Etiqueta: Ecologia

  • La reconfiguracion mundial de China

    El ascenso de China en la escena mundial en esta década tomó varias formas. Los Juegos Olímpicos de Beijing. Los miles de millones de dólares que prestó a Estados Unidos. Su descomunal crecimiento económico. Se hizo patente también en los robos de tapas de alcantarillados en las calles de todo el mundo. Primero en Taiwán, en el 2003. Después en Londres. También en Chicago, donde hubo que reemplazar 150 tapas. Los ladrones las venden a intermediarios que a su vez la envían a China, donde hay una gran demanda de hierro para los rascacielos de Shanghai, Beijing y otras ciudades. El boom de la construcción en China se refleja así en las calles de ciudades de todo el planeta.

    Para China, esta fue una década única, en la que comenzó a dar forma a un nuevo orden mundial. Luego de pasar las décadas de 1980 y 1990 con la cabeza baja, reviviendo su maltrecha economía, los chinos comenzaron a expandir sus horizontes, incluso más allá de sus fronteras. Hoy son los principales inversionistas en Africa. Su demanda de tofu hizo que los brasileños derribasen más árboles para poder cultivar soja en la Amazonia. Su necesidad de hierro infló los precios de las viviendas en el interior de Australia pues mucha gente se fue a trabajar en las minas. Sus fábricas, con mano de obra muy barata, dejaron sin trabajo a millones de personas en el resto del mundo y debilitaron enclaves industriales en Europa y Estados Unidos.

    De este modo, los chinos adquirieron una presencia mundial que jamás habían tenido y comenzaron a alterar el orden establecido, generando asombro y respeto, así como cierto temor y suspicacias. Cuando China empezó a abrir su economía en los años 80, muchas firmas se propusieron formar empresas conjuntas con compañías de Occidente. En la última década, no obstante, más que buscar socios los chinos se dedicaron a comprar firmas. Un ejemplo: la gigantesca empresa tecnológica Lenovo, que en el 2005 se quedó con la división de computadoras personales de IBM.

    Su creciente influencia en los asuntos mundiales es razón de orgullo para los chinos, que sienten que en el pasado eran menospreciados por el resto del mundo. Muchos se vanaglorian de que la nación más poderosa del mundo, Estados Unidos, tiene una enorme deuda con China. Estados Unidos adeuda 800.000 millones de dólares en bonos estatales a China. Nunca antes había debido tanto dinero a un país.

    Los chinos, que han desarrollado una visión muy particular del marxismo, son hoy banqueros que pueden sacudir los mercados mundiales con la sola insinuación de que consideran desprenderse de esos bonos.A pesar de su crecimiento económico, no obstante, millones de chinos siguen sumergidos en la pobreza y las condiciones de vida en el interior son a veces dignas de la época medieval. La disparidad de ingresos es cada vez más grande y por más que el ingreso anual haya subido un 74% desde el 2003 para la gente que vive en las ciudades, en el campo creció tan solo un 31%. El grueso de los chinos, de todos modos, ha visto grandes mejoras en sus condiciones de vida. Hasta no hace mucho, era poco común que la gente tuviese un teléfono particular. Hoy, China Mobile, la empresa telefónica más grande del mundo, dice tener 508 millones de clientes.

    En China hay hoy 338 millones de usuarios de la internet, según el Centro de Información de Redes de Internet Chino, una entidad investigadora avalada por el estado. Esa es una cifra superior a la de toda la población de Estados Unidos. En las grandes ciudades, las bicicletas están dando paso a los automóviles. Tan solo en la ciudad sureña de Guangzhou –capital de la región industrial más importante del país– el año pasado se vendieron 180.000 vehículos. Esto es una buena noticia para empresas automotrices que atraviesan por grandes dificultades económicas, como Ford y General Motors.

    El creciente consumo y el boom industrial se han hecho sentir en el medio ambiente y hay quienes piensan que la contaminación y la escasez de agua podrían frenar el crecimiento chino. China es actualmente el país con más emisiones de dióxido de carbono, tras desplazar del primer lugar a Estados Unidos. Un estudio del Banco Mundial dice que en China se encuentran 16 de las 20 ciudades más contaminadas del mundo. Agrega que tres cuartos del agua que llega a las áreas urbanas no se puede beber.

    El Partido Comunista asegura que resolverá todos esos problemas y no parece haber demasiada presión por reformas democráticas. De hecho, para muchos déspotas del mundo China ofrece un modelo atractivo: un sistema autoritario que genera un gran crecimiento económico. ¿Qué sentido tiene prestarle atención a los sermones de Estados Unidos y otros países sobre la democracia cuando un régimen autocrático como el chino da tan buenos resultados?

    El sistema político chino, no obstante, sigue siendo frágil, al punto de que cosas como Facebook y YouTube son vistos como una amenaza y bloqueados por las autoridades chinas. Los gobernantes aparentemente piensan que por más que parezca reinar la calma, cualquier problema menor puede desatar una crisis.

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  • Bolivia agradece apoyo de ONU

    El presidente Evo Morales saludó este miércoles la resolución «Armonía con la naturaleza» aprobada por la ONU, que fuera presentada por Bolivia para alertar sobre la ruptura del equilibrio entre los seres humanos y la tierra. «Estoy sorprendido por la decisión de la ONU donde aprueba la resolución de armonía con la naturaleza. Esta propuesta que viene de la vivencia de los movimientos campesinos indígenas, no solamente de Bolivia, sino de Latinoamérica o del mundo», señaló Morales en una declaración de prensa.

    La resolución «invita» a los Estados miembros y a las organizaciones regionales a considerar el tema de «la promoción de una vida en equilibrio con la naturaleza» y a presentar las visiones, experiencias y propuestas que esta política plantea para un informe en la próxima sesión de la Asamblea General. Hay que «saludar a los países y a las Naciones Unidas que aprobaron la resolución», remarcó Morales y abogó que se apruebe también otra propuesta presentada por su gobierno sobre la necesidad de una Declaración Universal sobre los derechos de la Madre Tierra.

    Morales impulsó también ante la ONU la aprobación del Día Mundial de la Madre Tierra que se celebrará todos los años en abril.

  • India en Copenhague

    India consiguió su objetivo de que no hubiera un acuerdo vinculante sobre la reducción de las emisiones de gas de efecto invernadero en la Conferencia sobre el clima de Copenhague, declaró el martes, ante el Parlamento, el ministro indio de Medio Ambiente Jairam Ramesh.

    «Podemos mostrarnos satisfechos de haber conseguido nuestro objetivo en la cuestión» de las metas de reducción de emisiones obligatorias, dijo Ramesh.

    «Lo hemos hecho bastante bien», agregó Ramesh, visiblemente satisfecho con los resultados de la conferencia de Copenhague.
    Según los expertos, India es uno de los países más contaminantes del mundo.

    El acuerdo de último minuto obtenido el sábado pasado en Copenhague ha sido calificado por muchos observadores como insuficiente y decepcionante pues no incluye los objetivos de reducción de los países industrializados recomendados por los científicos ni las metas a largo plazo para el conjunto del planeta.

    Los grandes países en desarrollo, India y China, están contra el establecimiento de objetivos vinculantes.

    Para India, con una población de 1.100 millones de habitantes, los países ricos son históricamente responsables del calentamiento climático y deben financiar los esfuerzos de los países desarrollados.

  • Acuerdo de Copenhague sin ambicion

    La prensa mundial criticó el domingo que la Conferencia de Copenhague sobre el clima concluyera con un acuerdo mínimo, elaborado a puerta cerrada por un puñado de potencias ricas y emergentes que marginaron a los países en desarrollo y asestaron un golpe a la ONU. «La lucha contra el cambio climático queda congelada», titulaba en portada el diario español El Mundo, en tanto que El País acusaba en su primera página a Estados Unidos «de imponer al mundo su ley ante el cambio climático». El presidente estadounidense Barack «Obama resuelve con China la cumbre sin contar con Europa», agregaba El País, que en su editorial, titulado «la cumbre parió un ratón», lamentaba que «el acuerdo de mínimos de Copenhague ni siquiera fijara objetivos de reducción de emisiones».

    Las páginas editoriales de la prensa de Estados Unidos se mostraron duras el domingo especialmente con su presidente, recientemente galardonado con un Nobel de la Paz. The Washington Times arremetió contra las «fracasadas» discusiones de la Conferencia y se refirió al viernes, la última jornada de la cumbre, como «el día frío de Obama en Dinamarca». «El acuerdo prometido (…) fue un anticlímax», señaló el Times. «El tan promocionado acuerdo no promete casi nada, más allá de un fondo de 100.000 millones de dólares para dictadores del Tercer Mundo para ‘adaptarse al cambio climático’, que probablemente incluya la compra de mansiones en el sur de Francia», agregó.

    Por su parte, The Washington Post dijo que el acuerdo «no es audaz» y señaló que aún deben fijarse muchos detalles, pero saludó como «un paso importante» el compromiso de los países en desarrollo a un régimen de verificación. En un editorial publicado este domingo, el líder cubano Fidel Castro arremetió contra «el caos político» que reinó y el «trato humillante» al que fueron sometidos muchos jefes de Estado. La negociación de Obama y un grupo de países «era una iniciativa antidemocrática y virtualmente clandestina», opina en el artículo de Juventud Rebelde el ex presidente, alejado del poder desde julio de 2006 por una crisis de salud, quien ha escrito varios artículos los efectos del cambio climático.

    El francés Le Monde, que titulaba «El fracaso de Copenhague o los límites del gobierno mundial», coincidía en señalar que «negociado en su versión final sobre todo entre China y Estados Unidos, el acuerdo consagra la marginación de la Unión Europa» y que la reunión «ilustró la creciente fuerza de China». «Los dirigentes del mundo no estaban dispuestos, llegado el momento, a realizar un acuerdo», observaba el Berlingske Tidende de Dinamarca, país organizador de la cumbre. Pero «lo más doloroso ha sido observar que era inútil pedirle alguna ayuda a la ONU», cuyo secretario general, Ban Ki-moon, estaba «más interesado, durante la conferencia de prensa final, en contar lo poco que pudo dormir y comer durante las últimas 24 horas que en tomar el liderazgo», añadía el diario conservador danés.

    El Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung destacaba por su parte que los países en desarrollo «utilizan el cambio climático para reclamar cada vez más dinero» a los ricos. Copenhague ha sido el escenario de «una lucha de la redistribución entre el primer y el tercer mundo», añadía.

  • ¿Que es el Acuerdo de Copenhague?

    El Acuerdo de Copenhague permite por primera vez enrolar a todos los grandes países contaminantes –tanto industrializados como emergentes– en la lucha contra el cambio climático, pero no fija metas ambiciosas ni un marco vinculante.
    Estos son los principales puntos de este acuerdo de mínimos:

    OBJETIVOS:
    – El alza de la temperatura media del planeta deberá quedar por debajo de los 2C respecto a los niveles preindustriales (1800). Pero esta meta no está acompañada de garantías, ya que el acuerdo no menciona dividir por dos las emisiones contaminantes antes de 2050 ni fija la fecha en la que deberían de dejar de aumentar.
    – Antes del 31 de enero, los países industrializados deberán comunicar sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 2020 y los países en desarrollo han de anunciar lo que piensan hacer para atenuar las suyas. El texto no incluye objetivos cifrados.

    VERIFICACION:
    – Los compromisos de los países industrializados deben ser «medibles, notificables y verificables» (reglas MRV) para poder controlar que sean reales.
    – Los países en desarrollo comunicarán ellos mismos, cada dos años, las informaciones sobre sus políticas nacionales, aportando los elementos que permitan «consultas y análisis internacionales» en «el respeto de su soberanía nacional» (una concesión a China).
    Sólo las medidas que necesiten apoyo internacional, tanto financiero como tecnológico, estarán sometidas a las reglas MRV.
    Este ha sido uno de los puntos más difíciles de negociar.

    FINANCIACION:
    – Una ayuda inmediata de 30.000 millones de dólares de 2010 a 2012 debe fomentar la adaptación de los países en desarrollo al impacto del calentamiento. Se concederá de forma «prioritaria» a los más vulnerables, sobre todo de Africa, y a las islas pequeñas.
    – De 2013 a 2020, los países desarrollados se han comprometido a movilizar de forma progresiva hasta 100.000 millones de dólares. Estos fondos provendrán de «fuentes diversas, públicas y privadas, bilaterales y multilaterales, incluyendo las financiaciones innovadoras». No se mencionan tasas.
    – Creación del «Fondo Verde Climático» de Copenhague que apoyará proyectos de los países en desarrollo para reducir las emisiones, como por ejemplo la protección de los bosques y la lucha contra la deforestación, la adaptación, el refuerzo de las capacidades y la transferencia de tecnología.

    OBLIGACION JURIDICA:
    – Ante la altísima probabilidad de que la próxima conferencia de México, a finales de 2010, no dé a luz un nuevo tratado vinculante, el protocolo de Kioto es por ahora el único instrumento legal contra el calentamiento climático a pesar de que no concierne más que un tercio de las emisiones mundiales.

  • Acuerdo de Copenhague

    La histórica conferencia climática a duras penas se libró el sábado del fracaso total, al aceptar un acuerdo político que otorga ayuda financiera a los países más pobres para que enfrenten el calentamiento global, pero que no incluye más recortes en la emisión de gases de efecto invernadero.
    Después de dos semanas de discusiones enconadas y una maratón final de 31 horas de negociaciones, que sacaron a la luz las profundas diferencias entre países pobres y ricos, la casi totalidad de las 193 naciones en la conferencia de la ONU aceptaron un acuerdo presentado por Estados Unidos que apunta a mayores recortes de las emisiones de los países ricos, pero no impone límites vinculantes.
    Las exitosas negociaciones de última hora entre los mandatarios de Estados Unidos, China, India, Brasil y Sudáfrica sentaron las bases para la futura cooperación entre países desarrollados y en desarrollo, aunque el «Acuerdo de Copenhague» fue rechazado por varios delegados, que reclamaron más recortes y se sintieron excluidos.
    El acuerdo estuvo al borde de naufragar frente a las objeciones de Bolivia, Cuba, Sudán y Venezuela, por las cuales estuvo a punto de quedar excluido del foro.
    La frenética diplomacia del presidente estadounidense Barack Obama en la nevada capital danesa, donde se habían reunido un centenar de jefes de estado o gobierno, dio lugar a un documento que promete que los países ricos donarán 30.000 millones de dólares en ayuda climática a los más pobres en los próximos tres años y eventualmente 100.000 millones de dólares anuales hacia el 2020.
    El acuerdo incluye un método para verificar las reducciones de emisión de dióxido de carbono y otros gases de invernadero por cada país, un reclamo clave de Washington porque China se ha negado a la supervisión internacional de sus medidas voluntarias.
    Bajo el Protocolo de Kioto de 1997, rechazado por Estados Unidos, 37 países industrializados ya habían emprendido una reducción modesta de las emisiones. Bajo el nuevo acuerdo no vinculante, esos países, entre ellos Estados Unidos, deben presentar sus metas en cuanto a reducción de emisiones y los países en desarrollo deben declarar las medidas que tomarán para reducir el aumento de la contaminación global.
    El jefe de clima de la ONU, Yvo de Boer, dijo a la prensa en los últimos minutos de la conferencia que el acuerdo de Copenhague «es un acuerdo impresionante, pero no es un acuerdo vinculante».
    Un tratado que requiera mayores recortes por los países industrializados debe aguardar a la continuación de las negociaciones en 2010.
    La conferencia tampoco tomó medidas sobre un asunto que se creía estaba cercano a lograrse: un plan para proteger las selvas tropicales del mundo, vitales para la salud del clima, pagando a unos 40 países pobres la protección de sus selvas.
    La deforestación para la industria maderera, la ganadería y la agricultura ha convertido a Brasil e Indonesia en el tercer y cuarto emisores de carbono del mundo.
    El documento dijo que deben reducirse las emisiones de gases de carbono lo suficiente como para mantener el aumento en las temperaturas mundiales promedio debajo de los dos grados centígrados (3,6 grados Fahrenheit), lo que significa que es por arriba de los niveles preindustriales.
    Las temperaturas promedio ya han aumentado 0,7 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
    Algunas naciones que son más vulnerables al cambio climático, incluyendo las islas de baja altura, creen que el límite debe sostenerse en no más de 1,5 grados centígrados (2,7 grados Fahrenheit).

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  • CEPAL dice que millonario el cambio climatico

    Aunque América Latina es la segunda región mundial que menos gases arroja a la atmósfera detrás de Africa, sufrirá perdidas en la agricultura y en biodiversidad, entre otras áreas, debido al cambio climático si no se toman medidas para mitigarlo, reveló el miércoles un estudio de la Cepal.
    «La variabilidad climática y los eventos extremos harían que hacia 2100 el costo de los desastres climáticos pase de un promedio anual para el período 2000-2008 de casi 8.600 millones de dólares a un máximo posible de 250.000 millones de dólares», dijo la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en un estudio de 69 páginas.
    La mayoría de los científicos del mundo especializados en el estudio de la atmósfera coinciden en que las actividades humanas que generan los llamados gases de efecto invernadero están influyendo para modificar paulatinamente el clima de la Tierra, incrementando las temperaturas en el planeta.
    El cambio climático, en caso de no haber un acuerdo internacional para mitigarlo, «costaría 137% del PIB actual de América Latina y el Caribe para 2100», agregó la Cepal en su estudio, efectuado con base en cálculos de 15 países: Argentina, Belice, Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Uruguay.
    El estudio, presentado en Copenhague en medio de la cumbre mundial climática, resalta que los efectos de este cambio en la región no son iguales en todos los países, y que si bien algunos se beneficiarían en el corto plazo -debido a aumentos de temperaturas y cambios en las lluvias que favorecerían cierto tipo de cultivos-, a la larga las consecuencias serían negativas.
    Naciones como Argentina, Chile y Uruguay tendrían efectos positivos en su productividad agrícola si la temperatura aumentara entre 1,5 grados centígrados y 2 grados en el período 2030-2050. Pero, si se traspasa esos umbrales de temperatura los efectos serán negativos, indicó la Cepal.
    Agregó que también disminuirá la disponibilidad de agua, sobre todo en América del Sur.
    Además «el alza del nivel del mar provocaría desplazamiento de poblaciones y se perderían tierras por inundaciones permanentes. Los pequeños Estados insulares del Caribe se verán muy afectados. Podrían desaparecer los manglares en las costas bajas (en Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa y Guyana) y estarían seriamente amenazadas zonas costeras del Río de la Plata (Argentina y Uruguay)», indicó el estudio.
    Un aumento global de la temperatura de 3 grados centígrados «provocaría también una caída en las precipitaciones sobre la Amazonía, causando un sustancial deterioro de las selvas que poseen la biodiversidad más grande del planeta», aseguró la Comisión.

  • Casi un hecho el fracaso de Copenhague

    La cumbre mundial sobre cambio climático cayó ayer en la incertidumbre, en medio de un creciente ambiente de pesimismo acerca de un resultado final positivo, con las naciones en ví­as de desarrollo opuestas en bloque al grupo de paí­ses ricos y con China y Estados Unidos en una guerra de acusaciones.

    La cumbre climática de Copenhague amenazaba con terminar con â??muy malos resultadosâ?, debido sobre todo a las disputas que han retrasado la presentación de un borrador de trabajo para las negociaciones oficiales, según fuentes cercanas al encuentro en la capital danesa.

    â??Todaví­a creo que es posible alcanzar un acuerdo, para eso las próximas 24 horas serán determinantesâ? , dijo ayer el responsable de Naciones Unidas para el clima, Yvo de Boer, atacado desde varios frentes por la mediocre organización de este evento, de dimensión mundial.

    El bloqueo de las negociaciones y un caos considerable en los alrededores de los recintos de la cumbre sobre el cambio climático de Copenhague arrojaban pocas expectativas de una clausura exitosa sobre la reducción de gases de efecto invernadero. Los paí­ses en desarrollo acusaron a las naciones ricas de falta de voluntad para negociar un tratado que fije la financiación de medidas para combatir el cambio climático.

    La hasta ahora presidenta de la cumbre, la ex ministra danesa de Medio Ambiente Connie Hedegaard, anunció ayer que dejaba su cargo (en teorí­a un acto formal) en manos del jefe de Gobierno danés, Lars Lokke Rasmussen. Algunas fuentes hablaron de una situación de estrés enorme para la polí­tica danesa.

    El ambiente de caos, pesimismo y desconfianza embargaba ayer la reunión y amenazaba con desembocar en un naufragio de la cita que se anunciaba histórica, destinada a sustituir al Protocolo de Kioto, que expira en 2012.

    La presidencia danesa de la Conferencia de la ONU no presentará antes de la mañana de hoy su borrador de un acuerdo para la protección del clima, informó anoche la emisora de televisión DR, citando a fuentes cercanas al primer ministro Rasmussen. Originalmente estaba previsto que el borrador del texto para las negociaciones finales en las que participarán 120 jefes de Estado fuera presentado ayer.

    Obama llega mañana

    Entre hoy y mañana llegarán los lí­deres que asistirán a la cumbre, entre ellos el presidente de EU, Barack Obama, que junto con el primer ministro chino, Wen Jiabao, quien aterrizó ayer en Copenhague, son considerados dos figuras clave para desbloquear las conversaciones.

    El presidente Obama espera que su presencia en Copenhague mañana para participar en la jornada de clausura de la reunión sobre cambio climático sea â??útilâ? para lograr un acuerdo sustancial, explicó ayer en Washington el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.

    La representante de Greenpeace Internacional, Kaisa Kosonen, señaló que Estados Unidos, el paí­s con las emisiones históricas más grandes de gas invernadero, provocó una demora de 10 horas en las conversaciones de la reunión de Copenhague. Destacó que el corazón del problema es la insistencia de Estados Unidos en que los gobiernos abandonen cualquier idea basada en la ciencia y cualquier acuerdo legalmente vinculante, en lugar de tratar de sumar objetivos para el resultado general de las conversaciones.

    Dos de los protagonistas ayer en la cumbre fueron los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales.

    El Ejecutivo venezolano arrancó los aplausos de la sesión plenaria al responsabilizar al â??capitalismoâ? del cambio climático. Chávez ocupó la tribuna para denunciar los procesos â??injustosâ? de la Cumbre de Copenhague y dijo que son un â??reflejo de la dictadura imperialista mundialâ?.

    El mandatario boliviano proclamó la â??obligaciónâ? de defender los derechos de la Madre Tierra

  • Manifestacion en Mexico por la ecologia

    Unos 200 manifestantes dibujaron la noche del sábado el mapa del mundo con velas en la capital mexicana para exigir que de la cumbre de Copenhague salga un acuerdo justo, ambicioso y vinculante contra el cambio climático, en el marco de una jornada de protestas a nivel mundial.
    «Es una vela de esperanza de que se puedan tomar buenas decisiones para disminuir inmediatamante las emisiones (…) Exigimos un acuerdo ambicioso, jurídico y obligatorio», dijo a la AFP Libertad Cazarez, coordinadora del evento organizado por 350, una alianza entre ONG’s locales e internacionales.
    «Que no suiciden a nuestro país ni a nuestro planeta», reclamaron los manifestantes.
    Otras cinco concentraciones fueron convocadas en la capital y un centenar más en el resto de México como parte de una jornada mundial de presión para los gobernantes de los 194 países reunidos en Copenhague, donde también salieron a las calles decenas de miles de personas.

  • Honduras no fue a Copenhague

    Honduras es el único de los 194 países miembros de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) que no participa en la cumbre sobre el calentamiento global que se celebra actualmente en Copenhague, informaron a la AFP los organizadores de la reunión.
    La CMNUCC, dirigida por el máximo responsable de Naciones Unidas sobre cambio climático Yvo de Boer, organiza desde el pasado lunes y hasta el 18 de diciembre en Copenhague una conferencia mundial destinada a forjar un nuevo acuerdo mundial de lucha contra el calentamiento que debe entrar en vigor en 2013.
    Con los recientes ingresos de Irak y Somalia, la Convención cuenta actualmente 194 miembros, 193 de los cuales están representados en la reunión de la capital danesa. El país ausente es Honduras, informó una fuente de la CMNUCC sin poder precisar los motivos.
    Sacudida por la crisis política a raíz del golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya el 28 de junio, la diplomacia hondureña ha estado representada en recientes citas internacionales por la canciller del depuesto jefe de Estado, Patricia Rodas.
    Rodas participa en la cumbre del ALBA que se realiza el domingo y el lunes en La Habana y que debe adoptar una posición común del grupo con vistas a la conferencia de Copenhague.
    Según una clasificación de riesgos climáticos presentada en Copenhague por la organización Germanwatch, Honduras es el tercer país del mundo -detrás de Bangladesh y Birmania- que estuvo más afectado por fenómenos naturales extremos en el período 1990-2008.

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