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  • El cambio de las 4 P´s

    las cuatro ps cambian a las 4 cs
    Hablemos un poco de mercadotecnia. De acuerdo a los tiempos actuales estamos viendo una evolución de lo que son las estrategias de marketing; las compañías han estado basadas en las variables del marketing mix (Producto, precio, plaza y promoción), ¿estamos?
    Ahora podemos hablar donde el producto es el centro del plan de marketing. Con esto mismo estamos cada vez más cercanos al cliente y pasamos de esas 4 P´s a lo que podemos decir son las 4 C´s.
    Cliente, colaboración, conexión, comunidad.
    Y es que con el cada vez más fácil acceso a la tecnología y a la información, el afán del consumidor por conseguir algo más que un producto es un hecho.
    Pero para que no estemos mareando a la gente con esto, esta es una primer entrega y de aquí hablemos una vez a la semana de lo que son los shots de mercadotecnia.

  • Creatividad publicitaria y el consumidor

    Ya mucho se ha hablado de números, de la inversión publicitaria que los clientes hacen en los medios, de la distribución que hay entre ellos, de la eficacia publicitaria que obtienen los anunciantes, del mal uso de marca, del comportamiento de los
    clientes, de quienes crean o innovan productos. Pero este fin de semana me han sucedido varias cosas que me
    hicieron reflexionar sobre dos factores muy importantes dentro de la mercadotecnia y las ventas: la creatividad
    publicitaria y el consumidor.

    Muchas veces nos enfocamos más a los números, cifras, estadísticas, a ver al consumidor como un objeto y no
    como una persona que puede tener gustos y preferencias en común con nosotros, claro, sin llegar al extremo
    de pensar que los consumidores de mi producto piensan, actúan y quieren lo mismo que yo. Efectivamente
    todos los productos deben estar enfocados a un target primario y a un target secundario, pero los números
    se deben complementar con información más cualitativa, es decir, debemos buscar y entender gustos,
    preferencias, formas de pensar, entornos sociales, de las personas a las que van dirigidas nuestros productos.

    ¿Y por qué ligar la creatividad publicitaria y el consumidor en un mismo texto? No se necesita un gran
    presupuesto para hacer un concepto creativo, de hecho, a mi parecer, los mejores conceptos, las mejores
    ideas, nacen cuando hay un presupuesto limitado, cuántos anuncios publicitarios gozan de grandes
    producciones, exposición en medios sobresaturada gracias al abundante presupuesto, pero los conceptos
    creativos simplemente no enganchan a las personas, al consumidor. Todo radica en las necesidades que el
    cliente tenga y sepa comunicar para que el concepto creativo logre enganchar al consumidor.

    Efectivamente hay mucho talento mexicano creativo, sin embargo, una de las limitantes más importantes
    e inevitables son los gustos personales de los clientes que dejan fuera el objetivo del concepto creativo: las
    personas que pueden llegar a ser sus consumidores. ¿Habrá alguna posibilidad de hacer que este círculo vicioso
    logre cambiar algún día? A una persona no se le convence repitiéndole mil veces por qué comprar un producto,
    menos con un pésimo anuncio con el que los consumidores no se sientan identificados.

    Quizá haga falta concientizar a todas las partes involucradas en el proceso para que entendamos que todo
    esfuerzo publicitario que se realice debe tener como objetivo el consumidor final. Siempre me he preguntado
    cómo lograr hacer un cambio en una industria que está viciada desde hace ya muchos años.

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    Grandes presupuestos o un target bien definido y trabajado

  • Sobre el terrible servicio Telcel

    Desde el viernes por la noche los usuarios de Telcel han sufrido problemas diversos en sus líneas telefónicas. Ya sean múltiples mensajes del mismo enviados y recibidos en una sola noche, hasta la caída total de la línea telefónica o la baja velocidad de la red.

    Las cosas se complican cuando el usuario debe hablar al Centro de Atención Telefónica, pues todo se vuelve un caos. Primero, enlazar a un agente disponible puede ser una odisea que dure más de una hora. Y no es recomendable.

    Porque de cualquier manera el empleado vía telefónica le hará saber que debe acudir en persona a un Centro de Atención. Resultado: caos total, pues las filas de atención al público son enormes y las soluciones casi nulas. Cada persona tarda cuando menos cinco minutos en ser atendida y el promedio de estancia en estas sucursales es de dos horas.

    «Este fin de semana estábamos de fiesta y a mi hermano me envió un mensaje que estuvo entrando y entrando, el mismo, por más de diez ocasiones. A él le enviaron uno que se repitió muchísimas veces. Ahora nos preguntamos si esos menajes nos los van a cobrar o qué«, comentó Alejandro.

    Otro usuario, que se reserva la identidad, realizó su pago y no le han activado el servicio.

    Un vistazo por las redes sociales, ayuda a aproximarse al problema que están viviendo los usuarios de la red telefónica.

  • Los consumidores no tienen las mismas necesidades que yo. Por Evelyn Femat

    Cuántas veces has escuchado algo así­ como â??tenemos que sacar la aplicación para la iPad ¡ya!, porque todo México tiene uno y me incluyoâ?. Mientras la empresa en que trabajas, es una casa de empeño. Pones a trabajar a todo un ejército de personas sin justificación alguna, contratas al primer desarrollador que se te cruza y le pagas cualquier cantidad para que te haga la aplicación.

    Pero, ¿realmente una casa de empeño necesita una aplicación de ese tipo? ¿Es funcional para los consumidores? ¿Es rentable para la empresa? ¿Todo México tiene un iPad? ¿Todos los que tienen un iPad son clientes de una casa de empeño?
    Muchas veces decidimos precipitadamente sin tomar en cuenta quienes son nuestros consumidores, cuáles son sus aspectos psicográficos, cuales sus aspectos sociodemográficos, su nivel socioeconómico, sus aspectos cualitativos, el target, pues. Y todo porque creemos que nuestros consumidores tienen las mismas necesidades que nosotros, los encargados de desarrollar nuevos productos o bien nuevos canales de comercialización para ellos.

    Antes de tomar cualquier decisión lo ideal es realizar una pequeña investigación, no es necesario al menos en todos los casos, contratar a una gran empresa de investigación de mercados para que nos realice un análisis detallado, pero si podemos comenzar por analizar la base de datos de nuestros clientes y así­ determinar sus necesidades con la finalidad de crear nuevos productos, innovaciones a los que ya tenemos o bien, determinar nuevos canales de comercialización que nos ayuden a cumplir los objetivos para los cuales serán creados.

    Considero importante tomar en cuenta antes de lanzar cualquier producto, realizar un análisis de viabilidad, que nos permita ver de manera clara, si lo que vamos a desarrollar es rentable, productivo, comercializable, si tenemos la capacidad de desarrollarlo, de mantenerlo, pero sobre todo, si realmente satisface las necesidades de nuestros consumidores.

    Pensar que nuestros clientes tienen, son y necesitan lo mismo que nosotros, sus proveedores, es la idea más común pero la más errónea dentro de una empresa, la labor del mercadólogo es justificar y argumentar objetivamente cualquiera que sea la decisión a tomar.

    * Evelyn Femat H. Mercadologa. Estrategias, inteligencia de negocios, comportamiento del consumidor, investigación de mercados, desarrollo de productos, planificación de medios

  • El cliente siempre pierde la razón. Por Evelyn Femat

    A quiénes de ustedes les ha tocado un cliente que, o te destrozó el plan, o te destrozó la estrategia, o bien, te destrozó la propuesta.

    Algunos de ellos lo hacen porque no saben lo que quieren, otros porque no saben lo que tienen y otros más porque tienen un presupuesto generoso, si a esto le sumamos un factor humano que si no sabemos controlar, puede provocar la desaparición de un producto o hasta de una empresa: las emociones.

    Los tres primeros motivos se pueden resolver fácilmente, es cuestión de enseñarlos. Pero el más difícil de abordar es el ultimo, es decir, la emociones, pues éstas son las que hacen que nuestro cliente se preste o no a que le ayudemos a resolver las tres primeras.

    Alguien en algún momento me dijo: no tomes decisiones ni enojada, ni contenta, porque pueden llevarte a tomar la opción incorrecta, y tiene toda la razón. Pues lo mismo debería suceder con los clientes, pero como el hubiera no existe y difícilmente haremos que cambien, lo que te propongo es que nos enfoquemos a generar empatía de la forma más sencilla, comencemos a conocer a nuestro cliente en el aspecto personal, esto es, saber qué le gusta, si practica algún deporte, qué tipo de comida es su favorita, cuándo es su cumpleaños, si es fanático de algo, si tiene pareja, cuáles son sus pasatiempos, en fin, cualquier información que nos ayude a conocerlo más.

    De esta manera, cuando estemos frente a él, además de hablar de negocios, tendremos la oportunidad de ejemplificar nuestro trabajo con eso que le gusta, de hacer un breve comentario sobre el marcador de su deporte favorito o bien hacer mención del buen restaurante que conociste y que por cierto es de su comida favorita.

    Además de romper el hielo, esto ayudará a que sus emociones se neutralicen y se sienta incluido, atendido e importante para nosotros, comenzará a sentirse en confianza y tendrá más apertura a escuchar y aceptar nuestras propuestas, comentarios y sugerencias, e incluso participará y preguntará con mayor naturalidad.

    Eso mismo sucede cuando nosotros tomamos el rol de clientes, qué pasa cuando llegamos a un restaurante y no nos atienden bien, es más, ni siquiera nos atienden, lo primero que hacemos es molestarnos y si el mesero en lugar de ofrecernos una solución, nos da más problemas, perdemos la razón. Si el capitán de meseros es quien se pone en nuestro lugar, platica y hace como que nos entiende y hasta nos ofrece algo como «cortesía de la casa» en compensación al mal rato que pasamos, nuestra actitud ante la situación cambia por el simple hecho de sentirnos comprendidos y generalmente aceptamos tanto la disculpa del capitán, como su ofrecimiento y terminamos por quedarnos en el lugar.

    Pero, si lo anterior no sucede así y nadie nos toma en cuenta para ofrecernos una explicación, hacemos el coraje de nuestra vida, y desde que nos levantamos de la silla hasta que salimos del restaurante nos vamos quejando y no regresamos a dicho lugar.

    Todos quisiéramos tener el cliente ideal, pero no lo hay, comenzando por nosotros.

    * Evelyn Femat H. Mercadologa. Estrategias, inteligencia de negocios, comportamiento del consumidor, investigación de mercados, desarrollo de productos, planificación de medios.