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  • Mala postura, de las principales causas de la lumbalgia

    Mala postura, de las principales causas de la lumbalgia. En algún momento de su vida, el 80 por ciento de los mexicanos tendrá dolor de espalda (lumbalgia), que puede presentarse a nivel del cuello, dorso o en la parte baja, por lo que se debe acudir al médico, recomendaron especialistas.
    Cuando se trata de dolores a nivel de la cintura, la causa más común es por un sobre esfuerzo físico o mala postura, mientras que en el caso del dolor de espalda, el origen puede ser un traumatismo, embarazo, usar zapatos con tacón alto, o enfermedades como osteoporosis, tumores benignos y malignos, entre otros.
    Realizar ejercicio sin la supervisión de un experto, en aparatos que hacen temblar todo el cuerpo y que son de mala calidad, subirse al brincolín o al bongie, son también factores de riesgo, alertaron en conferencia de prensa organizada por la farmacéutica Mexicana Chinoín.
    José Luis Sánchez Mejía, ex presidente de la Asociacion Médica del Hospital de Traumatología y Ortopedia Lomas Verdes del IMSS, dijo que 15 por ciento de la población de entre 20 y 59 años acude a consulta en unidades de medicina familiar por este tipo de dolores.
    Destacó que es importante mantener un adecuado peso corporal para no dañar la columna vertebral, pues cada kilo de sobrepeso equivale a una carga extra de 10 kilos para esta estructura ósea.
    Mientras que el director de la Clínica de Terapia Física y Movimiento, Juan Pedro Casales, señaló que aproximadamente 20 eventos clínicos pueden causar lumbalgia y en su tratamiento la terapia física es relevante, porque son complemento de los fármacos.
    La terapia que más se prescribe es la combinación de complejo B, dexametasona y lidicaína, por su potencia y rapidez con que actúa.
    Se recomienda realizar una caminata diaria de por lo menos 15 minutos con una postura correcta, mantener el peso adecuado, evitar permanecer largos tiempo sentado, no levantarse bruscamente de la cama, cargar objetos de manera correcta y recargar la espalda al respaldo de la silla cuando se está sentado.
    Mala postura, de las principales causas de la lumbalgia

  • Cambios de vida. Por Tania Garza

    Hace unos años atrás comencé a tener unas molestias en un brazo y fui mal diagnosticada por el médico que me revisó. Hace un año y meses otro tipo de molestias aparecieron en mi cuello, el médico â??especialistaâ? me diagnosticó un esguince, estuve dos semanas con collarí­n (no de uso continuo) y comencé con las terapias de rehabilitación fí­sica pero en lugar de mejorar los dolores se fueron incrementando y esparciendo por mi espalda y por los brazos. Los dolores en los brazos eran intensos, además de sentir que me quemaba por dentro.

    Mi caso llegó a oí­dos del que fuera después mi traumatólogo y me mandó al hospital a hacerme una resonancia, estuve internada 4 dí­as. El diagnostico: 2 hernias en las cervicales, las cuales lastimaban los nervios de los brazos y de ahí­ la razón de mis dolores. El tratamiento: podí­a escoger entre dos cosas, una cirugí­a o vivir con mis hernias y tratarlas con medicamentos y terapias que ayudarí­an a disminuir los dolores hasta reducirlos a nada y vivir con molestias intermitentes por tiempo indefinido. La segunda opción podrí­a ser larga, pero sin riesgos.

    En su momento decidí­ tomar por la segunda opción y darme un tiempo para tratar de aliviarme antes de intentar una cirugí­a que serí­a el último recurso; al comenzar mi primer tratamiento los dolores disminuyeron pero se me empezaban a dormir las palmas de las manos o los brazos, tení­a cierto control de ellos, pero los sentí­a dormidos, algunos dí­as me resultaba casi imposible cambiarme. Así­ comenzó un camino lleno de medicamentos y visitas diarias a terapias fí­sicas, por otro lado, intenté con cualquier cantidad de medicina alternativa que me fuera recomendado, estaba empeñada en evitar pisar el quirófano a toda costa.

    Mi vida social se vio reducida a casi nula, si me sentí­a bien me animaba a salir con mis amigos, pero mis molestias aparecí­an casi inmediatamente y aunque yo no dijera nada, el dolor podí­a verse reflejado en mi rostro, era demasiado evidente. Pasé por momentos muy dolorosos, fí­sicos y emocionales, pues la mayorí­a de mis conocidos no entendí­an la magnitud del dolor, lo podí­a ver en sus expresiones, yo creo que esperaban ver que los brazos se me pusieran verdes para poder creerme. Si yo hubiera tenido el mismo problema en las lumbares no hubiera podido caminar por el dolor.

    Antes de cumplir un año con el diagnostico vino la decisión de la cirugí­a. Yo no podí­a más con ese estilo de vida casi casi ermitaña además de estar cansada de tomar cualquier cantidad y tipos de medicamentos que muchas veces ni siquiera disminuí­an mi dolor y los que si, alteraban mi cerebro, mis famosas â??happy pillsâ? las más fuertes hací­an que caminara agarrada a la persona o cosa más cercana para no caerme.

    La cirugí­a fue un dí­a antes de mi cumpleaños (si, pasé mi cumpleaños en el hospital) y aún que mi primera noche ahí­ fue la más horrible de mi vida, ahora lo considero como el mejor regalo de cumpleaños que he tenido jamás. Mi recuperación fue bastante rápida, a las 4 semanas ya estaba de vuelta en el trabajo y comencé a recuperar mi vida social y en general mi vida.

    Los cambios fueron muy notorios, pues se podí­a notar desde la expresión de mis ojos, de alguna manera volví­ a ser yo pero de una manera renovada. La cicatriz de la cirugí­a esta a la vista de todos, pues es en el cuello, pero pasa casi desapercibida por parecer un pliegue del cuello, pero para mí­ no; toda esta experiencia fue de cierta manera como tocar fondo y salir avante, la cicatriz es solo un recordatorio de lo que soy capaz de hacer.

    Agradezco a todos los que estuvieron conmigo durante este pequeño viaje de renovación, pues es así­ como yo lo veo, porque ahora me siento otra, la misma, pero renovada.

    Ahora ya sabes porque soy biónica, pues llevo 2 implantes de disco (no son injertos óseos mí­os), una placa y 6 tornillos de titanio en mi columna. La cirugí­a: http://catalog.nucleusinc.com/enlargeexhibit.php?ID=30870

    A ti, ¿Qué te ha hecho cambiar tu vida?

    Tania Garza. Lic. En Administración, ferrocarrilera, malvadina, biónica y algunas veces diva.