En medio de danzas, ofrendas e incienso de copal para purificar el alma, cientos de guerrerenses acudieron para recibir los primeros rayos del sol en el equinoccio de primavera en la zona arqueológica de Tehuacalco
En medio de danzas, ofrendas e incienso de copal para purificar el alma, cientos de guerrerenses acudieron para recibir los primeros rayos del sol en el equinoccio de primavera en la zona arqueológica de Tehuacalco
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