Etiqueta: carne

  • La producción mexicana de carne de cerdo se mantiene en continuo fortalecimiento

    Pese a que Estados Unidos cuenta con mayores ventajas competitivas y todavía se depende de ese país para cubrir parte de la demanda interna, la producción mexicana de carne de cerdo se mantiene en continuo fortalecimiento y podría crecer hasta 30 por ciento durante los próximos años, así lo expuso el coordinador general de Ganadería de la Secretaría de Agricultura, Francisco Gurría Treviño.
    La producción mexicana de carne de cerdo se mantiene en continuo fortalecimiento

  • Bajar consumo de carne y queso en Europa para combatir cambio climático

    Bajar consumo de carne y queso en Europa para combatir cambio climático. Los europeos tendrán que limitar su consumo de carne vacuna y productos lácteos si quieren alcanzar sus objetivos de reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, según un estudio científico sueco publicado este lunes.
    La agricultura y la industria agroalimentaria representan un cuarto del total de las emisiones de la Unión Europea (UE) de estos gases nefastos para el clima, y los autores del estudio estiman que estos sectores deberán lograr dividirlos entre cuatro de aquí a 2050.
    «Una fuerte reducción, del 50% e inclusive más, del consumo de carne de rumiantes (bovinos y ovinos) es muy probablemente inevitable si se quieren alcanzar los objetivos de la UE», escriben los cuatro investigadores, especialistas en economía, medio ambiente y biología.
    «No debemos abandonar la carne completamente», precisó Stefan Wirsenius, citado en un comunicado de la universidad de la Escuela Politécnica Chalmers de Gotemburgo, Suecia. «Las aves y los cerdos producen emisiones bastante más bajas», acota.
    La producción de carne vacuna que corresponde a un kilo de proteína provoca la emisión de 200 kg de CO2, contra solamente entre 10 y 30 kg de CO2 para el equivalente en carne de cerdo o de pollo.
    Limitar las emisiones de los bovinos (que representan el 70% de las del ganado europeo en la actualidad) también necesita de reducir la demanda de productos lácteos. Un kilogramo de proteínas en productos lácteos provoca cuatro veces más emisiones de gases de efecto invernadero que el equivalente en productos de ave.
    «Para una superficie arable dada, un pasaje de la producción europea de la carne bovina hacia la porcina y/o de ave, o de los productos lácteos hacia la alimentación vegetal, podría hacer aumentar considerablemente, y no bajar, la oferta mundial de proteínas alimentarias», subrayaron los autores de este estudio publicado en la revista Food Policy.
    Éstos exploraron otros dos métodos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la agricultura y del sector agroalimentario.
    La más prometedora es la mejora de las técnicas agrícolas. «Las emisiones fruto del almacenamiento de estiércol pueden ser prácticamente eliminadas si las instalaciones son cubiertas y los gases quemados. Y las emisiones de la producción de fertilizantes son ampliamente evitables recurriendo a las más nuevas tecnologías», según el autor principal del estudio, David Bryngelsson.
    En cambio, reducir el derroche alimentario tendría relativamente muy poca incidencia, puesto que disminuirían estas emisiones sólo en una horquilla entre el 5 y el 10%.
    Bajar consumo de carne y queso en Europa para combatir cambio climático

  • Vigila servicios de salud calidad de la carne en rastros

    · Erradicar riesgos sanitarios por consumo de productos cárnicos en rastros
    Con el objetivo de minimizar riesgos a la salud de la población por el consumo de productos cárnicos, la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COPRISEM) de los Servicios de Salud de Morelos, vigila que los rastros públicos y privados realicen este proceso en apego a la normatividad sanitaria vigente.
    El responsable del organismo, Sergio Octavio García Álvarez, dio a conocer que durante el 2015 la COPRISEM evaluó el cien por ciento de los rastros y mataderos municipales y realizó 70 visitas de verificación sanitaria a establecimientos privados al sacrificio de aves para alimentos.
    El propósito es prevenir riesgos asociados al consumo de productos cárnicos, proveniente de animales sacrificados en unidades no aptas y sin condiciones higiénicas adecuadas; así como descartar la presencia de carne contaminada con Clembuterol y algunas zoonosis como la Brucella y la Tuberculosis.
    El funcionario agregó que del resultado del análisis de las condiciones sanitarias y de infraestructura de los rastros municipales, la COPRISEM elaboró una propuesta de mejora a cada uno de estos establecimientos, determinando el nivel de riesgo sanitario y señalando las alternativas de solución que den lugar a la reducción de riesgos sanitarios.
    García Álvarez abundó que de manera paralela se realizaron acciones de fomento sanitario con los administradores, médicos veterinarios y operarios de los rastros y mataderos de los municipios de Cuernavaca, Jiutepec, Tepoztlán, Emiliano Zapata, Jojutla, Tlaltizapán, Zacatepec, Tlaquiltenango, Puente de Ixtla, Yecapixtla y Yautepec.
    A las autoridades de estos ayuntamientos se les informó de la importancia de las Buenas Prácticas de Higiene y Manufactura en el proceso de sacrificio y faenado de animales destinados al consumo humano, así como de establecer sistemas higiénicos de los productos cárnicos procesados.
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  • Rancho San Andrés: primer rastro TIF de carne de avestruz en Latinoamérica

    La empresa Rancho San Andrés trabajó durante cuatro años para crear un rastro especializado en el manejo de carne de avestruz con miras a obtener la certificación Tipo Inspección Federal (TIF), objetivo que acaba de lograr y la convierte en la primera empresa de Latinoamérica en contar con un establecimiento de este tipo.
    Ubicada en el Estado de México, Rancho San Andrés produce mil avestruces para abasto al año, lo que genera 35 toneladas de carne, de las cuales comercializa 80% a través de cadenas de autoservicio, y 20% mediante distribuidores, todo ello bajo la marca Delitruz.
    Para los hermanos Sergio y Ricardo Guzmán, fundadores de la empresa, era claro que necesitaban crear de cero un rastro con miras a obtener la certificación TIF, porque «sin la certificación solamente podíamos atender el mercado local, y ahora ya podemos llevar nuestro producto a centros de distribución a nivel nacional», comenta Sergio Guzmán, Director Ejecutivo de la empresa.
    La certificación TIF implica que un rastro recibe inspección sanitaria permanente para garantizar la inocuidad de los alimentos. De acuerdo con la SAGARPA, estos establecimientos «tienen el propósito de obtener productos de óptima calidad higiénico-sanitaria con reconocimiento internacional, ya que cuentan con sistemas de inspección y controles de alto nivel que promueven la reducción de riesgos de contaminación».
    Por lo anterior, la certificación TIF le abre a Rancho San Andrés la oportunidad de llevar sus productos a todo el país y fuera de él. «Antes, podíamos atender solamente el 20% de la demanda nacional, ya que actualmente nuestro volumen de operación es de una tonelada y puede llegar hasta cuatro, pero la demanda a nivel nacional es de 10 toneladas mensuales», señala el empresario.
    Si bien esta certificación puede verse como el logro de una empresa, los hermanos Guzmán consideran que es un avance para la industria. «Esta certificación va a detonar la producción pecuaria a nivel nacional porque había mucha gente que quería invertir en este sistema productivo, pero no podían hacerlo porque no había compradores, y no los había, porque no existía el proceso certificado», explica Guzmán.
    Por si fuera poco, también el mercado internacional se presenta como una gran oportunidad, debido a que la carne de avestruz se vende cada vez más debido a su bajo contenido de calorías, colesterol y grasas, y su alto contenido de hierro y proteínas, según el Consejo Mexicano para la Promoción de la Carne de Avestruz.
    «A nivel internacional se nos abre todo un espectro de posibilidades de comercialización porque con la certificación TIF se logran cubrir los requerimientos casi de cualquier país, y eso abre un mercado enorme en todo el mundo que está demandando varios miles de toneladas de carne de avestruz», indica el empresario.
    Rancho San Andrés comenzó a trabajar con los programas de apoyo empresarial de FUMEC en 2011 y, desde entonces, ha recibido consultoría por parte de la Fundación para mejorar sus procesos productivos, para capacitar a su personal en temas de inocuidad y para obtener su certificación TIF.
    Para más información, puede visitar el sitio web de la empresa: http://delitruz.com

  • Porque abandonan ganaderos los ranchos

    El presidente de la Asociación de Exportadores de Ganado en México, Gonzalo Alemán Migliolo, señaló que el 30 por ciento de los empresarios de la carne y ganaderos han dejado sus ranchos y sus tierras para emigrar hacia Estados Unidos.

    Señaló que uno de los factores que más han colapsado al sector es la importación de 700 mil toneladas de carne por año y los bajos costos de los becerros de exportación, ya que sólo se venden al exterior 70 mil.
    Es decir, dijo, sólo 10 por ciento de lo importado es lo que México le está vendiendo a los estadunidenses que, a su vez, aseguró, ponen un sinfín de trabas y aranceles que hacen insoportable el trámite a los empresarios nacionales.
    Comentó que la carne que se importa se comercializa a precios 50 por ciento más bajos que el propio costo de la carne mexicana.
    «La carne es muy barata, lo que nos mandan son los cuartos delanteros que es pura costilla. Si aquí en México la carne está sobre 80 pesos, el kilo de la que viene de Estados Unidos vale 45 ó 50 pesos y regularmente se vende en las tiendas de autoservicio», subrayó

  • Gran Bretaña confirma venta de carne de vaca clonada

    La agencia de seguridad de los alimentos de Gran Bretaña (FSA) confirmó luego de una investigación que carne de la progenitura de una vaca clonada ingresó en la cadena alimenticia del país el año pasado.

    Los responsables de este organismo hicieron el descubrimiento luego comenzar una investigación sobre la base de las declaraciones del propietario de un criadero de ganado británico que afirmó a un periódico que vendía lecha producida por una vaca nacida de un clon, lo que está prohibido por la Unión Europea.

    En la investigación los responsables de la FSA descubrieron que dos toros, nacidos en Gran Bretaña y provenientes de embriones de una vaca clonada en Estados Unidos, fueron faenados.

    La carne, proveniente de uno de los dos bovinos, ingresó en la cadena y «habría sido consumida» mientras que se prohibió el ingreso de la del otro toro, declaró la FSA.

    Estas revelaciones corren el riesgo de generar una viva preocupación en el sector agrícola de Gran Bretaña en donde la producción de alimentos provenientes de animales clonados y de sus progenituras es objeto de vivas controversias.

    «El primer toro, Dundee Paratrooper, nació en diciembre de 2006 y fue faenado en julio de 2009. La carne de este animal ingresó en la cadena alimenticia y habría sido consumida», declaró una portavoz de la FSA.
    «El segundo, Dundee Perfect, nació en marzo de 2007 y fue faenado el 27 de julio de 2010. La carne de este animal no ingresó en la cadena», agregó.

    La investigación de este caso comenzó luego de que un criador, expresándose bajo el anonimato por temor a que los consumidores se rehúsen a comprar su producción, declarara a la edición del viernes pasado del periódico International Herald Tribune que mezclaba cada día la leche ordeñada de una vaca nacida de un bovino clonado a la del resto de su tropa.

    También indicó que vendía embriones de ese animal a criadores instalados en Canadá.

    Según la reglamentación europea los productos alimentarios, incluyendo la leche, provenientes de animales clonados deben ser sometidos a controles y obtener una autorización para poder ingresar al mercado.

    Por su parte, el organismo que representa a la industria lechera británica Dairy UK afirmó que «la leche y la carne de progenituras de clones no presentan riesgos alimentarios».

  • Unos tacos que hay que conocer

    Alberto González fue carnicero desde los 13 hasta los 21 años, edad en la que decidió volverse taquero y ese es su éxito, es más, uno sabe que está en el puesto correcto porque lo verá sacando con precisión de cirujano los cortes de roast beef de una enorme pieza de carne que irá a dar directo a la parrilla.

    «Si uno trae los bisteces ya rebanados la carne se desjuga, así si los corto en el momento conserva todo el sabor y el jugo», explica Alberto quien desde hace 25 años vende tacos en la esquina de Bucareli y Donato Guerra. «ahí empecé a las cuatro de la mañana por invitación del Manzanero, que vende cafés en esa esquina, en aquel entonces atendíamos a los voceadores que llenaban estas calles».

    Ya luego se fue recorriendo y ahora se le encuentra de 9 am a 4:30 pm de lunes a viernes y los sábados de 10 am a 3 pm. La especialidad de la casa es el taco especial, un corte de aproximadamente 200 gramos de carne jugosa, con una delgada línea de gordito que le da un sabor inigualable y refrenda aquella máxima de la comida: la grasa es sabor.

    La materia prima para sus tacos la trae del mercado del rastro, ahí en la calle de Aluminio, el mismo donde Palemón González se lo jaló como aprendiz de tablajero oficio en el que desarrolló una gran habilidad para sacar los cortes. «Claro que me he cortado» responde a una pregunta mientras muestra las cicatrices en los dedos como si se tratara de heridas de guerra que dejan constancia de su experiencia, «pero en realidad eso pasa porque uno se distrae y cuando te das cuenta ya se pasó el cuchillo».

    Los precios son accesibles cada taco sencillo ya sea de bistec o longaniza $10 pesos, el de pollo y el campechano $12 y el especial $50, pero le aseguro que con ese tendrá para todo el día sin sentirse pesado.

    Dónde están: Bucareli y Donato Guerra

  • ¿Menos carne mejor ecologia?

    No parece que tendrá eco en la forma ecológica, pero vamos, es una propuesta.
    Rajendrat Pachauri premio Nobel de la paz así como Albert Gore, en entrevista con el diario ingles «The Observer», han dicho que todos podemos hacer algo contra el cambio climático.
    ¿Como?
    Dejando de comer un día a la semana, carne.
    Así tal cual, ya que la importancia de cambios en la dieta por la gran cantidad de emisiones de dióxido de carbono y otros problemas medioambientales asociados a la cría de ganado, podrían evitar la llegada a la atmosfera de miles de toneladas de gases que provocan el calentamiento global.
    El no comer carne un día a la semana tanto ayuda a que descienda la necesidad de criar mas cabezas de ganado, así como el engordarles con semillas que pueden ser utilizadas para consumo humano y, evitar toneladas de dióxido de carbono en la atmosfera.
    Por ello mismo, como les decía, tal vez el hacerlo por conciencia «ecológica» seria difícil, pero por la situación económica, muy fácil.
    ¿Estamos?
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