Policías Rebeldes, por Waldo Madrigal

Hola, que tal,nuevamente los sucesos de nuestra vida cotidiana nos remiten al lugar, donde podemos expresar libremente, nuestros pensamientos, acuerdos y también desacuerdos, a cerca de lo que ocurre ya mismo en nuestro entorno.

Como ustedes ya lo saben, en dí­as pasados ya les anunciaba el tema de hoy, a donde van los policí­as que, corrompidos son despedidos de sus puestos, dejandoles, según lo veo yo, una enorme posibilidad de delinquir, de unirse » a los malos», pero para poder observar mejor este problema, veamoslo de un ángulo mas profundo.

De nada sirve, desde mi perspectiva, «cesar» o «destituir» a un mal elemento,sí­ tan pronto sale de la corporación y ya está pensando con que cartel trabajará ahora,creo, que no es noticia para nadie, que cientos de policí­as sobretodo Muní¬cipes o Estatales, están infiltrados en el narco, u otras actividades delictivas como robo a transeuntes, secuestro, robo de autos y partes, entre otros tantos crí­menes, ahora bien, supongamos que un oficial es cesado por supuestos nexos con el crimen, sale de sus funciones y busca un trabajo en otra parte, está comprobado que muchas empresas, se reservan el derecho de contratación, a personas que hayan sido servidores públicos de la ley, es decir, policí­as, mismo caso de algunas «corporaciones» de seguridad Privada, que no permiten entre sus filas a ex policí­as o ex militares, apelando a su– código de ética, que dicen les exige la secretarí­a de seguridad pública, para poder entregarles el permiso y la concesión para operar como grupos de seguridad privada, y de estos, hablaré en otra ocasión.

Es común, o se ha vuelto, común, que cuando se habla de la detención de algún grupo de sicarios, y personajes del crimen organizado, que dicho sea de paso, ya está muy ramificado,– escuchar que al menos, dos, o tres personas son, fueron, o pertenecieron a alguna secretarí­a de seguridad pública, las razones son obvias, un policí­a razo, de linea como le llaman entre jefaturas, no llega a ganar, arriba de cinco mil pesos, un comandante, a lo mucho, llega a los 8, o 10 mil pesos al mes, y hay policí­as sobretodo, en los pueblos alejados de los municipios, que en muchos de los casos, no traen- perdón por el chistorete– ni una resortera, es necesario entonces? elevar los sueldos de los policí­as? entrenarlos y capacitarlos mejor? darles clase de ética? para que no se corrompan, ? respuestas puede haber muchas, sin embargo, desde mi particular punto de vista, esto es lo que deberí­a de hacerse:

Profesionalización obligatoria de elementos, corporaciones con efectivos que tengan una carrera basada en la policí­a y la criminologí­a, el cual les darí­a ciertamente una herramienta muy poderosa para poder avanzar y ascender mas rápidamente a puestos superiores.

Incentivos para el Policí­a, ciertamente hay mucha policí­a corrupta, pero también los hay, que se rifan la vida, y arriesgan todo por su trabajo, a esos buenos elementos, se les debe incentivar de alguna forma, esto ayuda a que los elementos tengan una razón grande y contundente, para hacer bien su trabajo.

Castigos ejemplares, a esos «policí­as rebeldes», no se les puede enviar a la calle así­ como así­, para empezar las mismas autoridades están haciendo su trabajo deplorablemente mal, si saben de que un elemento está infiltrado, ese elemento debe ser arrestado de inmediato, y llevado a la procuradurí­a del estado, para que esta haga la averiguación previa, y que un juez determine si se debe turnar o no, a la PGR.debe determinarse el arresto dada la gravedad del asunto, a lo que voy a es a esto, si un elemento se infiltra, es la oportunidad de la autoridad, de realizar una investigación, para poder atrapar a un grupo criminal, desde mi punto de vista, «despedir» a un mal elemento, es darle al crimen, un elemento mas, hay que quitarselos, no regalarselos.

Importantí­simo; investigar a fondo,(amigos,familiares,conocidos cercanos) cual es la actividad del efectivo en sus dí­as de descanso, investigar a fondo, conocer a sus amistades, y saber con quien convive, todos, por ridí­culos que parezcan pueden ser datos de suma importancia para lograr la posible detención de alguna célula criminal

Pero, vamos a los hechos, en este paí­s cuando un policí­a es descubierto en «malos pasos», se le da de baja, si el ejército no catea la secretarí­a a la que pertenece, se da por bien servido, a lo mucho asuntos internos se encarga de él, pero, que hace en las calles? sin trabajo y sin un sueldo, ? la respuesta es mas que obvia, si la policí­a le ofrecí­a 8.000 pesos al mes, y el crimen 50.000, no hay mucho que pensar, desgraciadamente amigos, queridos lectores, esta es sólo una pequeña radiografí­a de todo lo que realmente sucede en nuestras calles con los malos policí­as, que para nuestra muy mala fortuna, son los más. como siempre la mejor opinión es la de ustedes, yo, en una muy humilde creo, que despedir a un mal elemento y mandarlo a las calles es un error enorme, es casi, como regalarle un arma mas, al crimen organizado.

*Waldo Madrigal editor, analista, opinador, cronista, escritor de â??el blog de madrigalâ?, miembro de los colaboradores de atomilk.com

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