dijeron que hubo cuatro atentados casi simultáneos contra las fuerzas que defienden el distrito Malaab en el sur de Ramadi, matando a 10 soldados e hiriendo a 15. Entre los muertos estaba el coronel Muthana al-Jabri, jefe de la comisaría de Malaab, dijeron.
Más tarde, la Policía dijo que tres atacantes suicidas condujeron sus vehículos cargados de explosivos hasta la puerta del cuartel general militar de la provincia, el Comando Operación Anbar, matando a cinco soldados e hiriendo a 12.
Después de los ataques estallaron enfrentamientos feroces entre las fuerzas de seguridad y milicianos del Estado Islámico. Posteriormente, las fuerzas del gobierno se retiraron de la zona de Malaab y extremistas del Estado Islámico se apoderaron de ella.
Los funcionarios hablaron a condición de guardar el anonimato porque no estaban autorizados para hablar con los periodistas.
Mientras tanto, aviones de guerra iraquíes lanzaron ataques el domingo contra posiciones del Estado islámico en Ramadi, dijo el Ministerio de Defensa iraquí, sin dar más detalles.
La semana pasada, los milicianos arrasaron Ramadi, apoderándose de las principales oficinas del gobierno y otras partes clave de la ciudad. El paso hecho un revés importante en los esfuerzos del gobierno iraquí para expulsar a los milicianos de las áreas de las que se apoderaron el año pasado.