El jefe de Gobierno de Libia, Fayez al Sarraj y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni participaron en una cumbre europea para discutir sobre la crisis migratoria y, según medios locales, habría pedido equipo por un valor de más de 800 millones de euros para controlar y detener el flujo de indocumentados que parten de su país hacia Europa
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Cumbre europea para debatir la crisis migratoria
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Europa sanciona a Libios por bloquear a la ONU
Europa sanciona a Libios por bloquear a la ONU. La Unión Europea sanciona a tres funcionarios libios acusados de poner trabas al nuevo gobierno de unidad respaldado por Naciones Unidas para impedir que empiece a trabajar.
En su boletín oficial del viernes, la UE identificó a los tres responsables como Agilah Saleh, presidente del parlamento en la ciudad oriental de Tobruk; Khalifa Ghweil, jefe del llamado Gobierno de Salvación Nacional; y Nuri Abu Sahmain, que lidera el obsoleto Congreso General Nacional.
Los tres fueron sancionados con prohibiciones para viajar y congelación de activos POR «obstruir la implementación» del acuerdo político de diciembre y la formación del llamado gobierno de acuerdo nacional, dice el comunicado.
Agrega que la UE «sigue preocupada por la situación en Libia, en particular por los actos que amenazan la paz, la seguridad o la estabilidad del país y que impiden o socavan la realización cabal de la transición política de Libia».
Las conversaciones auspiciadas por la ONU para la formación de un gobierno de unidad se han estancado. Libia está dividida en dos gobiernos rivales desde 2014, una consecuencia del caos reinante en el país tras la revuelta de 2011 que derrocó y mató al veterano dictador Moamar Gadafi.
Uno es un gobierno con apoyo islamista con sede en Trípoli, el otro, reconocido por Occidente, tiene su sede en el este del país.
En medio de la lucha por el poder y el vacío de seguridad, el grupo Estado Islámico ha logrado hacer pie en el país norafricano, donde domina la ciudad central de Sirte.
La comunidad internacional espera que un gobierno de unidad que funcione pida ayuda militar contra los extremistas. La UE también espera que un gobierno estable ayude a detener el flujo de migrantes a Europa.
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Milicia libia detiene a mando del Estado Islámico
Milicia libia detiene a mando del Estado Islámico. Una milicia libia leal al gobierno de Trípoli, respaldado por islamistas, anunció la detención del jefe de una filial del grupo extremista Estado Islámico en una ciudad del oeste del país bombardeada la semana pasada por fuerzas de Estados Unidos.
La Fuerza Especial de Disuasión (FSD) explicó en un comentario en Facebook que detuvo al líder de EI en la ciudad de Sabratha, Mohammed Saad al-Tajouri, y que mató a docenas de radicales en una balacera. Al-Tajouri era conocido también como Abu Sulieman.
Según la FSD, recibió el encargo de líderes de Estado Islámico en Sirte – una ciudad del centro del país controlada por los radicales – para hacerse cargo de Sabratha. La milicia dijo que publicará videos de la detención y de las supuestas confesiones de al-Tajouri.
Estado Islámico intentó tomar Sabratha el miércoles irrumpiendo en la sede de seguridad y decapitando a 12 de los combatientes de la FSD que estaban dentro.
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Serbios pudieron morir por ataque de EU a embajada en Libia
Serbios pudieron morir por ataque de EU a embajada en Libia. Dos trabajadores de la embajada de Serbia que estaban retenidos desde noviembre podrían haber muerto en el bombardeo de Estados Unidos sobre un campo del grupo extremista Estado Islámico en el oeste de Libia el viernes, dijo el ministro de Exteriores del país el sábado.
Ivica Dacic identificó a los dos fallecidos como Sladjana Stankovic, responsable de comunicaciones, y Jovica Stepic, conductor. Fueron secuestrados en noviembre después de que el convoy en el que viajaban, y en el que iba también el embajador, fue atacado cerca de la ciudad costera de Sabratha.
En una conferencia de prensa en Belgrado, Dacic dijo que Serbia fue informada por funcionarios extranjeros de los decesos, que no han sido confirmados por el gobierno libio.
«Tenemos información, incluyendo fotografías, que muestran de forma clara que esto, muy probablemente, es verdad», señaló el canciller.
Cazabombarderos estadounidenses F-15E atacaron el viernes un campo de entrenamiento de la milicia radical Estado Islámico en una zona rural de Libia, cerca de la frontera con Túnez. En la operación murieron docenas de personas, entre las que podría estar un mando del grupo considerado el cerebro de los atentados en Túnez el año pasado, según funcionarios estadounidenses y locales.
Serbia sabía dónde estaban los rehenes y estuvo trabajando para su liberación, explicó Dacic, añadiendo que tropas libias estaban estudiando una operación de rescate.
«Creo que estábamos cerca de la solución para liberarlos. Por desgracia, como consecuencia del ataque contra EI en Libia, los dos perdieron sus vidas», dijo Dacic. «Pediremos una explicación oficial tanto de Libia como de Estados Unidos sobre los datos disponibles y la selección de objetivos».
Según la información recibida por los servicios de seguridad serbios, el grupo criminal que había pedido un rescate, y que se cree que está vinculado con la milicia radical, tenía retenidos a los funcionarios en el lugar donde estalló la bomba, apuntó.
«Por otro lado, el gobierno estadounidense dijo que era un campo de entrenamiento (de EI)», dijo Dacic. «Esta es una información que tiene que ser comprobada».
No concretó la cuantía del rescate exigido por los secuestradores a las familias de las víctimas, aunque dijo que era «imposible pagarla».
«No estaba entre los intereses de la gente que los retenía el matarlos, porque no tenían otras peticiones que la financiera», explicó Dacic.
Un grupo armado libio que se hace llamar las Fuerzas Especiales de Disuasión anunció en Facebook que los dos cuerpos fueron entregados en el aeropuerto Matiga de Trípoli. Publicaron imágenes que mostraban dos ataúdes verdes dentro de un coche fúnebre y otra con uno de los féretros en la pista al lado de un avión de pequeño tamaño.
El grupo está del lado del gobierno que, respaldado por milicias, controla la capital, Trípoli. La publicación no apunta cuándo regresarán los cuerpos a Serbia.
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El Gobierno de unión nacional de Libia propondrá nuevo gobierno
El primer ministro designado de Libia propondrá dentro de diez días al Parlamento un nuevo Gobierno, después de que la cámara rechazara el lunes una primera propuesta porque había demasiados ministros, indicó este martes un funcionario del Ejecutivo.
«A petición del Parlamento, Fayez Al Sarraj [responsable del Gobierno provisional] propondrá una composición más restringida del Gobierno de unión nacional», dijo a la AFP Fathi Ben-Issa, consejero del Ejecutivo, explicando que «respetaremos el plazo de diez días».
El lunes, el Parlamento reconocido por la comunidad internacional se negó a otorgar su confianza al Gobierno propuesto, integrado por 32 ministros representativos de todas las regiones del país. La votación se celebró en Tobruk, en el este del país.
La entrada en funciones de ese Gobierno de unión nacional es una etapa importante del acuerdo político concluido en diciembre en Marruecos, bajo los auspicios de la ONU, entre las dos partes rivales que se disputan el poder en Libia.
La comunidad internacional confía además en ese Gobierno para luchar más eficazmente contra el grupo yihadista Estado Islámico, activo en el norte de Libia.
Actualmente existen tres autoridades en Libia: el Gobierno reconocido por la comunidad internacional, con sede en Baida, y que controla una parte del este; el Gobierno de Trípoli y las regiones del oeste, apoyado por una coalición de milicias armadas, algunas de ellas islamistas, y el Gobierno de unión nacional defendido por la ONU. Este último es de momento «virtual» y carece de recursos económicos.
Igualmente, existen dos Parlamentos, uno en Trípoli, y otro en Tobruk, reconocido a nivel internacional.
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El Parlamento libio rechaza el gobierno de unidad
El Parlamento libio rechazó este lunes el gobierno de unidad nacional respaldado por la ONU, dijeron varios diputados a AFP, un duro golpe para los esfuerzos internacionales destinados a poner fin a la violencia en el país.
«Hemos votado en contra de respaldar al gobierno y pedimos (…) que nos presenten otro gobierno», declaró el diputado Alí al-Gaydi, miembro del Parlamento asentado en Tobruk, reconocido internacionalmente.
Aunque muchos parlamentarios se han habían mostrado optimistas, el resultado del voto ya era incierto porque se necesitaba una mayoría de dos tercios para aprobar el acuerdo firmado el 17 de diciembre en Sjirat (Marruecos) tras meses de negociaciones.
En los últimos días, los diputados han ido llegando a Tobruk, la ciudad donde tiene la sede este Parlamento de 176 miembros reconocido por la comunidad internacional hace un año y medio. «Estoy seguro de que llegaremos a la mayoría», dijo a AFP el diputado Fahmi Touati.
Para abrir la sesión se necesitan 89 votos a favor, más de la mitad, explicó un responsable del Parlamento, pero para el acuerdo se necesitan una mayoría de dos tercios más uno (119 votos).
El presidente del Parlamento, Aguila Saleh, criticó públicamente el acuerdo, igual que el general Galifa Haftar, comandante de las fuerzas leales al poder reconocido. Tampoco gusta el acuerdo al llamado Congreso General Nacional (CGN), un parlamento no reconocido por la comunidad internacional instalado desde hace un año en Trípoli. Su presidente, Nuri Abu Sahmein, se opone al acuerdo.
Según Tuati, las críticas de los diputados van dirigidas contra un punto del acuerdo que establece que todos los puestos importantes en el ejército y en los servicios de seguridad tendrán que ser aprobados por el gobierno de unión, algo que podría hacer perder su cargo al general Haftar.
Ahora mismo Libia tiene de facto tres gobiernos, el «gobierno libio provisional», el «gobierno de salvación nacional» y el «gobierno de unión nacional».
Este último sólo tiene un «consejo presidencial» instalado en Túnez. Está dirigido por el empresario de Trípoli Fayez el Sarraj y tiene 32 ministros que en teoría representan todas las regiones del país.
Hasta ahora han fracasado todos los intentos para pacificar las rivalidades en este país rico en petróleo, pero en los últimos meses la comunidad internacional ha incrementado la presión, preocupada por el auge en Libia del grupo yiahdista Estado Islámico (EI) y por la llegada masiva a Europa de refugiados procedentes de las costas libias.
Desde su bastión de la región de Sirte, a 450 kilómetros de Trípoli, el EI intenta desde hace semanas avanzar hacia el este donde hay una rica región petrolera. Según el gobierno francés el grupo dispone de unos 3.000 combatientes en el país.
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Estado Islamico ataca región petrolera de Libia
El grupo yihadista Estado Islamico (EI) perpetró este lunes dos ataques cerca de importantes instalaciones petroleras en Libia, en las ciudades de Al Sedra y Ras Lanuf (norte), según indicó un miembro de las fuerzas militares libias.
«Fuimos atacados esta mañana por un convoy de una decena de vehículos armados del Estado Islamico» en Al Sedra y Ras Lanuf (en la región de la «Media Luna petrolera»), dijo por teléfono a diversas agencias noticiosas que Bashir Budhfira, un coronel de las fuerzas leales al gobierno reconocido por la comunidad internacional.
El ataque fue rechazado por las fuerzas militares, que sufrieron dos bajas, agregó.
«Después llevaron a cabo un ataque por el sur de la ciudad de Ras Lanuf, pero no lograron entrar», dijo.
Un responsable del sector petrolero libio indicó que un depósito con una capacidad de 420.000 barriles se incendió durante los combates.
El Estado Islamico reivindicó en la red social internauta Twitter haber llevado a cabo «un ataque contra la región de Al Sedra», y que uno de sus miembros se hizo estallar a bordo de un coche bomba.
La organización yihadista trata desde hace varias semanas de avanzar hacia el este desde la ciudad de Sirte -que controla desde junio de 2015-, para alcanzar la zona de la «Media Luna petrolera», donde están situadas las principales terminales de crudo, como Al Sedra y Ras Lanuf.
El grupo extremista ha aprovechado el caos imperante en Libia, tras la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011, para implantarse en este país, y desde junio pasado controla precisamente la gran ciudad de Sirte (cuna del propio Gadafi), ubicada un poco más al oeste del sitio petrolero.
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Francia no quiere más inmigrantes
Francia se unió al coro de voces que se oponen a un plan de la Unión Europea que busca aliviar la carga que padecen unas cuantas naciones que son las que más reciben migrantes que cruzan el Mediterráneo mediante el establecimiento de un sistema de cuotas para compartir la presión.
El primer ministro francés, Manuel Valls, dijo que el gobierno se opone a la propuesta de establecer límites máximos para que cada país de la UE reciba refugiados con base en su población, desempleo y otros factores. En declaraciones el sábado a la televisión francesa, Valls dijo que un sistema de cuotas «nunca fue parte de las proposiciones francesas».
La semana pasada, el ministro del Interior Bernard Cazeneuve dijo a la radio RTL que Francia apoyaba el plan, en momentos en que se estaba tambaleando por la creciente oposición de otros países de la UE.
Los detalles exactos del plan no han sido resueltos, pero países como Hungría, Eslovaquia y Estonia ya lo han rechazado.
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UNESCO señala crímenes de guerra en la destrucción de sitios históricos
La jefa de la agencia de educación y cultura de Naciones Unidas lanzó el miércoles una petición dramática, al señalar en El Cairo que la destrucción y saqueo de sitios arqueológicos en Medio Oriente – tales como los perpetrados por el grupo Estado Islámico en Irak – deberían ser condenados como «crímenes de guerra».
La directora general de la UNESCO, la búlgara Irina Bokova, también recalcó durante la inauguración de una conferencia en Egipto que el robo y destrucción de antigüedades en la región era una táctica de guerra.
La conferencia se realiza en respuesta a la destrucción de templos y artefactos antiguos en Irak por parte del grupo extremista Estado Islámico, así como el saqueo y contrabando de antigüedades en Siria, Egipto y Libia.
«Hay mucho en juego», declaró Bokova. «La destrucción y saqueo de museos y sitios arqueológicos ha llegado a niveles sin precedente. La destrucción de la herencia cultural, la depuración cultural, es utilizada como una táctica de guerra para aterrorizar a las poblaciones, para financiar actividades criminales y para esparcir el odio».
«Debemos considerarlo como es: Un crimen de guerra», subrayó a la audiencia de 10 naciones árabes en El Cairo.
Videos recientes que han aparecido en redes sociales muestran a miembros del Estado Islámico destruyendo artefactos antiguos en museos de Irak y demoliendo templos de 3.000 años de antigüedad, destruyendo así una herencia invaluable, lo que provocó indignación en la comunidad arqueológica y las organizaciones internacionales.
En algunos videos se puede ver a los combatientes destruyendo a martillazos los icónicos toros alados de Asiria y desprendiendo los arreglos florales del palacio de Asurbanipal II en Nimrud, antes de que todo el lugar fuera destruido con explosivos.
Los expertos especulan que las piezas de mayor tamaño son destruidas ante las cámaras, mientras que los artefactos más pequeños como figuras, máscaras y tabletas cuneiformes son contrabandeadas a Turquía, donde ingresan al mercado negro de antigüedades.
El Estado Islámico controla grandes partes de territorio en Irak y Siria, una zona en la que se ubican invaluables tesoros históricos. Deborah Lehr, de la Coalición de Antigüedades, el grupo que organizó la conferencia en El Cairo, subrayó que los artefactos contrabandeados por estos grupos provenientes de Siria e Irak, están valorados en miles de millones de dólares.
De acuerdo a Lehr, los extremistas daban a conocer estas imágenes para «intimidar a aquellos que disfrutan de las creencias que son ajenas a su muy estrecha visión y para financiar sus causas nefastas». -
El grupo Estado Islámico secuestró a 70 cristianos Sirios
El grupo Estado Islámico secuestró a al menos 70 cristianos asirios, incluyendo mujeres y niños, tras arrasar varias localidades en el este de Siria, dijeron dos grupos activistas.
Los extremistas suníes, que siguen una interpretación radical del islam, el Estado Islámico han lanzado reiterados ataques contra minorías étnicas y religiosas en Siria e Irak desde que tomaron el control de amplias zonas en ambos países. Los combatientes de la milicia también han saqueado iglesias, demolido santuarios chiíes y suníes y esclavizado a mujeres de la comunidad yazidí, una pequeña secta a la que consideran hereje.
El último ataque del Estado Islámico comenzó antes del amanecer del lunes, cuando los milicianos arrasaron pueblos en la ribera del río Jabur, cerca de la localidad de Tal Tamr, en la provincia de Hassakeh. En la zona viven sobre todo asirios, un pueblo indígena cristiano que tiene sus orígenes en la antigua Mesopotamia.
En el asalto, los insurgentes del Estado Islámico tomaron entre 70 y 100 rehenes asirios, dijo Nuri Kino, jefe del grupo activista A Demand For Action – que se centra en las minorías religiosas en Oriente Medio-. Unas 3.000 personas lograron huir en el ataque y buscaron refugio en las ciudades de Hassakeh y Qamishii, añadió.
Kino dijo que su grupo basa sus informaciones en conversaciones con residentes que huyeron de la ofensiva y sus familiares.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humano, con sede en gran Bretaña, informó también de los secuestros, pero elevó el número de rehenes asirios cautivos de EI a 90. El Observatorio se basa en una red de activistas dentro de Siria.
Ambas organizaciones dijeron que la mayoría de los apresados procedía de la localidad de Tal Shamiram, a unos 85 kilómetros (50 millas) al suroeste de Qamishli, la capital de la provincia de Hassakeh.
Una mujer asiria de Tal Shamiram que ahora vive en Beirut dijo que había luchado por averiguar qué había sido de sus padres, así como de su hermano, la esposa y los hijos de éste.
«Las líneas fijas se han cortado, sus celulares están apagados», dijo a The Associated Press. «¿Han sido asesinados? ¿Siguen con vida? Buscamos cualquier noticia».
La mujer habló bajo condición de anonimato por miedo a poner en peligro a familiares que creía estaban retenidos por los milicianos.
«Mi familia me visitó el mes pasado y volvió a Siria. Había enfrentamientos, pero era normal, nada excepcional. Me siento tan impotente, no puedo hacer nada por ellos más que rezar», dijo por teléfono con voz quebrada.
La emisora de radio en internet de la milicia Estado Islámico, al-Bayan, dijo el martes que combatientes del grupo armado habían detenido a «decenas de cruzados» y tomado 10 pueblos en torno Tal Tamr tras enfrentamientos con milicianos curdos. El grupo extremista suele referirse a los cristianos como «cruzados».
No estuvo de inmediato qué planea hacer Estado Islámico con los asirios.
Los extremistas tienen una sólida reputación de matar a sus cautivos, incluyendo periodistas extranjeros, soldados sirios y milicianos curdos. En la acción más reciente, insurgentes libios afiliados al grupo publicaron un video mostrando la decapitación de 21 egipcios coptos.
Pero Estado Islámico podría emplear también a los asirios para intentar un intercambio de prisioneros con las milicias curdas y cristianas a las que se enfrenta en el norte de Siria. Hay un precedente: los radicales liberaron a escolares curdos y a conductores de camión turcos y diplomáticos tras retenerlos durante meses.
Los combates en torno a Tal Amr han coincidido con duros enfrentamientos entre milicianos curdos y del grupo Estado Islámico unos 90 kilómetros (55 millas) al este, cerca de la frontera iraquí. Combatientes curdos de las Unidades de Protección del Pueblo lanzaron una ofensiva durante el fin de semana, arrebatando con rapidez unos 20 pueblos que estaban en poder de los extremistas.
Los enfrentamientos continuaban el martes, cuando la milicia curda tomó otros 10 pueblos, señaló el Observatorio.