Piden a Airbnb que retire alquileres en Cisjordania. Una coalición internacional de ONG reclamó este jueves a la empresa Airbnb que cese de proponer en su web alquileres de vivienda situadas en las colonias israelíes de la Cisjordania ocupada, ilegales en el derecho internacional.
Varias acciones estaban previstas en las sedes de la plataforma de alquileres en Londres, San Francisco, Portland y París, a petición de organizaciones como la Unión Judía Francesa por la Paz (UJFP), la campaña BDS Francia (Boicot, desinversión, sanciones), Jewish Voice for Peace y SumOfUs.
En París, una decena de militantes se reunieron ante los locales de Airbnb para entregar una petición que reunió 140.000 firmas en todo el mundo. Vestidos con camisetas en las que podía leerse «Justicia en Palestina», los militantes enarbolaban pancartas con la inscripción «No queremos más casas expoliadas #Airbncolonia». Los manifestantes fueron recibidos en la sede de la empresa norteamericana, a la que entregaron una caja con las peticiones firmadas.
«Son las firmas de las 140.000 personas que piden a Airbnb que cese de sacar provecho de la expropiación del pueblo palestino», declaró Imen Habib, miembro de la campaña BDS Francia. «Es inadmisible que se gane dinero con una política colonial», denunció Jean-Guy Greilsamer de la UJFP. «Esta sociedad alquila departamentos situados en las colonias ilegales israelíes en Cisjordania, construidas en tierras robadas a los palestinos», agregó.
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Piden a Airbnb que retire alquileres en Cisjordania
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Casas privadas ahora burdeles con Airbnb
Airbnb puede ser una excelente manera de ganar dinero extra, como en el caso de este chico que ganó $200.000 con el alquiler de su casa.
Pero por desgracia también puede convertirse en una pesadilla. La experiencia de esta pobre mujer australiana, cuya casa se convirtió en un burdel, es un ejemplo de ello.
Todo comenzó de forma inocente: una mujer contactó a la propietaria mediante la página web de Airbnb. Después de una conversación que mantuvieron por fuera del chat de la web, la propietaria decidió alquilarle su casa por dos noches (sin recurrir a la mediación de Airbnb). Al poco tiempo de la llegada de la inquilina, la anfitriona empezó a recibir llamadas de vecinos preocupados ante la concurrencia de hombres extraños que entraban y salían de la vivienda.
La propietaria optó por enviarle un mensaje de texto a la mujer pidiéndole, en vano, que se marchara. Tuvo que acercarse a su casa y enfrentarla cara a cara. Finalmente la inquilina abandonó la propiedad.
Aunque realizó la denuncia pertinente a la policía, no fue posible probar ninguna actividad ilegal.
“No se trató de una reserva mediante Airbnb”, comentó a The Daily Telegraph el Director General de la sede de la compañía en Australia, SamMcDonagh. “Más de 40 millones de clientes han encontrado alojamiento en Airbnb y los problemas entre huéspedes y anfitriones son muy raros”.
Si la reserva no tiene lugar en la plataforma de Airbnb, no contará conlos diversos beneficios de protección y controles de seguridad de la compañía. No obstante, Airbnb afirma que se ha puesto en contacto con la propietaria para “ofrecerle ayuda”, señaló McDonagh.
No es la primera vez que trabajadoras sexuales hacen uso de Airbnb para desarrollar su actividad. El año pasado, en Manhattan tuvo lugar una situación similar cuando un servicio de acompañantes alquiló un apartamento en Airbnb en lugar de habitaciones de hotel, según el New York Post.