El presidente chileno Sebastián Piñera llamó «visionarios» a los partidos opositores a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) quienes vencieron en las urnas al régimen que derrocó al mandatario socialista Salvador Allende, en la conmemoración del plebiscito del 5 de octubre de 1988.
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Visionarios los partidos opositores a la dictadura de Augusto Pinochet
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Baltasar Garzón, de azote de dictadores
El juez español Baltasar Garzón, que logró acorralar a Augusto Pinochet y a otros ex represores sudamericanos, se ve ahora sentado en el banquillo de los acusados en su propio país y suspendido en sus funciones por haber intentado investigar los crímenes del franquismo.
La decisión de un magistrado del Tribunal Supremo de juzgarlo por haber intentado investigar esos crímenes sin tener competencia para ello y obviando una ley de amnistía general de 1977 ha acabado por poner fin temporalmente a su carrera como juez.
Una suspensión temporal, decidida este viernes por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que podría convertirse en definitiva si es declarado culpable de prevaricación (dictar una resolución injusta a sabiendas de que lo es, ndlr) y acabar con la carrera en la judicatura de este pionero y ardiente defensor de la «justicia universal».
Garzón, de 54 años, de cabello entrecano y trajes impecables, volvió a demostrar este viernes su facilidad para causar emociones al abandonar la Audiencia Nacional (principal instancia penal española), a la que llegó en 1988, entre los aplausos de sus partidarios, tan acérrimos como sus detractores.
Mientras los primeros defienden a capa y espada su dedicación, sus detractores le describen como una estrella, más preocupado por salir en la primera página de los diarios, que por el buen fundamento jurídico sus instrucciones.
Su decisión, el 17 de octubre de 2008 -diez años después de pedir la detención en Londres del ex dictador chileno Augusto Pinochet por crímenes de lesa humanidad- de abrir la primera instrucción sobre los «crímenes contra la humanidad» del franquismo, ha acabado por volverse contra él.
Esta investigación sobre el franquismo, aplaudida por las familias de las víctimas y algunos historiadores, también suscitó numerosos rechazos.
La derecha y los medios conservadores lo acusaron de reabrir inútilmente viejas heridas, mientras que la fiscalía le reprochó haber lanzado una «inquisición general» basada sobre un castillo de naipes jurídico, hasta que finalmente tiró la toalla.
Su intento fue coherente con la trayectoria profesional de un juez que con el caso Pinochet desató un efecto dominó, ya que países como Chile, Argentina y Guatemala empezaron a investigar los crímenes de sus dictaduras.
Tras investigar en España los crímenes de las dictaduras argentina (1976-1983) y chilena (1973-1990), logrando incluso llevar a juicio al ex represor argentino, Adolfo Scilingo, condenado en 2005 a 1.084 años de cárcel, ¿cómo ignorar los crímenes de la dictadura española?.
Garzón, de aspecto tímido y voz aguda, falló en su país y podría pagarlo caro, pero sus investigaciones sobre los regímenes militares en América Latina llevaron a que la justicia española reconociera en 2005 su competencia para perseguir y juzgar crímenes de lesa humanidad en todo el mundo.
Aunque algunas de sus grandes investigaciones sobre el terrorismo islámico o traficantes de cocaína gallegos fueron luego criticadas en los tribunales, el juez ha logrado grandes éxitos en 20 años de lucha contra la organización armada independentista vasca ETA.
Su investigación sobre la financiación de ETA le llevó en 2002 a suspender las actividades del brazo político de la organización armada, Batasuna, a la postre ilegalizada por el Tribunal Supremo al año siguiente.
Aunque este juez, casado y con tres hijos, llegó a tener un cargo en el último gobierno socialista de Felipe González (1982-1996), ello no le impidió investigar los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), grupo secreto creado en los años 80 bajo el gobierno socialista para eliminar físicamente a miembros de ETA.
Esta investigación, que contribuyó a poner fin al gobierno de González, le valió la aprobación de la derecha.
La misma que se volvió contra él por haber apoyado las negociaciones de 2006-2007 entre el gobierno socialista y ETA, investigar sobre el franquismo y descubrir en 2009 un vasto escándalo de corrupción que salpica al Partido Popular (PP, derecha).
La presión ha acabado por hundir este buque insignia de la justicia universal, que ahora buscará el exilio como asesor de la fiscalía del Corte Penal Internacional en La Haya
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Acusan a Baltazar Garzon en España
El juez Baltasar Garzón, el mismo que procesó al dictador Augusto Pinochet, que desmanteló el aparato político y económico de la organización terrorista vasca ETA, que ha perseguido a los capos más importantes de la droga y a los líderes de las mafias rusa e italiana, y que está investigando las torturas cometidas en la cárcel de Guantánamo (Cuba) durante el gobierno de George W. Bush, podría acabar sentado en el banquillo de los acusados e inhabilitado hasta 20 años.
Las organizaciones ultraderechistas Falange Española de las Jons, Manos Limpias y Libertad e Identidad, le acusan de prevaricación. Es decir, de haber dictado una resolución injusta a sabiendas de que lo era, en la investigación de los crímenes cometidos durante la Guerra Civil (1936-1939) y el Franquismo (1939-1975). Y el juez instructor del Tribunal Supremo, Luciano Varela, hace unos días lo corroboró.
En un auto hecho público, Varela sostiene que el magistrado en realidad no pretendió investigar los â??horrendos crímenes del franquismoâ?, sino que actuó con la finalidad de â??eludir la decisión del legislador sobre el régimen localizador y exhumación de las víctimasâ?.
Es decir, le acusa de declararse competente para investigar las denuncias de las víctimas de Franco, no por ellas, sino para controlar el proceso de las exhumaciones de las fosas comunes en las que reposan los cuerpos de miles de desaparecidos de la Guerra Civil.
Aunque Garzón puede impugnar el auto, sus posibilidades de éxito son muy pocas. Y será la Sala de lo Penal, formada por cuatro jueces (tres conservadores y uno progresista), la que decida si abre o no un juicio contra él.
En el caso de que lo abra, de acuerdo con el artículo 383 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), será la comisión permanente del Consejo del Poder Judicial la que decida si le suspende provisionalmente durante el juicio y hasta que recaiga en la causa â??sentencia absolutoria o auto de sobreseimientoâ?.
Uno de varios procesos
No es el único proceso abierto contra el magistrado. Hasta hace unos días pesaban sobre Garzón dos querellas más. Una de ellas, que no fue admitida a trámite, la presentó un abogado del caso â??Gí¼rtelâ?, una trama de corrupción instruida por el propio Garzón y en la que están implicados medio centenar de miembros del opositor Partido Popular (conservador, PP). José Antonio Choclán, abogado de Francisco Correa, cabecilla de la trama, le acusó de prevaricación, al espiar las conversaciones en los locutorios de la cárcel entre el propio Correa y su abogado.
El juez podía haber sido condenado a entre 2 y 6 años de cárcel, pero no fue admitida a trámite. Aun así, el Colegio de Abogados de Madrid anunció ya su intención de querellarse porque, según su decano, Antonio Hernández Gil, la orden de practicar esas escuchas â??no se ajusta a nuestro ordenamiento jurídico y principalmente a los valores constitucionales decantados por la jurisprudencia del Tribunal Constitucionalâ?.
A esta nueva querella se une otra ya existente que el Tribunal Supremo sí admitió. En esta ocasión vino de la mano de los letrados José Luis Mazón y Antonio Panea, quienes acusan a Garzón de los delitos de prevaricación, cohecho y estafa, en un caso que data de 2005 y 2006, cuando el juez dirigió unos cursos en la Universidad de Nueva York mientras disfrutaba de un permiso en la Audiencia Nacional de Madrid. Los cursos fueron patrocinados por el Banco de Santander, que aportó 300 mil dólares. Los letrados consideran que el patrocinio de estos cursos podría estar relacionado con la decisión de Garzón de archivar, a su regreso a España, una causa que tenía pendiente contra directivos del Banco de Santander, entre ellos el propio Botín. Y denuncian que Garzón ocultó el salario que cobró en esos cursos y que fue él personalmente quien solicitó al Banco de Santander, cuyo presidente estaba imputado en un caso que llevaba él, que los patrocinara.
Garzón, a través de su abogado Gonzalo Martínez-Fresneda, ha negado haber recibido jamás â??ni directa ni indirectamente fondos provenientes del Santanderâ?. Ha reiterado su inocencia y califica las acusaciones de â??absurdas y esperpénticasâ?; asegura también que ha sido tratado peor que un ciudadano cualquiera sólo por el hecho de pertenecer al poder judicial, aunque según él se encuentra tranquilo, a la espera de que llegue el momento de defenderse.
Pero si llega ese momento y el juez se sienta en el banquillo de los acusados, deberá abandonar todos los casos que tiene, incluyendo aquellos que giran en torno a la banda armada ETA, o las investigaciones de los delitos de torturas y malos tratos cometidos en Guantánamo en la administración W. Bush, una querella presentada por varias organizaciones de defensa de los derechos humanos que el mismo Garzón admitió y cuyo juicio, en caso de llevarse a cabo, convertiría a España en el primer país del mundo en iniciar un proceso penal para investigar la torturas cometidas en la controvertida base militar de EU
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Ex presidente creara partido politico en Chile
El ex candidato presidencial independiente de izquierda, Marco Enríquez Ominami, tercero en la primera vuelta del 13 del diciembre, anunció la creación de un nuevo partido político en el que busca canalizar el 20% de adhesión que consiguió. El partido político, cuyo nombre no se dio a conocer, busca generar una «oposición constructiva», de cara a la realización de la segunda vuelta electoral, el domingo 17 de enero, cuando se enfrentarán el derechista Sebastián Piñera y el oficialista Eduardo Frei.
«Quiero convocar formalmente, serenamente, pero también con firmeza, a todos los que me acompañaron y a quienes no escucharon mi mensaje, a sumarse a un partido político, a un gran movimiento nuevo, una nueva forma de hacer política», afirmó Enríquez en una entrevista con el Canal 13 de televisión. El ex candidato militó hasta junio pasado en el Partido Socialista, al que renunció para plantear una candidatura presidencial independiente.
Derrotado en las urnas, Enríquez se convirtió en una figura clave de cara al próximo balotaje, donde sus votos se los disputan tanto Piñera como Frei, aunque luego de éste su figuración política se vuelve difusa al no haber conseguido elegir a ningún representante en el Parlamento. Para inscribir a un nuevo partido político, Enríquez debe sortear nuevamente una masiva recolección de firmas, tal como lo hizo para inscribir su candidatura presidencial.
La ley electoral le exigió 36.000 firmas para plantear su candidatura presidencial, y ahora para formar una nueva agrupación política debe recolectar el 0,5% del padrón electoral, de unos 8,2 millones de personas. «Vamos a juntar las firmas, vamos a partir en enero, vamos a convocar a la gente», señaló Enríquez.
El ex candidato tiene 36 años y es hijo de un ex guerrillero de izquierda abatido por la dictadura de Augusto Pinochet.
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Elecciones en Chile, la izquierda chilena
Hay pocas dudas de que el representante de la oposición derechista, Sebastián Piñera, ganará la primera ronda de la elección presidencial el próximo domingo, ante lo cual el candidato oficialista Eduardo Frei parece enviar guiños a la izquierda para conquistar sus votos en la segunda vuelta y definitiva el 17 de enero. Frei, un ingeniero civil de 67 años, divulgó el sábado su programa en materia de derechos humanos, acompañado de la madre de la presidenta Michelle Bachelet, Angela Jeria, en el que se compromete a anular la ley de amnistía, legada por el pasado régimen militar.
La anulación o derogación de la ley de amnistía, que cubre el período septiembre de 1973 a abril de 1978 –época de los mayores abusos de la dictadura del fallecido general Augusto Pinochet–, son un anhelo del Partido Comunista (PC), cuyo candidato presidencial, el ex ministro socialista Jorge Arrate, ha llamado a formar un frente político para evitar la llegada al poder de Piñera tras la segunda vuelta. Frei, senador demócrata cristiano y ex presidente (1994-2000), también prometió terminar con la Ley Antiterrorista, otro legado de la dictadura, que el gobierno de Bachelet ha aplicado contra los dirigentes mapuches encarcelados que luchan por la recuperación de sus tierras ancestrales. La norma permite largos períodos de incomunicación, testigos sin rostro y endurece las penas en hasta tres grados.
La anulación o derogación de ambas leyes son una aspiración frustrada de extensos sectores izquierdistas más allá del PC, y de las familias de los 3.197 opositores muertos por la dictadura, y de los 28.000 ex presos políticos, según cifras oficiales. La encuesta de noviembre del Centro de Estudios Públicos (CEP) da por ganador el domingo 13 al multimillonario Piñera, con un 36%, seguido de Frei, con 26%, y en tercer ubica al candidato independiente y ex socialista Marco Enríquez-Ominami, con 19% y Arrate, con 5%.
Para triunfar en primera vuelta se requiere un 50% más uno de los votos. En la segunda ronda Piñera ganaría a Frei por 43 a 37% según esa encuesta. Si el rival del empresario fuera Enríquez-Ominami, Piñera también ganaría con el 40% contra a 37%. El compromiso de Frei en temas de derechos humanos puede atraer a un porcentaje del electorado de Enríquez-Ominami, un díscolo diputado de 36 años que se lanzó a la carrera presidencial luego que su partido socialista le prohibió participar en las primarias que eligieron a Frei como el candidato oficialista.
Algunos analistas locales no descartan la sorpresa de que Enríquez, hijo de un líder guerrillero muerto en un enfrentamiento con militares en octubre de 1974, pase a la segunda vuelta. Para que Frei o Enríquez puedan enfrentar con éxito a Piñera, necesitan los votos de sus contendores izquierdistas.
Arrate está dispuesto a llamar a votar por cualquiera de los dos centroizquierdistas que deba medirse en enero con Piñera, pero Enríquez-Ominami se niega –hasta ahora– a pronunciarse si está dispuesto a apoyar a Frei, a quien a calificado como uno más de los personajes anquilosados en la política chilena.
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Chile cerca de Mexico, detalle de Bachelet
Pocos en el medio diplomático olvidaran el gesto de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, diera apenas hace unos días con México.
Antes de mencionarlo, permítanme ponerlo en contexto.
Chile recordara que cuando hubo el golpe de estado que casi perpetuara en el poder al general Augusto Pinochet, muchos chilenos llegaron asilados a territorio mexicano o, se les permitió la entrada a México con destino otras naciones.
El embajador mexicano era insuficiente para poder negociar con el gobierno golpista y eran días sumamente difíciles para aquel país, así que el canciller mexicano Emilio O. Rabasa, viajo inmediatamente para negociar y conseguir permisos para salir del país aquellos chilenos que pudieran estar en peligro por el régimen golpista.
Así, salvaron la vida cientos de chilenos que dieron vida a miles de hijos y muchos, regresaron al país solamente habiendo muerto el general Pinochet.
Por ello mismo, fineza que obliga y en una muestra de increíble respeto y de sensibilidad, la presidenta Bachelet envío un emisario personal del gobierno chileno, además del embajador en México de aquella nación, para estar en las exequias del fenecido canciller Emilio O. Rabasa que se acaban de realizar.
Son, conociendo cinco centavos de relaciones exteriores, este tipo de gestos los que hermanan a las naciones y muestran, que el dicho «hoy por ti, mañana por mi» se cumple a carta cabal.
El diplomático chileno Hugo Miranda Ramírez, estuvo presente hasta cuando la cenizas de canciller fueron depositadas en su ultima morada.
¿Cierto o no?
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