Con el objetivo de lograr la medición de antígenos y anticuerpos contra COVID-19, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) dio su autorización para el uso de cuatro nuevas pruebas serológicas.
Con este aval, actualmente, existen siete tipos de pruebas que ya se pueden vender en México, durante la emergencia sanitaria.
En su página, la COFEPRIS enfatizó que las pruebas serológicas no sirven para diagnosticar COVID-19, ya que solo se utilizan para determinar la exposición que una persona haya tenido frente al virus SARS-CoV-2.
Además, enfatiza que estas pruebas, donde se detecta la presencia de anticuerpos protectores contra el coronavirus, no excluye la posibilidad de padecer un nuevo contagio, por lo que obliga a las empresas participantes a poner esta explicación en los empaques de sus pruebas.
“La presencia de anticuerpos tipo IgG sugiere que el sujeto ha sido expuesto al virus y ha desarrollado una respuesta inmune, típicamente esto ocurre al menos dos semanas después de la exposición y expresión clínica de la enfermedad.
“No determina en forma categórica que ya no se tiene riesgo de contraer la enfermedad, pero sugiere que es de menor riesgo que quien no tiene anticuerpos”, se lee.
De acuerdo a la publicación de la COFEPRIS, las nuevas pruebas autorizadas son:
1.-Certum 2019-nCov IgG/IgM Rapid Test, de la empresa All Test Biotech. 2.-Standard Q COVID-19 IgM/IgG Combo Test de la compañía SD Biosensor, Inc. 3.-Panbio COVID-19 IgG/IgM Rapid Test Device de la empresa Abon Biopharm (Hagzhou) Co.,Ltd 4.- Novel Coronavirus 2019 nCoV IgG/IgM Test Kit (colloidal gold) de la compañía Genrui Biotech.
Tras la aplicación de las pruebas serológicas, los resultados son:
IgM-/IgG- No hay evidencia de infección por SARS-Cov 2 IgM+/IgG- Probable infección reciente sin anticuerpos protectores IgM+/IgG+ Probable Infección reciente con anticuerpos protectores en desarrollo IgM-/IgG+ Probable infección pasada con anticuerpos protectores
Tener anticuerpos protectores IgG no excluye la posibilidad de una eventual reinfección.
Autoridades de la Secretaría de Salud federal (Ssa) informaron en conferencia de prensa que el número de casos confirmados de la nueva cepa de coronavirus Covid-19 aumentó a 90,664 en México.
Mientras que los casos confirmados activos de Covid-19 al cierre del mes de mayo se ubican en 16,962 y los sospechosos en 36,803.
En Oaxaca, emite el gobernador Alejandro Murat medidas para transitar a la nueva normalidad a partir de este 1 de junio.
La Nueva Normalidad del 1 de junio no significa que miles de personas puedan salir a la calle como antes. Las autoridades sanitarias estatales podrán aplicar disposiciones adicionales para evitar contagios, no al contrario.
Estamos por ver como la gente ahora tomará todo esto, como si se hubiera acabado todo y salir a festejar, fiestas, comidas, reuniones, etc que dispararán los contagios.
La globalización creó el México de hoy en día, transformando su economía, sociedad y política, para desagrado del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador. Ahora, si desea salvar su Presidencia y al país de la pandemia del nuevo coronavirus y de una despiadada recesión, el hombre que en su discurso de investidura presidencial denunció el neoliberalismo por “corrupto” tendrá que fortalecer las relaciones internacionales de México.
A lo largo de los últimos 30 años, México se convirtió en una de las economías más abiertas del mundo. El comercio supera 80 por ciento del Producto Interno Bruto: millones de empleos mexicanos dependen de un sector de exportación en auge que abarca autopartes, motores de aeronaves, dispositivos médicos, pantallas de televisor, productos agrícolas, y mucho más. Según McKinsey Global Institute, estos sectores con impacto internacional son los más productivos y representan una sólida base para empleos de mayor remuneración y crecimiento económico a más largo plazo.
Más de medio billón de dólares de Inversión Extranjera Directa ha llegado a la nación en las últimas dos décadas, permitiendo construir una base manufacturera competitiva a nivel global y, más recientemente, una estabilización y modernización del debilitado sector energético.
La liquidez del peso ha facilitado esto con un flujo transfronterizo de más de 100 mil millones de dólares diarios. La mitad de la población mexicana indica que tiene familia en el exterior, principalmente en Estados Unidos. Desde el ciudadano común hasta la élite, desde sitios de construcción hasta granjas, la migración ha atraído al humilde y al pudiente de México, a sus empresarios y a su gente en dificultad. Estos 12 millones de mexicanos, 10 por ciento de la población, envían remesas, unos 40 mil millones de dólares en 2019, que representan un sustento para familias y comunidades en casa.
Al igual que en otros países, la globalización ha tenido sus costos. Muchas de las organizaciones criminales de México son transnacionales, mueven sustancias ilegales y trafican personas a través de las fronteras, asediando simultáneamente a aquellos que permanecen en el país. La desigualdad aumentó a la par de la apertura de México (aunque ha disminuido en la última década), y la pobreza perdura. Aviones y barcos trajeron un letal virus que fue inicialmente incubado del otro lado del océano.
No obstante, el resultado real de la globalización para México se evidencia a través de las grandes disparidades entre norte y sur: al norte abierto y conectado le va mucho mejor en términos de ingresos, riqueza, educación y esperanza de vida que al aislado sur. Las propias decisiones de los mexicanos revelan qué mundo prefieren, pues las poblaciones en estados más ‘internacionales’ están creciendo.
Y aún así, López Obrador insiste en desconectar a México del mundo.
Inició su cruzada contra un México global mucho antes de su exitosa campaña presidencial en 2018 y el brote del COVID-19 de este año (su impulso presidencial de 2006, por ejemplo, instaba a rechazar menores aranceles agrícolas acordados en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte). Ahora, en sus conferencias de prensa diarias, despotrica contra las políticas exteriores de sus predecesores, culpándolos de la pobreza, desigualdad, corrupción e inseguridad.
A nivel energético, solo visualiza al Estado y ha cancelado subastas y debilitado los contratos privados. En su intento por ser autosuficiente en términos de gasolina, invierte miles de millones en refinerías, aunque las de México operan a tan solo una cuarta parte de su capacidad, y bloquea políticas que apuntan a comprar la energía más barata que haya, a menudo gas natural importado y más limpio.
La autosuficiencia, y no la dependencia, también orienta su visión de la agricultura. Su Gobierno gasta miles de millones de dólares en fertilizantes gratuitos para los agricultores, precios garantizados para el maíz, el frijol, la harina, el arroz y la leche, y subsidios para que los consumidores paguen menos que las tarifas del mercado por estos alimentos y otros de la canasta básica.
En términos generales, a López Obrador parece importarle poco las normas internacionales. Acude a referendos locales para resolver las decisiones de inversión. Estas consultas ‘populares’, en las que frecuentemente solo vota una mínima porción de la población, han sido utilizadas para cancelar la construcción de un nuevo aeropuerto en Ciudad de México en 2018; autorizar el Tren Maya que afectaría los bosques de la península de Yucatán; e impedir que el productor de cerveza Corona abra una planta en Baja California. Está socavando la independencia de agencias regulatorias, ahuyentando a inversionistas a medida que reemplaza a expertos cualificados con partidarios.
El Gobierno de López Obrador no se ha alejado totalmente del resto del mundo. Ha alcanzado acuerdos de libre comercio con EU y Canadá, al igual que con la Unión Europea. Además, está priorizando la reapertura de fábricas relacionadas con cadenas de suministro de Norteamérica, pero estos pocos factores positivos se ven opacados por la creciente indiferencia ante las normas básicas del comercio.
¿Dato revelador? López Obrador no ha salido del país desde su victoria electoral. Ha enviado a otros a reuniones del Grupo de los 20; a la Asamblea General de las Naciones Unidas, y al Foro Económico Mundial en Davos, dejando a la deriva todo liderazgo mexicano en un abanico de temas, desde financieros hasta climáticos.
Si el presidente realmente quisiera ayudar a los que dice representar, acogería las ventajas globales de México. Favorecería la inversión y experiencia extranjera en el sector de la energía, acelerando así la transición hacia una red más estable y eficiente. Esto beneficiaría más que todo a la población pobre con precios más bajos.
Una creciente producción liderada por el sector privado también significaría regalías gubernamentales más altas para dedicar a programas sociales. Un sistema de electricidad prolífico también atraería más manufactura, un paso clave en la expansión del rol de México en las cadenas de suministro y la generación de más y mejores empleos.
Un mayor comercio agrícola mantendría bajos los precios al consumidor, ayudando así a la población pobre sin costosos desembolsos gubernamentales. Permitiría igualmente especializarse en una mayor rentabilidad de frutas, vegetales, café y otros productos, un camino que posibilita salir de la permanente pobreza que significa la agricultura de subsistencia. Por otra parte, adherirse a normas basadas en el comercio y apoyo no politizado traería de vuelta la inversión local e internacional que alimenta el crecimiento económico.
Tristemente, no es probable que López Obrador cambie el curso que ha tomado. Más bien, la actual recesión se intensificará. Los nuevos 10 millones de pobres tendrán la compañía de millones más. No se tendrá en cuenta al país para la reubicación de cadenas de suministro que salen de China en este momento, limitando su potencial económico a largo plazo. Se perderán vidas y sustentos. Un México más solitario será un México disminuido que drena la esperanza de aquellos que llevan mucho tiempo en el olvido.
Para enfrentar de la mejor manera posible el regreso a lo que se ha denominado la “nueva normalidad”, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) puso en marcha el “Plan de Acción en Salud Mental”.
A partir de este 1 de junio, aplicará acciones de apoyo psicológico personalizado a derechohabientes y trabajadores en los 184 hospitales de reconversión, donde se atienden pacientes con coronavirus.
La atención está dirigida a los grupos más vulnerables como niños, adolescentes, adultos mayores y al personal de salud que atiende pacientes con Covid-19.
Como parte del Plan de Salud Mental se brindará orientación y apoyo telefónico en el número gratuito 800 2222 668 opción 4, de lunes a viernes de 8 a 20 horas.
El servicio no atiende urgencias, pero brinda acompañamiento e información sobre salud mental, técnicas de relajación y psicoeducación para intervenir en momentos de crisis.
El IMSS añadió que el aislamiento por cuarentena ha provocado que las personas sufran alteraciones mentales como estrés, miedo, ansiedad, depresión.
Además del aumento en el consumo de sustancias adictivas, riesgos por violencia y estrés postraumático.
La cuarentena implicó una experiencia desagradable para el derechohabiente, porque involucró la separación de sus seres queridos, pérdida de libertad, incertidumbre y aburrimiento, que en ocasiones provoca efectos desfavorables en la salud mental.
Por lo anterior, el personal médico intervendrá para prevenir los principales trastornos en la salud mental que se caracterizan por la presencia de: irritabilidad, taquicardia, insomnio, distensión abdominal, pérdida de apetito, hipertensión arterial, falta de concentración, baja tolerancia a la frustración, desánimo, desesperanza e ideas repetitivas y catastróficas en el individuo.
Se dará prioridad al uso de herramientas tecnológicas con video llamadas entre pacientes con Covid-19 y familiares, quienes recibirán apoyo psicológico.
Además, iniciará una campaña de prevención en redes sociales como “Saber IMSS” y medios electrónicos como “Avisos”.
El servicio de Salud en el Trabajo atenderá a trabajadores con padecimientos mentales derivados de la contingencia.
El viernes 29 de mayo, el subsecretario y vocero de la pandemia Hugo López-Gatell presentó el semáforo de riesgo que estaría definiendo el regreso de las actividades en la nueva normalidad. Todas las explicaciones pasaron a segundo término cuando llegó a la lámina que mostraba a un país completamente rojo que demostraba que, salvo Zacatecas, todas las entidades estaban en máxima alerta.
¿En qué cabeza cabe que, con un país en máximo riesgo, con contagios y muertes en ascenso y una letalidad escandalosamente alta se decida terminar con la Jornada Nacional de la Sana Distancia? En la del presidente Andrés Manuel López Obrador, incapaz de reconocer que la estrategia seguida por su gobierno ha puesto, y pone, en peligro a millones de mexicanos.
El mandatario, quien había dicho reiteradamente que las decisiones de su gobierno se tomarían con base en evidencia científica, traicionó su palabra. Prueba de ello es que el propio López-Gatell señaló el miércoles 27 que la decisión de que el Presidente retomara sus giras no estaba tomada y que como escuchaba a los médicos habría una reflexión para ello. Todo indica, sin embargo, que el mandatario sólo escucha a su almohada porque un día después y antes de la reunión nocturna con el gabinete, anunció en su conferencia: “ya tomé la decisión de salir, porque necesitamos reiniciar nuestra vida pública e ir hacia la nueva normalidad con todos los cuidados”.
Esa errática comunicación, los múltiples cambios de señales, las contradicciones entre su gabinete están haciendo estragos en el manejo de la pandemia. Las cifras de contagios y muertes siguen al alza porque la gente fue relajando poco a poco la cuarentena y ¿cómo culparlos? Un día escuchan que deben seguirse abrazando, besando y visitando lugares públicos y, al otro, que siempre no.
El tabasqueño dio varias fechas en las que según él todo volvería a la normalidad, la fecha del pico máximo de la pandemia igualmente ha cambiado y la curva aplanada nada más no se ve por ningún lado.
¿Cómo culpar a la gente si primero se anunció que serían más de 900 los municipios que volverían a la normalidad el 17 de mayo, luego resultó que eran 324 y, finalmente, que no todos pudieron regresar? ¿Cómo culpar a la gente si el Presidente se la pasa diciendo que la pandemia ya se domó, que falta menos, que vamos bien y que, además, él ya se va de gira?
¿Cómo culpar a la gente si no entiende la gravedad de la pandemia? en México nunca sabremos la dimensión del covid-19 porque el gobierno federal decidió que no era importante contabilizar el número de contagios y ni siquiera de muertes. El método de vigilancia epidemiológica que escogieron para medir les vino como anillo al dedo, porque así pudieron manejar las cifras como mejor les conviniera, sin pruebas de por medio.
El Presidente y su gobierno se lavaron las manos y señalaron que el semáforo que se presentó el viernes era voluntario y que cada gobernador se haría responsable de las decisiones tomadas: “Pero un gobernador dice: ‘Yo no estoy de acuerdo, no aplico esto’. Ni modo que nos vamos a enganchar en un pleito con ese gobernador. Le diríamos: ‘Pues siga usted su camino, usted va a hacerse responsable ante su pueblo’; cada quien debe de asumir la responsabilidad que le corresponde”.
Así mientras el país está color hormiga, López Obrador decidió simplemente continuar con el papel que más le gusta, el que mejor le sale: el del candidato. Lo suyo, lo suyo, es andar de gira visitando distintos estados, pronunciando encendidos discursos contra el neoliberalismo y los conservadores. Y si él está feliz, pensará su gabinete, no importa que el país arda.
«Durante la comparecencia virtual ante la Junta de Coordinación Política, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, aseguró a los legisladores que la estimación; de personas que pueden morir en México por la pandemia de covid-19 podría llegar entre 25 y 30 mil personas.
¿Ya no son los 6 mil de hace 2 meses? A caray, ¿ya tampoco son los 11 de hace 3 semanas?
Ya nadie le cree a López Gatell y es que precisamente ahora dice (cuando parece que la pandemia esta fuera de control en México) que fue una de sus primeras estimaciones, donde hablaba de 12 mil 500 personas que podrían perder la vida y podría llegar hasta cerca de 25 mil o 30 mil las muertes.
¿Alguien tiene el dato de cuando lo dijo? Diversos medios de comunicación incluido este, busca en las conferencias de avances del control de la contingencia por coronavirus y no tiene dato alguno al respecto.
De hecho y aun cuando el Dr. López Gatell espera que no ocurran tantas defunciones, es muy impresionante el efecto que tienen las enfermedades crónicas sobre la mortalidad, pero eso lo sabemos, lo que nos impresiona es como las autoridades de salud les viene muy guango como es que nos tratan de ver la cara con las cifras y sus estimaciones.
La máxima casa de estudios de México la UNAM, ha dicho que de mantenerse la tendencia conforme se encuentra en estos momentos, México vería su pico de contagios y muertes a finales de junio, como todos los países de Europa, al tercer mes.
El pasado 23 de abril López-Gatell, dijo en entrevista con EFE que la pandemia por covid-19 podría dejar entre 6 y 8 mil muertos, mientras que pico de contagios se alcanzaría entre el 8 y 10 mayo.
Aquí es cuando comenzamos a ver que los análisis y las cifras del Gobierno Federal no tienen lógica alguna con la realidad.
Los pronósticos del doctor están lejos de la realidad, de acuerdo con una proyección independiente a cargo de un científico del Instituto de Tecnológico de Massachusetts (MIT), para el 1 de septiembre, México podría llegar a los 132 mil fallecimientos por coronavirus.
El modelo del científico Youyang Gu, Proyecciones de covid-19 utilizando aprendizaje de máquina, es uno de los estudios utilizados por los Centros de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos para tomar decisiones sobre la pandemia.
El documento presenta tres rangos distintos de mortalidad para 70 países: alto, bajo y escenario proyectado, este último es el que tiene la probabilidad más alta de ocurrir.
La proyección de 132 mil muertes para México es el dato del escenario intermedio, en el peor de los casos se llegaría a 212 mil muertos para el primer día del mes de septiembre, en el mejor escenario la cifra de defunciones sería de 37 mil.
Ninguna de estas cifras esta siquiera cerca de los modelos de análisis y trabajo de la Secretaría de Salud Federal y menos, del Dr López Gatell.
Por último, pero no menos importante, México se encuentra a horas de iniciar el retorno a la nueva normalidad para algunos municipios del país, comenzará a relajarse el confinamiento, ya se ven calles y plazas comerciales con más gente y sabemos que puede darse un repunte aún mayor en los contagios que esto derive claro, en el alza de la cifra de muertes, pero al Gobierno Federal esto parece importarle muy poco.
Podríamos alcanzar los 132 mil muertos para septiembre por el Covid19 en México segun un pronóstico del MIT (Instituto Tecnologico de Massachusetts)
De acuerdo con una proyección del científico Youyang Gu, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), México podría llegar a tener 132 mil muertes por COVID-19 al 1 de septiembre.
“Proyecciones de COVID-19 utilizando aprendizaje de máquina”, es uno de los estudios empleados por los Centros de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos para implementar decisiones sobre la pandemia.
El modelo se ha vuelto una referencia para quienes quieren saber cuánto pueden aumentar las muertes con el regreso a las actividades diarias.
En este sentido, el estudio presenta tres rangos de mortalidad para 70 países de la Unión Americana: alto, bajo y escenario proyectado, siendo este último el más probable que ocurra.
México superó ayer a China por 508 casos confirmados de covid-19, de acuerdo con el último registro de la Secretaría de Salud.
Mientras China tiene un total de 84 mil 119 contagios, según las cifras de la Universidad Johns Hopkins, México llegó a 84 mil 627 casos confirmados, luego de contabilizar tres mil 227 nuevos contagios.
En conferencia en Palacio Nacional, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, también confirmó 371 nuevas defunciones por coronavirus-19, con lo que suman 9 mil 415.
El subsecretario de Salud dijo que las entidades con mayor número de casos acumulados por coronavirus son la Ciudad de México, con 23 mil 623, y Estado de México, con 14 mil 63.
La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar», decía Tom Hanks en su papel de Forrest Gump y esto lo comprobó Archie Williams.
Williams pasó 37 años encerrado en una prisión tras haber sido condenado injustamente por una violación que no cometió, sin embargo, su suerte cambió y ahora se encuentra participando en la nueva temporada de America’s Got Talent’.
De acuerdo con el programa que compartió su historia, fue arrestado en 1982 cuando tenía 22 años y fue condenado a cadena perpetua sin libertad condicional por la supuesta violación y apuñalamiento de una mujer de 30 años.
En la década de 1990, el Proyecto Inocencia (Innocence Project) asumió el caso de Williams, y en 2019, después de que sus huellas digitales fueran analizadas por un nuevo sistema de evidencia, se demostró que no había cometido el crimen.
Según cuenta Williams, durante su tiempo entre rejas cantaba para superar la depresión y se imaginaba hacerlo sobre un escenario.
Así fue como después de años terribles Williams decidió vencer sus miedos y se presentó a audicionar para el popular programa.
Su interpretación de ‘Don’t Let the Sun Go Down on Me’, de Elton John, fue ovacionada por el público y el jurado.
Una avioneta calcinada fue asegurada por el Ejército Mexicano, cerca de la comunidad de Morocoy, en el municipio Othón P. Blanco.
La aeronave, que pobladores reportaron ayer en una zona selvática aledaña a Morocoy, estaba calcinada, especialmente la cabina habría sido destruida por el fuego casi en su totalidad. En torno al lugar se observó el desmonte reciente de los laterales de la brecha.
Elementos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional implementaron un operativo en busca de posibles pasajeros de esta aeronave que se presume habría sido utilizada para el traslado de al menos una tonelada de droga. Al momento no se ha reportado avance alguno en la búsqueda.