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  • Discurso de Denisse Dresser, la voz de muchos reflexion de pocos entendimiento de algunos

    Hay personas que piensa ciertas cosas, pero esta ocasión quiero poner integro el discurso de una reconocida académica y periodista mexicana, especialista en ciencia polí­tica que en su cara, le dijo a diputados, senadores, empresarios, funcionarios y gente comun lo que usted y yo hemos pensado, reflexionado, maldecido, callado.

    Denisse Desser en el foro â??Mexico ante la crisisâ? en el alcazar del castillo de Chapultepec, gócenlo y sobretodo, creo que hay que replicarle, mas alla de apasionamientos partidistas.

    29 de enero de 2009

    México es un paí­s privilegiado.

    Tiene una ubicación geográfica extraordinaria y cuenta con grandes riquezas naturales. Está poblado por millones de personas talentosas y trabajadoras.

    Pero a pesar de ello, la pregunta perenne sigue siendo: ¿por qué no crece a la velocidad que podrí­a y deberí­a? ¿Por qué seguimos discutiendo este tema año tras año, foro tras foro?

    Aventuro algunas respuestas, y les pedirí­a que me acompañaran en un ejercicio intelectual, recordando aquel famoso libro de Madame Calderón de la Barca llamado «La vida en México», escrito en el siglo XVII, en el cual intenta describir las principales caracterí­sticas del paí­s.

    Si Madame Calderón de la Barca escribiera su famoso libro hoy, tendrí­a que cambiarle el tí­tulo a «Oligopolilandia». Porque desde el primer momento en el que pisara el paí­s, se enfrentarí­a a los sí­ntomas de una economí­a polí­tica dusfuncional, con problemas que la crisis tan solo agrava.

    Aterrizarí­a en uno de los aeropuertos más caros del mundo; se verí­a asediada por maleteros que controlan el servicio; tomarí­a un taxi de una compañí­a que se ha autodecretado un aumento de 30 por ciento en las tarifas, y si tuviera que cargar gasolina, lo harí­a sólo en Pemex.

    En el hotel habrí­a 75 por ciento de probabilidades de que consumiera una tortilla vendida por un solo distribuidor, y si se enfermara del estómago y necesitara ir a una farmacia, descubrirí­a que las medicinas allí­ cuestan más que en otros lugares que ha visitado.

    Si le hablara de larga distancia a su esposo para quejarse de esta situación, pagarí­a una de las tarifas más elevadas de la OCDE. Y si prendiera la televisión para distraerse ante el mal rato, descubrirí­a que sólo existen dos cadenas.

    Para entender la situación en la que se encuentra, tendrí­a que recordar lo que dijo Guillermo Ortiz hace unos dí­as: no hemos creado las condiciones para que los recursos se usen de manera eficiente; o tendrí­a que ller el libro «Good Capitalism/Bad Capitalism», que explica por qué algunos paí­ses prosperan y otros se estancan; por qué algunos paí­ses promueven la equidad y otros no logran asegurarla.

    La respuesta se encuentra en la mezcla correcta de Estado y mercado, de regulación e innovación. La clave del éxito -o el fracaso- se halla en el modelo económico: en la decisión de promover el capitalismo de Estado o el capitalismo oligárquico o el capitalismo de las grandes empresas o el capitalismo democrático.

    Hoy México es un ejemplo clásico de lo que el Nobel de Economí­a Joseph Stiglitz denomina crony capitalism: el capitalismo de cuates, el capitalismo de cómplices, el capitalismo que no se basa en la competencia sino en su obstaculización.

    Ese andamiaje de privilegios y «posiciones dominantes» y nudos sindicales en sectores cruciales -telecomunicaciones, servicios financieros, transporte, energí­a- que aprisiona a la economí­a y la vuelve ineficiente. Una mezcla de capitalismo de Estado y capitalismo oligárquico.

    Hoy, México -inmerso en la crisis- está aún lejos de acceder al capitalismo dinámico donde el Estado no protege privilegios, defiende cotos, elige ganadores y permite la perpetuación de un pequeño grupo de oligarcas con el poder para vetar reformas que los perjudican.

    Al capitalismo en el cual las autoridades crean condiciones para los mercados abiertos, competitivos, innovadores, que proveen mejores productos a precios más baratos para los consumidores. Para los ciudadanos.

    Hoy, México carga con los resultados de esfuerzos fallidos por modernizar su economí­a durante los últimos 20 años.

    Las reformas de los 80 y 90 entrañaron la privatización, la liberalización comercial.

    Pero esas reformas no produjeron una economí­a de mercado dinámica debido a la ausencia de una regulación gubernamental eficaz, capaz de crear mercados funcionales, competitivos.

    En vez de transparencia y reglas claras, prevaleción la discrecionalidad entre los empresarios que se beneficiaron de las privatizaciones y los funcionarios del gobierno encargados de regularlos.

    Las declaraciones de Agustí­n Carstens el martes pasado, en torno a la necesidad de combatir los monopolios en telefoní­a, son bienvenidas. Lamentablemente, se dan 18 años tarde. Y allí­ están los resultados de reformas quizás bien intencionadas, pero mal instrumentadas: una economí­a que no crece lo suficiente, una élite empresarial que no compite lo suficiente, un modelo económico que concentra la riqueza y distribuye mal la que hay.

    Hoy, México está atrapado por una red intrincada de privilegios y vetos empresariales y posiciones dominantes en el mercado que inhiben un terreno nivelado de juego.

    Una red descrita en el famoso artí­culo de la economista Anne Kruege: «The Political Economy of the Rent-Seeking Society» («La Economí­a Polí­tica de la Sociedad Rentista»).

    Una red que opera a base de favores, concesiones y protección regulatoria que el gobierno ofrece y miembros de la cúpula empresarial exigen como condición para invertir.

    ¿Quién? Alguien como el dueño de una distribuidora de maí­z o el concesionario de una carrera privada o el comprador de un banco rescatado con el Fobaproa o el principal accionista de Telmex o el operador de una Afore.

    Estos actores capturan rentas a través de la explotación o manipulación del entorno económico en lugar de generar ganancias legí­timas a través de la innovación o la creación de riqueza.

    Y los consumidores de México contribuyen a la fortuna de los rentistas cada vez que pagan la cuenta telefónica. La conexión a Internet. La cuota en la carretera. La tortilla con un precio fijo. La comisión de las Afores. La comisión por la tarjeta de crétido. Ejemplo tras ejemplo de rentas extraí­das a trabés de la manipulación de mercado.

    Y el rentismo acentúa la desigualdad, produce costos sociales, dilata el desarrollo, disminuye la productividad, aumenta los costos de transacción en una economí­a que -ante el imperativo de la competitividad- necesita disminuirlos.

    Para extraer rentas, los «jugadores dominantes» han erigido altas barreras de entrada a nuevos jugadores, creando así­ cuellos de botella que inhiben la innovación y, por ende, el aumento de la productividad.

    Estos cuellos de boetella inhiben el crecimiento de México en un mundo cada vez más globalizado y competitivo, y son una razón clave detrás de la persistente desigualdad social, como lo sugiere el reporte dle Banco Mundial sobre México titulado: «Más allá de la polarización social y la captura del Estado».

    La concentración de la riqueza y del poder económico entre esos «jugadores dominantes» con frecuencia se traduce en ventajas injustas, captura regulatoria y polí­ticas públicas que favorecen intereses particulares.

    Peor aún, convierte a representantes del interés público -muchos de los diputados y senadores sentados aquí­- en empleados de los intereses atrincherados. Convierte al gobierno en empleado de las personas más poderosas del paí­s.

    Y lleva a las siguientes preguntas: ¿Quién gobierna en México? ¿El Senado o Ricardo Salinas Pliego cuando logra controlar los vericuetos del proceso legislativo? ¿La Secretarí­a de Comunicaciones y Transportes o Unefon? ¿La Comisión Nacional Bancaria o los bancos que se rehúsan a cumplir con las obligaciones de transparencia que la ley les exige? ¿ La Secretarí­a de Eduación Pública o Elba Esther Gordillo? ¿La Comisión Federal de Competencia o Carlos Slim? ¿Pemex o Carlos Romero Deschamps? ¿Ustedes o una serie de intereses que no logran contener?

    Porque ante los vací­os de autoridad, la captura regulatoria y las decisiones de polí­tica pública que favorecen a una minorí­a, la respuesta parece obvia.

    México hoy padece lo que algunos llaman «Estados dentro del Estado», o lo que otros denominan «una economí­a sin un gobierno capaz de regularla de manera eficaz». Eso -y no la caí­da de la producción petrolera- es lo que condena a mí«xico al subdesempeño crónico.

    Una y otra vez, el debate sobre cómo promover el crecimiento, cómo fomentar la inversión y cómo generar el empleo se encuentra fuera de foco.

    El gobierno cree que para lograr estos objetivos, basta con tenderle la mano al sector privado para que invierta bajo cualquier condición. Y el sector privado, por su parte, piensa que la panacea es que se le permita participar en el sector petrolero, por dar un ejemplo.

    Pero ésa es sólo una solución parcial a un problema más profundo. El meollo detrás de la mediocridad de México se encuentra en su estructura económica y en las reglas del juego que la apuntalan.

    Una estructura demasiado top heavy o pesada en la punta de la pirámide; una estructura oligopolizada donde unos cuantos se dedican a la extracción de rentas; una estructura de complicidades y colusiones que el gobierno permite y de la cual también se beneficia.

    Claro, muchos de los miembros del gobierno de Felipe Calderón, y muchos de los presentes en este foro, hablarán de crecimiento como una prioridad central.

    Pero más bien lo perciben como una variable residual. Más bien parecerí­a que buscan -y duele como ciudadana reconocerlo- asegurar un grado mí­nimo de avance para mantener la paz social, pero sin alterar la correlación de fuerzas existente. Sin cambiarl la estructura económica de una manera fundamental.

    Y el problema surge cuando ese modelo comienza a generar monstruos; cuando ese apoyo gubernamental a ciertas produce monopolios, duopolios y oligopolios que ya no pueden ser controlados; cuando las «criaturas del Estado» -como las llamal Moisés Naim- amenazan con devorarlo.

    Sólo así­ se entiende la devolución gubernamental de 550 millones de dólares a Ricardo Salinas Pliego, por interses supuestamente mal cobrados, un dí­a antes del fin del sexenio de Vicente Fox.

    Sólo así­ se entiende el comunicado lamentable de la Secretarí­a de Comunicaciones y Transportes hace un año celebrando la alianza entre Telemundo y Televisa, cuando en realidad revela una claudicación gubernamental ante la posibilidad de una tercera cadena.

    Sólo así­ se comprende que nadie levante und edo para sancionar a TV Azteca cuando viola la ley al rehusarse a transmitir los spots del IFE o se apropia del Cerro dle Chiquihuite.

    Sólo así­ se entiende la aprobación de la llamada «Ley Televisa» por la Cámara de Diputados y la de Senadores en 2006.

    Sólo así­ se entiende la posposición ad infinitum en el Senado de una nueva ley de medios para promover la competencia en el sector.

    Sólo así­ se comprende que la reforma de Pemex deje sin tocar el asunto del sindicato.

    Sólo así­ se entiende la posibilidad de dar entrada a Carlos Slim a la televisión sin obligarlo a cumplir con las condiciones de su concesión original.

    Sí­ntomas de un gobierno ineficaz. Señales de un gobierno doblegado. Muestras de un gobierno coludido.

    Con efectos cada vez más onerosos y cada vez más obvios que la crisis pone en evidencia, porque no logramos reformarnos a tiempo.

    Mucha riqueza, pocos beneficiarios. Crecimiento estancado, paí­s aletargado. Intereses atrincherados, reformas diluidas. Poca competencia, baja competitividad. Poder concentrado, democracia puesta en jaque. Un gobierno que en lugar de domesticar a las critaturas que ha concebido, ahora vive aterrorizado por ellas.

    ¿Cuáles son las consecuencias del mal capitalismo mexicano? Donde las élites tradicionales son fuertes, la gobernabilidad democrática es poco eficaz, los partidos polí­ticos tienden a ser minimalistas.

    En México, el incrementalismo de la polí­tica pública puede ser atribuido a élites tradicionales que usan su poder para bloquear reformas que afectan sus intereses, o asegurar iniciativas que protejan su situación privilegiada.

    Si ustedes verdaderamente quieren que México crezca, tendrán que crear la capacidad de regular y reformar en nombre del interés público.

    Tendrán que mandar señales inequí­vocas de cómo van a desactivar esos «centros de veto» que están bloqueando el crecimiento económico y la consolidación democrática: Los monopolistas abusivos, los sindicatos rapaces, las televisoras chantajistas, los empresarios privilegiados y sus aliados en el gobierno.

    Si ustedes verdaderamente quieren que México prospere, tendrán que tomar decisiones que desaten el dinamismo económico, que fortalezcan la capacidad regulatoria del Estado y contribuyan a construir mercados, que promuevan la competencia y, gracias a ello, aumenten la competitividad.

    En pocas palabras, usar la capacidad del Estado para contener a aquellos con más poder en el gobierno, con más peso que el electorado, con más intereses que el interés público.

    ¿Qué hacer? Los conmino a leer textos tan influyentes como «The Growth Report» y «The Power of Productivity».

    A estar conscientes de lo que todo paí­s interesado en crecer y competir debe hacer para lograrlo.

    A saber que ello requiere una economí­a capaz de producir bienes y servicio de tal manera que los trabajaodres puedan ganar más y más.

    A entender que ello se basa en la expansión ráí­da del conocimiento y la innovación; en nuevas formas de hacer las cosas y mejorarlas; en técnicas que aumentan la productividad de manera constante.

    A reconocer que las economí­as dinámicas suelen ser aquellas capaces de promover la competencia y reducir las barreras de entrada a nuevos jugadores en el mercado.

    A entender que esa tarea del gobierno -a través de lar egulación adecuada- crear un entorno en el cual las empresas se vean presionadas por sus competidores para innovar y reducir precios, y pasar esos beneficios a los consumidores.

    A comprender que si eso no ocurre, nadie tiene incentivos para innovar. En lugar de ser motores de crecimiento, las empresas protegidas y/o monopólicas terminan estrangulándolo.

    En pocas palabras, la competitividad -factor indispensable para atraer la inversión y con ella remontar la crisis, como sugerí­a Sanguinetti- Está vinculada a la competencia.

    El crecimiento económico está ligado a la competencia. La innovación y, por ende, el dinamismo y la creacion de empleos se desperenden de la competencia.

    La inversión que se canaliza hacia nuevos mercados y nuevas oportunidades es producto de la cometencia. No es una condición suficiente pero sí­ es una condición necesaria. No bastará por sí­ misma para desatar el crecimiento, pero sin ella jamás ocurrirá, por más dinero público que se inyecte a la economí­a mediante polí­ticas contrací­clicas.

    Y, ¿cómo empezar a empujar eso? Con una tercera cadena de televisión; con el fomento de la competencia en banda ancha a través de la red de la Comisión Federal de Electricidad; con el fortalecimiento de los órganos regulatorios, con la sanción a quienes violen los términos de su concesión; con la reación de mercados funcionales, como ya se logró con las aerolí­neas de bajo costo; con medidas que se empiecen a desmantelar cuellos de botella y a domesticar a esas «criaturas del Estado».

    Tiene que ver con la inauguración de un nuevo tipo de relación entre el Estado, el mercado y la sociedad.

    Porque si la clase polí­tica de este paí­s no logra construir los cimientos del capitalismo democrático, condenará a México al subdesempeño crónico. Lo condenará a seguir siendo un terreno fértil para los movimientos populares contra las instituciones; un paí­s que cojea permanentemente debido a las instituciones polí­ticas que no logra remodelar; los monopolios públicos y privados que no logra desmantelar; las estructuras corporativas que no logra democratizar.

    Será lo que Felipe Calderón llama «un paí­s de ganadores» donde siempre ganan los mismos.

    Un lugar donde muchas de las grandes fortunas empresariales se construyen a partir de la protección polí­tica, y no de la innovación empresarial.

    Un lugar donde el crecimiento de los últimso años ha sido menor que en el resto de América Latina debido a los cuellos de botella que los oligopolios han diseñado, y que sus amigos en el gobierno les ayudan a defender.

    Un lugar donde las penurias que Madame Calderón de la Barca enfrentó con los aeropuertos, los maleteros, los taxis, las gasolineras, la telefoní­a y la televisión son las mismas que padecen millones de mexicanos más.

    Ese consumidor sin voz, sin alternativa, sin protección. Ese hombre invisible. Esa mujer sin rostro.

    Esa persona que paga -mes tras mes- tarifas telefónicas más altas que en casi cualquier parte del mundo.

    Esa compañí­a que paga -mes con mes- servicios de telecomunicaciones que elevan sus gastos de operación y reducen sus ganancias.

    Miles de personas con comisiones por servicios financieros que no logran entender, con cobros inusitados que nadie puede explicar, parados en la cola de los bancos. Allí­ varados. Allí­ desprotegidos. Allí­ sin opciones. Allí­ afuera.

    Ví­ctimas de un sistema económico disfuncional, institucuionalizado por una clase polí­tica que aplaude la aprobación de reformas que no atacan el corazón del problema.

    Presidentes, secretarios de Estado, diputados, senadores y empresarios que celebran el consenso para no cambiar.

    Aunque se agradece que este foro finalmente acepte la magnitud de la crisis, si de aquí­ no surgen medidas concretas para mirar más allá de la coyuntura, revelará nuevamente nuestra incapacidad para encarar honestamente los problemas que México viene arrastrando desde hace décadas.

    Revelará la propensión de los sentados aquí­ a proponer reformas aisladas, a anunciar medidas cortoplacistas, a eludir las distorsiones del sistema económico, a instrumentar polí­ticas públicas a pedacitos, para llegar a acuerdos que sólo perpetuan el statu quo.

    Mientras tanto, la realidad acecha a golpes de 327 mil despedicos, crecimiento negativo, el lugar 60 de 134 en el í¯ndice Global de Competitivdad y una nación que dice reformarse mientras evita hacerlo.

    México no crece por la forma en la cual se usa y se ejerce y se comparte el poder. Ni más ni menos.

    Por las reglas discrecionales y politizadas que rigen a la república mafiosa, a la economí­a «de cuates».

    Por la superviviencia de las estructuras corporativas que el gobierno creó y sigue financiando.

    Por un modelo económico que canaliza las rentas del petróleo a demasiadas clientelas.

    Por un sistema polí­tico que funciona muy bien para sus partidos pero muy mal para sus ciudadanos. Un sistema de W»extracción sin representación».

    Creando así­ un paí­s poblado por personas obligadas a diluir la esperanza; a encoger las expectativas; a cruzar la frontera al paso de 400 mil personas al año en busca de la movilidad social que no encuentran aquí­; a vivir con la palma extendida esperando la próximoa dádiva del próximo polí­tico; a marchar en las calles porque piensan que nadie en el gobierno los escucha; a desconfiar de las instituciones; a presenciar la muerte común de los sueños porque México no avanza a la velocidad que podrí­a y deberí­a.

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  • Exposicion fotografica «Pasion en Iztapalapa»

    ¿Han visto la pasión de iztapalapa?
    Pero al menos la han oído mentar, ¿no?
    Bueno para los que ya vieron Isis y la serpiente emplumada, exposición de ciertos comparativos entre los egipcios y los aztecas así como la vida y obra de Leonora Carrington, pues ahora los invito a la exposición sobre paseo de la reforma de íLa pasión de iztapalapaî.
    Cerca de 50 fotografías gigantes sobre acrílico van mostrando aspectos poco conocidos de lo que es la escenificación de la pasión de Cristo en los barrios de Iztapalapa que año con año se lleva desde hace mas de un siglo por una manda ante un milagro que obtuvieron los que ahí viven.
    ¿No conocen?
    Dense una vuelta, este fin de semana que inicia es propicio para hacerlo sobretodo ya que el lunes, se acabo el puente vacacional para muchos, todos a labores normales.
    Se encuentra situada en la reja de chapultepec que va desde la entrada al monumento de los niños héroes (no la puerta principal de los leones n el metro chapultepec, ¿ok? Por ahí se puede llegar) hasta la rea que esta frente al Museo Nacional de Antropología e Historia (vamos, donde esta Tlaloc).
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  • Bon Jovi y Fito Paez por el Bosque de Chapultepec

    Los artistas Bon Jovi y Fito Paez ofrecerán un concierto en México pro Bosque de Chapultepec.
    Para quienes no lo sepan, el Bosque de Chapultepec es un lugar mítico que esta ahí desde los tiempos inmemoriales, aun mucho antes de que llegaran colonizadores indígenas provenientes de aztlan (un lugar que aun los avezados no saben donde quedo pero se menciona es cuna de la vida en América) al Valle de México.
    Chapultepec significa ícerro del chapulínî y se busca este cada día mejor atendido, así que se creo un Fideicomiso para que el dinero que ahí se deposite sea bien usado para la manutención de este bello pulmón que aun tiene la ciudad de México.
    De hecho ya podemos ver trabajos realizados por el fideicomiso en el bosque de chapultepec, les recomiendo darse una vuelta por la pagina íRevive Chapultepecî para que lo vean.
    El concierto será en el antiguo colegio de San Ildefonso el próximo 19 de julio y los boletos (aquí es donde tuerce la marrana el rabo) costaran entre 4 y 5 mil pesos.
    Se busca que este concierto recaude unos 20 millones de pesos (poco menos de dos millones de dólares) para que se construirá un centro de informes y un museo de sitio (en el Castillo de Chapultepec que en otra época fuera, residencia oficial y, colegio militar) amen claro esta de hacerse llegar recursos para ir mejorando el Bosque que diariamente es visitado por unas 200 mil personas que contribuyen a sumar los 15 millones de visitantes al año.
    Ya saben si les sobra unos centavos y desean escuchar a Bon Jovi al lado de Fito Paez, dense una vuelta en su concierto, su dinero será bien usado.
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  • Descanso y recomendaciones

    Para hacer esto más ligero para todos; varias sugerencias en diversos tenores.
    En la vieja isleta del lago de Chapultepec, se presenta por vigésimo noveno año consecutivo, el lago de los cisnes; la compañía nacional de danza a puesto esta tradición otoñal, al alcance de todos, los precios son accesibles y, las funciones son a las 8pm (nada mas) durante la temporada, un espectáculo, que vale mucho la pena ver.
    Ya pertenecemos a letralia.com, uno de los directorios más importantes a nivel mundial, con diversas opciones para que una persona con apetito de buena lectura (cuestión de gustos, claro esta) se dé su vuelta y, tenga de donde elegir.
    Un proyecto de Blogger, es íPublicoî donde por correo electrónico (solo se de otra persona íconocidaî a quien le llego también) Blogger invita a que uno, escriba ahí; además de nuestro amigo Olganza (sin H) ya estamos publicando ahí también, por quien guste, va arrancando y no sabemos a ciencia cierta hasta donde podremos llegar.
    Y, los avatares de un adolescente en sus peripecias, aventuras y desventuras, dentro de la escuela, fuera y en pocas palabras, su vida, son mostradas ya por íGnomo Scarredî, autor de este blog que además de que esta iniciando, es un buen chico y le encantara que lo visitemos, por razones de trabajo, escuela y vida misma, actualiza poco pero sus comentarios le serán de gran asistencia, su link esta ya en el blogscroll aquí a un lado, como íCosas de un perikoî.
    Y desde esta modesta tribuna, al Maestro Francisco Toledo, va una felicitación ya que le otorgan el íNóbel alternativoî; el premio que otorga la fundación Rigth Livelihood Award de Suecia, no tiene carga económica, pero el reconocimiento en pro de los ímodo correcto de vidaî es la antesala del Nóbel de la paz… al Maestro Toledo, se le da por su lucha denodada lucha por la conservación del patrimonio cultural y social de Oaxaca, estado de la Republica Mexicana, y la defensa de los derechos de los indígenas.
    Enhorabuena Maestro.
    Amables lectores, es todo por hoy, hay cosas que hacer de menos, como descansar, reparar la casa o salir con amigo o pareja o familia, porque no, a la calle, preferiblemente una exposición que las hay, para todos los gustos, hasta el Lunes y buen fin de semana.
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  • Heroes…, los niños heroes de chapultepec

    Hoy, 13 de Septiembre, en Mi paí­s se recuerda (por algunos, lamentablemente no todos) un evento que significo en la memoria Histórica de México, uno de los pasajes más tristes pero más honorables.
    niños heroes dechapultepecLa batalla del Castillo de Chapultepec, para algunos, fue producto de que en 1845 soldados Mexicanos detuvieron una patrulla Estadounidense en la rivera del Rí­o Bravo, pero la verdad es que esto viene de antes… hagamos, un poco de historia.
    Durante la administración del Presidente José Joaquí­n Herrera tuvieron lugar culminantes acontecimientos que turbaron el rumbo de nuestra historia. Los Estados Unidos se encontraban en plena expansión territorial. Ya habí­an adquirido la Florida y la Lousiana y ahora trataban de dominar Texas. Desde el año de 1825, el Ministro Norteamericano, Sr. Poinsset, habí­a tratado de comprar a nuestro Gobierno aquel extenso Estado. Rechazada la indigna oferta en aquel año, volvió nuevamente a la carga en 1827, recibiendo igual respuesta. Viendo que por esa ví­a no progresaban sus gestiones, el gobierno norteamericano optó por ayudar a los colonos a sublevarse, reconociendo después la independencia de Texas. El 12 de Abril de 1844, por medio de un tratado quedando Texas anexada a la Unión Americana, En vista de ello, el Ministro de México en los Estados Unidos, Don Manuel Eduardo de Gorostiza pidió sus cartas de retiro y se regresó a México.
    Aquí­ es, cuando en 1845, los soldados Mexicanos encontraron en el Rí­o Bravo la patrulla Norteamericana… EEUU no deseaba una guerra, pero también es verdad de que se viví­a un espí­ritu triunfante entre sus ciudadanos por las expectativas de crecimiento, mejorí­a económica y gran confianza en sus instituciones así­ que EEUU envió a John Slidell en un gesto protocolario de paz, cuestión que no fue vista así­ por el Gobierno de México, el Presidente Joaquí­n Herrera vio que no habí­a reservas económicas, que malamente pudo organizar junto con el General Mariano Paredes Arriaga, un ejercito de 6 mil hombres y jamás imagino, que el General Paredes le traicionarí­a cuando lejos de la capital con la orden de enfrentar a los Norteamericanos, se levantarí­a en armas contra él. El General Paredes pro-monárquico, propuso al hijo de Isabel II, Infante Enrique, para suceder el Gobierno de México, pero Mexicanos que de ninguna querí­an ver de nuevo una colonia, se sublevaron y sacaron a Paredes Arriaga, del paí­s ví­a Veracruz meses después.
    ¿Y EEUU?, bien, gracias, caray, aprovechando todo esto para organizar sus tropas, incrementar su artillerí­a y movilizarla hacia Texas, solamente por í­si las dudasí®.
    Ya corria Agosto del año 1846, EEUU que ya habí­a atravesado la frontera y habí­a sostenido algunas batallas, vio que la ofensiva por tierra seria muy costosa y problemática, así­ que cambio de estrategia, enviando al General Wilfield Scout a Veracruz pero, ya los Norteamericanos habí­an llegado hasta San Francisco, declarándolo parte de EEUU.
    El presidente Valentí­n Gómez Farí­as al tener conocimiento de la amenaza la Puerto de Veracruz, ordenó la formación de unos batallones compuestos por jóvenes de cierta categorí­a pertenecientes al Partido Liberal Moderado a los que se les llamo í­Los Polkosí®. Estos sumaban un contingente de 3,300 hombres, mas movidos por el clero y los generales Mariano Salas y Peña Barragán, se pronuncian el 27 de Febrero en contra del gobierno atacando el Palacio Nacional y otros edificios trabándose combates en la Ciudad durante varios dí­as, mientras el territorio nacional era invadido por fuerzas extranjeras.
    Aquí­ detengo la Historia, digo; estos son solo sucesos que ocurrieron antes de que se diera la batalla del Castillo de Chapultepec… las tropas Norteamericanas creyeron ocupar fácilmente la ciudad de México, pero fueron detenidos en el convento de Churubusco por los generales Pedro Marí­a Anaya, Manuel Rincón; jefe de la artillerí­a, Juan B. Arg¸elles, mayor José Hidalgo, capitanes: Mariano ¡lvarez, José de la Cuesta, Luis Arí­zmendi, Manuel Estrada, Francisco Hernández, Mariano Espinoza, Francisco Peñuñuri y otros mas, los que defendieron heroicamente hasta agotar el último cartucho quedando todos prisioneros sin haber querido rendirse. El general Twiggs le preguntó al general Anaya donde estaban las municiones, recibiendo por contestacióní? í­Â°Si hubiera parque no estarí­a usted aquí­!í®, una de las frases mas celebres de nuestra Historia… después de estos hechos, hubo un armisticio, los Norteamericanos volvieron hacer proposiciones de paz exigiendo les cedieran los estados de Texas, Nuevo México, Alta California, el derecho del tránsito por el Istmo de Tehuántepec y una indemnización, es decir habí­a que pagarles la guerra y los gastos. El gobierno mexicano se negó.
    Los invasores hicieron un reconocimiento por las garitas del Niño Perdido y San Antonio Abad y el dí­a 12 atacaron el Castillo de Chapultepec defendido por el general Nicolás Bravo quien con los pocos elementos que contaba se sostuvo hasta el dí­a siguiente en que cayó prisionero y se apoderaron del Castillo.
    Los heroicos defensores de esta fortaleza, el batallón de San Blas al mando del coronel Felipe Xicoténcatl, al igual que casi todos sus soldados murieron, los alumnos del Colegio Militar resistieron hasta lo último, muriendo por la Patria, el teniente Juan de la Barrera, los cadetes Fernando Montes de Oca, Agustí­n Melgar, Juan Escutia, Vicente Suárez y Francisco Márquez.
    Entre los prisioneros estaba el Director del plantel general José M. Monterde y entre los alumnos Miguel Miramón que tanto sobresalió en la polí­tica años después.
    Los invasores avanzaron sobre la capital posesionándose de las garitas de San Cosme y Belem defendidas y abandonadas por los generales Rancel y Terrés.
    El General Scout cuando avanzo entre la fortaleza que le costo mas de un dí­a tomar, en la punta del cerro de Chapultepec, cede del Colegio Militar, vio a jóvenes no superiores de 22 años, el mas joven, de 14, fue sorprendido al ver quienes defendí­an la Nación, el creí­a que con tal coraje y determinación, serian tropas especiales que darí­an todo para defender la Capital, y por ello y mas, habí­a que vencer.
    Finalmente la ciudad de México cayo en manos Estadounidenses, esta ofensiva fue mucho mas rápida y menos costosa, para EEUU, de todos modos nosotros terminamos cediendo dichos territorios y pagando el costo de la guerra sumiendo a México en otro periodo difí­cil…
    13 de Septiembre, recordamos el sacrificio de valerosos adolescentes, aunque se les diga niños héroes, que ofrendaron su vida por México, si… reconozco que hay mucho mito detrás de la historia, pero lo expuesto aquí­, Hoy, es historia, el mito o leyenda de los niños héroes como por ejemplo el acto de Juan Escutia, que para evitar que la bandera Mexicana cayera en manos extranjeras, la envolvió en su cuerpo y con ella al vací­o se arrojo o la muerte del Teniente Juan de la Barrera que recibió 5 tiros hasta que una bayoneta le cruzo el corazón, sino, no habrí­a muerto…
    Por ultimo, de fondo tenemos í­La Marcha Dragonaí®, que en columna de viaje es el tema predilecto de los cuerpos de caballerí­a y que en aquellos tiempos, de la guerra México-Estadounidense, mantení­a en alto el espí­ritu de las tropas, la escuchamos gracias a la colaboración de í­Ska-p_Fettí®, titular del blog í­La Cantinaí®, quien nos facilitó el código y el hospedaje de la canción para que le escuchen.
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