
Por: @GuillermoCruzMX
Muchas veces escuchamos cómo es que alguien puede ser un buen líder o cuáles son las características y las ventajas que reporta el buen liderazgo en las empresas, sin embargo pocas veces se habla de las características de un mal líder y de las consecuencias que traen a las organizaciones, así pues en esta ocasión me he tomado la libertad de analizar a varios de los personajes que me he encontrado en la vida laboral; quienes me conocen saben que he sido asesor, instructor, auditor y empleado de la IP y de diversas entidades estatales y paraestatales y en este ir y venir he encontrado algunas coincidencias entre todos los malos líderes.
Podemos leer en muchos libros, blogs, revistas artículos en Internet, pero nada como vivirlo en carne propia â?? ¿apoco no? â?? para poder distinguir al menos tres aspectos que comparten todos los personajes que me han dado ejemplos de lo que es ser un mal líder, esto lo expongo a continuación.
Diría como muchos otros que como primer punto, todos ellos suponen que lo saben todo y se encargan de descalificar la mayoría sino es que todas las opiniones que difieren poco o mucho de las suyas, saben si la empresa cuenta o no con recursos o de la situación a la que se enfrenta en el mercado, además les marcarán todas las posibilidades de falla a cualquier iniciativa con tal de que nada cambie, pero la realidad es que poco conocen de su propia área o de la opinión de la calidad del servicio que ofrecen a los demás, sobre todo al personal que tienen a cargo.
Un segundo punto clásico es que guardan una gran distancia con las personas y la gran arrogancia, ambas creo que son un subproducto de creer que todo lo saben, por ello no pueden relacionarse de igual a igual, sólo saben dirigirse organizacionalmente ordenando a los de abajo y no inspirándolos, esa arrogancia los lleva a calificar la competencia del resto como insuficiente aun cuando su propio puesto se sostiene del resultado de sus subalternos y no del propio.
El tercer aspecto es la falta de reconocimiento de aciertos y errores, esto significa que cada vez que alguien de su personal tienen un acierto, lo presenta como propio o bien el caso contrario es que una vez que no se logra un objetivo buscan incansablemente al culpable y lo exhibe ante sus superiores para que se tomen las decisiones que sean necesarias y supone que eso es una muestra de lealtad a la compañía porque él â??no tiene por qué cubrir la ineptitud de los empleadosâ?
â?? Claro estáâ?¦ cada uno de los lectores puede ponerle el nombre que quiera a nuestro personaje(s) â??
Podría continuar con otras características como, la incapacidad de negociar, el poner como base de sus decisiones el organigrama y no la razón y el análisis de datos, fomentar el resentimiento y creer que el divide y vencerás es la base de su permanencia en el puesto y en la organización misma.
Para todos aquellos que ya incluso están visualizando la imagen de alguno(s) personajes de acuerdo a su propia experiencia, les puedo decir que ¡cobren ánimo! Porque hay una cuarta característica que es la que nos puede dejar tranquilos esa característica es que todo mal líder sigue inevitablemente un camino de autodestrucción, la razón es porque todos estos malos líderes afectan a las empresas y tarde o temprano salen a la luz las consecuencias de ese mal liderazgo.
Básicamente los malos líderes son malos administradores de empresas, esto quiere decir que pasado el tiempo, ya sea poco o mucho; los directivos y líderes de las organizaciones se dan cuenta de que estos personajes han entorpecido el crecimiento de las personas y de la empresa misma, al no destinar recursos como gente, tiempo e incluso el dinero a los proyectos y actividades que aportan valor, sino que por el contrario, se han encargado de frenar iniciativas productivas y efectivas basados en el supuesto de que está cuidando lo intereses de la compañía cuando en realidad fue debido a la falta de visión y al miedo de que sus subalternos sobresalgan en la organización porque recordemos que â??él es el que todo lo sabeâ?.
Otro de los grandes costos para las empresas de un mal líder es que originan la fuga del talento y el capital intelectual ya que pretenden disfrazar su incapacidad de administrar al personal con el supuesto de que los demás tienen problemas de autoridad y no respetan la estructura organizacional, creando un mal ambiente de trabajo en el que las mentes creativas se ven fuera de lugar y son obligados a buscar nuevos horizontes, al final recordemos que el valor de una empresa está dado principalmente por el capital intelectual y la información que éste genera.
Para terminar quiero compartirles esta frase â??No hay nada tan malo como para no aprender algo de ello y no hay nada tan bueno como para no poder mejorarloâ?, así pues; si conocen algún mal líder, aprendan todo lo que puedan de cómo no deben ser cuando lideren y si por el contrario tienen a su alrededor a algún buen líder, pónganse el reto de ser aún mejor que ese ejemplo.