Un grupo de sicarios del narcotráfico asesinó y disolvió el ácido el cuerpo del periodista Rodolfo Rincón, quien había sido reportado como desaparecido en 2007.
La vocera de la Procuraduría de Tabasco, Silvia Gil, dijo en rueda de prensa que la desaparición y asesinato de Rincón, periodista del diario estatal Tabasco Hoy, fue realizada por miembros de los «Zetas» debido a la publicación de una serie de reportes relacionados con el narcotráfico.
Tabasco se localiza a más de 700 kilómetros al sureste de la ciudad de México.
Desaparecido el 20 de enero de 2007, Rincón, de 54 años, fue asesinado y luego su cuerpo fue disuelto en ácido para intentar borrar cualquier huella, añadió la portavoz quien dijo el domingo que así concluía la investigación sobre el caso.
Refirió que uno de los presuntos responsables «confesó que ordenó el secuestro de Rincón como una represalia por haber firmado notas informativas acerca de las operaciones del narcotráfico en el sureste del país».
Añadió que la Procuraduría tuvo declaraciones e información sobre la muerte de Rincón desde 2007, aunque apenas ahora se hizo público porque aún no concluían todas las investigaciones.
Los «Zetas» es un grupo del narcotráfico señalado como asociado al Cartel del Golfo, aunque en los últimos días ha habido reportes de que ambas organizaciones se dividieron y mantienen una disputa interna.
Poco antes de su desaparición, el periodista había publicado un reporte sobre grupos dedicados a vender drogas al menudeo.
México ha sido señalado por diversas organizaciones civiles y de derechos humanos como el país más peligroso del continente para los periodistas.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos reportó hace unas semanas que sólo en el primer mes del 2010 fueron asesinados tres periodistas, lo cual elevó a 60 los homicidios desde 2000, sin contar a Rincón.
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Disolvieron en acido al periodista Rodolfo Rincon
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De 31 agujas 9 se quedaran en el niño brasileño
El niño brasileño de dos años a quien su padrastro clavó decenas de agujas en el cuerpo tendrá que vivir con nueve de ellas que no serán retiradas, pero su vida ya no corre peligro, dijeron el martes los médicos.
Las agujas que aún permanecen dentro del cuerpo del niño no le causan daño y no hace falta retirarlas de inmediato, dijo la vocera del hospital Ana Neri, Carolina Sales.
Cuatro agujas fueron extraídas del cuello del infante el lunes, entre ellas una que estaba peligrosamente cerca de la espina dorsal. Esa fue la tercera operación en 10 días, en las que los médicos han retirado 22 de las 31 piezas metálicas que el padrastro del niño presuntamente le clavó con la intención de mortificar a su esposa, la madre del chico.
El padrastro admitió haberlo hecho durante una entrevista televisiva y la policía lo ha acusado de intento de homicidio.
La semana pasada, los médicos extrajeron 14 agujas de los intestinos, el hígado y la vejiga del niño. En una operación anterior retiraron cuatro más que estaban cerca del corazón y los pulmones.
El doctor Roque Aras dijo que las agujas restantes son pequeñas y no presentan un riesgo importante. Agregó que el niño podrá vivir con ellas durante mucho tiempo, pero no descartó que se haga otra operación en algún momento.
El menor se recuperaba bien de la operación de tres horas del lunes en una unidad de terapia intensiva del hospital, en la ciudad nororiental de Salvador y se esperaba que siga internado unas tres semanas más, según Sales.
El padrastro, Roberto Carlos Magalhaes, de 30 años y su amante de 47, Angelina Ribeiro dos Santos, son los dos acusados en el caso. La policía dice que la mujer sostuvo al niño mientras Magalhaes le clavaba las agujas.
En una entrevista con Globo TV, Magalhaes dijo que le dio una mezcla de vino y agua al niño antes de insertarle las agujas y que pensó que éstas lo atravesarían y matarían sin que nadie se diera cuenta.
El padrastro agregó que quería vengarse de la madre del niño, con quien peleaba mucho.
Como el niño se quejaba mucho, su madre lo llevó al hospital, donde los médicos descubrieron las agujas gracias a exámenes de rayos X.
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Niño con agujas en Brasil, va de nuevo a cirugia
Un niño de dos años, cuyo padrastro le insertó decenas de agujas en el cuerpo en un macabro ritual de venganza contra la madre del menor, será operado nuevamente en las próximas horas para retirar varias piezas metálicas de su abdomen, anunció el hospital donde está internado. La cirugía se efectuará en horas de la tarde del miércoles en el hospital Ana Neri de la ciudad nororiental de Salvador, y permitirá extirpar una aguja en la vejiga y varias más en los intestinos, dijo la portavoz del centro médico, Susy Moreno.
Se trata de la segunda operación que se le efectúa al niño, cuya identidad no se ha revelado por su edad, luego de que el viernes se efectuó una intervención quirúrgica delicada para sacar agujas de su caja toráxica, una de las cuales había perforado el corazón y otra se insertó en un pulmón. «El niño se encuentra en condiciones estables, se estaba alimentando normalmente pero la alimentación por vía oral se suspendió (el martes) para prepararlo para la operación», explicó Moreno.
Una tercera operación está prevista para la próxima semana para sacar varias piezas metálicas en la columna vertebral. El padrastro del menor, el albañil Roberto Carlos Magalhaes, de 30 años, confesó haber insertado las agujas en el cuerpo del niño a lo largo de un mes con ayuda de su amante, Angelina Ribeiro dos Santos, con la intención de matar al menor como una forma de vengarse de la madre del pequeño.
Magalhaes y Dos Santos se encuentran presos en una ciudad no revelada del estado nororiental de Bahía, a donde fueron transferidos luego de que una multitud intentó agredirlos en la localidad de Ibotirama, donde ocurrieron los hechos. También está presa la «santera» María dos Anjos Nascimento, quien habría preparado la mezcla de vino con agua que daban al niño para doparlo mientras Magalhaes le insertaba las agujas.
Entre tanto, la policía del estado norteño de Maranhao detuvo el miércoles a un hombre no identificado, como principal sospechoso de insertar siete agujas en el cuerpo de otro niño de dos años. Dos de las agujas ya fueron retiradas.