El radiotelescopio Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), ubicado en el norte chileno, detectó polvo alrededor de Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sistema Solar, informó hoy el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés).
Esta ilustración muestra qué aspecto podrían tener los cinturones de polvo recién descubiertos alrededor de Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sistema Solar.
Este esquema no está a escala, ya que para hacer visible a Próxima b con claridad se ha mostrado más lejos de la estrella y mayor de lo que es en realidad.
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Se detectó polvo estelar alrededor de Próxima Centauri
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Hoyos negros supermasivos, el centro de las galaxias
Hoyos negros supermasivos, el centro de las galaxias. Además de los hoyos negros estelares que se producen cuando muere una estrella con mucha masa, existen los hoyos negros supermasivos que son regiones ubicadas en el centro de las galaxias en forma de espiral.
Se cree que estas distorsiones geométricas del espacio y el tiempo también pueden encontrarse al centro de las galaxias elípticas y con otras formas, sin embargo, no se comprueba si en realidad es así, dijo el astrónomo, Wilder Chicana Nuncabay.
Explicó que el nombre de agujero negro supermasivo se debe a que los hoyos negros de este tipo tienen el equivalente a mil o decenas de miles de veces la masa del Sol, la cual representa 99.8 por ciento de toda la masa del sistema solar.
Por la gran cantidad de masa que contienen su influencia alcanza distancias enormes, de modo que estos agujeros determinan la dinámica de una galaxia en la que hay de manera principal gas, estrellas y planetas.
Si bien, por definición, los hoyos negros supermasivos no se pueden ver, es posible apreciar sus efectos, detalló el responsable del área de Astronomía y Ciencias del Espacio del Planetario Luis Enrique Erro, del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Uno de esos efectos es el llamado disco de acreción, que es una especie de dona que rodea a los hoyos supermasivos.
“En la medida en la que el material va cayendo hacia el interior del agujero negro, se producen emisiones de chorro de alta energía por los polos del disco de acreción”, dijo el especialista.
Se sabe también que las estrellas que están más cerca del núcleo de las galaxias giran a velocidades increíbles, y esto sólo es posible por la gran cantidad de gravedad que generan los agujeros negros supermasivos.
Nuestra galaxia, la Vía Láctea, tiene un hoyo negro llamado Sagitario A *, que tiene una masa de 4.5 millones de veces mayor a la del Sol y se encuentra a una distancia de 26 mil millones de años luz de la Tierra.
El Sol, que también está sujeto a la gravedad de Sagitario A *, tarda 250 mil años en dar una vuelta completa alrededor del centro de la galaxia.
El especialista recordó que en enero de 2015, la agencia espacial norteamericana NASA observó una llamarada de rayos X 400 veces más brillante de lo habitual.
Según el reporte, el evento inusual pudo originarse por la ruptura, aparte de un asteroide que cae en el agujero negro, o por el enredo de líneas de campo magnético dentro del gas que fluye en Sagitario A *.
Ya que, según explicó Chicana Nuncabay, en el horizonte de eventos, que es el límite de todo agujero negro, se genera radiación X, producto de las explosiones de gas que es el material que con mayor facilidad es atraído al agujero negro, o de otros cuerpos celestes.
Respecto a su formación, el especialista comentó que después de unos 380 millones de años del origen del universo se produjo un fenómeno llamado desacoplamiento, que es cuando la materia y la luz se separan haciendo que ésta última viaje de manera libre por el espacio.
“La expansión del universo continúa, en las regiones donde quedaron grumos de materia, la gravedad comenzó a actuar con más intensidad y a atrapar más material y gas”, que luego de miles de millones de años se convirtieron en las galaxias, indicó el astrónomo.
La gravedad también hizo que esas regiones muy densas colapsaran y se convirtieran en hoyos negros supermasivos en los núcleos de las galaxias, añadió.
Pero, el especialista dijo que los hoyos negros son enormes y su tamaño es como el de una galaxia con alrededor de 200 mil millones de estrellas; el universo está formado por billones de galaxias.
Chicana Nuncabay agregó que en fecha reciente hubo una discusión en torno a los agujeros negros, pues el reconocido científico Stephen Hawking dijo que los hoyos negros no existen, al menos como los conocemos.
El debate aumentó cuando la física estadounidense, Laura Mersini-Houghton, demostró de manera matemática que los hoyos negros no existen.
“La investigadora intentó unir todo lo que se sabe sobre mecánica cuántica, termodinámica, gravitación y relatividad general y al unir todas esas teorías, ella descubrió que no podrían formarse los hoyos negros, al menos matemáticamente”, por lo que se está revisando esto, señaló Chicana Nuncabay.
De modo que, en los próximos años este tema dará mucho de qué hablar, agregó.
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NASA encuentra vida entorno al arsenico, le buscara fuera de la Tierra
Los científicos de la NASA han encontrado en un lago de California bacterias que viven en arsénico, un descubrimiento que impactará en la búsqueda de formas de vida extraterrestre, según informa hoy la revista Science.
El hallazgo, que será presentado en una rueda de prensa hoy por la NASA, viene precedido de intensas especulaciones de los blogs tecnológicos, como Gawker y PC World, que hablaban estos días de la posibilidad de que la agencia estadounidense anunciara este jueves que había hallado vida en el espacio exterior.
El principal factor que desató estas especulaciones, que corrieron como la pólvora por Internet, fue la convocatoria de la rueda de prensa en la que la NASA anunciaba «un hallazgo astrobiológico» que tendría un impacto en la búsqueda de vida extraterrestre.
Finalmente, el hallazgo, aunque no histórico, sí provocará cambios en esta actividad de la NASA, que hasta ahora sólo ha buscado vida en planetas que contenían los elementos que creía podían acogerla.
Las formas de vida hasta ahora conocidas se componen principalmente de seis elementos: carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, azufre y fósforo, indica el estudio dirigido por Felisa Wolfe Simon del Instituto de Astrobiología de la NASA en Menlo Park, California.
«Aunque estos seis elementos conforman los ácidos nucleicos, las proteínas y los lípidos y, por tanto, la mayor parte de la materia viva, es posible, teóricamente, que algunos otros elementos de la tabla periódica puedan cumplir las mismas funciones», indica el artículo.
Los investigadores hallaron en las aguas tóxicas y salobres del Lago Mono, en California, una bacteria de la familia Halomonadaceae que puede sustituir completamente el fósforo con arsénico al punto de incorporar este elemento a su ácido desoxirribonucleico (ADN).
Los científicos de la NASA explican que esto abre la posibilidad de que existan formas de vida en otros planetas que no tienen fósforo en la atmósfera.
El arsénico es sumamente tóxico para los organismos vivos -al menos los conocidos hasta ahora- porque trastorna los procesos metabólicos aunque, desde el punto de vista químico, se comporta de manera similar al fosfato.
Los científicos ya habían encontrado antes otros organismos que podían alterar químicamente el arsénico y estos organismos se han vinculado con el envenenamiento del agua subterránea en Bangladesh y otras partes de Asia donde la población ha recurrido al agua de pozos o manantiales para evitar el cólera.
Los investigadores de la agencia espacial cultivaron la bacteria, que crece y se multiplica cómodamente en el medio tóxico, en platos petri en los que se reemplazó gradualmente la sal de fosfato por arsénico.
El proceso continuó hasta que las bacterias crecieron sin necesidad de fosfato, un elemento esencial en la construcción de varias macromoléculas presentes en todas las células, incluidos los ácidos nucleicos.
Los científicos usaron trazadores de radio para seguir muy de cerca la senda del arsénico en la bacteria, desde la ingestión del químico hasta su incorporación en varios componentes celulares.
Y así determinaron que el arsénico había reemplazado completamente al fósforo en las moléculas de la bacteria hasta su ADN mismo.
«La forma en que el arsénico se introduce en la estructura de las biomoléculas no está clara, y no conocemos los mecanismos por los cuales operan tales moléculas», señalaron los investigadores.
«El trueque de uno de los elementos biológicos mayores puede tener -concluyen- un significado evolutivo y geoquímico profundo».
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Sigue la suma de planetas en el universo
En su búsqueda de vida en el cosmos, los científicos han hallado más de 300 planetas fuera de nuestro sistema solar, pero todos fueron globos de gas o de otro modo se ha comprobado que no eran sólidos.
Ahora, un grupo de astrónomos europeos confirmó la existencia del primer planeta extrasolar rocoso: lo más parecido a La Tierra que se haya descubierto hasta ahora.
El grupo de astrónomos halló finalmente un cuerpo celeste fuera de nuestro sistema solar que tiene tierra firme aunque con temperaturas tórridas: demasiado cerca de su sol como para permitir la vida como se conoce en La Tierra.
Los científicos conjeturan que para que comience la vida en otro planeta se necesita una superficie sólida, por lo que hallar una ha sido un avance importante.
«Básicamente nosotros vivimos sobre una roca», dijo uno de los descubridores, Artie Hatzes, director del observatorio Thuringer en Alemania. «Es lo más parecido a La Tierra que hemos hallado hasta ahora, pero está demasiado cerca de su sol».
Está tan cerca, por cierto, que la temperatura en la superficie supera los 1.980 grados centígrados (3.600F), demasiado como para permitir la vida. Orbita su estrella en sólo 20 horas a una velocidad de 750.000 kilómetros por hora (466.000 millas). En comparación, Mercurio -el planeta más cercano al Sol- completa su órbita solar en 88 días.
«Es muy caliente. Lo llaman el planeta de lava», observó Hatzes.
Es un descubrimiento decisivo en la búsqueda de vida en el universo, dijo el experto Alan Boss del Instituto Carnegie. El descubrimiento fue la sensación de una conferencia sobre esa búsqueda que se realiza en Barcelona, donde el descubrimiento se anunció el miércoles por la mañana. El hallazgo fue publicado en la revista Astronomy and Astrophysics (Astronomía y Astrofísica).
Al planeta, descubierto este año, le dieron el nombre Corot-7b. Los científicos europeos lo observaron numerosas veces para medir su densidad y comprobar que era rocoso como La Tierra. Está en nuestro vecindario cósmico y orbita una estrella a unos 500 años luz de distancia. Cada año luz equivale a unos 9,66 billones de kilómetros (6 billones de millas).
En nuestro sistema solar sólo cuatro planetas son rocosos: Mercurio, Venus, La Tierra y Marte. Asimismo, el tamaño de Corot-7b es el más aproximado a La Tierra en comparación con casi todos los demás planetas hallados fuera de nuestro sistema solar. Su radio es apenas una vez y media el de La Tierra, con una masa unas cinco veces mayor.
Ahora que se ha hallado otro planeta rocoso tan cerca de su propia estrella, se renovaron las esperanzas de los científicos de hallar más planetas similares a La Tierra más lejos, donde las condiciones puedan ser más favorables para la vida, dijo Boss.