Etiqueta: Doctrina de la Fe

  • Benedicto XVI en el ojo del huracan

    El papa Benedicto XVI acaba de celebrar cinco años al frente de la Iglesia católica en medio de una de las peores crisis de su historia. A la pérdida de fieles, la falta de vocaciones sacerdotales y las disensiones en el seno del Vaticano, se han sumado los escándalo de pederastia que han puesto al Papa en el ojo del huracán.

    Según la Asociación de Teólogos Juan XXIII, Joseph Ratzinger deberí­a dimitir. â??Nos parece que el pontificado de Benedicto XVI está agotado».

    El Papa tiene 83 años, ocho años más que la edad de jubilación de los obispos, y creemos que no tiene la edad ni la mentalidad para responder adecuadamente a los graves y urgentes problemas que tiene que afrontar la Iglesia católica, asegura Juan José Tamayo, secretario general de la asociación.

    En su opinión, el Papa se ha rodeado â??de una guardia pretoriana que le ofrece una visión distorsionada de la realidad e intenta protegerle de las crí­ticas no sólo del mundo laico sino de la misma Iglesia católicaâ?.

    Tamayo cita uno de estos graves problemas: los casos de pederastia, de los que â??la guardia pretoriana, en vez de reconocer la gravedad delictiva y ayudar al Papa a tomar medidas eficaces para erradicarlos, dice que el hecho de sacarlas a la luz responde a una campaña anticlerical perfectamente orquestada por los sectores laicistas, al odio y a la persecución de la Iglesia católica y al deseo de desacreditar y socavar el prestigio de Benedicto XVIâ?.

    El teólogo recuerda que cuando Juan Pablo II era papa, Ratzinger estuvo 24 años al frente de la poderosa Congregación para la Doctrina de la Fe, â??que es la que llevaba estos casos y la que impuso silencio, la que ocultó lo que ocurrí­a, la que encubrió a los pederastas y la que se negó a colaborar con la justiciaâ?, denuncia.

    Subraya que ahora algunas ví­ctimas están acusando a Benedicto XVI de encubridor. â??Lo que deberí­a hacer el Pontí­fice es pedir perdón a las ví­ctimas de los abusos sexualesâ?, asegura.

    Sobre los cinco años de papado de Ratzinger, Tamayo opina que la tan esperada y necesaria reforma de la Curia se ha reducido a unos cambios que han reforzado todaví­a más el centralismo y la orientación tradicional de la Iglesia católica. â??El Papa sustituyó a los obispos progresistas seguidores del concilio Vaticano II y defensores de la teologí­a de la liberación por obispos de talante conservador y, en algunos casos, integrista. Ha gobernado de manera absoluta, ya que ha contado con el apoyo prácticamente unánime de los cardenales, arzobispos, obispos y de la Curia romana y con el silencio casi total de los poco dirigentes eclesiásticos discrepantesâ?, añade

  • Viene la defensa a Benedicto XVI y el Vaticano

    Un sacerdote de Estados Unidos defendió el martes la actuación de El Vaticano en torno a un cura acusado de violar niños sordos durante 24 años en Wisconsin y consideró injusto asumir que el actual Papa se hubiera enterado del caso cuando se hizo la denuncia interna en 1996.

    Thomas Brundage, que ayudó a mediados de la década de 1990 a la diócesis de Milwaukee a investigar las denuncias contra el cura Lawrence Murphy, dijo por teléfono desde Alaska que la oficina vaticana de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe recibe gran cantidad de correo.

    Sería injusto asumir que el entonces jefe de ese departamento de El Vaticano, el cardenal Joseph Ratzinger, quien hoy es el Papa Benedicto XVI, hubiera visto las dos cartas que denunciaban las violaciones.

    Rembert Wakland, entonces arzobispo de Milwaukee, envió dos veces en 1996 a la oficina de Ratzinger las misivas que contenían las denuncias contra Murphy, quien supuestamente acosó sexualmente a menores de 1950 a 1974 en la Escuela para Sordos de Saint John cerca de esa ciudad, en la que trabajaba. Murphy falleció en 1998.

    «Es parte del protocolo que cuando uno escribe a un departamento de El Vaticano uno dirija las cartas al jefe de ese departamento», dijo Brundage, de 47 años y quien es pastor de la Parroquia de Saint Michael en Palmer, Alaska.

    «No hay manera de saber si la carta llegó a su escritorio (de Ratzinger) debido al enorme volumen de correo que le llega».

    Brundage comparó el proceso con el envío de una carta al editor de un diario, quien no lee necesariamente todas las misivas.

    El Vaticano afronta un alud de críticas desde la reciente difusión de documentos de la iglesia y de El Vaticano que muestran que la oficina de Ratzinger frenó procedimientos judiciales internos que habrían conducido a la expulsión de Murphy.

    El cardenal Tarciscio Bertone, otrora adjunto de Ratzinger durante la investigación y actual secretario de estado de El Vaticano, había dicho a los obispos de Wisconsin que comenzaran procedimientos disciplinarios secretos, según los documentos.

    Sin embargo, Bertone detuvo el proceso después de que Murphy escribió a Ratzinger que estaba arrepentido y enfermo, y se había agotado el tiempo de vigencia para las investigaciones del caso

  • Abusos en Alemania, preocupan a Benedicto XVI

    El titular de la conferencia de obispos alemanes informó al Papa Benedicto XVI sobre los casos de abuso sexual en la iglesia alemana el viernes y dijo que el pontífice le animó a averiguar la verdad y ayudar a las víctimas.

    El arzobispo Robert Zollitsch señaló que el papa estaba «muy afligido» e «intensamente conmovido» al ser informado por el escándalo durante una reunión privada de 45 minutos en El Vaticano.

    Zollitsch dijo que informó a Benedicto XVI sobre las medidas que se han tomado hasta ahora para lidiar con el escándalo.

    «El Santo Padre quedó muy satisfecho con nuestras decisiones», dijo el obispo durante una rueda de prensa.

    Al menos 170 antiguos estudiantes de escuelas católicas alemanas denunciaron recientemente que fueron sometidos a abusos sexuales y físicos por parte de miembros del clero. Una de las instituciones afectadas es un coro de niños que fue dirigido durante 30 años por el hermano del pontífice.

    Zollitsch también dijo que informó a la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre las medidas implementadas en Alemania, y que el Vaticano está considerando una serie de normas generales para enfrentar casos de abuso sexual por parte de la Iglesia Católica en el mundo.

    «Estoy agradecido por los ánimos que él (Benedicto) me dio para continuar llevando a cabo nuestras medidas de forma decisiva y valiente», dijo.

    El pontífice no ha comentado sobre el escándalo alemán. Aún así, describió el abuso sexual de niños como «un crimen atroz» después de reunirse con obispos irlandeses en Roma el mes pasado para discutir el escándalo aún mayor en la iglesia irlandesa.

    Además de los casos en Alemania e Irlanda, tres obispos jubilados de una escuela católica en Austria fueron retirados de sus cargos tras acusaciones de abuso sexual y físico. Otros dos obispos en Austria han dimitido por acusaciones similares.

    En los Países Bajos obispos católicos anunciaron una investigación independiente sobre más de 200 acusaciones de abuso sexual de niños en escuelas de iglesias. Los obispos pidieron perdón a las víctimas.

    De todos los escándalos europeos, las acusaciones en Alemania son particularmente delicadas porque se trata del país natal de Benedicto XVI, donde fue arzobispo de Munich desde 1977 hasta 1982 y porque los escándalos involucran a un prestigioso coro dirigido por su hermano, Georg Ratzinger, desde 1964 hasta 1994