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  • Que no se olvide la Guerra Civil española: Arturo Pérez-Reverte

    El escritor Arturo Pérez-Reverte afirmó hoy que es necesario evitar que haya una orfandad con la historia de la Guerra Civil española contada a los jóvenes, a los que no se debe ocultar la realidad de lo ocurrido en aquel episodio (1936-1939).
    Al presentar aquí su libro “La Guerra Civil contada a los jóvenes”, ilustrada por Fernando Vicente (editorial Alfaguara), explicó que decidió escribir esta obra ante lo simple que resultaban las referencias a personajes y sucesos vinculado a ese hecho.
    El libro de 144 páginas reúne los textos del escritor y las ilustraciones de Vicente, con un prólogo que invita a extraerse de aquellos hechos “conclusiones útiles para la paz y la convivencia que jamás se deben perder. Lecciones terribles que nunca debemos olvidar”.
    “Lo que hacemos es contar la historia de la Guerra Civil de forma objetiva y limpia, uniendo los puntos en que los dos bandos y los historiadores extranjeros han coincidido”, explicó el autor de obras como “La Reina del Sur” o la serie de “El Capitán Alatriste”.
    “Es un prólogo a los libros que están allí para que esto incite a profesores y a los jóvenes a averiguar de esta historia en libros serios y rigurosos”, recalcó.
    Indico que se basa en las ideas básicas, al haberse dado un golpe de Estado militar ilegítimo contra un gobierno legítimo, al que se le gana la guerra y se instaura una dictadura militar, y lo demás es el campo de batalla en el que se cometen “todas las barbaridades y sufrimientos”.
    Aclaró que esos detalles no se abarcan, a la vez que se evitan adjetivos y juicios para con ello instar a los adolescentes y jóvenes lectores a buscar en otras fuentes, y de este modo que el libro les sea una herramienta.
    Comentó que la idea surge al ver “el escamoteo de la historia” que hay en muchos textos “por el afán de hiper proteger a los jóvenes” no narrándoles lo que ocurrió, lo que ha tenido como consecuencia en España tener jóvenes “sin memoria a los que es fácil manipularlos con clichés”.
    “Cuando ocultamos la historia a los jóvenes creemos que los protegemos, pero no es así, es peor que contárselas mal. Se les expone ante clichés y a tomar posiciones que son injustas para unos y otros”, destacó.
    Recordó que esos clichés están en visiones que “desde un bando no quieren reconocer al bando rival ni la mínima de las virtudes humanas”, porque así pasó en su momento de guerra y post-guerra en que se trataba de aniquilar al enemigo.
    “No se debe escamotear la realidad, hay que enseñarles a los jóvenes la historia en la casa y en el colegio, es una cuestión de educación, hacerlos ciudadanos lúcidos con memoria, historia y conocimiento”, aseveró.
    Agregó que la figura de Francisco Franco aparece en este libro tres veces, como cabeza de una máquina militar que es la que gana la guerra, frente a la ausencia de una dirección única que era el otro bando que vivió muchas sublevaciones y discusiones internas.
    En tanto, el ilustrador expresó que en 30 años en ese oficio no tenía nada de la Guerra Civil, y reunió mucha literatura para dibujar lo que creía necesario para acompañar los textos de Pérez-Reverte.
    “Mis hijos de 12 años fueron los primeros en leerlo y esto sirvió para preguntar a su abuela que les contara cómo vivió la guerra. Para esas edades está bien el libro porque les invita a descubrir más. Y con la historia de su abuela quedaron impactados por algo que se vivió tan cercano”, abundó.
    Que no se olvide la Guerra Civil española: Arturo Pérez-Reverte

  • La Reina del Sur hizo que Arturo Pérez-Reverte se sobrepasara

    En ocasiones un escritor hace lo indecible para escribir una buena historia, entrar hasta las profundidades de los personajes, conocer las calles y recrear sus pasos, estar en los mismos lugares en donde uno se puede imaginar que el protagonista de una novela, esta, estará o estuvo… pero para escribir La Reina del Sur (Teresa Mendoza) Arturo Pérez-Reverte (periodista, escritor e integrante de la real academia de la lengua) hizo lo que poca gente se imagina.
    Para crear a «La Reina del Sur» Arturo Pérez-Reverte fue capaz de convivir con integrantes de carteles del narcotráfico, con autenticos matones, narcotraficantes que traian pistola al cinto, con cinturon enpitonado, botas, sombrero y claro esta, varias vidas a sus cuestas, lomos o espaldas, como quiera usted decirlo, matones que lo mismo sacan el arma para matar así como trafican droga para envenenar vidas. La Reina del Sur estuvo entre ellos, fue uno de ellos, trabajo, vivio, conocio, amo etc a todos ellos y para saber que pensaba La Reina del Sur tenia que andar sobre sus pasos.
    Incluso llegó a pagar las cuentas de algunos capos en el norte de México, donde fraguó la novela La Reina del Sur que ha sido exitosamente llevada a la televisión y claro, ha logrado ser una novela más, una historia mas, un pilar más en la narcocultura de esta guerra contra los carteles de México.
    Aunque claro, andar con integrantes del narcotrafico para escribir La Reina del Sur no es tener la fortuna que diariamente se gastan los sicarios en sus acciones, diversiones, francachelas etc… las finanzas de un escritor como Arturo Pérez-Reverte distan de las de un narco.
    La Reina del Sur relata la historia de Teresa Mendoza una mujer mexicana que se va a vivir a España, donde se vuelve líder de una red de narcotráfico. En la versión en televisiva fue protagonizada por Kate del Castillo. La Reina del Sur aunque muchos no lo crean, es un personaje que existio, así que imagine usted la fasinación de muchos por la historia y todo lo que significa.
    El escritor aclaró que aquellos con los que convivió «eran narcos diferentes … la gente de los corridos antiguos» pues mantenían ciertos códigos, no como los actuales. Los tiempos de La Reina del Sur eran de los narcotraficantes del pasado, aquellos que solo se mataban entre ellos, no levantaban inocentes, no hacian masacres, ni decapitaban.
    La novela La Reina del Sur permitió a Pérez-Reverte, ser catalogado como un autor de la narcoliteratura, un género usualmente atribuido a los mexicanos.
    La Reina del Sur

  • La nueva novela de Perez Reverte

    Arturo Pérez-Reverte cree firmemente que un escritor «no puede renegar de lo que ha hecho», y por eso en su nueva novela, «El asedio», ha volcado todo lo que sabe hasta conseguir «una compleja» obra en la que conviven la historia, la ciencia, el enigma, el espionaje, la aventura y el amor.

    «En ‘El asedio’ he intentado hacer una novela en la que se reconocieran mis otros libros; es una especie de balance o de botín final de veinte años de escritor», afirma Pérez-Reverte en una entrevista en la que desarrolla las claves de su nueva obra, que publicará Alfaguara el 3 de marzo en España y América y que sin duda es una de las novedades literarias más esperadas de 2010.

    Por algo este escritor, que se considera «un leal mercenario» de sus aficiones, de sus sueños, de sus amores y sus odios, tiene cientos de miles de seguidores en España, en Hispanoamérica y en otras muchas zonas del mundo. Su obra está traducida a 35 idiomas y ha cosechado importantes premios.

    Pérez-Reverte (Cartagena, Murcia, 1951) ha entregado ya el original de su novela, después de dedicar varias semanas a revisarlo para «comprobar que todo era coherente». Una fase «terrible para cualquier escritor» y «de mucha tensión».

    Y más si se trata de una novela, como «El asedio», que es «larga (700 páginas), muy complicada desde el punto de vista técnico y de muchos personajes». Y una obra en la que Pérez-Reverte vuelve a poner «el enigma en el centro de la historia», como hacía en sus primeros títulos, y eso le ha obligado a «desempolvar viejas lecturas y viejas técnicas narrativas».

    Ambientada en el Cádiz de 1811-12, durante el asedio francés en la Guerra de la Independencia, el nuevo libro de Pérez-Reverte «es más que un novela de intriga o de enigma». Es «una obra compleja» con varias tramas: policíaca, de espionaje, marina, de aventuras y sentimental folletinesca.

    «Y hay una guerra de fondo, pero no es una novela histórica. Podía haber ocurrido perfectamente en el Madrid de 1936 o en el Sarajevo del 92», advierte el escritor, que no tiene intención de escribir, «de momento», sobre la Guerra Civil, porque «hay gente que lo está tocando mucho y muy bien». Y a Sarajevo ya le dedicó «Territorio comanche» y está también detrás de «El pintor de batallas».

    El aspecto histórico del Cádiz bombardeado por los franceses ya lo trataron Pérez Galdós en «Cádiz», y Ramón Solís en «Un siglo llama a la puerta», recuerda el novelista.

    «Pero yo cuento lo que no se ha contado. Yo cuento un Cádiz subterráneo, urbano, distinto, y hablo de los efectos complejos, letales, enigmáticos y sentimentales que una bomba, y la geometría que la impulsa, pueden producir en un terreno urbano», asegura Pérez-Reverte.

    En su nueva novela se adentra en «la ciudad como territorio» para ver «cómo se puede convertir en un tablero de ajedrez hostil, peligroso, donde hace falta conocer las reglas para sobrevivir».

    Pero que nadie piense que «El asedio» es «una novela fría sobre la geometría de una ciudad». El escritor reviste todo eso «con aventuras, sentimientos, amor, con personajes y con vida».

    Entre esos personajes hay «un comisario de policía, que es un perfecto hijo de puta, corrupto, muy revertiano; una heredera de una importante casa comercial gaditana; un artillero francés y un espía, obsesionados ambos con la geometría; un traductor de griego obsesionado con el ajedrez, y un corsario», comenta el autor de «El maestro de esgrima» o «La reina del sur».

    La heredera de «El asedio» es «un prototipo de lo que era la clase culta gaditana de finales del XVIII y principios del XIX». En esa época, las mujeres de la burguesía «sabían de negocios, leían libros, hablaban idiomas y representaban a ese Cádiz liberal, abierto al mundo, que contrastaba con la España cerrada y oscura del resto del país».

    «Ese Cádiz simbolizaba la España que fue y no pudo ser. La burguesía abierta, liberal, negociante, que hacía la riqueza de las naciones y que cambió el mundo en el XIX, estaba representada en Cádiz y fue aplastada por muchas razones que cuento en la novela», añade.

    Mientras escribía «El asedio», este narrador y académico sentía «a veces» que se movía por «un mundo cercano al de ‘Guerra y paz’ y ‘El gatopardo’», pero el tono de su libro es muy distinto al de esas dos grandes novelas: «es Pérez-Reverte total».

    «Es una novela cortada, dura, con mucha mala leche, y, además, no es políticamente correcta porque aquel mundo no lo era», advierte.

    «Y es una novela de mucho disfrute», asegura entusiasmado