Recordemos el momento en que se conoció un Barak Obama desenfadado, aquel día de las elecciones, 4 de noviembre (mismo día en que en México, la noticia se la llevo el avión que cae con el secretario de gobernación, Juan Camilo Mouriño); el â??Yes we canâ?, se convirtió en un mantra que lo encumbro por encima de su rival que sencillamente, jamás tuvo oportunidad ante los pésimos 8 años de George Bush.
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