Categoría: Personajes

  • Biografia de Ignacio Rayon

    Nació en Tlalpujahua, Michoacán. En 1786 ingresó al Colegio de San Nicolás, de Valladolid (Morelia), donde hizo estudios de bachiller. Pasó a la ciudad de México y en el Colegio de San Ildefonso hizo la carrera de abogado. Graduado en 1796. Más tarde regresó a su pueblo para dedicarse a la agricultura y la minería. Partidario de la Independencia, fue de los primeros en incorporarse a las fuerzas de Hidalgo, en Maravatío.

    Después de la batalla del Monte de las Cruces y de la marcha sobre Guadalajara, en los que acompañó a Hidalgo, propuso el establecimiento de una junta directora. Fue secretario de Hidalgo; estuvo en la batalla del Puente de Calderón y en la de Aculco.

    En Guadalajara, con el cargo de secretario de estado, luchó por reorganizar el gobierno y fue el promotor de la publicación de El Despertador Americano, órgano de la revolución de independencia. Estaba a favor de que se entablaran relaciones diplomáticas con Estados Unidos. En la derrota de Calderón salvó los caudales del ejército, que ascendían a 300 mil pesos. De acuerdo con Allende, lograron entrar victoriosamente a Zacatecas. Marchó con los caudillos derrotados.

    En Saltillo, en previsión de sucesos venideros, se le designó jefe para mandar al ejército y se le dieron instrucciones para continuar la guerra. Después de la aprehensión y muerte de los iniciadores, volvió a Michoacán. Se atrincheró en Zitácuaro y se defendió con fortuna.

    En agosto de 1811, en la propia Zitácuaro organizó la Junta Suprema Gubernativa, en la que figuró como presidente, con José María Liceaga y José Sixto Verduzco como vocales. Expidió leyes, proclamas y reglamentos, que se imprimían en una imprenta de tipos de madera, que luego cambió por otra más eficaz.

    El 1 de enero de 1812, un ejército mandado por Félix María Calleja y fuertemente pertrechado, se presentó frente a Zitácuaro; los insurgentes presentaron una gran resistencia pero tuvieron que abandonar la plaza. Después Rayón marchó sobre Toluca, Lerma, y estableció su cuartel en el Campo del Gallo, no lejos de Tlalpujahua. Formó parte del Congreso instalado por Morelos en Chilpancingo.

    En 1813 se fortificó en el cerro del Cóporo, convertido en poderosa fortaleza en unión de su hermano Ramón. Atacado por Agustín de Iturbide y por Llano, sostuvo un sitio de muchos meses. El 7 de enero de 1817, capituló con todos los honores.

    El no reconocer a la Junta de Jaujilla le trajo serias dificultades: fue perseguido y el propio Nicolás Bravo le entregó a los realistas.

    En la ciudad de México se le instruyó el proceso correspondiente y se le sentenció a muerte. Se aplazó la ejecución, pero quedó preso hasta 1820. Consumada la Independencia, se le nombró tesorero en San Luis Potosí.

    Alcanzó el grado de divisionario, fue comandante general de Jalisco y presidente del Tribunal Militar. Murió en la ciudad de México

  • Jose Mariana Pino Suarez

    Abogado, originario de Tenosique, Tabasco. Al terminar su carrera marchó a Yucatán, para ejercer su profesión.Dirigió el periódico El Peninsular.

    Poeta, publicó dos volúmenes: Melancolías. (1896) y Procelarias (1908). Prologó en 1904 Memorias de un alférez, de Eligio Ancona.

    Afiliado al Partido Antirreeleccionista, participó en la campaña política de Francisco I. Madero. Organizó los grupos de oposición de Tabasco y de Yucatán y participó en las negociaciones de los Tratados de Ciudad Juárez. Al estallar la revolución, se le nombró, desde Nueva Orleáns, Estados Unidos, gobernador provisional de Yucatán, cargo que ocupó del 5 de junio al 8 de agosto de 1911.

    Candidato después a gobernador constitucional, ejerció el poder del 7 de octubre al 13 de noviembre del mismo año, cuando dejó ese puesto a su cuñado para ir a la ciudad de México a ocupar la vicepresidencia de la República, cargo que ocupaba de manera simultánea al de ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, cuando fue obligado a renunciar en febrero de 1913.

    Murió asesinado junto con el presidente Madero en la ciudad de México

  • Jose Mariano Jimenez

    Originario de San Luis Potosí. Estudió en el Colegio de Minería de la ciudad de México y se graduó como ingeniero de minas en 1804. Establecido en Guanajuato, se dedicó al ejercicio de su profesión, donde lo sorprendieron los acontecimientos de la independencia y se presentó a Hidalgo después de la toma de Granaditas. Obtuvo el grado de coronel.

    Más tarde fue ascendido a teniente general y mandó la vanguardia del Ejército Insurgente. Obligó a Trujillo a abandonar Atenco y posesionarse del Monte de las Cruces. Fue hasta Chapultepec como parlamentario a pedir la entrega de la capital, que rehusó el virrey Venegas.

    Participó en las acciones de armas del Monte de las Cruces, Aculco y en la defensa de Guanajuato. Ascendió a capitán general. Fue comisionado para extender la rebelión en las provincias internas de oriente, que dominó totalmente después de haber derrotado a Cordero en Aguanueva y a Ochoa en el puerto del Carnero, y volvió a reunirse con los primeros caudillos en Saltillo.

    Aprehendido en Baján, fue conducido a Chihuahua y fusilado junto con Allende, Aldama y Santa María.

  • La Revolucion, Aquiles Serdan

    Originario de Puebla, Puebla, se afilió desde 1909 al Partido Antirreeleccionista e hizo intensa propaganda en favor de Francisco I. Madero; fundó un periódico y un club antirreeleccionista en la clandestinidad.

    Después de las elecciones de 1910 huyó a Estados Unidos. Después, recibió de Madero el encargo de organizar la rebelión en el estado de Puebla.

    El 18 de noviembre de 1910, un grupo de gendarmes dirigidos por Miguel Cabrera, jefe de policía de Puebla, asaltó la casa de Serdán, que estaba convertida en arsenal. El propio Serdán, su hermano Máximo, su hermana Carmen y otras personas se resistieron, y fueron sitiados por 400 soldados y cerca de cien policías. En un sótano hizo Serdán la última resistencia; allí fue muerto.

    Es considerado como uno de los primeros que ofrendaron su vida por la causa de la revolución mexicana. Su nombre figura con letras de oro en la Cámara de Diputados.

  • Mariano Matamoros; biografias de la Independencia

    Nació en la ciudad de México el 14 de agosto. Era hijo de José Matamoros y de Mariana Guridi. Estudió en el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco y en 1789 se recibió de bachiller en artes y teología.

    Cuando se inició el movimiento insurgente era cura de Jantetelco, en Jonacatepec. Por sospechas de abrigar simpatías por la insurgencia se dio orden de aprehensión en su contra, pero Matamoros logró escapar y se unió a Morelos en Izúcar el 18 de diciembre de 1811. Permaneció en esta población a la salida de aquel jefe hacia Cuautla.

    A principios de 1812 Matamoros llegó a Taxco, donde el 4 de enero Morelos lo nombró coronel de infantería. A pocos días salieron hacia Tenancingo. De allí, pasaron los insurgentes a Cuautla, a donde entraron el 9 de febrero en el sitio que a esta población puso Félix María Calleja.

    Matamoros se distinguió por su valor. El 21 de abril salió de Cuautla con Manuel Perdiz para tratar de conseguir víveres para los sitiados. Llegó a Ocuituco y se reunió con Miguel Bravo, pero no lograron llevar alimentos a Cuautla. El 27 de ese mes. Matamoros se reunió con Morelos en Chiautla después de que éste rompió el sitio de Cuautla, y de allí pasó a Izúcar.

    Allí reorganizó sus tropas y levantó un regimiento de dragones llamado del Apóstol San Pedro, con la divisa «Inmunidad Eclesiástica», como protesta contra el bando emitido por el virrey Venegas el 25 de junio. Morelos lo nombró su segundo en jefe el 12 de septiembre, y el 9 de noviembre siguiente Matamoros se le unió en Tehuacán. Al día siguiente salieron hacia Oaxaca, a donde llegaron el 25 de noviembre. Matamoros se distinguió en el ataque y toma de la ciudad.

    A principios de febrero de 1813, se dirigió a Yanhuitlán, donde se unió a Morelos el día 15. Matamoros permaneció en dicha población a la salida de aquel jefe insurgente, y en abril siguiente salió en persecución de Manuel Dambrini, realista procedente de Guatemala, a quien derrotó en Tonalá el 19 de ese mes.

    Regresó entonces a Oaxaca, donde fue recibido triunfalmente el 28 de mayo. Matamoros tuvo algunos desacuerdos con Nicolás Bravo, y el 12 de junio siguiente, en unión de Carlos María de Bustamante, solicitó se le removiera del rumbo de Veracruz y se dejase en su lugar a Mariano Rincón.

    Morelos, en Acapulco, lo nombró su teniente general. Matamoros pasó de Oaxaca a Yanhuitlán, donde continuó la organización de sus tropas y la fabricación de armas. El 16 de agosto se dirigió a la Mixteca para tratar de recuperar Izúcar, pero el 21 de septiembre Morelos le ordenó auxiliar a Nicolás Bravo, sitiado en San Juan Coscomatepec. Matamoros no llegó a tiempo para evitar la derrota de Bravo.

    Matamoros se estableció después en Tehuizingo, pero acudió al llamado de Morelos para atacar Valladolid, y en diciembre se reunió con él y otros jefes insurgentes en Cutzamala. Pasaron después a Huetamo, Tacámbaro y Tiripetío.

    En Llano Grande, Matamoros fue encargado el 20 de diciembre de conseguir el carbón suficiente para pintar las caras y manos de las tropas para atacar Valladolid. El 23 de diciembre iniciaron el ataque, pero fueron derrotados por Ciriaco de Llano y Agustín de Iturbide.

    Los insurgentes se retiraron por Chupío y Puruarán, donde el 5 de enero de 1814, Llano e Iturbide los atacaron de nuevo y Matamoros, quien estaba al mando de las tropas insurgentes, fue hecho prisionero por el dragón José Eusebio Rodríguez. Se le condujo preso a Pátzcuaro, donde entró el 12 de enero, y 3 días después llegó a Valladolid. En esta ciudad se le instruyó causa, y el 21 de ese mes firmó su retractación.

    A pesar de la oferta hecha por Morelos el 24 de ese mes de entregar 200 prisioneros realistas a cambio de Matamoros, éste fue fusilado el 3 de febrero. En 1823 se le declaró Benemérito de la Patria, y sus restos descansan ahora en la columna de la Independencia

  • Carmen Serdan, revolucionaria

    Hermana de Aquiles Serdán, nació en Puebla, Puebla. Trabajó con entusiasmo junto a su hermano en la campaña antirreeleccionista y maderista.

    En sus actividades secretas usó el nombre de Marcos Serrato. En octubre de 1910 estuvo en San Antonio, Texas, para llevarle fondos a su hermano.

    Se encontraba con éste el 18 de noviembre siguiente, cuando la casa de la familia Serdán, en la calle de Santa Clara, en Puebla, fue atacada por fuerzas del ejército federal y de la policía estatal. Con valentía y rifle en mano salió al balcón de la casa para arengar al pueblo, acto en el que resultó herida. Al cesar la resistencia dentro de la casa, Carmen, su madre y la esposa de Aquiles Serdán fueron apresadas y enviadas a la cárcel de La Merced, y después al hospital municipal de San Pedro.

    Terminada la etapa huertista, durante la lucha constitucionalista, actuó como enfermera en varios hospitales de sangre. Se retiró después a Puebla, donde estuvo, por algunos años, dedicada al cuidado de sus sobrinos.

    Murió en la ciudad de Puebla, Puebla.

  • Manuel Mier y Teran

    Militar nacido en la ciudad de México. Estudió en el Colegio de Minería. Incorporado al movimiento insurgente, tenía en 1814 el grado de teniente coronel. Sitiado por el realista Alfaro en Silacayoapan, en Oaxaca, el 27 de julio de ese año, hizo una salida que obligó a los realistas a levantar el sitio.

    El Congreso de Chilpancingo le ascendió a coronel. Sostuvo combates en Puebla y Veracruz; realizó expediciones por Coatzacoalcos y reunió armamento de importancia. Encabezó en 1815 la Junta que intentaba disolver el Congreso que proclamó la Independencia. Quiso asumir el mando como jefe de las fuerzas insurgentes, pero los demás caudillos se opusieron.

    Prosiguió su lucha en Veracruz y Puebla, y se distinguió en la defensa de Tehuacán en enero de 1817; obligado a rendirse, obtuvo ventajas para sus compañeros. Se reincorporó a las fuerzas del general Bravo al proclamarse el Plan de Iguala.

    Cuando se declaró fuera de la ley a Agustín de Iturbide, Mier y Terán era diputado por Chiapas. Después fue ministro de la guerra, de marzo a octubre de 1824, con el supremo Poder Ejecutivo, y con el presidente y general Guadalupe Victoria de octubre a diciembre de 1824. Dejó el Ministerio por diferencias con el presidente, originadas desde la toma de Oaxaca, en noviembre de 1812.

    Fue inspector de las defensas del estado de Veracruz, propuesto ministro de Inglaterra en 1825 y designado director del Colegio de Artillería, cargo que dejó en 1827 para dirigir la Comisión de Límites entre México y Estados Unidos, nombramiento en que tuvieron parte la condesa de Regla y el encargado de negocios de Inglaterra, Ward.

    En los años treinta del siglo XIX, el doctor Mora le consideró posible candidato a la presidencia de la República. Su campaña en 1832 en el estado de Tamaulipas, donde trató, sin éxito, de apoderarse de Tampico, y sus desilusiones políticas, motivaron, quizá, que atentara contra su vida, lo que llevó a cabo en Padilla, en la misma casa en donde pasó las últimas horas Agustín de Iturbide antes de ser fusilado

  • Jose Vasconcelos biografia de la revolucion

    Originario de la ciudad de Oaxaca, Oaxaca, vivió poco tiempo en su ciudad natal; después residió en Piedras Negras, Coahuila. Viajó por varias ciudades del país y en el Instituto Campechano hizo sus estudios elementales.

    En la ciudad de México ingresó en la Escuela Nacional Preparatoria y pasó luego a la de Jurisprudencia. Abogado en 1907, pertenece a la generación del Ateneo de la Juventud. Tomó parte activa en la revolución de 1910. Se afilió al maderismo y posteriormente siguió al villismo.

    Al triunfo de la revolución, el presidente Álvaro Obregón lo nombró rector de la Universidad Nacional, y, de 1921 a 1924 desarrolló una extraordinaria labor como secretario de Educación Pública. Organizó la educación popular, creó bibliotecas y celebró con gran éxito la primera Exposición del Libro en el Palacio de Minería; agotó un amplio programa de publicaciones, aprovechó a educadores extranjeros como Pedro Henríquez Ureña y Gabriela Mistral; hizo otro tanto con economistas como Alfonso Goldschmidt.

    La pintura mural mexicana adquirió trascendencia y calidad universal gracias al entusiasmo de Vasconcelos, al ofrecer a pintores mexicanos y extranjeros como Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Roberto Montenegro y Jean Charlot, los muros de los edificios de la Nación. A causa de dificultades políticas se alejó del país varias veces y viajó por Europa y Estados Unidos.

    En 1929 lanzó su candidatura para presidente de la República y, después del fracaso, en un nuevo destierro, recorrió Europa, Asia y América del Sur. Volvió a México en 1940 y se encargó de la dirección de la Biblioteca de México. Perteneció a incontables agrupaciones culturales extranjeras y del país; fue miembro del Colegio Nacional y a la Academia Mexicana de la Lengua.

    La obra escrita de Vasconcelos abarca buena parte de las disciplinas del pensamiento: filosofía, sociología, ensayo, historia, autobiografía. La mayor parte corresponde a la sociología y a la filosofía en la que fue creador de un sistema original. En obras suyas como La raza cósmica o La Indología, aparecen sus preocupaciones por la cultura hispanoamericana. A pesar de la importancia de este aspecto de su obra, sin duda ha pasado a la posteridad por los libros que forman su autobiografía: Ulises criollo, 1936, La tormenta, 1936, El desastre, 1938, El proconsulado, 1939

  • Xavier Mina en biografias de la independencia

    Nativo de Otano, en Navarra, España, inició estudios de abogado en Pamplona que abandonó para luchar contra la invasión francesa, en 1808. De ideas liberales, tuvo que emigrar de España, primero a Francia y luego a Inglaterra.

    En este país se relacionó con el padre Servando Teresa de Mier y otros partidarios de la independencia mexicana. Convencido de que para luchar contra el absolutismo, que personificaba Fernando VII, podía hacerlo en España o América, se embarcó para ese continente en mayo de 1816, para luchar por la Independencia de la Nueva España.

    Estuvo en Estados Unidos y preparó su expedición con varios buques; estuvo brevemente en Haití; después marchó a Nueva Orleáns y el 15 de abril de 1817 desembarcó en Soto la Marina en la desembocadura del río Santander, en Tamaulipas. Llegó con tres buques: el «Cleopatra», el «Neptuno» y el «Congreso Mexicano». Se internó al país con poco más de 300 hombres. Entró en la villa de Horcasitas y tomó 700 caballos que estaban destinados a los realistas, con lo que montó toda su tropa. Se destacaron fuerzas para combatirlo y el 8 de junio de 1817 derrotó en Valle del Maíz al capitán Villaseñor.

    El 14 de junio llegó a la hacienda de Peotillos, en camino a San Luis Potosí. El día 15, en una batalla que duró tres horas, con sus 300 soldados, derrotó a Armiñán, que contaba con 2 mil hombres. Aunque el triunfo fue completo, Mina perdió la quinta parte de su ejército. En toda la ruta se mostró respetuoso de los no combatientes. El 24 de junio entró al Fuerte del Sombrero, posesión insurgente; el 28 derrotó al realista Ordóñez en el campo de Arrastradera, donde quedó muerto el jefe realista.

    El 7 de julio cayó sobre la hacienda del Jaral, que estaba fortificada. En ella tomó un millón 400 mil pesos y víveres. Volvió al Fuerte del Sombrero, donde se dio cuenta de las disensiones que había entre los insurgentes. Siguió su marcha al interior. Atacó la ciudad de León, donde fue rechazado.

    El mariscal Liñán, que había llegado de España, marchó sobre el fuerte del Sombrero, donde se encontraban Mina y Pedro Moreno; llevaba 2 mil 500 hombres y 14 cañones. Los realistas fueron rechazados en el asalto del 4 de agosto, con grandes pérdidas. El día 7 trató de salir Mina para introducir víveres, sin lograrlo.

    Salió al día siguiente por la noche y marchó al fuerte de los Remedios, donde preparó un convoy; fue atacado por el jefe Rafols, no lejos de Silao. Liñán, tras varios ataques, logró apoderarse del fuerte del Sombrero el 20 de agosto; después de demoler las fortificaciones, fusiló a los 200 prisioneros, incluyendo a los heridos.

    Mina se encontraba con Pedro Moreno en Los Remedios, donde siguió combatiendo. Liñán puso sitio al lugar con 6 mil hombres y artillería abundante. Mina logró salir con un grupo de compañeros y pudo reunirse con Ortiz en la Tlachiquera; marcharon sobre la hacienda del Bizcocho, que ocuparon tras breve combate. Después se dirigió sobre San Luis de la Paz, que logró tomar a viva fuerza. Nuevamente marchó a Los Remedios, pero se desprendió una sección de mil hombres para combatirlo, mandados por el coronel Orrantia.

    Mina trató de distraer a los realistas al marchar sobre Guanajuato, pero Torres se opuso al movimiento. Xavier Mina fue derrotado en la hacienda de la Caja; después se dirigió a Jaujilla. El 26 de octubre se quedó a descansar en el rancho del Venadito. Orrantia, que lo perseguía, lo hizo prisionero el 27.

    Aprisionado con grilletes se le llevó ante Liñán, quien ordenó su fusilamiento frente al fuerte de los Remedios. Sus restos se encuentran en la Columna de la Independencia de la ciudad de México. Mina tenía, al morir, veintinueve años de edad; era de gallarda presencia, y poseía el arte de ganar el afecto de los soldados.

    En Nueva España tomó el título de «General del Ejército Auxiliador de la República Mexicana». Llegó cuando la Guerra de Independencia estaba en su último periodo; sin recibir los auxilios que le habían prometido; visto con desconfianza por los insurgentes, luchó contra todos los recursos de un gobierno establecido. Mina todavía penetró, por medio de sus triunfos, hasta el corazón del país; puso en el mayor cuidado al virrey, y su expedición forma un episodio corto, pero de los más brillantes de la Guerra de Independencia

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  • Francisco Villa; revolucionario

    Su verdadero nombre era Doroteo Arango. Nacido en la hacienda de Rí­o Grande, jurisdicción de S. Juan del Rí­o, Durango, era hijo de Agustí­n Arango y de Micaela Quiñones Arámbula.

    Dedicado desde la infancia a las labores del campo, pronto fue excelente caballista. Huérfano todaví­a adolescente, jefe de familia, defendió a una hermana ofendida por uno de los dueños de la hacienda en cuyas tierras trabajaba, y que abandonó para rehuir la persecución de una justicia parcial. Cambió entonces su nombre por el que se hizo famoso no sólo en la historia de la Revolución Mexicana, sino en todo el mundo, que le conocerá por Pancho Villa.

    Los hechos de los años anteriores a su adhesión a la campaña de Madero, señalan las fallas del hombre rudo e impulsivo dependiente de una sociedad que le tolera, o que le acosa cuando le considera fuera de su propia ley.

    Villa se unió a la campaña maderista en 1909, bajo la influencia de Abraham González, gobernador a la sazón del estado de Chihuahua. Aunque Villa no tuvo educación escolar, sus actividades comerciales le habí­an hecho aprender a leer y escribir. Su compromiso de levantarse en armas contra la dictadura de Porfirio Dí­az, lo cumplió el 17 de noviembre de 1910, al atacar la hacienda de Cavarí­a, en Chihuahua, al que le siguieron los encuentros de San Andrés, Las Escobas y Ciudad Camargo.

    Desde un principio se destacaron sus dotes como combatiente y organizador, ayudado por el exacto conocimiento del terreno que pisaba. Conoció a Francisco I. Madero, en la hacienda de Bustillos, ante el cual se presentó con regular número de tropa, disciplinada y bien pertrechada. Recibió entonces el grado de coronel. Es significativo que ya figurara entre militares de mayor historia, entre los que concurrieron a la junta convocada por Madero el 1 de mayo de 1911, frente a Ciudad Juárez, para concertar la paz.

    De acuerdo con Pascual Orozco, Villa atacó Ciudad Juárez y obtuvo uno de los primeros y más señalados triunfos de la revolución incipiente. Al triunfo de la lucha armada, Villa se dedicó al comercio. Radicado en la ciudad de Chihuahua, fue introductor de ganado y dueño de varias carnicerí­as. Su nueva etapa en los campos de batalla se inició al producirse la rebelión de Pascual Orozco. Combatió en territorios de Chihuahua y de Durango, en donde engrosó sus filas. En Torreón se incorporó a las tropas de Victoriano Huerta, encargado por el gobierno de Madero para someter a los orozquistas.

    Por su lealtad y méritos en campaña ascendió a general brigadier honorario. Triunfó en Conejos y en la importante acción de Rellano. El recelo de Victoriano Huerta le provocó dificultades, y estuvo a punto de ser fusilado. Remitido preso a la ciudad de México, se fugó de la cárcel Militar en 1912, y pasando por Guadalajara y Manzanillo, marchó a Estados Unidos.

    Regresó al paí­s a la muerte de Madero; se internó por Chihuahua con sólo ocho hombres, a los que se unieron pronto miles de soldados que le siguieron en sus acciones de guerra. Fue auxiliado con dinero por el gobernador de Sonora, José Marí­a Maytorena. Combatió contra los generales Salvador R. Mercado y Félix Terrazas. A este último le hizo 237 prisioneros, que fusila en cumplimiento de la Ley de 25 de enero de 1862.

    En Ciudad Jiménez, en septiembre de 1913, se constituyó la famosa División del Norte, poco antes del ataque a Torreón, y que su origen comandó Villa. Las dos batallas que precedieron a la toma de Torreón, ocurridas el 30 de septiembre de 1913 y abril de 1914, son consideradas dignas de figurar en tratados en materia bélica.

    De vuelta a Chihuahua, atacó a la capital, y con la rapidez que desconcertaba a sus adversarios, marchó sobre Ciudad Juárez que ocupó el 15 de noviembre de 1913. Dio después la batalla de Tierra Blanca, en la que desarrolló su intuición militar. Toda una división federal fue derrotada, apoderándose de parque e implementos. Ganó al poco tiempo la batalla de Ojinaga, y el 8 de diciembre de 1913 entró a la ciudad de Chihuahua, donde asumió el cargo de gobernador provisional.

    Demostró capacidad administrativa; restableció el orden, abarató los artí­culos de primera necesidad, abrió el Instituto Cientí­fico y Literario; condonó contribuciones atrasadas, y emitió papel moneda. Aunque dejó el gobierno el 8 de enero de 1914 en la práctica, ejerció el poder varios meses más. En marzo combatió en Gómez Palacio, ya incorporados a la División del Norte los generales Felipe íngeles, José Isabel Robles y Raúl Madero.

    Desde sus primeros triunfos se suscitaron hondas diferencias con Venustiano Carranza. í?ste le ordenó tomar la ciudad de Saltillo, regateándole por otra parte pertrechos necesarios para llevarlo a cabo, mientras que, al mismo tiempo, se fraguaban maniobras polí­ticas entre los elementos villistas y las autoridades civiles de Chihuahua. Sin embargo, obedeció Villa las órdenes de Carranza y tomó a sangre y fuego la plaza de Zacatecas el 23 de junio de 1914. Esta victoria decidió el triunfo de las armas revolucionarias y la caí­da de Victoriano Huerta. Ahondada la división con Carranza, interviene el general ílvaro Obregón cerca de Villa, que estuvo a punto de fusilar al enviado de México.

    Inaugurada la Convención el 1 de octubre, se trasladó el 10 a Aguascalientes Ahí­ se unieron zapatistas y villistas en contra de los afectos a Carranza. La Convención cesó a Villa y a Carranza de sus cargos pero bajo la presidencia del general Eulalio Gutiérrez, Villa fue designado jefe de Operaciones de la Convención. Entró a la ciudad de México con Emiliano Zapata el 6 de diciembre de 1914.

    La controversia polí­tica se desplazó a los campos de batalla; Villa fue derrotado en la zona del Bají­o: Celaya, León y Trinidad. Se vio obligado a regresar a su punto de partida, al norte, donde siguió combatiendo hasta 1915. Fracasó en una incursión sobre Sonora. Atacó Columbus, lugar fronterizo de Estados Unidos, y provocó la llamada Expedición Punitiva. Sus tropas se redujeron y aunque tuvo fuerzas para amedrentar a los congresistas de Querétaro (1916-1917), Villa habí­a perdido su categorí­a de jefe de ejércitos para volver a su condición de temido guerrillero, y entrar en la leyenda.

    Nombrado presidente interino Adolfo de la Huerta en 1920, se efectuó en mayo de 1920 una entrevista cerca del pueblo de Allende, Chihuahua, entre los generales Francisco Villa e Ignacio C. Enrí­quez, con el objeto de que el primero reconociera al gobierno surgido del Plan de Agua Prieta, y de que depusiera las armas, ya que Venustiano Carranza, contra quien luchaba, habí­a sido muerto. Antes de concluir las entrevistas y como las tropas de Enrí­quez planeaban aprehender a Villa, éste esquivó estas tropas y se retiró.

    Por fin Villa se amnistió gracias a los buenos oficios de su amigo Elí­as Torres, firmándose los Convenios de Sabinas. Se le reconoció el grado de general de división con haberes completos, y recibió en propiedad el Rancho de Canutillo de 25 mil hectáreas, cercano a Hidalgo del Parral, Chihuahua, que explotó con sus antiguos compañeros de la División del Norte, los Dorados.

    El 20 de julio de 1923, Villa, en compañí­a de su fiel compañero de armas, el coronel Miguel Trillo, cae asesinado ví­ctima de una emboscada que le tiende Jesús Salas Barraza en las entradas de la ciudad de Parral.

    Sus restos fueron profanados en febrero de 1926, cuando un estadounidense viola la tumba en donde descansaban y se llevó a su paí­s la cabeza del Centauro del Norte. En 1967 se colocó su nombre, con letras de oro, en el recinto de la Cámara de Diputados, y el 20 de noviembre de 1969 se inauguró una estatua ecuestre con la efigie de Villa en la ciudad de México