Se realizó el Carnaval de San Baltazar Campeche junta auxiliar de Puebla, donde cientos de habitantes salen a las calles con trajes vistosos y mosquetón en mano para quemar pólvora y celebrar la Cuaresma
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Carnaval de San Baltazar Campeche
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Viva el Carnaval de Cuanalan
Como todos los años, se llevó a cabo el tradicional Carnaval de Cuanalan en el que pobladores y turistas, disfrutan del baile de los Richos
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Carnaval de Yauhquemehcan
Uno de los más famosos y representativos carnavales de la región Tlaxcala-Puebla es el que se realiza cada año en el municipio de Yauhquemehcan, población conurbada a la ciudad de Apizaco, y el cual tiene una gran participación de camadas
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Carnaval de Veracruz 2017
Como parte del tercer día del Carnaval de Veracruz 2017 y en un ambiente lleno de alegría, en la Gran Plaza Malecón, el gobernador del estado, Miguel Ángel Yunes Linares y del presidente municipal, Ramón Poo Gil coronaron a Rossana Ortega Campos «Rossana I» y Alejandro Hernández Gayosso «Payaso Alegría I».
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Listo el Carnaval Playa del Carmen 2017
La presidenta municipal de Solidaridad, Cristina Torres Gómez, indicó que el propósito del Carnaval Playa del Carmen 2017 «Unión de Culturas» es fomentar la convivencia familiar y de la comunidad, a través de la riqueza cultural que caracteriza nuestra sociedad
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Morelos se prepara para el Brinco de los Chinelos
Los tradicionales Festival y Carnaval de los Chinelos en Xoxocotla y Tepoztlán, se realizan desde este viernes y hasta el 28 de febrero, con el «Brinco de los Chinelos», concurso de comparsas y competencias de bandas de viento, para la alegría de los visitantes de varias regiones del país
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Todo listo para el Carnaval de Veracruz
La edición 2017 del Carnaval de Veracruz, a realizarse del 22 al 28 de febrero en la ciudad y Puerto de Veracruz, es un evento familiar donde predominará la alegría, el humor, la seguridad y participación del pueblo jarocho
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La seguridad, reina del famoso Carnaval de Colonia
El carnaval de Colonia, el acontecimiento más importante del año en Alemania junto a la fiesta de la cerveza, comienza el próximo jueves entre fuertes medidas de seguridad, tras las agresiones a mujeres de Año Nuevo atribuidas en gran parte a migrantes.
Durante los seis días de festejos, del 4 al 9 de febrero, decenas de miles de ‘Jecke’ (los ‘locos’ del carnaval en dialecto renano) se hacen con el control de la ciudad, pero este año deberán compartirlo con una policía que decidió reforzar sus efectivos con relación a 2015.
El 31 de diciembre pasado, los alrededores de la estación central de ferrocarril, en el centro de Colonia, fueron escenario de centenas de agresiones, especialmente contra las mujeres, por parte de grupos de hombres. Más de mil personas presentaron una denuncia, el 40% de ellas por agresiones de tipo sexual, y los presuntos agresores son «en gran parte» solicitantes de asilo o migrantes oriundos del norte de África, según la policía.
Tras estos incidentes, la seguridad del carnaval, importante fiesta del patrimonio popular alemán, se ha convertido en un asunto prioritario para Colonia, su región y otras partes de Alemania.
«Apreciamos nuestra libertad, la libertad de opinión y, especialmente, la libertad de ‘los locos’», recordó la canciller alemana, Angela Merkel, quien recibe cada año a los representantes de los carnavales.
Guido Kahlen, director de los servicios de la ciudad de Colonia, habla por su parte de una «prueba de fuego». «Debemos demostrar que sacamos conclusiones de los hechos» de Año Nuevo, dijo durante la presentación del dispositivo de seguridad.
En total, las calles de Colonia contarán con las patrullas de 2.500 policías procedentes de toda Alemania, tres veces más que en 2015. El presupuesto de este despliegue alcanza los 360.000 euros.
El refuerzo de la videovigilancia, la iluminación de los lugares oscuros con luces móviles y la participación de 850 voluntarios para ayudar en las labores de seguridad completan este dispositivo.
Como muestra de la tensión patente, la policía incluso se inmiscuyó en la elección de los disfraces. «Desaconsejo encarecidamente disfrazarse de yihadista o llevar armas que no podamos reconocer si son de verdad», declaró el nuevo presidente de la policía de Colonia, Jürgen Mathies, cuyo predecesor dimitió tras las agresiones de Año Nuevo.
Las autoridades alemanas, que buscan evitar cualquier malentendido, reparten octavillas explicando el carnaval, máxime cuando el debate público en Alemania se centra desde el 1 de enero en la integración de los refugiados. En total, 1,1 millones llegaron al país en 2015.
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Llega a su fin Mardi Gras de 2015
El Mardi Gras de 2015 ha terminado oficialmente y los últimos fiesteros entonados dejaron las calles de Nueva Orleáns.
A medianoche la policía local patrullaba a caballo la calle más turística del barrio francés, Bourbon Street, enviando a casa a los últimos juerguistas en la ciudad a orillas del río Misisipi. Ultimos resquicios del Mardi Gras 2015.
Horas después, mientras amanecía y cuadrillas de empleados municipales comenzaron a limpiar las toneladas de basura, comida y cuentas de plástico lanzadas desde las carrozas durante los desfiles que recorrieron la ciudad el día anterior por el cierre del Mardi Gras, funcionarios municipales dijeron que se recogerán más de 150 toneladas de basura, dejando todo tan limpio como si nada hubiera ocurrido.
Cada año, la descarada celebración del Martes del Carnaval (Mardi Gras) con asistentes disfrazados marca el preludio de la solemne Cuaresma católica.
Y con temperaturas rozando valores negativos el martes, casi todo el mundo se abrigaba incluso en Bourbon Street, donde la vestimenta tiende a ser más reveladora durante esta fiesta.
«No se puede ver, pero llevamos puestas las camisetas de Mardi Gras», dijo Tiffany Cannon, que observaba el primer desfile de la jornada con su hijo de 8 años, Eli, envueltos en capas de ropa.
La policía no informó de incidentes graves el martes, pero un hombre de 23 años y una mujer de 24 cayeron de diferentes carrozas durante un desfile en un suburbio de Nueva Orleáns, Metairie, dijo la oficina del jefe de policía Jefferson Parish. El hombre estaba estable y se esperaba que la mujer recibiese el alta tras ser atendida, dijo el coronel John Fortunato, portavoz de la oficina.
La principal celebración del martes (Mardi Gras) comenzó cuando el clarinetista retirado Pete Fountain abrió el recorrido por la ciudad con su Half-Fast Walking Club. Muchos se protegieron del frío con un desayuno a base de sándwiches, café y ponche de leche con brandy.
«Había también agua y cerveza. Pero la mayoría de la gente optó por el ponche de leche», dijo Ralph Jukkola, en su cuarto desfile con el club de Fountain.
Tras este, los pasacalles de Zulu, Rex y otros recorrieron las calles, con sus caracterizados participantes lanzando baratijas y collares de cuentas de plástico a los fiesteros que se acumulan en las veredas y medianas.
La multitud era más densa en la avenida St. Charles, donde el recorrido del desfile de Zulu se une con el de Rex, uno de los más elaborados. Tras este pasaron dos largos «desfiles de camiones » -remolques decorados como carrozas en los que viaja gente disfrazada.
Al paso de Zulu, Ashley English dijo que tenía demasiado frío como para enseñar su disfraz.
«Me he puesto un corsé. Solo que no se ve», dijo subiendo el cuello de su cazadora de cuero. El corsé era morado, según dijo, acompañado de mallas en verde y dorado.
Morado, verde y dorado fueron presentados como los colores del Mardi Gras en 1872, cuando un grupo de empresarios coronó por primera vez a uno de ellos como «Rex, rey del Carnaval».
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Carnaval en Brasil, solo para ricos
Neuza Maria Terreira es tan fanática del Carnaval en Brasil que ni la lluvia intensa ni el olor a podrido de una cloaca le impiden acercarse lo más posible a los desfiles de las Escuelas de Samba de Río de Janeiro.
Terreira y cientos de espectadores como ella no pueden pagar una entrada al Sambódromo por donde pasan los desfiles de Carnaval en Brasil. Por eso siguen el espectáculo desde unas tribunas levantadas a cientos de metros del lugar. También se concentran cientos de pobres en un puente cercano, donde se instalan con sillas de playa y parrillas portátiles.
«El Carnaval en Brasil es la fiesta popular más grande de Brasil, pero las masas están excluidas», dijo Terreira, una maestra de escuela de 53 años que se protegía de la lluvia con una capa de plástico negro.
«Aquí tenemos que soportar el olor de esa cloaca podrida», dijo, señalando una zanja llena de desperdicios que separa las tribunas del lugar de los preparativos. Allí se colocan las carrozas gigantescas y bailarines y músicos se ponen sus disfraces extravagantes mientras las 12 escuelas de samba se preparan para competir.
«La verdad es que no vemos mucho», dijo Terreira. «Pero es mejor que nada». El Carnaval en Brasil se originó en las calles y las escuelas de samba llevan los nombres de las favelas donde nacieron. Alrededor de 14.200 entradas se venden por el equivalente de 4 dólares, pero la mayoría de los asientos cuestan como mínimo 75 dólares, una pequeña fortuna en un país donde el sueldo mínimo es de 278 dólares mensuales. Los «camarotes» del Sambódromo, palcos privados con 30 asientos, recaudan más de 42.000 dólares por noche.
Muchas entradas baratas son acaparadas por revendedores, que el domingo las vendían a 70 dólares cada una, dijo Jorgelina Tunala, un ama de casa de 52 años que desafió la lluvia para ocupar su lugar en las tribunas. El gobierno las erige cada año y son gratuitas, a ocupar por orden de llegada. El Carnaval en Brasil pasado pudo comprar una entrada de reventa por 20 dólares, pero este año no tuvo tanta suerte.
«Aquí es divertido porque reina el verdadero espíritu del Carnaval en Brasil», gritó Tunala por encima de los aplausos y abucheos para Mocidade Independente que se aprestaba a iniciar su desfile. Vendedores que ofrecían latas de cerveza helada se abrían paso en la multitud, mientras otros asaban salchichas o servían omelets de mandioca al pie de las tribunas.
«Esto no tiene comparación con la experiencia dentro del Sambódromo», donde se ve todo el desfile, no solo los ensayos previos de las escuelas, dijo Tunala. «Si alguna vez puedo volver a comprar una entrada al Sambódromo, te aseguro que no me verán aquí».
Patrick Souza, profesor de historia de un barrio pobre distante, dijo que el Carnaval seguía el camino del fútbol brasileño. Los precios de las entradas en los nuevos estadios construidos para el Mundial de Fútbol significan que van menos aficionados a los partidos.
«Como el fútbol, el Carnaval en Brasil se convierte en una fiesta para los ricos», dijo Souza. «Es una pena, porque los pobres siempre han sido el corazón del Carnaval en Brasil».