El valor de las soldaderas en México

Tomasas, Chonas, Pelanchas, Choles, Juanas, Panchas, Otilias y muchas más, fueron soldaderas pobres y sin estudios pero con mucho valor; sin ellas, simplemente no hubiera podido ser la Revolución Mexicana, afirmó la escritora Elena Poniatowska, en una charla en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

En el marco del ciclo â??Grandes escritores del México independiente y revolucionarioâ?, Poniatowska habló de su trabajo â??Las soldaderasâ?, cuyo propósito, dijo, es desmitificar ideas falsas en relación al papel femenino y analizar la creación cultural del personaje de aquellas â??hembras que se sumaron al ejército antiporfirianoâ?.

Indicó que las mujeres de ese tiempo eran robadas o violadas y no tení­an otra alternativa que volverse soldaderas, sin gozar del reconocimiento de los héroes de la revolución ni de la historia.

â??Ellas también fueron protagonistas de la Revolución Mexicana; sustento fí­sico y moral de los ejércitos, arrojadas a las turbulencias de la guerra por su lealtad, su valentí­a o un futuro hecho pedazos tras el rapto y la violaciónâ?, manifestó.

Las soldaderas, refirió, caminaban todo el dí­a cargando lo mismo a los hijos que las balas en sus rebozos porque los caballos eran para los hombres, y éstos se robaban a la bien parecidas, a las feas y a las viejas también.

Sin estas mujeres, sostuvo, los hombres no habrí­an comido, bebido, no habrí­an subsistido a esa lucha cruenta, aseguró.

Al citar algunos autores que han investigado sobre la Revolución Mexicana, dijo que Alvaro Obregón acostumbraba mandar a las mujeres con sus hijos de avanzada y en muchas ocasiones las soldaderas le sirvieron de escudo a la tropa, a ellas las llamaban la impedimenta.

Recordó además que sin la escritora Nelly Campobello no se contarí­a con la visión mas exacta de la Revolución Mexicana, toda vez que lanzó â??la granadaâ? de su libro â??Cartuchoâ?, en 1935, al detallar toda la tragedia de esta lucha.

Asimismo, citó a Jesusa Palancar que 1967, quien afirma haber contado los cuerpos que se quedaban tirados a medio campo de batalla con los ojos abiertos y las tripas saltadas por lo que afirma que las corporaciones fueron formadas por gente del montón.

Poniatowska recordó a las soldaderas Petra Herrera y Petra Ruí­z, dos mujeres soldaderas que por su valentí­a lograron obtener grados honorí­ficos.

Al término de la plática Elena Poniatowska agradeció al público y dijo que participó con el tema de las soldaderas porque en ese tiempo como ahora las mujeres siempre son las olvidadas de la historia, siempre se encuentran atrás y sólo se recuerdan el 10 de mayo, â??cuando le regalan un refrigerador, una plancha o una licuadoraâ?, concluyó.

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