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  • Fidel Castro reclamó a Washington compensaciones hoy en su cumpleaños

    El expresidente Fidel Castro reclamó a Washington compensaciones por los daños de su política hostil a Cuba al cumplir el jueves 89 años.
    En una de sus habituales «Reflexiones» publicada por el periódico oficial Granma Castro hizo alusión a Estados Unidos, país con el que la isla acaba de restablecer relaciones diplomáticas.
    «Se adeuda a Cuba las indemnizaciones equivalentes a daños, que ascienden a cuantiosos millones de dólares como denunció nuestro país con argumentos y datos irrebatibles a lo largo de sus intervenciones en las Naciones Unidas», escribió el líder comunista.
    El texto analizó las consecuencias del fin de la Segunda Guerra Mundial y la riqueza que obtuvo Estados Unidos tras el fin del conflicto.
    El escrito se dio a conocer un día antes de la visita de John Kerry, el primer secretario de Estado activo en viajar a la isla en más de 50 años.
    El actual presidente cubano Raúl Castro ha reclamado que la normalización de las relaciones, más allá de lo diplomático, no será completa hasta que Estados Unidos levante las sanciones impuestas a la isla a lo largo de medio siglo para presionar por un cambio en su modelo político.
    Retirado desde 2006 cuando una sorpresiva enfermedad lo alejó del poder, Fidel Castro pasa la mayor parte del tiempo sin realizar actividades públicas y sólo recibe personalidades y aliados políticos.
    Precisamente el miércoles por la noche llegó a la isla el presidente de Bolivia Evo Morales para homenajear al ex gobernante en su cumpleaños.
    Fidel Castro imagenes

  • El Padre Solalinde señala abusos a migrantes cubanos en México

    ¿Quieren saber quien es la unica persona que habla de los derechos de los migrantes en México? el Padre Solalinde
    Sucede que entre 2012 y 2015 la organización «Hermanos en el Camino», que preside el padre Alejandro Solalinde, atendió casi mil casos de presuntos abusos de autoridades mexicanas a migrantes cubanos. Estos migrantes tuvieron abusos o vivieron abusos de toda indole.
    La organización del Padre Solalinde informó que presentó 15 denuncias contra funcionarios del Instituto Nacional de Migraciones (INM) ante la Procuraduría General de la República (PGR) por extorsionar a migrantes cubanos a su paso por México. Ahora imaginen lo que la gente pudiera decir y sentir de los abusos que señala el Padre Solalinde.
    Se trata de funcionarios que incomunican a los cubanos en las estaciones migratorias, les piden un número de teléfono y los utilizan para extorsionar a sus familias en los Estados Unidos», dijo en rueda de prensa Alberto Donis, coordinador del albergue de migrantes»Hermanos en el camino» en la ciudad de Ixtepec, al sur del país.
    Afirmó que en las denuncias han adjuntado incluso los recibos de las transferencias realizadas desde los Estados Unidos a funcionarios y abogados mexicanos y señalaron a la estación migratoria de Acayucan, en el estado de Veracruz, al sur del país como un lugar «desde donde recibimos la misma denuncia cada día». Esto es extorsión y claro, no solo eso, abuso de autoridad, quizá y secuestro, etc una serie de delitos que se pueden fincar que para que le cuento.
    Los suben a un aérea privada de la estación migratoria, piden un número de teléfono, hacen la llamada incompleta ante el detenido, al que tienen una semana incomunicado y mientras tanto se comunican con los familiares, les dicen que los tienen aquí y les piden entre 3 mil y 5 mil dólares por entregar a su familiar», agregó.
    Veamos en que para, quizá ni avanza la investgación, la corrupción es mucha, pero el Padre Solalinde ya levanto la voz.
    Padre Solalinde

  • Una comisión del Senado de Estados Unidos votó a favor de terminar la prohibición de viajar a Cuba

    viajar a Cuba
    Una comisión del Senado de Estados Unidos controlada por los republicanos votó a favor de terminar con una prohibición de décadas a los estadounidenses para viajar a Cuba, lo que da el impulso que el presidente Barack Obama necesita para reducir las restricciones a los viajes y abrir más las relaciones con el país caribeño.
    La Comisión de Asignaciones Presupuestarias también votó para abolir una ley que prohibía a los bancos y otros negocios estadounidenses financiar ventas de exportaciones agrícolas de Estados Unidos a Cuba.
    El gobierno de Obama emitió normas en enero para facilitar los viajes a Cuba y permitir que haya vuelos programados con regularidad. La votación de la Comisión de Asignaciones Presupuestarias, de 18 votos a favor y 12 en contra, surge días después de que Estados Unidos y Cuba terminaran formalmente con más de medio siglo sin relaciones diplomáticas.
    «Tenemos la oportunidad de aumentar las posibilidades de que el pueblo cubano tenga mayores derechos y libertad con la capacidad de conectarnos con ellos», dijo el promotor de la iniciativa, Jerry Moran. «También diría que como estadounidenses tenemos ciertas libertades que valoramos mucho y que hoy los estadounidenses pueden viajar por el mundo sin excepción, ningún país está totalmente prohibido, a excepción de Cuba».
    En cambio, la Comisión de Asignaciones Presupuestarias de la Cámara de Representantes avanzó a dirección opuesta, pero el desacuerdo entre los republicanos hace menos probable que el Congreso controlado por ese partido trate de usar los gastos del gobierno para oponerse al acercamiento de Obama con Cuba.
    La provisión de la Cámara de Representantes bloquearía las nuevas normas emitidas en enero que reducen las restricciones de viaje a Cuba y permiten vuelos programados con regularidad.
    La iniciativa del Senado va más allá de esas normas, que terminaron con el requisito para los viajeros de obtener permiso del Departamento de Tesoro antes de viajar a Cuba. En vez de eso, todo lo que necesitan los viajeros es demostrar que su visita tiene fines educativos, religiosos o de otros motivos permitidos.
    «El cambio positivo en Cuba llevará tiempo», dijo el senador Patrick Leahy. «Pero llegará, no como resultado de la nostalgia necia de unos pocos escandalosos por la era de Batista, sino por visitar Cuba, escuchar al pueblo cubano y relacionarse con ellos».
    El sector hotelero y otras ramas comerciales de Estados Unidos no pueden hacer negocios en Cuba todavía. El presidente de Marriot International, Arne Sorenson, acaba de regresar de Cuba y es representante de muchas empresas que desean hacer negocios ahí, especialmente ahora que más estadounidenses viajarán a la isla.
    «Ya que están en aumento los viajes a Cuba, los hoteles cubanos existentes están al máximo de su capacidad y las compañías hoteleras de otros países corren para asegurar tantos hoteles nuevos como sea posible antes de que lleguen Marriott y otros competidores estadounidenses», dijo Sorenson.
    Las votaciones de las comisiones reflejan el sentimiento cada vez más fuerte, incluso entre algunos conservadores republicanos, para reducir el embargo y las restricciones de viaje a Cuba que suman más de cinco décadas, y no han servido para llevar al gobierno de Castro hacia la democracia.
    «Tras casi 60 años quizá debamos probar algo diferente», dijo Moran.
    El panel del senado también votó para retirar las restricciones a los barcos que envían productos a Cuba y tienen que esperar seis meses para regresar a Estados Unidos.
    La ley sobre Cuba fue agregada a una iniciativa de 21.000 millones de dólares para el Departamento del Tesoro, que se encarga de revisar el cumplimiento del embargo económico sobre el país caribeño.

  • Estados Unidos y Cuba restauraron sus plenas relaciones diplomáticas

    relaciones diplomáticas
    Más de cinco décadas de Guerra Fría y hostilidad latente terminaron el lunes cuando Estados Unidos y Cuba restauraron sus plenas relaciones diplomáticas.
    La nueva era de los lazos entre Cuba y Estados Unidos comenzó sin gran ceremonia en la medianoche del domingo al lunes en Washington y La Habana, cuando entraron en vigor los términos de un acuerdo del 20 de julio para retomar los lazos bilaterales, y las misiones diplomáticas de ambos países dejaron de ser secciones de intereses para convertirse en embajadas.
    Al llegar la medianoche en las dos capitales, terminaron una serie de políticas ampliadas y endurecidas desde que el presidente John F. Kennedy chocó en un principio con el joven revolucionario Fidel Castro por la expansión soviética en las Américas.
    Al amanecer, y sin ceremonias, el personal del Departamento de Estado colocó la banderá cubana en el vestíbulo junto a las de todas las naciones con las cuales Estados Unidos mantiene relaciones diplomáticas.
    El cambio se formalizará de forma pública en las próximas horas, cuando delegados cubanos reabran oficialmente su embajada en Washington, y la bandera de Cuba -una estrella blanca sobre fondo rojo junto a franjas azules y blancas- ondee por primera vez desde que ambos países rompieron relaciones en 1961.
    El secretario de Estado, John Kerry, se reunirá con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, y ambos ofrecerán una rueda de prensa.
    La Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana tenía previsto anunciar su conversión en embajada en un comunicado por escrito el lunes, no izará inmediatamente la insignia de las barras y las estrellas, sino que esperará a agosto, para una ceremonia formal que se espera que sea encabezada por Kerry.
    La Sección de Intereses de Cuba en Washington cambió su cuenta de Twitter para identificarse como «embajada», dentro de los diversos cambios en este sentido en las cuentas de medios sociales de ambos países.
    «Acabo de hacer mi primera llamada de la historia al Centro de Operaciones del Departamento de Estado de desde la embajada de Estados Unidos en La Habana. No existía en enero de 1961», indicó en su cuenta de Twitter Conrad Tribble, número dos de la delegación diplomática de Estados Unidos en La Habana.
    Sin embargo, aunque la normalización protagoniza el estado de las relaciones bilaterales, sigue habiendo un profundo abismo ideológico entre los dos países, y quedan muchos asuntos por resolver. Algunos de estos temas son espinosas disputas, como las reclamaciones cruzadas de reparaciones económicas, la insistencia de La Habana de que se ponga fin al embargo impuesto hace 53 años y las peticiones estadounidenses de que se hagan mejoras en derechos humanos y democracia.
    Algunos legisladores estadounidenses, incluidos varios aspirantes destacados a la candidatura republicana, han prometido no revocar el embargo y anunciado que si alcanzan la presidencia darán marcha atrás en las decisiones de Obama sobre Cuba.
    Aun así, los acontecimientos del lunes sellan un drástico cambio de rumbo en la política estadounidense sobre la isla comunista durante el gobierno del presidente Barack Obama, que ha buscado acercamientos con Cuba desde que asumió el cargo, y suavizado de forma progresiva las restricciones sobre el viaje y el envío de dinero a la isla.
    Los esfuerzos de Obama tropezaron durante años por el encarcelamiento en Cuba de Alan Gross, contratista de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional. Pero tras meses de negociaciones secretas, el pasado diciembre se obtuvo la liberación de Gross y de varios prisioneros políticos en Cuba, así como de los miembros de una célula cubana de espionaje que seguían presos en Estados Unidos. El 17 de diciembre, Obama y el presidente cubano, Raúl Castro, anunciaron que retomarían las relaciones diplomáticas plenas.
    Obama declaró que la antigua política hacia Cuba había sido un fracaso que no alcanzó los resultados pretendidos, y afirmó que EEUU no podía seguir haciendo lo mismo y esperar un cambio. Por tanto, dijo, comenzaría a trabajar en la normalización de relaciones.
    El proceso avanzó despacio hasta que Estados Unidos retiró a Cuba de su lista de países que auspician el terrorismo a finales de mayo, y después se atascó en cuestiones sobre el acceso de los diplomáticos estadounidenses a los cubanos de a pie.
    El 1 de julio, sin embargo, se resolvieron estos asuntos y ambos países intercambiaron notas diplomáticas aceptando que la fecha de restauración de relaciones plenas sería el 20 de julio.

  • Cuba y Estados Unidos firman acuerdos entre Universidades

    Cuba y Estados Unidos firman acuerdos entre Universidades
    A medida que Estados Unidos y Cuba restablecen relaciones, universidades de ambos países aprovechan el levantamiento de las restricciones para generar vínculos académicos.
    Meses después que Estados Unidos levantó parcialmente las restricciones sobre los viajes, varias universidades han logrado acuerdos con instituciones cubanas para crear programas de intercambio cultural de estudiantes y profesores. Otras universidades estadounidenses planean viajes de estudios a Cuba y en ambos países se inician proyectos de investigación.
    «Creo que habrá una explosión de esa clase de colaboraciones», dijo Mauro Guillén, director del Instituto Lauder de Estudios de Gerencia e Internacionales de la Universidad de Pennsylvania.
    En la Universidad Auburn de Alabama, la Facultad de Agricultura celebró un acuerdo de intercambio a cinco años con la Universidad Agraria de La Habana. La Universidad del Distrito de Columbia y la Universidad Estatal de California, Fullerton, también firmaron acuerdos con instituciones cubanas.
    La Universidad Internacional de Florida está elaborando planes a largo plazo para instalar al menos un campus en Cuba.
    Bajo las normas anteriores, algunas universidades obtuvieron permiso para realizar viajes académicos a Cuba, pero las autoridades universitarias dijeron que el proceso estaba lleno de barreras burocráticas. Muchos llevaban a cabo el largo proceso de solicitud para verse finalmente denegados.
    Estados Unidos levantó parcialmente las restricciones. El turismo sigue estando prohibido, pero las nuevas normas facilitan los viajes con fines educativos.
    Esos cambios han generado una «mentalidad de fiebre del oro» para establecer vínculos académicos, dijo Bruce Magid, decano de la Universidad Brandeis de Administración Empresaria en Waltham, Massachusetts.
    «Creo que planificar los viajes será significativamente más fácil», dijo Magid, quien ha encabezado varias visitas a Cuba en años recientes.
    La ola de intereses académicos abarca una amplia gama de disciplinas, desde la arquitectura hasta la agricultura, pero son las instituciones de estudios empresariales las que se han apresurado a establecer vínculos con la isla, tanto para estudiar la evolución de su economía como para explorarla como tierra virgen para los negocios si Washington levanta el embargo comercial.
    «Muchos de mis estudiantes quieren ir a Cuba, no solo para aprender sobre ese lugar fascinante sino porque consideran que en un futuro muy próximo podrán hacer negocios allá», dijo Guillén.
    Para muchas universidades, Cuba representa una reserva en gran medida intacta de futuros estudiantes.
    A pesar de los obstáculos persistentes, las oficinas de ingreso ya están elaborando planes para atraer a estudiantes de Cuba, como lo hacen en Europa o Sudamérica.
    El Servicio de Exámenes Educativos, que administra los exámenes de grado en Estados Unidos, anunció recientemente que empezará a tomar exámenes en Cuba.
    «Cuba probablemente tiene los patrones educativos más elevados de toda Latinoamérica», dijo Guillén. «El nivel educativo de la población general es relativamente alto y sería maravilloso atraer a grandes contingentes de esos estudiantes a Estados Unidos».
    La mayoría de los estudiantes cubanos tendría que recibir ayuda financiera, pero hay mucho interés en recibir educación en Estados Unidos.
    «Aquí nosotros damos dos años de inglés, o sea que con relación al idioma creo que estamos bien preparados», dijo Omar Concepción, estudiante de física en la Universidad de La Habana. «Por el lado de la física (los estadounidenses) están muy desarrollados, o sea que para nosotros sería muy provechoso».
    A pesar de los progresos, algunos expertos son renuentes a anunciar una nueva era de intercambio académico libre entre los dos países. En muchos sentidos, todavía existe una gran brecha entre ambos, dijo Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida.
    El embargo comercial limita la actividad, dijo Duany y podría impedir que los investigadores presenten o vendan sus obras. Agregó que el estado cubano controla con firmeza las universidades y los estudiantes.
    «Los académicos estadounidenses están habituados a decir lo que piensan sobre el tema que se les ocurra y en general no pasa nada», dijo Duany. «Cuba es otra clase de sociedad».
    Otras restricciones incluyen el atraso de la infraestructura en Cuba, dijo Guillén. El acceso al internet sigue siendo relativamente escaso, pero confía en que las nuevas relaciones entre las universidades cumplirán un papel en la reconciliación entre los dos países.
    «La colaboración y el intercambio educativos son consecuencias de la apertura, pero a la vez contribuirán a profundizar y acelerar la apertura», aseguró Guillén.

  • Carnival Corp ya viajará de Miami a Cuba

    Carnival Corp
    La compañía de cruceros más grande del mundo Carnival Corpm podría empezar a viajar a Cuba.
    Carnival Corp. planea ofrecer a partir de mayo viajes desde Miami hacia la isla caribeña, anunció el martes la compañía. La empresa dijo que se convertiría en la primera empresa de cruceros de Estados Unidos que visitará Cuba desde el embargo comercial de 1960. Los viajes serán a través de su nueva marca, fathom, la cual se enfoca en viajes en los que los pasajeros navegan a un destino para realizar voluntariado ahí.
    «Este es un importante primer paso para nuestra compañía y para la industria de cruceros», dijo el director general Arnold Donald a The Associated Press en un correo electrónico. «Da comienzo a nuestro plan para forjar una experiencia de larga duración para la industria en Cuba».
    Los viajes de una semana de duración se realizarán a bordo del Adonia, el cual tiene capacidad para 710 pasajeros. El barco es relativamente pequeño para la industria: cruceros que navegan bajo la línea homónima de la compañía pueden transportar a casi 3.000 pasajeros.
    Carnival espera una alta demanda para sus viajes y con base en ello ha establecido un precio base de 2.990 dólares por persona, más impuestos y tarifas de puerto. El precio inicial de un viaje con servicio similar en el mismo barco a la República Dominicana es de 1.540 dólares por persona.
    Aún se está concretando el itinerario mientras Carnival espera la aprobación del gobierno cubano. Se prevé que el barco visite varios puertos y que los pasajeros duerman a bordo cada noche.
    Cuba está todavía cerrada al turismo general para los estadounidenses, aunque al estar descongelándose rápidamente las relaciones entre los dos países, los visitantes enfrentarán menos obstáculos. Los estadounidenses no pueden simplemente vacacionar en Cuba, sino que sus viajes a la isla deben ser parte de un viaje humanitario o cultural aprobado, a menos que tengan familiares en la isla.
    La licencia para Carnival se da como parte de aprobaciones recientes otorgadas por el Departamento del Tesoro a seis embarcaciones de pasajeros. El gobierno no reveló el nombre de las compañías que recibieron estas licencias ni cuál es su línea comercial específica. Podrían ser transbordadores, yates alquilados o cruceros. De esas seis, cuatro están autorizadas a que pasajeros y tripulación pasen la noche a bordo, incluso cuando atraquen en un puerto cubano. Otras líneas grandes de cruceros no respondieron de inmediato a preguntas sobre sus planes para navegar a Cuba.
    Las embarcaciones no tienen autorizado hacer escala en otros países, así que no es previsible que Cuba se convierta pronto en una de cuatro o cinco escalas en un típico viaje de crucero por el Caribe.
    Carnival no es la primera compañía de cruceros que navega a Cuba. Un puñado de cruceros extranjeros viajan de manera regular a la isla. En 2013, la empresa canadiense Cuba Cruise, en sociedad con la griega Celestyal Cruises, inició viajes de crucero de Jamaica a Cuba, atracando en seis puertos, incluyendo La Habana y Santiago de Cuba. El precio base del viaje es de aproximadamente 850 dólares.
    El turismo, una industria de más de 2.600 millones de dólares, es uno de los principales motores de la economía cubana. El año pasado el país recibió una cifra récord de 3 millones de visitantes.
    Se calcula que aproximadamente 600.000 viajeros estadounidenses visitan Cuba cada año. Funcionarios cubanos calculan que 1,5 millones de estadounidenses viajarían a la isla anualmente si se retiran todas las restricciones, lo que desbancaría a Canadá como el primer lugar de fuente de turismo y aportaría alrededor de 2.000 millones de dólares a las arcas del Estado.
    Hay muchos retos por delante para el país en el proceso de apertura para los visitantes estadounidenses. No existe todavía infraestructura suficiente para manejar la demanda. Pero compañías importantes de viajes, incluidas Delta Air Lines, JetBlue Airways, United Airlines, Hilton Worldwide y Marriott International, han estado observando de cerca los sucesos allá.
    JetBlue, que ha operado durante años vuelos fletados de Florida a Cuba, acaba de implementar un nuevo vuelo directo desde Nueva York. Está abierto únicamente a viajeros con aprobación para visitar Cuba. American Airlines y Sun Country Airlines también ofrecen vuelos fletados.

  • Cuba y Estados Unidos sin embajadas aun

    Cuba y Estados Unidos sin embajadas aun
    Hace seis meses, los presidentes Barack Obama y Raúl Castro sorprendieron al mundo al anunciar el fin de medio siglo de hostilidad oficial entre sus naciones.
    Turistas, políticos y ejecutivos estadounidenses viajaron a Cuba como si se hubiera derrumbado el muro de Berlín del Caribe.
    Algunos grupos de interés, respaldados por empresas, cabildearon en el Congreso para que se levantara el embargo comercial impuesto hace medio siglo. Estrellas del fútbol y del basquetbol de Estados Unidos jugaron ante multitudes alborozadas en La Habana. El portal Airbnb expandió su alcance a la isla y ahora enlista miles de viviendas de particulares para la renta.
    Los diplomáticos de ambos países buscaron espacio adicional para sus oficinas, alistaron las astas de las banderas y ordenaron imprimir papelería con la palabra «embajada» en lugar de «sección de intereses».
    Pero medio año después del anuncio del 17 de diciembre de 2014, ninguna de las dos naciones ha hecho anuncios referentes a lo que los observadores calificaron entonces como un inminente acuerdo para la apertura de embajadas en Washington y La Habana.
    «Eso lo que te demuestra es la complejidad de este proceso», dijo Jesús Arboleya, politólogo y exdiplomático cubano en Washington. «Si el inicio ya ha tomado este tiempo, imagínate los conflictos que se pueden originar después de su funcionamiento».
    Las negociaciones para llegar a un acuerdo sobre las embajadas han tomado cuatro rondas de intensas negociaciones sobre la libertad de los diplomáticos estadounidenses para viajar por Cuba e importar bienes para su misión diplomática.
    Pero los temas que quedan pendientes por negociar tras la apertura de las misiones diplomáticas son mucho más complejos: derechos humanos; demandas de compensación por la confiscación de propiedades estadounidenses en La Habana y por daños a Cuba a causa del embargo; y un posible acuerdo de cooperación judicial, que incluye el espinoso tema de varios fugitivos de la justicia de Estados Unidos que aún están refugiados en Cuba.
    Además, muchas personas y grupos se oponen a un acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, incluidos algunos disidentes en la isla, cubano-estadounidenses anticastristas y miembros del Congreso norteamericano que creen que la nueva política básicamente recompensa a los líderes comunistas por décadas de abusos a los derechos humanos.
    Precandidatos presidenciales republicanos, como el senador Marco Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, y otros como el exgobernador de Florida, Jeb Bush, se han pronunciado firmemente en contra de la normalización de relaciones con Cuba.
    Pero las encuestas muestran que la distensión tiene ahora un fuerte apoyo de la opinión pública de ambos países, lo que hace que muchos crean que el proceso sea irreversible.
    «Aun cuando se alargue, por aquí o por allá, la embajada se va a abrir y las relaciones se van a restablecer», dijo David Fuentes, de 55 años, quien trabaja en un estacionamiento en La Habana. «Eso me parece inevitable».
    El senador Jeff Flake, un republicano que aboga por la normalización de las relaciones, se reunió con el Ministro de Relaciones Exteriores y primer vicepresidente de Cuba el fin de semana, y dijo a The Associated Press que la fecha para que la apertura de las embajadas es «inminente».
    Pero algunos impulsores del proceso temen que el proceso en general se esté moviendo con demasiada lentitud como para garantizar que un nuevo presidente no pueda revertir las medidas tomadas por Obama para relajar el embargo comercial sobre Cuba, tal como lo hicieron Ronald Reagan y George W. Bush después de Jimmy Carter y Bill Clinton.
    Robert Muse, un abogado de Washington especializado en leyes estadounidenses sobre Cuba, dijo que Obama merece crédito por su osado e inesperado acercamiento a Cuba anunciado en diciembre, pero que también es justificadamente criticable por dejar que la relación se atasque en nimiedades relacionadas con las operaciones de las embajadas.
    «A mí me gustaría ver que el presidente mantenga un ritmo de la normalización de las relaciones que lo lleve a la meta. La meta es dejar como legado unas relaciones normalizadas entre Estados Unidos y Cuba», dijo Muse. «No puedes negociar cómo te gustaría que se normalizaran las relaciones con Cuba en el tiempo que tiene Obama para lograrlo».
    Los promotores de la normalización enfrentan grandes obstáculos para progresar en ambas naciones.
    En Washington, legisladores anticastristas han agregado cláusulas a iniciativas de leyes presupuestales que anularían las medidas de Obama para levantar restricciones al comercio y al turismo.
    En Cuba, los viejos líderes son recelosos de un cambio súbito y descontrolado que los despoje del poder y ocasione desorden en un país que teme que la violencia y la desigualdad afecten sus poblaciones. Ese temor se recrudece por el largo historial de Estados Unidos de intentos de derrocar a Castro y a su hermano Fidel.
    «Creo que nos estamos dando cuenta del grado al que pasaron más de 40 años con esto metido en su ADN», dijo James Williams, director de Engage Cuba, un grupo bipartidista apoyado por corporaciones que el martes lanzó una campaña de cabildeo en favor del acercamiento Cuba-Estados Unidos. «No se va a arreglar de la noche a la mañana sólo porque movamos un interruptor».
    Pero algunos vínculos concretos sí se han creado entre Cuba y Estados Unidos desde el anuncio del 17 de diciembre.
    Turistas estadounidenses pueden reservar alojamiento en casas de cubanos mediante Airbnb; el costo de las llamadas telefónicas a Cuba bajó gracias a un nuevo acuerdo internacional de telecomunicaciones, y un centro de investigación de Nueva York realizará el ensayo clínico de un tratamiento cubano para el cáncer pulmonar.
    Estados Unidos aprobó el recorrido de un ferry de Florida a Cuba, y abrió la puerta a un servicio aéreo directo entre ambas naciones.
    Con todos esos cambios, existe una nueva sensación de optimismo y posibilidades entre muchas personas en Cuba. Pero ello no ha evitado que miles de cubanos, arriba de la cantidad normal, emprendan viajes a Estados Unidos para aprovechar el trato migratorio preferente que reciben y que temen que podría desaparecer pronto.
    Aunque las empresas estadounidenses dicen que Cuba se muestra receptiva a nuevos proyectos, aún tiene que tomar medidas tangibles para hacerlos posible.
    Sarah Stephens, directora del Center for Democracy in the Americas, grupo en favor de la distensión, y líder de decenas de viajes de delegaciones legislativas a la isla, dijo que las autoridades cubanas quieren ser socios equitativos en el futuro de un país que consideran debe ser tomado más que un mercado más en el que las empresas estadounidenses puedan hacer lo que quieran.
    «Es sin duda el mensaje que están enviado las autoridades cubanas», dijo. «Si quieres participar con nosotros, va a tomar algo de tiempo».

  • Cuba ya con elite cultural

    Mientras cientos de cubanos disfrutaban en el Malecón habanero de una suerte de playa con sus sillas y sombrillas y que, en realidad, era una instalación del joven artista Arles del Río, la prestigiosa casa de subastas Sotheby’s, en Nueva York, vendía otra de sus piezas por 11.875 dólares, 42 veces más que el salario anual del trabajador promedio de la isla.
    Producto de un ávido mercado externo donde los creadores colocan sus obras y una exigente educación especializada que formó su talento de manera gratuita, este fenómeno podría incrementarse debido al deshielo en las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos y que permitiría a miles de estadounidenses viajar a la nación caribeña.
    «Cuando yo estudiaba en (la escuela de arte) San Alejandro, mis padres casi me echan de la casa porque no escogí una carrera `de verdad’ y hoy por hoy, hay una competencia por que los niños estudien música o pintura», dijo a The Associated Press Max Delgado, un artista que hace grabados.
    La tendencia es tanto una demostración de los logros de la revolución cubana, que formó a miles de profesionales en un sistema educativo exigente, especializado y gratuito, como su dificultad para crear una economía diversa y sostenible.
    Desde el comienzo de esta década, Cuba permite a sus ciudadanos trabajar en decenas de empleos independientes y autorizó, además, la creación de cooperativas. Pero la inmensa mayoría de la población continúa en puestos estatales que pagan 23 dólares mensuales en promedio, aunque la salud y la educación son gratis y hay muchos subsidios a la alimentación y los servicios.
    «Comparado con la media viven muy bien», aseguró el crítico de arte y ensayista Rafael Acosta de Arriba a la AP. «Los artistas cubanos están muy estimulados, pero desde afuera porque en Cuba no hay un mercado de arte doméstico».
    Las regulaciones que rigen el trabajo de estos artistas también contribuyeron a fomentar la situación singular que viven: a finales de los 80 un decreto ley estableció la figura del creador independiente, lo que les permite comercializar su obra de manera directa.
    Así, los artistas tienen la posibilidad de vender sus obras a coleccionistas extranjeros, estadounidenses en particular, sin que estos contravengan el embargo, pues no se trata de un producto estatal.
    Con el dinero, una pequeña élite de artistas, pintores, músicos, actores y bailarines fueron comprando casas en barrios residenciales, arreglando espacios para convertirlos en centros culturales o galerías propias y adquiriendo autos. Se les puede reconocer cenando en los mejores restaurantes de la ciudad o llegando con un chofer.
    Aunque creadores de otras disciplinas forman parte del fenómeno, es más singular entre los artistas plásticos quienes, en el mundo, suelen pasar apremios económicos.
    En la subasta de Sothebys de Nueva York, realizada hace dos semanas, las obras de los cubanos residentes en la isla superaron las expectativas: una pieza de Alexandro Arrechea se vendió por 118.000 dólares; tres de un par de artistas que se hacen llamar `Los Carpinteros’ por 60.000, y una escultura del colectivo «The Merger» por 50.000.
    Kcho, Roberto Fabelo, Manuel Mendive, Rigoberto Mena, Wilfredo Prieto, Glenda León, los hermanos Capote y Esterio Segura son algunos de una lista de por lo menos 50 de creadores de primer nivel que venden sus obras en el mercado internacional y otro centenar que, a media carrera, tienen ingresos nada despreciables.
    Además, vender en el extranjero les permite a los artistas no pagar aproximadamente el 50% de los impuestos que la ley cubana establece para los ingresos personales.
    «Las razones de esta situación se debe en primer lugar la creación de una economía de doble carril, con un sector conectado al mercado y otro con los remanentes de la economía de comando heredada del periodo entre 1970 y 1991», explicó a la AP el economista y analista cubano residente en Estados Unidos, Arturo López-Levy.
    La explicación económica hace énfasis en la existencia en la isla de dos monedas desde la década de los 90: el CUC cuya tasa de cambio con el dólar es de uno a uno y el peso cubano a 25 por CUC.
    Los creadores reciben por sus ventas en el extranjero, el CUC, o su equivalente de dólar, conectada al mercado y que permite a los artistas adquirir valiosos bienes como casas y autos, los pesos cubanos en cambio es la moneda que reciben los trabajadores estatales.
    Junto con la medicina y la ciencia, el arte y la música son campos en los que Cuba destaca por encima del tamaño de su economía, pero a lo largo de estas décadas y a diferencia de los científicos, las autoridades comenzaron a considerar a los artistas una suerte de embajadores culturales y les concedieron algunos privilegios.
    Según López-Levy el sector artístico «negoció» con el gobierno estos beneficios que «incluyeron facilidades de viaje al exterior, incluyendo en los pagos de los documentos respectivos y los tiempos de estancia; y contrataciones en CUC, posibilidades de adquisición de bienes a través de autorizaciones restringidas (cartas) y otros mecanismos».
    El fenómeno probablemente crecerá con el mejoramiento de las relaciones entre Washington y La Habana, tal como lo anunciaron desde diciembre los presidentes de ambos países.
    Una prueba del interés por el arte cubano fue el esperado arribo de por los menos 2.500 estadounidenses a la 12 Bienal de La Habana que concluirá el 22 de junio.
    Don Pappalardo, fundador y presidente de Troika, compañía consultora en arte y mercadeo en entretenimiento del sur de California, quien viajó entusiasmado a la Bienal de Arte, dijo que Cuba «es una de las áreas más vitales para el arte contemporáneo en el mundo de hoy».
    «La creciente expectativa en torno a Cuba probablemente atraerá a coleccionistas que están buscando la última tendencia», expresó Pappalardo, ávido coleccionista. «Algunos precios subirán, lo que es ideal para los artistas. Algunos precios pueden exagerarse, lo que es ideal para los inversionistas en colecciones de arte, pero no siempre es bueno para los demás».
    Para el ensayista Acosta de Arriba, además de las cuestiones «extra-artísticas», como las reglas del mercado internacional del arte, la apetencia de marchantes estadounidenses o la ausencia de un mercado doméstico, el fenómeno de los creadores como élite económica del país se explica por una «imbricación» con el poderoso sistema de enseñanza artística de Cuba que detecta desde pequeño a los talentos y los forma completamente gratis.
    «También hay artistas que hacen una obra interesantísima y se están comiendo un cable (pasando necesidades), pero al mismo tiempo se está valorizando el arte cubano, se está recibiendo los beneficios de que el mundo te compre a precios del mundo y tú puedas vivir y hacer obra a costo de aquí», expresó el creador Delgado.
    cuba

  • Richard Blanco promueve la escritura en Cuba

    Richard Blanco
    El poeta Richard Blanco promueve un proyecto de escritura para levantar lo que califica «embargo emocional» sobre Cuba.
    Blanco y la escritora Ruth Behar, ambos cubano estadounidenses, dijeron a la Associated Press que lanzaron «Puentes hacia/desde Cuba» como un foto para que cubanos de dentro y fuera de la isla compartan sus esperanzas para el futuro mientras los gobiernos de Washington y La Habana avanzan en la normalización de sus relaciones.
    «No solo hay que levantar el embargo económico y político, sino también el peso de un embargo emocional que ha mantenido a los cubanos en vilo ya más de cincuenta años», escribieron en la página web del proyecto.
    Blanco y Behar concibieron el proyecto como respuesta a lo que consideran es la imagen distorsionada de Cuba que ha surgido luego de que los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciasen la histórica distensión en diciembre.
    «Es notable la ausencia de las vidas reales y las complejas historias emocionales de miles de cubano-americanos y de los cubanos y las cubanas en todo el mundo», escribieron los autores.
    «Puentes hacia/desde Cuba» incluirá historias, poemas, series fotográficas y otros escritos de poetas, académicos, celebridades y otros de diferentes generaciones, razas y procedencias. En la junta de asesores del proyecto están entre otros el dramaturgo ganador de un premio Pulitzer Nilo Cruz, la becada de la Fundación MacArthur Edwidge Danticat y varios otros escritores destacados como Sandra Cisneros, autora de «The House on Mango Street».
    «Qué necesario es tener mediadores, constructores de puentes, que son esos anfibios entre comunidades que no se entienden entre sí», dijo Cisneros. «Hay intimidad, respeto, de una forma a la que quizás ningún otro diplomático podría llegar con respecto al tema en cuestión».
    Behar y Blanco son amigos desde hace dos décadas, y ambos han explorado cuestiones de identidad y pertenencia durante su carrera. Behar nació en La Habana y creció en Nueva York. Fue la editora de «Puentes hacia Cuba», una antología que incluyó trabajos de cubanos de dentro y fuera de la isla. Nacido en España luego de que sus padres huyeran de Cuba, Blanco fue el primer poeta abiertamente homosexual del país y el primer latino en participar en un toma de posesión presidencial en Washington en 2013. Blanco ha escrito numerosos libros de poesía y dos memorias. Recitó su poema «One Today» en la segunda investidura de Obama.
    Blanco dijo que quiere que la página web explore cuestiones que no se han afrontado sobre la identidad cubana, el impacto de más de 50 años de división, y cómo pueden reconectar los cubanos de la isla y los de la diáspora.
    «Creo que lo que todos queremos en abrir la mente de las personas, tanto de cubanos estadounidenses como de cubanos en la isla», dijo. «Darles cosas en las que pensar: Cómo avanzamos emocionalmente y la responsabilidad del otro en las historias ajenas y cómo podemos fusionar esas historias».
    Tanto Behar como Blanco se consideran integrantes de lo que a veces se conoce como «Generación Uno y Medio», cubanos de origen de estadounidense que nacieron en Estados Unidos pero siguen sintiéndose cubanos. De niños escucharon historias sobre la patria perdida. Conocen su comida, cultura y música, aunque nunca hayan pisado el país.
    Mientras muchos de sus progenitores envejecieron prometiendo que nunca regresarían, su generación tiende a un punto de vista mucho más fracturado.
    «Crecimos escuchando los puntos de vista de nuestros padres», dijo Behar. «Ahora que ha habido una apertura ha habido un deseo de rechazar la experiencia de nuestros padres. Pasaron por un proceso de pérdida y duelo. Y también reinventaron Cuba y reconstruyeron Cuba para nosotros a través de sus recuerdos».
    Al mismo tiempo, Blanco dijo que su generación puede «respetar el pasado, pero no estamos estancados en él».
    Durante las cinco décadas de revolución y hostilidades entre Estados Unidos y Cuba ha habido intentos aislados de parte de ciudadanos de ambos países para crear un dialogo y cerrar una brecha que ha separado a incontables familias separadas por 144 kms (90 millas) de mar Caribe. Algunos tuvieron más éxito que otros, pero durante décadas, comprometerse directamente era un asunto hostil.
    Hoy en día, esas posiciones se han suavizado considerablemente. Músicos cubanos visitan y actúan ahora con frecuencia en Estados Unidos. En todo caso, el mayor obstáculo al que se enfrentarán Behar y Blanco es la apatía, dijo el experto en Cuba de la Universidad de Miami Andy Gómez destacando que la comunidad cubano estadounidense está agotada por su propia historia.
    «Están cansados porque ha habido muchas esperanzas, muchos sueños, y nada ha llegado a buen puerto», dijo Gómez.
    Otro reto podría ser de carácter práctico: Pocos cubanos en la isla tienen acceso regular a internet.
    Behar y Blanco dijeron que su proyecto no será político.
    «Cuba siempre está politizada», dijo Behar. «Están también esas historias de cómo la gente va más allá y conectan a un nivel humano».
    Los escritores han elaborado juntos una lista de gente que esperan colabore con su iniciativa, desde académicos cubanos a Pitbull. Los artículos se publicarán en inglés y español. Tras el lanzamiento del proyecto planean una visita a Cuba este mes.
    La primera entrada del blog es un texto de los dos creadores en prosa y verso titulado «La isla inalcanzable, para Ruth Behar (por Richard Blanco) y La isla que compartimos, para Richard Blanco (por Ruth Behar)». En él, tratan de rellenar los espacios en blanco sobre qué supone ser cubano.
    «Te llevaré a la Habana que fue mía. Me llevarás al Cienfuegos que fue tuyo. Acercaremos los oídos a la tierra roja de nuestra Isla. Para escuchar si todavía nos llama», escribió Behar.

  • Carmen Herrera cumple 100 años

    La artista cubana Carmen Herrera dice que aún rebosa de ideas que quiere plasmar en sus lienzos, pero la centenaria no siente ninguna urgencia para apurarse.
    «No dejo que nada me presione», dice Herrera, quien cumplió 100 años el domingo.
    Pinta desde la década de 1930, pero no vendió su primera obra hasta el 2004, cuando tenía 89 años. Luego de eso el reconocimiento llegó rápidamente. Hoy sus cuadros forman parte de las colecciones permanentes de grandes museos que incluyen el Museo de Arte Moderno de Nueva York y el Tate Modern de Londres.
    «Blanco y verde», una pintura blanca de 1959 dominada por un triángulo invertido verde, es parte de la exhibición inaugural del nuevo Museo Whitney de Arte Americano en Nueva York, que planea dedicarle toda una muestra en el 2016.
    Este mes, su trabajo será presentado en Art Basel en Suiza y en octubre en la feria Frieze Masters en Londres.
    Cuando la Galería Ikon en Birmingham, Inglaterra, presentó una exhibición en solitario de Herrera en el 2009, el diario The Observer de Londres la elogió como «el descubrimiento de la década» y preguntó «¿cómo no habíamos visto estas brillantes composiciones antes?». Una retrospectiva en el museo alemán Pfalzgalerie vino después.
    Sus pinturas son abstracciones geométricas simples acentuadas con uno o dos resaltantes colores primarios.
    «Ella es una destiladora», dijo su amigo y vecino, el pintor puertorriqueño Tony Bechara, al describir sus radiantes obras. «Es una abstraccionista que tiende al minimalismo. … Puede comenzar con una pintura que tiene tres formas y después de una semana reducirlas a una. … Hay cierta cualidad asociada con la simplicidad espiritual de su trabajo y de su vida».
    Así como su obra es minimalista, Herrera es una mujer de pocas palabras. Precisas y al grano.
    Durante una entrevista una mañana en su modesto pero alegre apartamento de Manhattan, en un edificio de tres pisos sin ascensor en la calle 19 Este, la artista de cabello plateado bebió whisky en las rocas y golpeteó sus elegantes dedos largos contra una mesa de madera mientras hablaba animadamente sobre su vida y su carrera. Alternó entre inglés y español, que Bechara tradujo.
    Nacida en La Habana en 1915, su padre fue el editor fundador del diario El Mundo y su madre una periodista. De niña tomó clases de arte, asistió a una escuela de élite en París, estudió arquitectura y se entrenó en la Liga de Estudiantes de Arte en Nueva York. En 1939 se casó con Jesse Loewenthal, un profesor de inglés de la escuela secundaria Stuyvesant en Manhattan.
    Desarrolló su estilo artístico durante los años de posguerra en París, donde la pareja vivió de 1948 a 1953. En París y Nueva York socializaron con artistas que incluyeron a Jean Genet, Barnett Newman, Wifredo Lam y Willem de Kooning. Herrera se unió a la influyente galería parisina Salón de Nuevas Realidades, donde exhibió junto a exponentes del arte abstracto como Max Bill y Piet Mondrian.
    Pero aunque sus obras se presentaban aquí y allá, incluyendo en el Museo Alternativo en 1984 y El Museo del Barrio en Nueva York en 1998, nunca vendió nada.
    Bechara dijo que Herrera y otros artistas que vivían en el vecindario en los años 60 y 70 «sabían que ella tenía algo importante y todos nos preguntábamos cómo no estaba siendo reconocida».
    Su gran oportunidad llegó cuando fue incluida en un show en el 2004 en la galería Latin Collector en Manhattan, gracias a Bechara.
    El dueño de la galería, Frederico Seve, se quejó con Bechara durante una cena de que uno de tres pintores geométricos latinoamericanos se había retirado de una próxima exhibición. Bechara le presentó a Herrera. Seve quedó cautivado, la incluyó en la muestra y llamó a varios coleccionistas.
    «El New York Times y otras publicaciones hicieron reseñas maravillosas y esta vez vendió», dijo Bechara. Ella Fontanals-Cisneros, una coleccionista con una fundación de arte en Miami que lleva su nombre, compró cinco pinturas. La coleccionista y filántropa Estrellita Brodsky adquirió igual número de cuadros y la presidenta emérita del MoMA Agnes Gund compró varios y le donó uno al museo.
    La Galería Lisson, que representa a Herrera, se interesó en su trabajo luego que su propietario lo vio en una exhibición en Londres.
    «Estaba terminando las obras y poniéndolas en una caja cuando él vino y dijo, `¿puedes sacarlas de la caja?’», relató Bechara. «Casi le digo que no. Él se interesó. Es una de las galerías más importantes del mundo y entonces se corrió la voz».
    ¿Estaba Herrera decepcionada de que el reconocimiento la eludiera tanto tiempo?
    «En verdad no», dijo la artista. De algún modo fue liberador, explicó, pues le dio la libertad de hacer lo que le nacía sin las presiones del mercado.
    Pero cuando se le preguntó por qué cree que tomó tanto tiempo, dijo que fueron los «prejuicios contra las mujeres» artistas en una época en la que el expresionismo abstracto de la posguerra, dominado por los hombres, era lo que estaba en boga, no su estilo de composiciones geométricas.
    Recordó lo que le dijo el dueño de una galería de Manhattan: «Carmen, puedes pintar alrededor de los pintores que tengo aquí pero no te doy una exposición porque eres mujer».
    La fama no ha cambiado su estilo de vida. Continúa pintando a diario; «todavía tengo mucho que decir», asegura.
    La celebración de su cumpleaños fue un evento sencillo en un restaurante local al que asistieron 30 invitados, cada uno de los cuales recibió una pequeña pintura firmada por Herrera, impresa en el reverso del menú. El pastel de cumpleaños se basó en un diseño que recientemente terminó.
    Cuando se le preguntó cómo le gustaría que la recuerden, Herrera respondió: «No quiero ser recordada». Pero cuando la pregunta fue reformulada a «¿cómo quiere que su arte sea recordado?», no titubeó.
    Carmen Herrera