Los constantes enfrentamientos entre grupos armados o con autoridades militares en la Sierra de Badiraguato, mantiene escuelas cerradas en algunas comunidades, sin embargo, los alumnos no han dejo de tener clases porque fueron reubicados en otros plantes.
El secretario de Educación Pública y Cultura de Sinaloa (SEPyC), Gómer Monárrez, dijo que han sido afectados 180 menores en la sindicatura de Huixiopa y otros más de la comunidad de La Tuna, donde se han estado registrando ataques desde el mes de junio.
Esta situación ha provocado el desplazamiento de familias enteras hacia otras comunidades y algunas de ellas continúan sin regresar, lo que ha afectado gravemente el calendario escolar.
“Nosotros no podemos hacer nada para convencer a los padres que se regresen porque no sabemos si al exigirles que regresen los ponemos en riesgo a ellos y a los niños”, manifestó.
En la sindicatura de Huixiopa todas las escuelas del nivel básico permanecen cerradas, únicamente el Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa (COBAES), se encuentra abierto y con algunos alumnos, mientras que, en La Tuna, las escuelas están abiertas pero el ausentismo es notorio.
Pero lo que sí les puedo asegurar es que todos los niños que salieron de ahí los hemos acogido en otras escuelas de Badiraguato, en Sinaloa municipio, en las cabeceras municipales de Mororito y muchos de ellos de ellos están aquí en Culiacán”, aseguró.
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Escuelas sin clases, por crimen y violencia en Badiraguato
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Atacan a militares en Badiraguato
Hombres armados dispararon contra elementos del Ejército que realizaban recorridos terrestres en Badiraguato y se dieron a la fuga.
La Procuraduría General de la República informó que la agresión ocurrió en la comunidad de San José del Llano.
De acuerdo con los datos, el personal militar realizaba reconocimientos terrestres por la calle Principal, cuando observaron un vehículo sospechoso.
Al notar la presencia militar los ocupantes de la unidad, dispararon contra los soldados y se dieron a la fuga.
Los delincuentes dejaron abandonado el vehículo y en el interior había tres armas calibre 7.62×39 milímetros con sus cargadores, 99 cartuchos útiles, un fusil calibre .223, una maleta con 11 cargadores para AK47, 14 cargadores para AR15 y mil 52 cartuchos de diferentes calibres.
Todo lo asegurado quedó a disposición del Agentes del Ministerio Público Federal.
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La guerra por La Tuna en Badiraguato Sinaloa
El sábado 11, un comando de al menos 150 hombres, encapuchados y fuertemente armados, irrumpió en el poblado La Tuna, Badiraguato, en busca del hermano mayor de Joaquín El Chapo Guzmán: Aureliano Guzmán Loera, El Guano.
Había cuentas pendientes con los Guzmán, que se remontan a 2008, cuando Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, fue arrestado, pero que se recrudecieron con la muerte de Ernesto Guzmán Hidalgo, medio hermano del Chapo, en abril de 2015, muerte supuestamente aprobada por El Guano, lo que generó que viejos rencores explotaran ese sábado.
Como respuesta a la toma del pueblo, los Guzmán Loera enviaron al menos a 200 hombres, traídos de distintas partes del país, para que enfrentaran a los invasores y recuperaran La Tuna, el pueblo que durante décadas blindó y controló el antiguo jefe del Cártel de Sinaloa, hoy en día prisionero en el Cefereso número 9, en Ciudad Juárez.
Fue esa guerra que nadie anticipó la que varó a los residentes de las comunidades de Arroyo Seco, La Palma, y La Tuna, quienes, aterrorizados por la violencia y la guerra inminente, optaron por huir de sus hogares en busca de asilo con familiares y amigos en Culiacán y en la cabecera municipal de Badiraguato.
Los enfrentamientos han regresado y Badiraguato es la joya de la corona, van por La Tuna y el Cartel de los Beltran Leyva crece siendo que el líder máximo del cartel de Sinaloa esta preso y cada vez esta mas incomunicado y con un pie en el extranjero
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El Mochomito autor del ataque en La Tuna, casa de la Mamá del Chapo Guzmán
Alfredo Beltrán Guzmán El Mochomito, hijo mayor de Alfredo Beltrán Leyva y sobrino de Joaquín Guzmán Loera El Chapo Guzmán, declaró la guerra al líder del Cártel de Sinaloa en La Tuna, el corazón de su territorio en el Triángulo Dorado que por décadas había sido un sitio intocable y seguro para él y su familia.
De acuerdo con información obtenida por diversos medios de comunnicación de testigos directos de los hechos, el comando de más 50 hombres armados vestidos de negro y encapuchados que atacó la mañana del pasado sábado 11 la ranchería de La Tuna, en Badiraguato, Sinaloa e irrumpió violentamente en la hacienda de Consuelo Loera, madre de El Chapo, actuó bajo las órdenes de El Mochomito y no de Isidro Meza Flores El Chapo Isidro como se había informado en los primeros reportes sobre los hechos.
Se pudo confirmar que en el momento del ataque la madre de Guzmán Loera se encontraba en el lugar bajo el cuidado de una mujer que ayuda en las tareas de la casa. El comando ingresó al domicilio, apuntó con un arma a la persona que cuidaba a la señora Consuelo y le quitaron su teléfono, mientras que a la madre de El Chapo le exigieron las llaves de la casa, le robaron unas cuatrimotos y cortaron el internet para dejarla incomunicada.
El asalto a la hacienda duró unos minutos y después el comando salió para balear y quemar las casas aledañas. Mientras el grupo armado atacaba a los otros habitantes de la ranchería, Consuelo Loera y la mujer que la cuidaba lograron huir a bordo de una avioneta que despegó de una de las pistas clandestinas que hay en el lugar.
“Todos los que andan cometiendo los ataques gritan y dicen que son de los Beltrán Leyva y que van de parte de El Mochomito”, narró uno de los testigos, lo cual se interpreta como una clara declaratoria de guerra. Se afirma que durante los siete días posteriores al ataque, el comando siguió en La Tuna, La Palma y Arroyo Seco intimidando a la población que salió huyendo del lugar. Y que fue hasta este sábado 18 de junio que el Ejército llegó a La Tuna.
Quienes han visto a Consuelo Loera, señalan que aún se encuentra muy nerviosa por lo sucedido, pero que no fue lesionada y el hecho no ha tenido impacto en su salud.
Según se pudo confirmar esta semana Joaquín Guzmán Loera, quien se encuentra recluido en el Cefereso número 9, en Ciudad Juárez, Chihuahua a la espera de su extradición, fue enterado sin muchos detalles del ataque contra su madre y la ranchería. Se afirma que reaccionó con preocupación.
Una revista de circulación nacional obtuvo fotografías exclusivas de La Tuna, donde ocurrió el ataque. En ellas se ven varias casas rafagueadas con arma de fuego, también balearon vehículos y hasta el letrero de bienvenida a La Tuna.
De acuerdo con los testimonios, en La Tuna fueron asesinados tres hombres, en la ranchería de Arroyo Seco fueron victimados otros dos y el comando quemó el cuerpo de un hombre de la cintura para abajo y actualmente se encuentra hospitalizado en Culiacán con un estado de salud delicado.
“En La Tuna, de una de las casas sacaron a la señora y le prendieron fuego al lugar para que su hijo saliera. Cuando salió, lo mataron frente a la viejita”, narró uno de los testigos.
Beltrán Guzmán, de 24 años, es hijo mayor del capo del cártel de los Beltrán Leyva, quien fue extraditado a Estados Unidos en noviembre de 2014 y está sujeto a proceso penal en la Corte de Distrito de Columbia.
Beltrán Guzmán es sobrino directo de El Chapo Guzmán. Su abuelo es Ernesto Guzmán, hijo de Emilio Guzmán Bustillo, padre de El Chapo. Su madre es Patricia Guzmán Núñez, sobrina del líder del Cártel de Sinaloa.
Ernesto Guzmán fue ejecutado el año pasado en el Triángulo Dorado. Durante años El Mochomito, quien ordenó el ataque a la casa de la madre de Joaquín Guzmán Loera, era considerado como uno más del clan Guzmán Loera y acudía a las reuniones familiares y lo llamaban Tito.
“Soy Alfredo Tito a mí me dicen muchos, soy hijo del señor Alfredo Beltrán, es mi padre yo por él daría mi vida, y él por mí haría lo mismo sin pensar”, señala uno de los corridos dedicados al hijo del capo.
“En La Palma nacieron estos recuerdos, de consejos de mi tata y mi papá, hoy soy hombre y nunca olvido aquellos tiempos, en mi mente siempre los he de llevar, el apoyo hasta la fecha yo lo tengo, también cuento con mi tío Joaquín Guzmán”.
“Los caballos es algo que a mí me gustan, al ritmo de un buen corrido han de bailar, también tengo un gran gusto por las pistolas, si se ocupa también las sé disparar, la sangre en mis venas se me alborota, cuando un norteño empieza a tocar”.
“Es bonito tener gente de confianza, amistades con las que puedas contar, saludos un fuerte abrazo compa Neto, también para los menores firme están, mini lic sabe que lo aprecio y a mis primos Iván y Alfredo Guzmán”.
“La experiencia se me ha dado con el tiempo, los contactos y socios son seriedad, hoy trabajo muy a gusto y me paseo, me respetan aunque sea corta mi edad”, reza el corrido.
Ahora dentro de la familia hay una guerra en ciernes al interior de la familia Guzmán.
Los Beltrán Leyva y los Guzmán Loera no sólo eran familiares sino socios en el mega cártel llamado La Federación. De acuerdo con expedientes de la PGR, fue el propio Arturo Beltrán Leyva El Barbas, quien por años enviaba a El Chapo el dinero para sobornar a los funcionarios públicos del penal de máxima seguridad en Puente Grande, Jalisco, y para comprar a altos funcionarios del gobierno federal, lo cual permitió su escape de la prisión en enero de 2001.
Tras su salida El Chapo, los Beltrán Leyva, Ismael El Mayo Zambada, Ignacio Coronel Aispuro, Vicente Carrillo Fuentes y Juan José Esparragoza Moreno El Azul crearon la llamada Federación en el que confluían las organizaciones criminales y territorios de todos los socios y así creció el poder de Guzmán Loera quien al frente de la Federación se convirtió, según el gobierno estadunidense, en el narcotraficante más poderoso del mundo.
En enero de 2008, tras la detención de Alfredo Beltrán Leyva en Culiacán, Sinaloa, estalló una guerra interna entre la Federación. Los Beltrán Leyva, Carrillo Fuentes y Los Zetas, crearon una alianza e inició una sangrienta guerra que provocó más de 60 mil muertos en México en medio de una cruenta batalla por territorios como Ciudad Juárez, Chihuahua.
La detención de Héctor Beltrán Leyva en 2014, quien se había quedado como cabeza del cártel familiar, había debilitado a la organización criminal que quedó en manos de El Chapo Isidro. Los hijos de los Beltrán Leyva no habían asumido un papel importante dentro de la organización, hasta ahora que emerge el liderazgo de El Mochomito.
Según la investigación realizada, dentro de la familia Guzmán Loera existe gran preocupación no sólo por el ataque ocurrido sino porque la batalla se da en el seno de la propia familia en un hecho sin precedente.
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Badiraguato ahora es un pueblo fantasma
Los hechos violentos que se han registrado en la zona serrana del municipio de Badiraguato han provocado el desplazamiento de familias enteras, quienes en busca de protegerse han avanzado hacia la cabecera municipal y otros municipios. La situación ha derivado en que las comunidades de La Tuna, La Palma y Arroyo Seco se queden completamente vacías.
En estos lugares sólo se observa la presencia de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y Marina Armada de México, quienes han instalado un campamento provisional para evitar saqueos y el ingreso de nuevos grupos armados.
Tras recorrer un camino complicado que dura al menos seis horas recorriendo desde Culiacán hasta La Tuna, Excélsior logró comprobar que estas comunidades, incluida la tierra del líder del Cartel del Pacifico, Joaquín Guzmán Loera, se han convertido en pueblos fantasma.
La última comunidad habitada es Huixopa y a partir de ese punto sólo se observa la presencia de las autoridades, en la alcandía de Badiraguato estiman unas 200 familias desplazadas.
El primer retén militar se ubica en la entrada de La Tuna y un segundo puesto de control está en la salida de ese mismo poblado, pero no existe ningún tráfico de vehículos o rastros de personas.
Entre decenas de casas vacías, únicamente se escucha a algunas vacas, caballos y gallinas que fueron dejadas a su suerte en los corrales, así como perros sueltos por las calles empedradas.
Incluso la casa de doña Consuelo, madre de “El Chapo”, también quedó vacía, la puerta se encuentra cerrada y no se observan impactos de bala o señas de que hubiera sido saqueada como algunos rumoraban.
Aunque ahora el silencio impera, antes de salir del pueblo queda como evidencia de la violencia, una casa devastada en su total por un incendio, junto con cinco camionetas que fueron impactadas por varias balas que atravesaron cristales y carrocería.
La vivienda fue completamente consumida por las llamas, el techo se vino abajo y todo dentro del inmueble quedo reducido a cenizas, pero además en la fachada se aprecian algunos impactos de bala aparentemente de armas de grueso calibre.
De los vehículos estacionados al exterior de la casa, pueden ser vistos varios impactos de bala, una no tenía placa, dos eran del estado de Sinaloa, una de Sonora, otra decía estar en proceso de legalización.
Al sitio acudieron elementos de la Policía Estatal Preventiva y Ministerial del Estado, quienes recabaron muestras pero no se lograron entrevistar con ninguna persona, más tarde llegaron elementos de la Marina Armada de México e hicieron lo propio en el domicilio y también en los vehículos impactados por las balas y localizados en los alrededores.
En un recorrido por la zona se pudo constatar la soledad de los pueblos, donde las clases fueron suspendidas desde el día lunes por temor a enfrentamientos de grupos delincuenciales.
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Gobernador confirma irrupción de comando armado en Badiraguato
Mario López Valdez, gobernador de Sinaloa, confirmó la irrupción de un comando en poblados del municipio de Badiraguato, entre ellos La Tuna, –donde nació el narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán–, aunque aclaró que hasta el momento no le han reportado enfrentamientos ni muertos.
El mandatario dijo que el asunto podría obedecer a un problema entre familiares y no entre grupos de la delincuencia rivales, como se ha manejado.
“El informe que tengo es la entrada o participación de algunos grupos armados. No tengo entendido que haya habido enfrentamientos. También tengo entendido que algunas gentes se movieron por su voluntad tratando quizá de evitar alguna situación peligrosa”, dijo.
López Valdez comentó que no le han confirmado que los hombres armados allanaron la casa de Consuelo Loera, madre del líder del cártel del Pacífico.
Comentó que “aparentemente se trataba de una disputa entre familias”; no obstante, no quiso abundar en su comentario.
Agregó que para resguardar a la población, elementos del Ejército llegaron a la zona e instalaron una base temporal, además de que serían reforzados por agentes de las corporaciones locales.
Las declaraciones del gobernador de Sinaloa contradicen a lo que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó ayer en el sentido de que el sábado pasado se registró un enfrentamiento armado en la zona conocida como “El Triángulo Dorado”, aunque no informó el número de heridos o muertos.
La zona mencionada colinda con los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango. Ahí se ubica “La Tuna”, localidad natal de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, actualmente preso en un penal federal de Chihuahua.
En esa zona también vive su madre, la señora Consuelo Loera. Ayer versiones extraoficiales difundidas en medios de comunicación locales hablaron de que el ataque – de unos 150 hombres armados–incluyó el saqueo de la casa de la mujer.
Además, reportaron el desplazamiento de habitantes de las comunidades “Arroyo Seco”, “La Tuna” y “La Palma”, por temor a ser ejecutados por el grupo armado.
En tanto, José Refugio Domínguez, uno de los abogados de El Chapo Guzmán, dijo que desconocía el hecho. “Se me hace muy raro que digan eso”, agregó.
En entrevista con MVS Noticias, comentó que si hubiera ocurrido el ataque,” la nota sería nacional, pero la nota es local”, apuntó.
Fuentes anónimas citadas por un diario local atribuyeron el ataque a la organización criminal de los Beltrán Leyva y de Isidro Meza Flores El Chapito.
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Al rescate de arquitectura funeraria
Característica por sus grandes bóvedas de mármol y cantera, propias del estilo neoclásico, la arquitectura funeraria de Sinaloa es atendida mediante trabajos de mantenimiento que se realizan en los ocho panteones más antiguos de esa entidad, creados durante el siglo XIX y principios del XX.
A través del Programa de Empleo Temporal (PET), que impulsan el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y la Secretaría de Desarrollo Social, este año se atenderán 37 sitios históricos entre los que destacan los centros históricos de los municipios de Escuinapa, Elota y Culiacán, así como las zonas arqueológicas Cerro de La Máscara y Las Labradas.
La arqueóloga íngeles Heredia, directora del Centro INAH-Sinaloa informó que para tales labores se han destinado cuatro millones 755 mil pesos, que a su vez generan más de 76 mil jornales. â??Desde abril comenzaron las labores de limpieza general, consolidación, resane y pintura de los 37 espacios que se remozarán este año, entre los que se destacan los dos cementerios más antiguos de Sinaloa, el Español y Chametla, ubicados en el municipio El Rosario, y que datan de las tres primeras décadas del siglo XIXâ?.
Bajo este esquema, las bardas y tumbas de ambos cementerios fueron limpiadas y consolidadas durante tres meses, con la participación de habitantes de las comunidades aledañas y bajo la supervisión de especialistas del INAH.
En el caso del Panteón Español, ubicado en la cabecera municipal El Rosario, se trata de un cementerio construido en 1830, el cual ha sido utilizado únicamente por los primeros europeos asentados en esta región y por sus descendientes. De esta manera está principalmente ocupado por difuntos de las familias Fletes, Cibrián y Noris, entre otras.
En este cementerio, comentó la arqueóloga del INAH, se conservan 30 tumbas con más de 100 años de antigí¼edad, algunas de las cuales fueron construidas a principios del siglo XIX bajo un estilo implementado por la orden jesuita, que consistía en grandes bóvedas hechas con ladrillo y revestidas con mármol.
Este tipo de construcciones responden a la costumbre religiosa implementado en la Colonia, que tenía la creencia de que al enterrar a los difuntos en los atrios de las iglesias llegarían más rápido al cielo; a principios del siglo XIX esta práctica fue prohibida y se optó por sepultarlos en tumbas que simularan los templos.
Las tumbas de los panteones atendidos con el PET, y que fueron construidas a finales del siglo XIX y principios del XX, tienen influencia del estilo arquitectónico neoclásico, representado con arcos en medio punto y columnas.
â??Además la mayoría de estas tumbas también son de mármol, en tanto que las más tardías, construidas casi en la mitad del siglo pasado, son de canteraâ?, señaló la arqueóloga íngeles Heredia.
Respecto al panteón Chametla, ubicado en el poblado del mismo nombre, las 20 tumbas con una antigí¼edad mayor a cien años que aún se conservan, son más sencillas respecto a las del panteón Español, la mayoría son de cemento y en unos cuantos casos de cantera, el lugar fue destinado para enterrar a la gente de bajo nivel social, indicó la titular del Centro INAH-Sinaloa.
La arqueóloga agregó que las labores de mantenimiento mediante el PET también se han realizado en los panteones de las localidades de Leyva, Ahome, El Fuerte y San Ignacio.
â??Actualmente se continúa con este trabajo en los cementerios de las poblaciones de Ocorini y Pánuco, cuyos mausoleos de cantera y mármol también presentan un estilo preponderantemente neoclásicoâ?.
Además de la atención de la arquitectura funeraria de Sinaloa, íngeles Heredia a través del Programa de Empleo Temporal se realizan labores de mejoramiento de la imagen urbana de las cabeceras municipales de El Rosario, Escuinapa y Elota, donde se han llevado a cabo trabajos de limpieza, consolidación de aplanados y repintado de las fachadas de varios edificios históricos, construidos en el siglo XIX y principios del XX.
Este mantenimiento menor también se ha efectuado en las calles principales, plazas y quioscos de los centros históricos de San Blas, Guamúchil, Mocorito, Pericos, Concordia, Badiraguato, Ocorini, Cabazán, Guasave, Sinaloa de Leyva y San Ignacio.
Finalmente, la directora del Centro INAH Sinaloa añadió que en lo que toca a la aplicación del PET en los sitios arqueológicos de la entidad, éste ha servido para realizar trabajos de limpieza y colocación de una cerca perimetral en la zona arqueológica Juana Gómez, ubicada en el municipio de Escuinapa.
â??Así mismo se trabaja en la limpieza y desyerbe de sitios arqueológicos con petrograbados, como es el caso de Cerro de La Máscara, en el municipio El Fuerte; Las Labradas, en San Ignacio; Cueva La Rinconada, en Ahome, al igual que Cerro Verde y Tecuyo, en Elotaâ?, concluyó