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  • Donald Trump casi asegurada tiene la candidatura republicana

    Donald Trump casi asegurada tiene la candidatura republicana. Líderes republicanos y votantes moderados el viernes esperaban señales de que los ataques de la víspera al precandidato Donald Trump hayan puesto un freno a su campaña. En una jornada extraordinaria de la historia del partido, Trump recibió fuertes críticas del candidato de 2012 Mitt Romney y de sus rivales Ted Cruz y Marco Rubio, mientras la elite republicana buscaba cerrar el camino del empresario neoyorquino hacia la candidatura.
    El caos refleja la convicción de la conducción republicana de que Trump tiene pocas probabilidades de vencer a Hillary Clinton, la ex secretaria de Estado y ex senadora que parece encaminarse a obtener la candidatura demócrata.
    Con todo, los otros tres precandidatos -Cruz, Rubio y John Kasich- declararon durante el debate de la víspera que apoyarán a Trump si gana las primarias. A su vez, Trump dijo que apoyará a quien gane, aunque se mostró incrédulo ante la posibilidad de que no fuera él.
    El discurso de Romney, un ataque inédito de un ex candidato del partido, puso de manifiesto la desesperación que reina en el establishment partidario.
    «No tiene el temperamento de un líder estable y reflexivo», dijo Romney. Calificó a Trump de «farsante» y «estafador» que «quiere timar al público estadounidense», un hombre cuya «imaginación no debe gozar de poder real».
    En declaraciones por la cadena NBC el viernes, Romney dijo que «haré todo dentro de los límites políticos normales para asegurar que no elijamos como candidato a Donald Trump».
    El senador John McCain, otro ex candidato republicano, respaldó el ataque de Romney.
    Trump en su réplica dijo que Romney era «un candidato fracasado» que perdió ante el presidente Barack Obama hace cuatro años precisamente por ser mal candidato.
    En materia política, Trump se declaró dispuesto a negociar en varias cuestiones.
    Le parecía bien, dijo, que el senador Rubio hubiera negociado en cuestiones de inmigración. Dijo que había cambiado de parecer porque «necesitamos gente altamente capacitada en este país».
    Y aceptó con ecuanimidad que había contribuido a campañas demócratas, incluyendo con 10 cheques a la de Clinton contra Obama en las primarias de 2008.
    Era cuestión de negocios, dijo Trump.
    Donald Trump casi asegurada tiene la candidatura republicana

  • El miedo a Donald Trump crece en los Estados Unidos

    El miedo a Donald Trump crece en los Estados Unidos. Las victorias de Donald Trump en el Supermartes causaron estupor en todo el mundo y pusieron de manifiesto el desconcierto generalizado que provoca la sola idea de que el magnate sea el próximo presidente de Estados Unidos.
    «La candidatura de Trump ha dado paso a la locura: Lo impensable puede suceder, una broma de mal gusto se está haciendo realidad», dice un artículo del diario comercial alemán Handelsblatt del jueves. «Ahora hay que hablar seriamente de algo que parecía grotesco».
    Comentaristas rusos expresaron cierto regocijo ante el viro que está tomando la política estadounidense. Y el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, pronosticó que Trump podría revitalizar la izquierda latinoamericana.
    La reacción dominante frente al derrumbe del establishment del Partido Republicano ante los éxitos de Trump en las primarias presidenciales parecía ser una total perplejidad, combinada con temor a lo que se viene.
    «El ascenso meteórico del magnate de Nueva York tiene a la mitad del planeta estupefacto», escribió el columnista de El País de Madrid Andrea Rizzi.
    «Sería un grave error considerar a Donald Trump y payaso de la política», expresó otro diario europeo, el Salzburger Nachrichten austríaco. «Si Trump resulta elegido presidente», pronosticó el medio, sus ideas «plantearían grandes riesgos a Estados Unidos y al mundo… políticas básicamente chauvinistas y nacionalistas que no harían a Estados Unidos grande sino horrible y comprometerían la estabilidad del orden internacional».
    Trump genera inquietud en China, aunque no se le presta tanta atención a pesar de que durante su campaña el magnate insiste en que Estados Unidos se ha vuelto débil en parte porque Beijing manipula su divisa, se roba empleos en Estados Unidos y ofrece una competencia desleal.
    Los chinos tal vez no se tomen sus comentarios muy en serio porque creen que no será elegido presidente o que, si lo es, moderará sus posturas, según Xiong Zhiyong, de la Universidad China de Relaciones Internacionales.
    Opinó que «si Trump llegase a la presidencia y mantuviese sus posturas, las relaciones chino-estadounidenses enfrentarían problemas en áreas como la seguridad y la economía… Habría un gran cambio en la política exterior de Estados Unidos».
    Thuraya Ebrahim al Arrayed, integrante del Consejo Shura, el principal órgano de asesoría política de Arabia Saudita, dijo que una presidencia de Trump sería «catastrófica» y representaría un retroceso «no de generaciones, sino de siglos».
    «Rogamos porque una personalidad racista no gane las elecciones», dijo. «¿Cómo puede ser que le diga a los estudiantes musulmanes que están estudiando allí que les va a cerrar la puerta en la cara?».
    En un artículo publicado por el Financial Times de Londres, Martin Wolf resumió el sentir generalizado en el mundo de las finanzas en Europa diciendo que una elección de Trump sería un «desastre a nivel mundial».
    «El señor Trump es un promotor de fantasías paranoicas, un xenófobo y un ignorante. Su negocio consiste en construir monumentos horribles por vanidad. No tiene experiencia en cargos políticos. Algunos lo comparan con los populistas latinoamericanos. También puede ser visto como un Silvio Berlusconi estadounidense, aunque sin carisma ni visión comercial».
    Acotó que Berlusconi, ex primer ministro italiano, «a diferencia de Trump, jamás amenazó con expulsar a millones de personas».
    Para Wolf, «el señor Trump carece en absoluto de las cualidades necesarias para desempeñar el cargo político más importante del mundo».
    En el diario mexicano Reforma, el columnista Sergio Aguayo comparó el sentir antiestadounidense que ha generado Trump con el temor al comunismo del siglo XX y acusó a Trump de desatar un «pánico café».
    «Debemos contestar una y otra vez a Donald Trump, y hacer sentir al gobierno estadounidense que no estamos dispuestos a seguir siendo señalados como los únicos responsables de problemas también causados por Estados Unidos», escribió Aguayo.
    La Jornada, diario izquierdista mexicano, publicó una caricatura en la que Trump luce una corbata con la inscripción «KKK» con una leyenda que dice: «Haré hornos crematorios para mexicanos y musulmanes» »¡Y ellos pagarán por su construcción!». Aludía a que promete construir un muro entre Estados Unidos y México y hacer que los mexicanos paguen por él.
    En Senegal, país de África occidental moderado y predominantemente musulmán, el jefe de redacción de La Tribune Mame Ngor Ngom expresó esperanza en que los estadounidenses no sean «tan inconscientes» como para votar por Trump.
    «Creemos que no lo harán. Ya pagaron las consecuencias con George W. Bush. … Donald Trump será un fiasco», afirmó.
    Muchos rusos, entretanto, parecen disfrutar viendo lo que está pasando en la política estadounidense. La popularidad de candidatos anti-establishment como Trump y Bernie Sanders, quien le está dando pelea a Hillary Clinton entre los demócratas, «es un reflejo de la crisis de confianza en esos clanes tradicionales» como los Bush y los Clinton, expresó Konstantin Kosachev, presidente de la comisión de relaciones exteriores de la cámara alta del parlamento, en su cuenta de Facebook.
    Alexander Dugin, ideólogo nacionalista allegado al Kremlin, sostiene que Trump «puede ser repulsivo y violento, pero es lo que es. Es el verdadero Estados Unidos».
    En Europa, no obstante, hay quienes ven con buenos ojos a Trump. Jean-Marie Le Pen, fundador del Frente Nacional de ultraderecha en Francia, dijo que si fuese estadounidense votaría por Trump. Y el legislador conservador francés Laurent Wauquiez opinó el miércoles que la popularidad de Trump es parte de una tendencia que se percibe también del otro lado del Atlántico.
    «Muestra que en las democracias de hoy, los ciudadanos ya no quieren que les digan lo que tienen que pensar, lo que deben decir. Eso es lo que hace que Donald Trump resulte seductor», afirmó Wauquiez en declaraciones a France 2 Television.
    El presidente ecuatoriano Correa, por su parte, considera que una presidencia de Trump podría ser un regalo para la izquierda latinoamericana, que ha sufrido una serie de reveses electorales en Argentina, Bolivia y Venezuela.
    «Es tan torpe su discurso, tan básico, que despertaría una reacción de América Latina», dijo Correa a un grupo de periodistas radiales el lunes. «Cuando llega un tipo así, creo que sería muy malo para Estados Unidos, pero ya América Latina es bastante independiente y, por el mensaje, creo que incluso para la tendencia progresista de América Latina sería positivo».
    Durante semanas, un portal canadiense se ha estado burlando de Trump e invitando a los estadounidenses a que se vayan a una isla frente a Nov Scotia. Tras la jornada del Supermartes, el tráfico de ese portal subió un 350% en cuatro horas, según dijo el editor de Google Simon Rogers en Twitter. Un enlace difundido en las redes sociales por el concejal de Toronto, Norm Kelly, que ofrece consejos sobre cómo solicitar la ciudadanía canadiense, fue retuiteado 37.000 veces.
    Bruce Arthur, comentarista político canadiense, dijo el martes en Twitter: «a mis amigos estadounidenses: tengo una carpa para ocho personas que puedo instalar detrás de mi casa, pero tendrían que traerse sus colchones de aire».
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  • Mitt Romney llama farsante a Donald Trump

    Mitt Romney llama farsante a Donald Trump. El ex candidato presidencial republicano Mitt Romney se zambulló el jueves en las aguas turbulentas de las primarias republicanas con duras críticas al favorito Donald Trump, a quien calificó de «farsante» a la vez que exhortó a sus correligionarios que lo rehúyan por el bien del partido y el país.
    «Sus promesas son tan inútiles como un título de la Universidad Trump», dijo Romney en un discurso preparado para pronunciar en la Universidad de Utah.
    Romney se ha sumado a un coro creciente de líderes republicanos -a los que muchos seguidores de Trump consideran miembros del establishment- desesperados por frenar el avance del empresario neoyorquino.
    «Esto es lo que sé: Donald Trump es un farsante, un fraude», dijo Romney en su discurso, previsto para las próximas horas.
    Por su parte, Trump expresó su desdén por Romney en una serie de tuits: «No soy un Mitt Romney, que no sabe ganar», «Romney, uno de los peores candidatos de la historia presidencial, trabaja con el establishment para enterrar un gran triunfo ‘R»’, y Romney «no es un buen mensajero» para decirles a los republicanos cómo hacerse elegir.
    Romney ha criticado a Trump últimamente, pero su discurso del jueves será sin duda su declaración más enérgica hasta el momento. Trump ha dicho que el ex gobernador de Massachusetts fue un candidato fracasado.
    Los aterrados líderes republicanos dicen que aún les quedan opciones para impedir que el multimillonario gane la candidatura, pero que pocas son buenas.
    Romney dirá que si Trump obtiene la candidatura en la convención partidaria en Cleveland en julio, con ello se garantizará que la demócrata Hillary Clinton ganará las elecciones generales, de acuerdo con extractos del discurso obtenidos por la Associated Press.
    Dice que Trumo «no tiene el temperamento ni el discernimiento para ser presidente».
    En una entrevista telefónica el jueves con el programa de televisión «Good Morning America», Trump se mofó de Romney y dijo que «he atraído a millones y millones de personas… al Partido Republicano».
    «El establishment republicano devolverá todo», añadió.
    Mientras, los candidatos republicanos tendrán una gran oportunidad para atraer a más votantes este jueves en la noche, cuando se enfrenten en un nuevo debate en Detroit.
    Mitt Romney llama farsante a Donald Trump

  • Hillary Clinton y Donald Trump reforzaron sus posiciones rumbo a la Casa Blanca

    Hillary Clinton y Donald Trump reforzaron sus posiciones rumbo a la Casa Blanca. La demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, reforzados por sus triunfos en las primarias y asambleas electorales celebradas el martes en buena parte del país, están empezando a centrarse en el otro en la carrera por la Casa Blanca.
    Clinton anticipó un mensaje de «amor y bondad» mientras que Trump cambió sus polémicos mítines por una sobria conferencia de prensa en la que hizo hincapié en los fracasos políticos de la demócrata.
    Ambos hablaron desde Florida, que suele ser un estado clave para ganar o perder elecciones generales. Pero no fue uno de los campos de batalla donde los candidatos se enfrentaron a sus rivales en la lucha para acumular delegados en el Supermartes, la jornada con más actividad de la campaña de primarias.
    El senador por Texas Ted Cruz ganó en su estado natal, además de en Oklahoma y Alaska, para apuntalar su inesperado triunfo en las asambleas electorales de hace un mes en Iowa, mientras que el senador por Florida Marco Rubio logró su primera victoria de las primarias en Minnesota.
    «Nuestra campaña es la única campaña que ha derrotado, que puede derrotar y que derrotará a Donald Trump», proclamó Cruz ante sus seguidores, reunidos en un tradicional club de campo sureño, el Redneck Country Club en Stafford, Texas.
    Con todo, el senador contaba con tener más impacto en los estados del sur y entre los votantes cristianos evangélicos. Pero Trump, que apoda a su campaña el «Tren Trump «, hizo descarrilar sus planes.
    Rubio y los otros republicanos que siguen en liza, John Kasich y Ben Carson, se esforzaban el martes para transmitir optimismo al tiempo que se comprometían a seguir luchando.
    Pero las matemáticas más simples dejan al descubierto el problema que tienen ante sí los republicanos que rechazan a Trump, ya que el multimillonario empresario logró victorias en siete estados y sigue lanzado para conseguir los 1.237 delegados que le proclamarían candidato republicano a la Casa Blanca.
    Trump ganó al menos 203 delegados más el martes. Cruz logró al menos 144 y Rubio al menos 71. En el cómputo total, Trump lidera el panel de aspirantes con 285 delegados, Cruz tiene 161, Rubio 87, Kasich 25 y Carson, ocho.
    Al igual que Cruz, Bernie Sanders salió victorioso en las primarias de su estado natal, Vermont.
    También se apuntó triunfos en Oklahoma, Minnesota y Colorado, y aseguró ante sus seguidores que seguirá luchando en «cada una» de las elecciones restantes. Con una asombrosa recaudación de 42 millones de dólares sólo en febrero, Sanders tiene fondos para hacerlo – aunque Clinton está bien encaminada para lograr los 2.383 delegados que precisa para proclamarse candidata demócrata.
    Los resultados del martes dejaron pocas dudas sobre quiénes son los principales aspirantes para las presidenciales.
    Clinton sumó triunfos en siete estados, los mismos que Trump, incluyendo en Virginia, otro escenario importante de cara a las generales.
    La ex secretaria de Estado se adjudicó al menos 457 de los 865 delegados en juego el martes. Sanders tendrá al menos 286. Contando con los superdelegados, Clinton tendría al menos 1.005 delegados y Sanders al menos 373.
    Clinton basó su éxito en los votantes de más edad y en el apoyo de hispanos y afroamericanos, según las encuestas de salida realizadas por Edison Research para The Associated Press y televisoras. Trump, un recién llegado a la política, convenció a dos tercios de los votantes, que están dispuestos a colocar a alguien ajeno a la política en la Casa Blanca, mientras que los electores republicanos que optan por un candidato con más experiencia se dividieron entre Rubio y Cruz, ambos senadores.
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  • Hillary Clinton y Donald Trump buscan ganar sus candidaturas hoy

    Hillary Clinton y Donald Trump buscan ganar sus candidaturas hoy. El republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton tienen ante sí la posibilidad de alejarse de sus rivales en el Supermartes, un día de elecciones primarias en al menos una decena de estados del país, con numerosos delegados en juego, que podría acelerar su marcha hacia la nominación presidencial.
    Votantes de Vermont a Colorado, pasando por Alaska, la Samoa Americana y varios estados del centro del país se dirigen a los centros de votación y a las asambleas electorales en el día de más actividad de las primarias de 2016.
    Las votaciones llegan en un momento turbulento para los republicanos, que se enfrentan a la posibilidad de que Trump pueda convertirse en el nominado del partido. Sus rivales Marco Rubio y Ted Cruz están inmersos en un esfuerzo frenético para detener el multimillonario – con Rubio, en especial, ejerciendo presión con ataques sorprendentemente personales – pero no está claro todavía si han reaccionado demasiado tarde.
    «Este es un movimiento», dijo Trump a simpatizantes en un mitin el lunes en la tarde en Georgia. «Solo soy un mensajero, amigos».
    Al igual que Trump, Clinton ha ganado tres de cuatro elecciones primarias. La victoria de la ex primera dama en South Carolina el sábado se debió al extraordinario apoyo de los electores de raza negra, y la dejó en una fuerte posición en los estados del sur con grandes electorados afroestadounidenses que votan este martes.
    Clinton enfoca cada vez más su atención a Trump, mostrándose como una alternativa civilizada ante los insultos y acoso que han consumido la contienda republicana.
    «Lo que no debemos permitir es la búsqueda de chivos expiatorios, los mensajes amenazantes, el dedo señalador que avanza en el bando republicano», afirmó la precandidata ante electores en Springfield, Massachusetts. «Realmente socava el tejido de nuestra nación. Así que quiero hacer todo lo que pueda en esta campaña para enfilarnos en un curso diferente».
    El martes, los demócratas votarán en 11 estados y la Samoa Estadounidense; hay 865 delegados en juego. Los republicanos votan en 11 estados y tienen 595 delegados.
    Trump busca barrer en el sur, lo cual sería un serio golpe para Cruz, senador por Texas. El objetivo de Rubio es más modesto: busca mantenerse en la competencia en el conteo de delegados y espera ganar en su estado natal Florida el 15 de marzo.
    Hoy ambos partidos realizan elecciones en: Alabama, Arkansas, Georgia, Massachusetts, Minnesota, Oklahoma, Tennessee, Texas, Vermont y Virginia.
    Además, los republicanos votan en Alaska, y los demócratas en Colorado, en la Samoa Estadounidense y los que están en el extranjero.
    Los centros de votación cerrarán a las 7 p.m. (hora de la costa este) en Virginia, Georgia y Vermont; a las 8 p.m. en Oklahoma, Alabama, Tennessee y Massachusetts; a las 8:30 p.m. en Arkansas; 9 p.m. en Texas, Colorado y Minnesota; y a la 1 a.m. en Alaska.
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  • Mitin de Trump violento

    Mitin de Trump violento. El aspirante a la nominación republicana Donald Trump ofreció un mitin ruidoso y lleno de protestas en la víspera del Supermartes que incluyó un altercado verbal y físico entre un fotógrafo de prensa y un agente del Servicio Secreto, con malas palabras, una llave de estrangulación y un golpe al cuerpo.
    Chris Morris, el fotógrafo contratado por la revista TIME para cubrir la campaña de Trump, fue sacado del tenso mitin en medio de una protesta contra el candidato, y detenido antes de ser liberado. El Servicio Secreto dijo que está investigando «las circunstancias exactas» del altercado. El agente no ha sido identificado.
    El discurso de una hora de duración de Trump fue interrumpido varias veces por manifestantes, algunos actuando de manera individual y otros en grupo.
    Los videos del incidente grabados por periodistas y asistentes muestra a Morris intentando ganar una mejor posición para fotografiar algunos de los muchos manifestantes expulsados del evento de Trump en Radford. Se escucha a Morris maldecir al agente, quien entonces lo sujeta y lo tira al piso.
    Segundos después, Morris retrata al agente para demostrar su versión de lo que pasó. Luego es expulsado del recinto.
    La campaña de Trump dijo que no está al tanto de todos los detalles que rodearon el incidente.
    Los asesores del precandidato más votado entre los republicanos, que el lunes realizó su característica burla a manifestantes y periodistas, dijeron que la campaña de Trump no conoce los detalles, y que las tensiones generalizadas no disminuyeron el entusiasmo de los simpatizantes de Trump para las elecciones primarias del martes, que podrían dar al multimillonario empresario una ventaja decisiva sobre sus principales rivales.
    Trump no reconoció el altercado cuando ocurrió, y no está claro si se dio cuenta del todo, aunque en varios puntos de su discurso hizo comentarios directos sobre los manifestantes.
    «¿Eres de México?», le preguntó a uno que discutía su propuesta sobre la construcción de un muro en la frontera entre Estados Unidos y México.
    Se burló de otro diciendo: «¿Estás protestando, cariño? Sáquenlos de aquí, sáquenlos de aquí».
    TIME divulgó el lunes un comunicado en el que dijo que «contactó con el Servicio Secreto para expresar preocupación sobre el nivel y la naturaleza de la respuesta del agente», añadiendo que Morris expresó arrepentimiento «por su participación en la escalada de la confrontación».
    El medio destacó también que «Trump tiene una política estricta que exige a los periodistas y camarógrafos permanecer dentro de un área cerrada, a la que el precandidato suele señalar para ridiculizarlos durante sus discursos».
    Mitin de Trump violento

  • Chris Christie ahora apoya a Donald Trump

    Chris Christie ahora apoya a Donald Trump. El gobernador de New Jersey, Chris Christie, tiene reputación de vengativo.
    Y de ella hizo gala el viernes, cuando dejó estupefactos a muchos en los ambientes políticos al respaldar públicamente al aspirante mejor posicionado para obtener la nominación del Partido Republicano, el magnate inmobiliario Donald Trump.
    El sorprendente apoyo, el primero para Trump de un gobernador en activo y de lejos el más importante de los que ha recibido, llega en un momento en que su rival Marco Rubio parecía haber logrado un gran avance tras una buena actuación en un debate. Y es además la segunda vez que Christie pone la zancadilla al senador por Florida, justo cuando su campaña parecía tomar impulso.
    En una conferencia de prensa en Fort Worth, Texas, Christie describió a Trump – un hombre al que anteriormente había descrito como poco apropiado para la Casa Blanca – como el mejor candidato republicano para liderar el país y derrotar a la demócrata Hillary Clinton.
    «He conocido a todos los aspirantes y no hay nadie mejor preparado para proporcionar a América el fuerte liderazgo que necesita, tanto dentro del país como en todo el mundo, que Donald Trump», declaró Christie.
    Los reporteros que cubrían el acto se sorprendieron visiblemente cuando el gobernador, que retiró su candidatura a principios de este mes tras un resultado decepcionante en New Hampshire, entró en la sala.
    El apoyo se produce en un momento especialmente oportuno para el empresario, que el jueves por la noche enfrentó un aluvión de nuevos ataques de Rubio durante el último debate antes del Súper Martes de la próxima semana, donde hay un gran número de delegados en juego.
    Durante el debate, Rubio atacó el registro empresarial de Trump, su historial en la contratación de empleados extranjeros y sus difusos posicionamientos políticos. Estos ataques irritaron claramente a Trump y amenazaban con proporcionar a Rubio un nuevo impulso en su intento por convertir la carrera para la nominación en una lucha a solo dos bandas.
    Rubio parecía disfrutar de su buen momento el viernes por la mañana, abriendo nuevas líneas de ataque contra Trump, burlándose incluso de su ortografía en Twitter.
    Pero entonces, Christie se encargó de acaparar focos y titulares.
    «Creo que esto cambia la narrativa de una forma drástica», dijo Fred Malek, un destacado recaudador de fondos republicano, tras conocer la decisión de Christie.
    La elección del momento para hacer pública su posición parece una coincidencia. Un ex responsable de la campaña de Christie apuntó que el gobernador decidió respaldar a Trump el jueves tras una reunión en Manhattan a la que asistieron los dos hombres acompañados por sus esposas.
    Christie estaba ya en un avión rumbo a Texas cuando se emitió el debate, según su ex empleado, que no estaba autorizado a intervenir en público en nombre de Christie y habló bajo condición de anonimato.
    Sin embargo, fue la segunda vez que Christie da un paso al frente justo cuando Rubio parece despuntar. Durante el último debate antes de las primarias del Partido Republicano en New Hampshire, cuando Rubio parecía encaminarse a un gran avance, Christie le tendió una trampa verbal que hizo que Rubio repitiese la misma frase una y otra vez.
    Chris Christie ahora apoya a Donald Trump

  • Melania Trump y sus modales no de alta sociedad

    Melania Trump y sus modales no de alta sociedad. Ya de niña, en la ciudad de provincia eslovena donde nació bajo un régimen comunista, Melania Trump tuvo la ilusión de hacer cosas grandes.
    Hoy es una exmodelo que luce los atuendos más refinados, una mujer habituada a las capitales y los idiomas europeos, esposa del favorito para conseguir la nominación presidencial republicana en Estados Unidos y madre de un chico de casi diez años.
    La vida, sin embargo, no siempre fue tan glamorosa para la tercera esposa de Donald Trump, una mujer de 45 años oriunda de la ciudad industrial Sevnica, donde pasó su infancia en un departamento junto a un río y a fábricas humeantes.
    Los residentes de Sevnica recuerdan a Melania Knavs como una muchacha alta, delgada, educada, muy estudiosa y que soñaba con triunfar en el mundo de la moda.
    «Creo que Sevnica le quedaba chica», dice Marjana Jelancic, una amiga de la infancia. «Desde niña soñó con irse de aquí».
    Por entonces, Eslovenia era parte de Yugoslavia y tenía un gobierno comunista. Era ligeramente más liberal que otras dictaduras de Europa oriental y mantenía lazos con Occidente. Sus ciudadanos podían viajar al exterior.
    El padre de Melania, Viktor Knavs, vendía autos y su madre, Amalia, trabajaba en una fábrica textil. La familia vivía en un edificio de departamentos de ocho pisos pegado a la escuela primaria donde estudio la hoy esposa de Trump.
    Jelanic, quien hoy dirige la escuela, recuerda a su amiga como a una «estudiante excelente, muy organizada, disciplinada, de muy buenos modales».
    «Jamás le oímos decir una mala palabra o hablar mal de nadie», relata.
    La muchacha se interesó en el mundo de la moda de pequeña, en la primaria, y alguna vez habló de que quería ser diseñadora, según su amiga.
    «Hacía cosas nuevas usando ropa vieja», dijo Jelancic.
    Melania comenzó a hacer realidad sus sueños cuando se mudó a Liubliana, la capital eslovena, para ir a la secundaria. Un día el fotógrafo Stane Jerko se topó de casualidad en la calle con esta muchacha de 1,80 meteros (5 pies 11) y ojos azules.
    «Me acuerdo todavía lo alta que era y lo lindos que eran su cuerpo y su cabello», dijo Jerko mientras mostraba fotos de Melania de esa época en blanco y negro. «No sonreía, porque era tímida y estaba asustada, pero la alenté para que viniese al estudio».
    La biografía oficial de Melania dice que comenzó a modelar a los 16 años. Trabajó en Milán, París y otros centros de la moda y aprendió a hablar fluidamente inglés, alemán, francés e italiano, además de esloveno y serbocroata, las lenguas que se hablaban en Yugoslavia.
    Se cambió su nombre y pasó a llamarse Melania Knauss, y se radicó en Nueva York en 1996. Dos años después conoció a su futuro marido en una fiesta en Manhattan, en la que Trump, recién separado, le pidió a la modelo, que era 24 años menor, su número de teléfono.
    Ella no se lo dio porque Trump estaba con otra mujer esa noche, según cuenta.
    Al año siguiente ya eran pareja. Se casaron en enero del 2005 y un año después tuvieron a su hijo Barron. Antes del nacimiento, Melania, con un embarazo avanzado, fue fotografiada por la revista Voge luciendo solo una bikini dorada en la escalera del jet privado de su marido.
    Melania trató de pasar inadvertida hasta hace poco. Su primera presentación pública en la campaña presidencial de su marido fue en Myrtle Beach, South Carolina, en noviembre, cuando Trump llamó a su familia al escenario durante un acto.
    «¿No es el mejor?», preguntó ella a la multitud en un inglés con mucho acento extranjero. «Será el mejor presidente de la historia. ¡Te quiero!».
    Mienteras la gente la ovacionaba, Trump, de 69 años, le dio un beso y se lo escuchó decirle: «Gracias mi amor. Muy bonito».
    En una entrevista difundida el miércoles por MSNBC, Melania dijo que era «impresionante lo que está pasando» con Trump, quien parece encaminado a la nominación presidencial, y agregó que se enamoró de él por su inteligencia.
    «Tiene una mente notable, es muy inteligente. Muy encantador. Con mucha energía. Tenemos una gran relación», sostuvo. «No quiero que cambie nada y él no quiere que yo cambie».
    Cuando se le preguntó sobre los polémicos comentarios de su marido en torno a la inmigración, dijo que Trump «abrió una conversación que nadie» ha querido entablar.
    Trump dice que va a construir un muro a lo largo de toda la frontera con México y planteó que se prohíba temporalmente el ingreso a todo musulmán.
    Melania destacó que ella misma era una inmigrante, pero que había acatado las leyes de Estados Unidos, adonde vino con una visa de trabajo, para luego conseguir la residencia permanente y posteriormente la ciudadanía.
    «Jamás me pasó por la cabeza quedarme sin papeles», añadió.
    Jelancic dijo que se sorprendió al enterarse de que Melania se había casado con alguien mucho mayor que ella, hasta que supo que Trump se parece bastante al padre de su amiga.
    «Los dos son gente muy trabajadora. Debe haber habido buena química», expresó.
    No todo el mundo en Sevnica se siente emocionado por la posibilidad de que alguien nacida allí pueda ser primera dama de Estados Unidos.
    «¿A quién le importa? Tenemos cosas más importantes de qué preocuparnos», manifestó Ilia Nikic.
    Albina Zver, una mujer cincuentona, opinó que Melania no será primera dama porque «Donald Trump va a perder» las elecciones.
    El fotógrafo Jerko, no obstante, opinó que «sería magnífico para Eslovania si llega a ser la primera dama».
    «Yo creo que es algo más que la esposa de Donald Trump», agregó. «Tiene algo especial. Sé que es muy inteligente y astuta».
    Melania Trump y sus modales no de alta sociedad

  • Donald Trump y Hillary Clinton cada vez mas cerca del éxito

    Donald Trump y Hillary Clinton cada vez mas cerca del éxito. Las campañas por las candidaturas presidenciales en Estados Unidos entran ahora en un cúmulo de primarias y asambleas partidistas estatales cargadas de delegados, con el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton ganando impulso.
    El magnate Trump se ha colocado claramente en la punta entre los republicanos, pese a numerosos comentarios sobre inmigrantes, minorías y sus rivales que habrían hundido a un candidato más tradicional. En el lado demócrata, el senador Bernie Sanders ha ofrecido un reto sorprendentemente vigoroso a Clinton, la candidata del establishment del partido, con una campaña centrada en las desigualdades económicas y sociales.
    Trump llega a las asambleas partidistas del martes en Nevada con 67 delegados, luego de una rotunda victoria en South Carolina el sábado. Sus rivales más cercanos, los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, tienen 11 y 10, respectivamente. Se necesitan 1.237 delegados a la convención nacional para ganar la nominación por el partido.
    Rubio trata de establecerse como el candidato del partido, luego de que el ex gobernador de Florida Jeb Bush se retiró de la contienda. Cruz, más conservador y quien preocupa a muchos en la cúpula partidista, tiene muy pocas probabilidades de terminar por encima del segundo o tercero en las próximas votaciones, a excepción de Texas, su estado.
    Con aproximadamente 70% de los republicanos en encuestas nacionales declinando respaldar a Trump, Cruz y Rubio tratan de presentarse cada uno como el candidato alrededor del cual el partido puede unirse.
    Sin embargo, un examen detenido del calendario de elecciones indica que si no encuentran forma de frenar a Trump para mediados de marzo, su única posibilidad para negarle la nominación va a ser una dura pelea en la convención del partido en el verano.
    Entre los demócratas, Clinton ganó una importante victoria en las asambleas partidistas en Nevada, donde de acuerdo con sondeos a boca de urna consiguió un amplio respaldo de los votantes negros. Eso pudiera ser un buen indicio antes de las primarias del sábado en South Carolina y el llamado Super Martes de la semana próxima, cuando se realizan primarias en varios estados del sur con un vasto electorado negro. En Nevada, Clinton se llevó 19 delegados, por 15 para Sanders.
    Sanders trata de probar que puede expandir tenazmente su base de apoyo más allá de liberales blancos y jóvenes. Su campaña citó avances en Nevada entre los hispanos, pero sus asesores saben los retos que enfrentarán en el Super Martes, que ofrecen un gran número de delegados a la convención nacional.
    Sanders mencionó Colorado, Minnesota, Massachusetts y Oklahoma como estados donde tiene una buena oportunidad en el Super Martes, pero ha reconocido que aunque su campaña ha conseguido grandes avances, «al final, se necesitan delegados».
    Clinton ha acumulado una gran ventaja entre los superdelegados demócratas, que son funcionarios del partido que pueden respaldar a quien quieran independientemente de los resultados de las primarias. La ex secretaria de Estado tiene el apoyo de 451 superdelegados, con 19 para Sanders.
    Donald Trump y Hillary Clinton cada vez mas cerca del éxito

  • Republicanos contra Donald Trump

    Republicanos contra Donald Trump. En sus intentos por derrotar a Donald Trump en la carrera por la nominación presidencial republicana, el senador por Texas, Ted Cruz, el de Florida, Marco Rubio, y el gobernador de Ohio, John Kasich, enfrentan una enorme presión en las primeras de sus estados natales, que suman casi un cuarto de los delegados en juego en las próximas tres semanas.
    Un fracaso en la defensa de sus fortines podría hacerles tener que explicar qué estados pueden ganar para seguir adelante – y el multimillonario neoyorquino parecería, cada vez más, la opción inevitable.
    Tras la impresionante victoria de Trump en Nevada, la carrera electoral pone rumbo al Super Martes, que incluye 11 grandes estados del sur del país, entre ellos Texas, con 155 delegados que se reparten proporcionalmente.
    El 15 de marzo habrá primarias en Florida, con 99 delegados, y en Ohio, con 66, y ahí el ganador se los lleva todos.
    Si ninguno puede recortar la ventaja de Trump para entonces, la carrera por la nominación podría estar acabada. Pero los estados natales han impulsado a candidatos en el pasado. Hace cuatro años, el que finalmente fue el candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, se apoyó en Michigan natal para anotarse una importante victoria ante su rival Rick Santorum. Newt Gingrich ganó en Georgia, de donde procedía, y el vecino South Carolina, aunque no logró muchos más éxitos de campaña.
    De los tres, Cruz podría tener la posición más sólida. «Quiero decir que no puedo esperar a llegar a casa, al gran estado de Texas», dijo el senador tras perder en Nevada ante Trump. «Esta noche dormiré en mi cama por primera vez en un mes».
    Pero Cruz tendrá que hacer algo más que ganar en Texas el martes si no quiere seguir mirando desde abajo la suma de delegados del magnate inmobiliario.
    Kasich y Rubio, por su parte, podrían estar compitiendo por los mismos votos de los republicanos más tradicionales, preocupados por el grandilocuente Trump y por el agitador Cruz. Mientras sigan los dos en la carrera, seguirán dividiendo el voto fiel al aparato del partido. Y deberán superar el trámite del martes antes de poder lograr las victorias que tanto necesitan en sus estados natales.
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